Sólo debo pedirle sus apuntes y de esa manera luego podríamos tener una conversación al devolverselos.

Sólo eso.

Eran las ocho de la mañana y el clima estaba frío siendo plena primavera.

Yuuri se escuchaba a lo lejos, corriendo con fuerza por llegar antes que el profesor. Al entrar, Pichit lo saluda con una naturalidad envidiable y Yuuri sonríe de tal forma que mis rodillas tiemblan, pero él, nunca lo sabrá.

Veo como toma lugar en su banco y comienza a extraer sus cuadernos desde el interior de su mochila. Recuerdo mi plan.

¿Cómo será su letra?

¿Tosca, desordenada, redonda o elegante?

Bajo la vista notando lo que mi mano escribió y dibujó  casi involuntariamente.

Cerré el cuaderno y con algo de torpeza me recuesto sobre mis antebrazos con el único fin de esconder mis mejillas que brillan como dos grandes botones de pánico.

Entonces entró el profesor de matemáticas, moviendo su mano de lado a lado de forma sonriente y así me vi obligado a abrir nuevamente mi objeto de apuntes y miré con más detalle mis dibujos y escritos.

Con vergüenza y leve enojo aproximé mi mano a la hoja, pero antes, mi dedo meñique chocó contra el borde del banco logrando que soltara un quejido y rápidamente mordi mi labio inferior.

Chris se volteó al escucharme y me apuntó con el dedo en son de burla mientras se reía de forma muda y se tambaleaba de adelante hacía atrás de la risa.

Cerré mis ojos e intenté contener la risa por lo chistoso que se mostraba al hacer eso y finalmente arranqué la hoja de su lugar y la hice una pequeña bola, que ahora no era más que basura.

Sentí una mirada sobre mí y enseguida me puse en alerta al creer que podría ser mi profesor con intenciones de regañarme, pero al alzar la vista, pude ver a Yuuri que me miraba con la cabeza levemente volteada. Su hombro tapaba la mitad de su rostro, pero sabía que se estaba guardando la risa al igual que yo hace unos minutos.

Sonreí como cualquier estúpido profundamente enamorado e inmediatamente intenté espabilar tirando algo de aire hacía mi rostro con el mismo cuaderno de la manera más discreta posible.

Yuuri volvió su mirada a la pizarra y yo apoyé mi mejilla sobre mi mano y una sonrisa adornando mi rostro.

Ese día no pude pedirle sus apuntes, pero lo hice sonreír y eso era un avance.

⚁Continuará

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Victor Omega es realmente la cosa más herrrmosa💜😶
Es una lástima que no existan más fanart de él con el cabello hasta los hombros;;

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