Especial KaiSoo #3
Jongin se encontraba almorzando en un restaurante extravagante pero acogedor, había tenido una reunión minutos antes así que decidió quedarse un rato más y degustar de la deliciosa comida que se le ponía en bandeja de plata -literal- Sabía que debía terminar con aquel comportamiento de adolescente deprimido, así que empezó por lo básico que era el volver a comer, luego de haber pasado por el proceso de afeitar su escasa barba y arreglar la maraña que tenía como cabello, claro está.
- ¿Te está gustando la comida?
- Un poco salada para mi gusto pero meh, el chef no es tan bueno al parecer.
- ¡Granuja! ¿Cómo se te ocurre lanzar injurias contra mi comida?
Jongin miró hacia el frente y se topó con la mirada divertida de una bella mujer. Era la dueña del lugar y una buena amiga suya.
- Jihyo, sabes que mis papilas gustativas son-...
- Baratas.
Jongin elevó una ceja divertido, luego siguió comiendo.
- Como digas.
- Excepto por los labios de Byun, ese chico si que fue una cosita bonita y deliciosa en tu vida.
- ¿Aún sigue siendo tu crush? Deberías dejar de babear por él.
- ¿Por qué? Él ahora está soltero ¿Cierto?
- Pero le siguen gustando los penes.
- Y es una lástima -hizo un puchero-
Jihyo había sido la niña que vivía al lado de la casa de Jongin, no habían sido amigos al principio. Ellos eran el tipo de vecinitos que eran obligados a juntarse porque sus padres siempre se reunían para hacer parrilladas y esas cosas de fin de semana. Pero pese a como iniciaron, luego terminaron siendo muy buenos amigos y aunque Jihyo tuvo que ir al extranjero por motivos de estudio, no perdieron contacto en lo absoluto y era por eso que ella conocía al bonito ex novio del moreno. Ella había tenido un ligero -gran- flechazo por Baekhyun, convirtiéndolo así en su incondicional crush.
- Hay mucha gente el día de hoy.
- Sí y es desesperante, hasta hay personas esperando afuera ¿Puedes creerlo?
- El lugar es extraordinario, debo reconocerlo. Eres la sensación del momento.
- Pues gracias -sonrió- Debo ir a la cocina, me llamas cuando te vayas.
- De acuerdo, sí. Porque necesito pedirte un favor.
- ¿Otra recepción para reunión de trabajo?
- Así es, esta vez es cena.
- Lo anoto.
- Bien.
Cuando la risueña mujer se fue, Jongin siguió comiendo a gusto. Obviamente todo lo dicho respecto a la comida era broma, el menú en ese lugar era de lo mejor y se sentía orgulloso de su pequeña amiga.
No pasaron ni diez minutos cuando Jihyo regresó a su mesa.
- Jongin ¿Puedo pedirte un favor?
Ella lucía preocupada y nerviosa.
- Claro ¿Pasó algo malo?
- Acaba de llegar una persona con la cual pretendo fusionar mi restaurante. Es el dueño de una de las pastelerías más importantes de la ciudad y necesito de su menú para los postres de aquí.
- ¿Entonces?
- Es que no hay mesas disponibles. ¿Podría sentarse contigo por mientras? ¡Por favor! No contaba con que habría tanta gente hoy y la verdad es que he estado tan ocupada que olvidé que vendría.
- No hay problema, Jihyo, puede sentarse conmigo. De todas maneras ya en un rato me voy.
- Bien, lo traigo aquí, mando alguien a recoger los platos y a que te entreguen la cuenta ¿Sí?
- Pensé que el almuerzo era gratis.
- ¡Patrañas! Este es mi sustento de vida -le sacó la lengua infantilmente- y tú tienes mucho dinero.
Dicho eso, se alejó casi corriendo.
Jongin negó mientras reía y luego dio un último bocado a su pasta, la cual casi escupe cuando se atoró al ver quien era el que venía con su amiga.
- Kyungsoo -susurró-
- Bien. Gracias por entender y aceptar sentarse con alguien más, señor Do. Es un honor tenerlo aquí y bueno, le presento a su acompañante momentáneo -sonrió- Kim Jongin.
- Ay no -murmuró Kyungsoo-
- Jongin, él es Do Kyungsoo.
- Sí, de hecho nos-...
- Mucho gusto, Señor Kim -habló Kyungsoo interrumpiéndole-
Jongin lo miró con el ceño ligeramente fruncido, pero no dijo más.
- Enseguida le mando el menú, Señor Do.
- Gracias.
Los dos hombres quedaron a solas, así que tomaron asiento uno frente al otro.
Había pasado un tiempo, se suponía no iban a verse más, al menos no tan pronto, pero el destino era una dulce perra.
- ¿Y cómo te va?
Kyungsoo estaba entretenido jugando con sus manos sobre su regazo, cuando escuchó la pregunta.
Definitivamente no esperaba encontrarse con Jongin luego de llegar de su escapada a Busan. Se supone que el viaje era para superar al moreno y olvidar todo lo que había pasado con él; pero ahí estaba, frente a frente con el hombre que amaba como loco pero no podía tenerlo consigo.
- Bien.
- Ya veo.
La tensión era abrumadora, ambos estaban nerviosos y conscientes de que ese encuentro aún no debía darse. Ha pasado poco tiempo, aún se extrañan, aún no se han superado, aún se aman.
- Kyungsoo yo-...
- No digas nada, Jongin. Por favor.
El moreno apretó sus puños sobre la mesa y luego soltó una risa sarcástica pero dolorosa.
- Es nuestro castigo ¿Eh? Permanecer separados, pero si estamos juntos, solo es para atormentarnos con nuestras presencias.
- Ya hemos hecho el daño suficiente, nos lo merecemos.
- Pero aun así seguimos amándonos como locos.
- Nada puede cambiar eso. Y sí, tú mismo lo has dicho, este es nuestro castigo. Asumámoslo.
La conversación se cortó con lo último dicho por Kyungsoo. Un camarero llegó para recoger los platos de la comida de Jongin y tomar el pedido del recién llegado, luego colocó una jarra de agua helada para el pequeño de ojos profundos.
- Gracias -sonrió ligero-
Jongin le tendió su tarjeta de crédito al mismo camarero cuando este le entregó la cuenta.
Volvieron a quedarse a solas y Jongin tomó la jarra para servirle un poco de agua a Kyungsoo, pero este lo detuvo.
- No necesito que lo hagas por mí, gracias pero yo puedo solo.
Jongin se abstuvo de rodar los ojos, porque la escena era irónica. Técnicamente Kyungsoo también era su ex, pero era más desesperante que Baekhyun. Sonrió al notar ese contraste de personalidades.
Jongin había tenido demasiada suerte, seguía siendo un bastardo, pero eso no quitaba el hecho. Era afortunado por haber tenido a su lado a ese par de hombrecitos preciosos.
Pero autoproclamarte afortunado solo resalta lo demasiado imbécil que puedes llegar a ser, Kim Jongin.
Kyungsoo comía, lo puesto en su plato estaba enserio delicioso, pero no podía concentrarse en lo absoluto. No cuando Jongin mantenía su vista en él.
- Señor Do.
Kyungsoo dio un brinco al escuchar ser llamado.
- Por favor, solo Kyungsoo. Pronto seremos socios.
La mujer sonrió encantada y asintió.
- De acuerdo, Kyungsoo -observó su plato- ¿No te gusta mucho la carne? Apenas y lo has tocado.
- Nada de eso, solo que ehm -miró de reojo a Jongin que sonreía burlón- Como de a pocos.
- Entiendo, para una mejor digestión.
- Sí claro.
Jihyo volvió a regalarle una sonrisa y luego giró para mirar a su amigo.
- ¿No te ibas?
- Ignoraré el hecho de que me estas echando de aquí -sonrió- Solo que conversaba con Kyungsoo, es muy interesante.
- Que no te engatuse, Kyungsoo. Este hombrecito -se acercó por detrás de Jongin y lo abrazó- puede aparentar ser un hombre serio, pero es todo un casanova.
Kyungsoo no pudo evitar fruncir el ceño, esas confianzas con Jihyo no le gustaba para nada. Ni siquiera sabía que esos dos se conocían.
No es momento para celos, Do Kyungsoo. No son nada no son nada no son nada no son-...
- Sí, creo que así parece.
Jihyo iba a decir algo más pero se alejó de Jongin cuando alguien le llamó desde la cocina.
- Estoy tan apenada, Kyungsoo. Por favor, sigue degustando de la comida, regreso en unos minutos para conversar sobre nuestro trato -suspiró cansada- Esto es difícil.
- Te entiendo completamente. Pero descuida, yo te espero.
- Gracias.
El silencio volvió a hacerse presente y Kyungsoo decidió ignorar al moreno. Tenía hambre así que nada arruinaría su almuerzo.
- Ella es una vieja amiga, llegó hace poco de Japón y no la conocías por ese motivo.
- ¿Qué?
- No quiero que pienses cosas que no son.
- No te pedí explicaciones. Además, si sé que vivía en Japón y que este restaurante es su primer negocio.
- Solo no quería que te pusieras celoso.
Kyungsoo lo miró con esos ojos grandes y profundos, aquellos que en ese momento mostraban furia contenida.
- No lo estaba.
- De acuerdo.
- ¿No te vas a ir?
- Sí, creo que ya es momento.
El corazón del pequeño se aceleró de manera desenfrenada cuando el moreno se puso de pie. Ya se iba, Jongin se alejaba.
- B-bien.
- Lamento si te incomodé.
- Da igual.
Jongin lanzó un suspiro al cielo y se colocó al costado de Kyungsoo.
- Por última vez déjame pedirte que me perdones. Fui un imbécil y lastimé a las personas que más amo en la vida.
- Basta.
- Te amo, Kyungsoo. Por favor... sé feliz.
Y se fue.
Kyungsoo quedó con un nudo en la garganta. Toda esa mierda dolía demasiado y aunque sabía que se lo merecía, no podía creer que iba a poder continuar soportando todo. Se tragó su llanto y respiró hondo un par de veces para lograr calmarse.
Yo también te amo, Jongin.
- Volví y oh... Jongin se fue.
Era Jihyo.
- Eh sí, dijo que tenía que irse. Recibió una llamada -mintió-
La chica se encogió de hombros.
- Tal vez era del trabajo -tomó asiento en el que había sido el lugar de Jongin- ¿Empezamos nuestra reunión?
Kyungsoo trató con toda su fuerza de dibujar una sonrisa fingida en el rostro, debía recuperarse rápido y continuar con su vida.
- Claro.
Doble actu, así que luego de esto vayan a leer el siguiente cap~ ¡Se vienen cositas buenas! 👀❤️ Espero estén despiertos 😂
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top