¿Quién eres?

Isis atendió las heridas del muchacho con sumo cuidado, como si el chico estuviera hecho de una fina porcelana que con el más pequeño toque un poco brusco llegaría a romperse, le puso una pomada y cuando terminó las vendó adecuadamente, las sirvientas trajeron ropa nueva para el chico, las cuales dejaron al otro lado de la cama

Al poco tiempo el chico despertó totalmente desorientado, cuando la imagen de la habitación enfocó se sentó en la cama pero un dolor lo detuvo, Isis la cuál fué por unas hierbas para que pudiera darse un baño, al entrar las dejó en la mesa y se acercó al chico

-No haga movimientos bruscos todavía joven-con cuidado lo ayudó a levantarse, él la vió con agradecimiento en sus inusuales y bellos ojos amatistas, y una pizca de asombro

-Gracias, señorita-se asombró aún más cuando se dió cuenta que hablaba en un idioma desconocido para él, pero más sorprendente era el hecho de que podía por algún motivo entenderla y comunicarse con ella sin problemas

-No hay de que, joven-respondió la azabache, le explicó que un aldeano lo había visto caer y lo habían llevado a ese lugar para tratar sus heridas-Porfavor señoritas, preparen un baño con esas hierbas para el joven-indicó las hierbas a las sirvientas las cuales las tomaron y fueron a preparar el baño-Esas ropas son para usted-le dijo al tricolor señalando la ropa

-Muchas gracias-sonrió tierno Yugi, se baño y se puso la ropa que las sirvientas habían traído para él con ayuda de las mismas, lo que aceptó apenado, pues las mujeres no le eran de su gusto realmente y aparte de su madre cuando era un niño nadie más que su abuelo le había ayudado a vestirse desde hace años

-Ya estoy aquí Isis-anunció el gobernante de ese pueblo-¿Qué sucede? ¿Ya despertó?-

-Así es mi señor-respondió Isis, Yugi salió ya vestido del cuarto de baño, aún desorientado por la arquitectura

-Me alegra, estaba realmente preocupado-sonrió el de ojos carmín-¿Se encuentra mejor joven?-se dirigió al Omega

-Si, muchas gracias por ayudarme con mis heridas-Yugi hizo una reverencia propia de su país, lo cual descolocó un poco a los presentes-Disculpen... ¿Podrían decirme dónde estoy exactamente?-preguntó apenado, Isis fué llamada por la princesa, así que se retiró

-Estás en mi reino-contestó el monarca-Tengo curiosidad ¿De dónde eres? ¿Cuál es tu nombre?-

-Y-yo... Mi nombre es Yugi Muto alteza-se presentó al Alfa-Y... Soy japones-reveló un poco nervioso y con algo de miedo

-¿Japonés?-repitió el Alfa descolocado-¿Cómo has llegado hasta Egipto?-

-¡¿E-egipto?!-preguntó aterrado el Omega, sus piernas temblaron y cayó sobre sus rodillas-"Ay no... Mi abuelo estará muy preocupado..."-pensó el Omega

-¿Te encuentras bien?-preguntó preocupado el Alfa mientras lo ayudaba a sentarse en la cama-Al parecer no has llegado por tus medios ¿no?-afirmó su conclusión al verlo negar-¿Qué es lo último que recuerdas?-

-Yo... Estaba en casa con mi abuelo...-empezó a recordar-Recuerdo que me fuí a dormir y después... Desperté en ese río con heridas y...-pareció recordar algo-¡Mi rompecabezas!-se alteró viendo hacia todos lados y cuando finalmente lo encontró reposando en la mesa lo tomó y se lo puso, el artículo brilló al estar en manos del Omega igual que había hecho antes de que este despertara

El Alfa lo observó por unos instantes, su piel tan blanca como la leche y brillante bajo la luz de Ra por el reciente baño, sus cabellos mojados parecidos a los suyos que en vez de los rayos que él tenía, un pequeño flequillo caía tiernamente sobre su frente, sus ojos grandes y brillantes de un color inusual y hermoso, su contextura delgada, sus brazos y piernas delgados, sus labios color coral que parecían ser suaves y brillantes, y sobretodo se fijó en su aroma, un delicioso aroma de mezclas de bayas con crema, sin duda era un Omega, el rompecabezas del Milenio reposaba dignamente en su pecho por aquella cuerda, era exactamente igual al suyo, sus pequeñas manos que sostenían con delicadeza el artículo llenas de heridas ahora vendadas, algo en su interior le decía que no era un Omega común y corriente

-Disculpe, sonará tonto pero ¿En que año estamos?-preguntó el Omega sacando al monarca de su ensoñación

-Estamos en el décimo quinto día del tercer mes de Ajet-respondió el faraón (Entre el 28 de Octubre a 27 de Noviembre)

La expresión de Yugi era de sorpresa, horror, miedo, tristeza, confusión, en resumen, una sopa de sensaciones no muy buenas, lo cual no pasó por alto de la vista de águila del monarca

-¿Todo bien?-preguntó derrepente el Alfa

-S-si-respondió el Omega en un tartamudeo, realmente confundido

Intercambiaron unas palabras más y Yugi accedió a quedarse mientras que buscaba la forma de volver a casa, comió, bebió agua y volvió a la habitación que le asignaron, se mantuvo toda la tarde pensativo sentado en la cama mientras abrazaba sus piernas

Cuando el Alfa terminó con sus labores fué a la habitación del menor a ver como seguía su salud y si se había alimentado como debía, cuando entró, lo vió en esa misma posición, su mirada estaba perdida y su ojos cristalinos por las lágrimas con un leve tono rojo e inchados, lo que solo indicaba que estaba llorado hace un tiempo por el miedo de estar lejos de su hogar, en un país totalmente desconocido y lejano, el faraón se sentó junto a él y hablaron un rato más

Hasta que alguien llamó a la puerta en busca del monarca

-¿Mi señor?-habló uno de los guardias

-¿Si?-el egipcio salió de la habitación

-La corte pide su presencia en la sala de reuniones, los seis ya se encuentran esperando su presencia-comunicó a su rey con la cabeza agacha

-De acuerdo, gracias por avisarme-el alfa se disculpó con el Omega y salió al encuentro con sus sacerdotes y Chaty

-Mi faraón-cuando el tricolor entró en la gran Sala los sacerdotes hicieron su debida reverencia, se sentaron en la gran mesa y empezó la reunión, aunque el faraón ya se hacía una leve idea de lo que sus guardianes y sacerdotes querían hablar

-¿Y bien?-

-Faraón ¿cuándo pensaba decirnos al resto de aquel forastero?-preguntó el maestro Shimon, y si, el faraón ya se lo esperaba-Podría ser peligroso, sabe lo que dicen-

-Lo se, y mi más sinceras disculpas, pero decidí por mis medios calmar el ambiente, Isis pudo ver lo asustado que estaba a pesar de mantenerse firme-

-Así es-la morena afirmó-Pero dudo que sea una amenaza-

-También yo-suspiró el monarca-En todo caso Shada aumenta la seguridad dentro del Palacio pero tampoco lo agobien-los seis asintieron-Bien, esta junta queda terminada entonces-

**✿❀ Continuará...❀✿**
Próximo capítulo: ¿De verdad son ustedes?

Si les gusto no olviden darle estrellita y comentar :3 q eso me ayuda mucho a seguir animada para escribir 😄

Los quiero lobitos ❤ UwU

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