Los días iban pasando y la relación del japonés con el monarca iba mejorando con los días, pero también con el rubio omega que había conocido, pasaba las mañanas y las primeras horas de la tarde con Mahad y Shimon junto a su hermano mayor, ambos compartiendo el conocimiento que tenían de diferentes cosas, Yami Muto si bien era un rebelde sin causa como siempre era buen estudiante a ojos de ambos, poseía un poder que poco a poco lograba dominar al igual que su hermanito, luz y oscuridad, tan opuestos pero a la vez necesario para el otro, había veces en que Yami probaba al faraón y su cariño por el omega, pues si bien era hermanos su materia dominante era la historia y sabía perfectamen que en el pasado el incesto era algo común en algunas familia para preservar la sangre de la misma

–Yugi, tienes comida en la mejilla–dijo Yami ayudando a su hermanito a limpiarse–Come más despacio–sonrió

–Si nii-san–sonrió el omega y continuó comiendo

Yami miro de reojo al monarca quién tal y como esperaba se incomodó por la situación y apartó la mirada causando una sonrisa burlona en Yami, si bien no veía a su hermano con esos ojos se divertía probando a los pretendientes de su querido pequeño, después de todo es la luz de sus días y su razón de ser más fuerte, era celoso, pero sabía que en algún momento su hermanito conocería a su destinado

Habían estado mucho tiempo separados por aquel accidente y recuperaría el tiempo perdido con el de gemas amatistas

–Me hacías falta Yami–abrazó el pequeño a su hermano–Mucha...–

–Y tu a mi Yugi–correspondió el abrazo–No me volverán a separar de tí, lo prometo–sonrió–No otra vez–

Los demás veían con ternura la unión que tenían ambos hermanos, mientras que el faraón sin siquiera saberlo ardía en celos cada vez que se acercaban demasiado o otro Alfa pasaba mucho con el omega, pero también estaba satisfecho, si el japonés era felíz, con eso le bastaba

En la tarde ambos se encontraban repasando unas cosas en el jardín interior y recordando cuando aún estaban en Domino, no se dieron cuenta cuando cierto rubio se puso detrás de ellos y se lanzó a abrazar a su amigo del cuello

–Yug!–sonrió el omega de ojos rojos–Tienes libre?–

–Jaja si Jono–sonrió el omega, y más al recordar a su querido mejor amigo Joey–Jugamos?–dijo señalando el juego de Senet que el faraón le había regalado

Yami sonrió al ver a su hermano felíz, recostó la cabeza en las piernas del su hermano y cerró los ojos disfrutando las caricias que este le daba mientras jugaba con el rubio, que tal como suponía: ganó en poco tiempo

El faraón los veía desde la ventana de su oficina recordando a su amigo de infancia, aquel moreno de cabello blanco, eran inseparables, pero los hermanos no siempre estaban juntos, Yami se había hecho amigo de Seth y cuando el egipcio podía pasaban tiempo juntos ya sea jugando Senet o simplemente hablando

Días después fueron todos al Nilo, Yugi convenció a Yami de meterse con él al agua, cuando se sacó la parte superior de la ropa los egipcios quedaron aterrados, su espalda estaba llena de heridas al igual que su torso, cicatrices grandes y pequeñas, a los tres egipcios presentes les dió intriga de dónde había recibido aquellas cicatrices, porque no parecían recientes, y a comparación con las suyas las de Yugi habían sanado y desaparecido rápidamente

Mientras que los egipcios se comían la cabeza por la curiosidad los hermanos disfrutaban jugando en el agua, tal como lo hacían en Japón con las pistolas de agua o la manguera en verano

–No Yami!!–chilló el omega llamando la atención de los demás–No!–el alfa había empezado a hacerle cosquillas sin piedad en las costillas y luchaba por qué se detuviera

Después de un rato estaban ambos tirados en la arena Yugi encima de Yami respirando agitados por el ataque, Yugi por las cosquillas y Yami por reírse, se abrazaron nuevamente y rieron un poco

–Sabes? Esto me recuerda a cuando nos regsñaron por estar despiertos hasta tarde–dijo el omega

–Cierto–sonrió el alfa, los egipcios escuchaban la conversación en silencio mientras que veían el cielo–Nos pusimos a jugar, tu eras tu mago silencioso y yo mi mago oscuro–

–Si, después llegó Joey e hizo de su dragón de ojos rojos–recordó el omega–Pero el abuelo nos hizo limpiar la tienda como castigo–sonrió nervioso

–Jaja, si–el alfa se quedó abrazando al omega–La más brillante gloria, no estará más oculta, ha renacido ahora, rompiendo así con su silencio–empezó a cantar despacio

–Se estremece la tierra, y nuestras vidas quedan, en una gran batalla, marcada por nuestro destino–le siguió el omega

Empezaron a cantar la canción que ambos adoraban, tal y como cuando estaban en su hogar, los egipcios los escuchaban en silencio admirando el cielo

–Extraño mi guitarra eléctrica–sonrío Yami

–Eras un experto en la guitarra eléctrica–sonrió Yugi

*＊✿❀ Continuará...❀✿＊*

Próximo capítulo: Nuestro pasado

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Los quiero lobitos ❤ UwU

Se despide
Amy :3