Al menos la comida no hacia falta, había, solo debía alimentarse en momentos donde no se encontrara a Cross.

El mayor se iba a trabajar todos los días, pero tal parece que no duraba todo el día así que lo tenia pronto de regreso, pero tenia horas libres sin el, aunque claro, no cuando tiene clases.

Pero ahora tenia que faltar un tiempo hasta que el golpe en su rostro se llegue  a sanar, un "regalo" de parte de su tutor.

Lo odiaba, lo odiaba tanto.

En un pasado sintió tristeza por el, y como un tonto trató de consolarlo un día que lloraba viendo fotos de Dream.

Pensó que, quizás, podrían compartir su dolor y penas.

Pero no fue así.

Dejó de intentar acercarse, no entendía por qué no podía superarlo. Palette solo deseaba vivir su vida tranquila y feliz, no tuvo tiempo de llorar a sus padres porque tuvo más razones para llorar que no eran ellos.

Quería irse, no soportaba esa vida, y la vez que intentó matarse solo recibió gritos y golpes. Además de palabras tan duras como "Solo yo puedo lastimarte".

¿Por qué sus padres tuvieron que abandonarlo?

¿Por qué lo pusieron a él a cargo?

Ni siquiera podía visitar a otros familiares, tal vez todos pensaron que Cross el gran amigo de Dream se encargaría ya que después de todo era el padrino.

No había nadie más, nadie, nadie.

Y seguro todos veían a Cross como la buena persona que era antes de que todo esto sucediera.

Palette tenía miedo, se sentía solo.

Quería ayuda.

Y que al ver el reloj, el tiempo se detuviera, porque pronto Cross llegaría.

No quería eso.

No quería esa vida.