Capítulo 2: Sin salvación.
En la casa todo era tranquilo, no había sucedido nada.
Era de noche, el menor se quedó todo el día solo.
Este fue a dormir.
Pero unas horas luego, escucho la puerta siendo abierta, se trataba de Cross.
Fue caminando entrando a una habitación al azar.
Quizá estaba tan pasado de alcohol que no sabía que estaba entrando a la habitación del menor.
Se adentró a esta como sí fuese suya y se acostó en la cama a un lado del menor.
Luego le abrazó por la espalda y colocó su mentón en el hombro contrario.
—Dream...-—Dijo Cross con una voz suave, el aliento delataba que había estado bebiendo.
—¿Sr. C-Cross?...— Preguntó Palette algo alterado, no comprendía que estaba pasando.
¿Por qué aquel esqueleto decía así el nombre de su madre?
Palette comenzaba a moverse tratando de librarse.
Cross se aferró al abrazo.
—¿Por qué me quieres dejar de nuevo?... ¿Qué tengo que hacer, Dream?... ¿Por qué?... ¿Qué hice mal?...-—Comenzaba a decir Cross, en su voz se notaba la tristeza.
Palette se quedaba callado, quizás pronto se le pasaría.
—¿Qué tenía Ink que yo no?... Yo... Te amaba, Dream...¡¿Por qué?!— La desesperación comenzó a sentirse en aquellas quejas de Cross, se sentía dolido.
—¡Cross, Cálmate!— Dijo Palette.
Mala idea.
—¡Tú!—Dijo Cross volteando al menor viéndole el rostro.
La expresión de Cross era de molestia.
—¡Tú eres un bastardo! ¡Naciste de ese maldito Ink! ¡Tú tienes la culpa!— Decía molesto, agarró el cuello del menor, queriendo ahorcarlo.
—¡N-No!— El menor estaba asustado.
—Por ti... Tú... Cada vez que te veo, Los veo... ¿Por qué?...¿Por qué?... ¡SOLO ME RECUERDAS LO MALDITO QUE ME SIENTO, TU, SOLO... SOLO ME RECUERDAS MI SOLEDAD.— Cross comenzaba a llorar, Las lagrimas caían sin parar.
El agarre fue aflojándose mientras Cross seguía repitiendo "¿Por qué?" Mientras lloraba.
Termino por caer dormido ante el alcohol y el cansancio.
El menor estaba aterrado.
Pero tampoco podía culpar a Cross.
Verlo así, tan destrozado, tan desesperado por ese amor que perdió, por no ser suficiente, le daba cierta tristeza también.
Palette estaba en la cocina, le tocaba cocinar algunas veces que Cross le dejaba.
Lástima que ese día no sea uno de esos que le deja.
Cross estaba en la sala, escribiendo algunas cosas en la computadora.
Cuando miró de reojo la cocina, la cual quedaba a un lado, no podía evitar ver a Palette.
Aquella estructura tan parecida a la de Dream y a la vez a Ink.
Como odiaba aquello.
Odiaba ver la figura del pintor.
Le molestaba.
Pero ver la de Dream...
Le dolía.
Cross se levantó y se acerco a pasos lentos a la cocina.
Se colocó detrás de Palette y lo abrazó por la cintura.
—Más vale dejes de cocinar ahora.— Amenazó Cross.
—P-Pero...—
—Si quieres que se queme mientras lo hacemos, Adelante.—
Aquellas palabras helaron a Palette.
No quería.
Desde que llego solo eran puros golpes y caricias.
No quería ser básicamente "violado" por Cross.
No otra vez.
—Tengo cosas que hacer...—Buscaba excusas el chico.
—¿Y a mi que me interesa?— Suelta a el menor y lo voltea quedando cara a cara con el.
—N-No quiero esto...—
Una cachetada obtuvo de respuesta el menor.
—¿Y acaso te pregunte, perra?—
Cross lo agarró del brazo y comenzó a llevarlo al cuarto.
Palette se sostenía de lo que tuviera al alcance para evitar ser llevado por este, pero era en vano.
Su fuerza comparado con Cross, era nada.
Cross llegó a su cuarto, lo lanzó a la cama y cerro la puerta con llave.
Se acerco a la cama lentamente.
Palette temblaba al ver cada movimiento de Cross.
No quería eso.
No quería.
En un intento desesperado, tomó la lampara de la mesa y se la lanzó a Cross.
Mala idea.
Cross la agarró antes de siquiera ser lastimado por esta.
Miró molesto a Palette.
—Muy mala acción, pequeño.— Dijo Cross
Este al llegar a la cama termino arriba del menor.
Lo tomó del cuello y le miró fijo.
—¿Cómo te atreves a tirarme eso? ¿Es que acaso se te olvida tu posición? Tendré que enseñarte a las malas...—
Le soltó del cuello y volvió a darle otra cachetada.
—No tienes derecho a nada, ¿Has vivido antes felizmente, No? Pues mientras tú sonreías en tu vida perfecta, Yo no la soportaba, quería morir, tantas veces... Pero ahora, oh, ahora es mi momento de tener lo que me merezco.—
El menor se quedó callado.
Temblaba, no quería aquello.
Pero tampoco quería ser golpeado.
Cross fue directo al cuello contrario y lo lamió de manera lasciva, comenzando entre lamidas para llegar a mordidas.
Sonidos quejosos y dolorosos del menor se llegaron a oír.
El menor pronto fue despojado de sus ropas.
Sin ninguna opción.
Terminando a merced del mayor.
Su esquelético cuerpo ya ahora estaba con su cuerpo hecho por "Magia".
El cual, sin ningún pudor alguno, el mayor comenzó a tocar.
Mientras lamía su cuello lascivamente, una de sus manos la usaba para librarse de su ropa y comenzar la acción.
El menor temblaba, trataba de callar los gemidos , no quería ceder.
Si no tenía opción para evitar aquellos toques, evitaría por lo menos el placer contrario.
—Quiero oírte.— Dijo Cross al odio del menor.
Este negó con la cabeza repetidas veces.
Primera falla del menor.
—Abre las piernas.—
El menor en respuesta negó con la cabeza otra vez.
Segunda falla del menor.
El mayor detuvo sus toques y acciones.
Dio un gruñido para luego mirar fijo al menor a los ojos.
—¿Te crees que tienes poder para opinar?— Preguntó con molestia Cross.
—N-No Pero...— Comenzó diciendo el menor, queriendo excusarse.
Tercera y última falla del menor.
Cross le dio una cachetada antes de que terminara este de hablar.
—¿Te crees que eres un huésped en esta casa? ¿Eh? ¿Qué mereces todas las malditas comodidades de este jodido mundo?— Le dio otra cachetada, seguía encima de este, solo agarró más firmemente el cuello del que estaba abajo.
El pequeño temblaba y lloraba.
Se sentía tan impotente, deseaba demasiado irse a su hogar.
Lástima que ya no tenga uno.
Entonces, Cross lo soltó, también se quitó de encima, juraba que esta vez se habría de salvar, logró que el otro no entrara en el, eso era algo bueno ¿No? ¿Sería capaz de tener paz ese dia?
Más su emoción se fue cuando Cross al levantarse agarró algo de un estante, un látigo. Se acercó otra vez a la cama.
—Esto será lo que recibirás cada vez que trates de pasarte de listo, negarte o pegarme. Te voy a enseñar tu jodido lugar, ¿Entiendes?—
Cross estiró el látigo por los extremos para luego soltar un lado. Golpeó a la cama produciendo un estruendoso sonido que hizo temblar todo el cuerpo del menor, Palette pegó su espalda al respaldar de la cama, queriendo alejarse pero sin salida.
El menor temblaba, lloraba.
No quería aquello.
Pero no tenía opción...
—...Por favor, yo...— Palette quiso salvarse pidiendo piedad.
Pronto sintió un latigazo en su abdomen, lo que le hizo soltar un grito de dolor.
—No tienes permitido hablar, tampoco llorar, así que trágate cada lamento o va a doler mucho más...—
Las manos del pequeño fueron a donde le habían golpeado, tratando de calmar el dolor, un dolor que parecía tan difícil de sanar, tenía miedo, quería llorar, pero tenía miedo de un golpe por haber hecho algún sonido como le fue advertido.
"Madre, padre..." Rogaba el niño en su cabeza ver a su familia llegar, salvarlo, quién sea.
—Vamos a enseñarte modales, pequeño diablo.—
Lo que vino después solo seguía las pesadillas del menor, siendo abusado, tocado por el otro, violado. Cada vez que hacía algo que el otro no deseaba recibía un latigazo, su pobre cuerpo temblaba, sin poder mantenerse solo.
Quería ayuda, pero nadie llegaría. Palette lo aprendió a las malas, que toda esperanza era vana.
...
Finalmente, cuando Cross le dejó, el menor quedó en la cama, con varias marcas, sucio, con un cuerpo temblando y abrazándose, sintiéndose tan mal.
Sintiéndose sin salvación.
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