Capítulo 11: Mírame a mi.
¿Qué era ese sentimiento? El joven Palette no comprendía. Pensó que estaría satisfecho con el simple hecho de que Cross no volvería a hacerle daño, pero ahora que recibía los mejores tratos, incluso regalos de todo tipo que pedía, no estaba satisfecho, no se sentía feliz.
Toda su calma se rompía cuando escuchaba a Cross decir el nombre de Dream cuando se besaban o había un contacto intimo de cualquier tipo.
Si, era contradictorio, pero Palette no estaba satisfecho, quería a Cross, pero quería que Cross lo mirase por quien era, quería que dijese su nombre, que lo trate dulcemente mientras le decía "Palette" o algún otro apodo referente a su nombre, todo menos escuchar el nombre de "Dream".
¿Por qué sentía eso? ¿Por qué parecía que las cosas no iban como lo deseaba? Quería atención, quería que Cross lo reconociera. Pero a la vez no era sensato, ¿Por qué iba a querer eso? No lo sabía, pero su joven corazón se llenaba de cólera cuando oía el nombre de Dream salir de la boca de Cross, SU Cross.
¿Pero cómo podría decírselo? ¿Cómo podría pedirle que le prestara atención? ¿Qué el era Palette y no Dream? Seguramente saldría mal, lo sabía, porque la razón por la que seguía vivo era porque Cross pensaba en el como Dream, su amado Dream.
—Al menos yo estoy vivo, no como él. —Dijo un molesto Palette mientras tiraba una lampara de la mesa de su cuarto, provocando que esta llegara al suelo y se rompiera. No le interesaba nada, estaba molesto, no era justo, sus sentimientos no estaban bien.
En pocos segundos Cross llegó a la habitación, se veía preocupado, miró la lampara rota y luego miró a Palette, acercándose a este y revisando sus manos.
—¿Te has lastimado, Dream? —
Otra vez ese maldito nombre, lo odiaba, lo odiaba, lo odiaba tanto. Porque incluso muerto le trajo muchos problemas, ¿Por qué no podía ser feliz por culpa de sus padres?
—No, no me lastimé. —Respondió seco Palette, no le importaba como el otro iba a reaccionar ante eso, pero al joven no le importaba, ser violentado a estas alturas seguro no era nada porque al menos así le llamaba por su nombre.
Porque Cross pensaba que esa era una dulce venganza, disfrutar haciendo trizas al hijo de su amor no correspondido y su rival que le había ganado en aquel romance. Porque Cross pensó que podía destrozar al pequeño de diferentes maneras, y joder, claro que lo había logrado.
Funcionó tanto que incluso adquirió la apariencia de Dream, lo que hizo que tuviera que detenerse.
Pensando que, quizás lo mejor era disfrutar de eso, que eso era muchísimo mejor que cualquier venganza que se le pudiera ocurrir, porque eso no era una venganza... Era una recompensa.
—Bien... Entonces habrá que comprar otra, no te preocupes. —Dijo tranquilamente Cross mientras iba a salir de la habitación para buscar la escoba y limpiar los restos que podrían ser peligrosos.
—Espera. —Pidió Palette, agarrando de una parte de la ropa al mayor.
—¿Qué sucede, mi polvo de estrellas? —
Si, un apodo de ese tipo estaba bien, porque seguramente nunca habría llamado así a Dream.
—Atiéndeme. —Pidió Palette, casi había desespero en su mirada, necesidad.
—¿Ahora?... —Cross no tenía problemas con eso, pero era una sorpresa que Palette lo pidiera primero.
—Ahora. —Respondió Palette con autoridad, rodeando con sus brazos el cuello de Cross. —Por favor, Cross, mi guardián. —
Palette había elegido esas palabras con cuidado, porque sabía lo mucho que le encantaba imaginar a Dream diciéndole así, definitivamente no podría quedarse quieto. Cross rápidamente reaccionó ante aquellas palabras y sus manos fueron directo a la cintura del menor, tomándolo con posesividad.
Ambos se besaron, disfrutando de aquella unión, y cuando se separaron, antes de que Cross hiciera algo más, Palette lo detuvo, agarrándolo de los hombros.
—Espera. —Dijo el menor.
—¿Qué sucede? —
—Esta... Esta vez... Mírame, ¿Puedes? —
—Siempre te miro. —
—No, no... Quiero que me mires a mí, Palette. Quiero que me tomes como Palette, no como Dream. No soy el, pero... Me veo como el, eso te gusta de mí, ¿No? Entonces te gusto. —
Para Palette sonaba aquello tan importante, pero para Cross era solo un pequeño detalle, nada que no pueda manejar. Porque si lo pensaba, si, el menor tenía razón, no era Ink ni tampoco Dream.
—Puedo hacerlo, Palette. —
Finalmente, el menor sonrió, volviendo a unirse en un beso con Cross, esta vez, finalmente, de la boca de Cross solo salía su nombre, dulces caricias y una unión carnal sin necesidad de fingir ser alguien más.
Finalmente lo estaban mirando, Palette se sentía tan satisfecho.
¡Ah, que bien se sentía ese amor!
Era Palette, no Dream.
...
Oh, pero Cross le miraba, le observaba.
Pero a aquella corona que llevaba el menor, aquella corona que alguna vez le perteneció a su amor no correspondido, su amado Dream.
—¿Me estas... Mirando? Mhg~— Preguntó entre gemidos Palette mientras sentía cada embestida, con Cross encima suyo.
—Si... Te estoy mirando a ti, solo a ti...—
"A ti, solo a ti, Dream."
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