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La cabeza de Jungkook era pesada por todos los pensamientos que la rondaban, había estado días sin consolidar como se debe el sueño, se miraba en el espejo y veía las ojeras que se le habían formado debajo de sus redondos ojos, se sentía frustrado.
Muy frustrado porque él siempre había sido directo, le gustaba la simpleza de solo hablar las cosas sin darle algún rodeo, pero con toda esta situación sabía que NO podía ser solo directo y aquello le estresaba.
Jungkook quería confesarle a Jimin que no había dejado de pensar en él y que su corazón palpitaba como loco al pensar en él. Era cansador, lo miraba desde el jardín y solo quería ir a besarlo, como había hecho por un corto tiempo.
Jungkook era romántico, siempre había visto las mismas novelas que su mamá y de aquello había cultivado aquella ilusión por enamorarse, sus canciones favoritas hablaban de amor y su estación favorita era la primavera. Su romanticismo no iba con su apariencia.
El estrés era tanto que decidió calmar todas las ansias que tenía en su estómago, se hizo el fuerte y espero a que Jimin estuviera a solas en su hogar para así hablar con él, ya estaba harto de sentir su corazón palpitar cada vez que lo veía a lo lejos y necesitaba que el omega le destrozara las ilusiones para así seguir con su vida.
"Hey." Saludo, por fin Jimin iba a la cocina para tomar su té de la tarde.
"Jungkook." Le sonrío. "¿Quieres un poco de limonada? Younhee la preparo y está muy rica."
"No gracias." Negó con la cabeza, tomando asiento al lado de su jefe. "Quiero hablar contigo."
"Uh." Levantó sus cejas. "Te veo muy serio, ¿qué pasa?"
"Muchas cosas." Suspiro llevando su mano a sus cabellos para así despeinarlos. "Tengo que confesarte algo."
"¿Qué?"
Y aquí venía, el increíble miedo de sentir el rechazo de Jimin. Si bien quería que el dueño de sus suspiros le rechazara para así seguir con su vida, también quería seguir con la esperanza de que Jimin le mirara con la misma ilusión en sus ojos.
Pero tenía que hacerlo, como la persona directa y sincera que era no podía seguir así.
"Mira." Soltó el respiro que guardaba en su estómago y le miró a los ojos. "No he dejado de pensar en ti ni un segundo, Jimin, cada vez que pienso en ti mi corazón late como un loco y se que está mal, se que no debo, pero me es imposible que mi estómago no se llene de mariposas cada vez que te veo."
La expresión de Jimin era la de sorpresa, se imaginaba cualquier cosa menos lo que Jungkook le decía, pero seguido a su sorpresa, una sonrisa se dibujó en sus labios.
"Yo también siento eso al verte, Jungkook." Sonrío apretando sus manos.
Y la confesión de Jimin cambio todos los planes que Jungkook había hecho en su cabeza. Como sabía que lo suyo era un amor unilateral tenía pensado en renunciar y conseguir trabajo donde sea, pero todo cambiaba.
"¿Qué?" Tuvo que asegurarse el haber oído bien.
Jimin soltó una risilla. "Que también siento lo mismo, no dejo de pensar en ti y mi corazón palpita cuando te veo en el jardín. No eres el único que siente eso."
"Oh, wow." Pego su espalda al respaldar y soltó un suspiro, seguidamente sonrío. "No me esperaba eso, creí que solo me dirías que fui tu calentura y nada más."
"Fuiste mi calentura." Rió. "Pero no puedo negar que moviste mucho en mi."
"¿Y ahora...?" El futuro era incierto, Jungkook no quería ser solo el amante de un omega ricachón y tampoco quería vivir con el desamor de algo que no pudo ser.
"Quiero estar contigo." Dijo Jimin. Completamente sincero, lo decía desde el fondo de su alma, quería tener algo con Jungkook pues en todos sus años de vida jamás había sentido como su corazón ardía por la sola mención de un nombre, quería seguir experimentando aquel sentimiento de amor. "¿Tú quieres estar conmigo?"
"Si, si quiero." Se apresuró a decir, tomando las manos de Jimin en las suyas mientras le miraba a los ojos. "Pero no quiero ser tu amante."
"¿Y cuando yo te he pedido que seas mi amante?" Rió, llevo su mano a la mejilla de Jungkook y la apretó. "No te pediría eso, no te veo solo como un pasatiempo."
"¿Entonces...?"
"No es algo que podamos hablar aquí." Dijo. "Podemos...podemos ir a un café y te podría explicar todo, ¿quisieras hacer eso?"
"Llévame al café de la rica panadería."
"Te llevaré ahí." Sonrío tomando la mano de Jungkook.
Todo era irreal, todo era magnífico. Ninguno de los dos, mucho menos Jungkook, se imagino que tomarse de las manos con cariño pudiera pasar.
De noches alocadas y llenas de pasión a salidas a una cafetería que ya conocían bien.
cortito pero estaré actualizando seguido ☝🏼😞
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