Tras una larga jornada de trabajo, Minato Namikaze, un hombre de 35 años, padre y esposo llego al fin a su hogar dispuesto a tomar una agradable siesta de tan largo viaje, pero en su camino por el lugar hubo algo que lo detuvo...

Una pequeña fotografía que descansaba en la singular mesita de madera de la sala. Con una tenue sonrisa observo la fotografía y sin más la tomo, contemplando en ella a su hijo...

Su único hijo...

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— ¡Papá mira! — grito al trata de llamar la atención del adulto — Kurama tiene bigotes como yo — sonrió haciendo que aquellas marquitas en su mejillas resaltaran aún más.

— Lo veo Naru, ahora no se muevan — con sumo cuidado enfoco el lente de la cámara sobre la figura de su hijo pero este no dejaba de moverse pues el pequeño zorrito que traía entre sus brazos comenzó a removerse de manera inquieta.

— ¡Papi Kurama no deja de moverse! — se quejó el pequeño, quien reforzó aún más su agarre sobre el animalito.

— Sostenlo un poco más, aquí voy....Digan ¡Ramen! —

— ¡RAMEN! — Sonrió el pequeño.

Tan pronto como la foto fue tomada, Kurama escapo de los brazos de Naruto para correr en dirección dentro de la casa, dejando al pequeño llorando en los brazos de su padre.

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Soltó un suspiro nostálgico, hacía años que no se divertían en familia como antes, pero como hacerlo si su trabajo no se lo permitía y su esposa ya no gustaba de hacer actividades que implicaran sudor y tierra pues lo consideraba un tanto desagradable.

— Cuanto has cambiado Kushina... — susurro un poco nostálgico, pues su esposa ya no era aquella chica intrépida que corría por todos lados, con pastos sobre su llamativo cabello rojo y una sonrisa en su rostro, aquella chica que lo enamoro por su forma tan suya de ser.

Su atención fue puesta al escuchar la puerta principal abrirse y un par de singular voces conocidas...

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— Naruto cuantas veces te he dicho que dejes de pelear con los varones — la voz de la mujer se escuchaba molesta y claro como no estarlo si su hijo siempre terminaba con su uniforme todo desliñado y sucio por pelearse con los varones.

— ¡Pero mamá ellos empezaron! — se quejó el chico.

Algo descuadro un tanto a la pelirroja pues al entrar a su hogar el ambiente se sintió un poco diferente...

— Solo era un debate Naruto, no tenías por qué llegar a los golpes con tu compañero solo porque él dijo que... — su frase se quedó a término de concluir al ver la caballera rubia de su tan conocido esposo.

— ¡Papá! — chillo el joven, dejando tirada su mochila en medio del pasillo y corriendo directo a los brazos de su padre, quien le recibió por demás gustoso, tomando a su pequeño por la cintura y alzandolo en el proceso con una sonrisa dibujada en su rostro.

— NARUTO — la voz de su madre resonó molesta y ambos rubios giraron su cabeza para ver a la enojada pelirroja, o eso creía Naruto.

— ¡Kushina! — sonrió Minato, bajando a su hijo y estirando su mano para atrapar la de su mujer en un intento por abrazarla también.

Su cuerpo se tensó un poco ante el tacto de su marido pues no esperaba ver a su esposo en la casa, hace un mes que se encontraba fuera por motivos de trabajo y se supone que estaría fueras por un semana más, entonces ¿Qué hacía aquí?...

— Cuanto piensas quedarte — pregunto con voz serena y curiosa mientras era acercada al cuerpo del rubio mayor.

— Una semana — suspiro alegremente al tener el cuerpo de su mujer cerca del suyo. Cuanto tiempo había pasado desde la última vez que ambos habían compartido intimidad y no se refería al sexo únicamente.

— ¡Ahora si podemos salir todos juntos como familia! — la alegre voz de su hijo les saco a ambos adultos una sonrisa, al pensar en ello como cuando era solo un niño.

— Si Naruto — le retribuyo su madre con una sonrisa, quitando las palabras exactas que el rubio mayor pensaba decir y quien abrazo de forma grupal a su esposa e hijo de nueva cuenta.

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Un tiempo en familia era lo que necesitaban todos para acabar con esa infame monotonía en la cual se estaban convirtiendo sus vidas; bueno eso rondaba por dos cabezas rubias...

¿Qué piensas Kushina?

Hola!!

Lamento haber tardado una eternidad en publicar el primer capitulo de esta historia, de igual manera me disculpo si es muy corto o por fallas ortográficas, prometo no abandonar la historia y actualizar mas seguido!!

Agradezco por su espera y espero les guste.

Nos vemos en una próxima actualización (No tardare mucho lo prometo).