Mentiras
Plagg logro sacar a Tikki con algo de trabajo de su escondite, ahora que la tenía más de cerca le noto algo muy extraño el color rojo de su cuerpo carecía de brillo estaba opaco como si estuviese enferma. Fue entonces que recordó las toxinas que menciono la noche anterior también afectaron a Tikki.
-Esto es malo.- dijo Plagg.- Adrián terminaba de vestirse y se acercó a ellos, Tikki parecía deprimida y algo molesta. le dio gracia cuando la kwami comenzó a soltar pequeñas pataditas intentando liberarse de Plagg quien le abrazaba por la espalda.
-Es mi imaginación o ella parece estar ebria.
-Cuando Dark Heart ataco a ladybug libero una toxina que afecto a ambas, Tikki avía respirado cerca del agua para desintoxicarse y le funciono a medias.- intento explicarse el pequeño gato mientras luchaba por mantener a Tikki junto a él.
-¿Hay alguna forma de curarles?- miro a Marinette si la toxina aun tenia efecto sobre ella, se estaba preocupando más que por el hecho de que Tikki le delatara.
Plagg bolo con Tikki hasta el baño, coloco a la kwami debajo del grifo del lavamanos, la llave fue abierta y la pequeña fue empapada de inmediato, eso parecía controlarla de momento aunque no serviría de mucho.
-Hay una forma de curarlas, es algo muy antiguo y los descubrimos hace siglos en China.- comenzó a explicarse Plagg.- ahora escúchame con atención necesitamos: miel, sal, hojas de fresa, hojas de menta y hojas de arándano. También necesito una pequeña tina con agua caliente para mesclar las hojas.- Adrián asentía con la cabeza mientras tomaba la nota mentalmente.
-Con eso limpiaremos la toxina de sus cuerpos.- Plagg asintió, estuvo a punto de salir más antes de siquiera cruzar la puerta Plagg se le puso al frente, entrecerró sus pequeños ojos verdes.
Acabo de unos mitos ya tenían casi todo listo, aun no sabía para que usarían todas esas hojas que pidió a su jardinero, para fortuna de ambos en la parte trasera de la casa tenían un pequeño invernadero, recuerdo de su madre donde ella en sus ratos libres solía cultivas fresas y arándanos que eran sus favoritos. Plagg tomo un hoja de menta y unto un poco de miel con sal en ella colocándola sobre la frente de Tikki quien ahora estaba recostada sobre su adorable esponja que usaba cuando se bañaba con Marinette.
-Ahora debes hacer lo mismo, coloca miel y sal en una hoja de menta y colócalo sobre su frente, eso la mantendrá "cuerda.
Adrián salió del baño con la pequeña hoja preparada, solo debía colocarla en su frente y regresar con Plagg para preparar lo demás. Marinette le tomo del brazo cuando él se dio la vuelta.
-Descansa princesa, pronto estarás bien.- sus mejillas seguían sonrojadas tal vez por la toxina.
-Adrián.- le sonrió.- oh Adrián, nunca me lo vas a perdonar.- algo parecido a un chillido salió de sus labios le soltó de la mano y se tiro de nuevo en la cama.- bese a Chat Noir.
-Tranquila princesa ya hablaremos después.- Marinette pareció sucumbir la suelo de golpe.
En cuanto cruzo la puerta del baño, su mente seguía pensando en si decirle la verdad o hacerle creer que todo fue un sueño, estaba metido en un buen lio.
Lo siguiente que le pidió Plagg fue llenar una pequeña tina con agua caliente, donde metieron una pequeña parte de las hijas requeridas anteriormente por Plagg, cuando el agua obtuvo un color semi naranja, metieron a Tikki dentro de la tina.
-Ahora hay que bañarla y después te toca hacer lo mismo con Marinette.- advirtió el kwami tomando la esponja de Tikki, la cual mojo y después dejo caer el chorro sobre la cabecita de ella.
Adrián enrojeció de golpe, mientras observaba atentamente a Plagg el con toda la naturalidad del mundo le estaba dando un baño a la kwami de Marinette, a lo que después él tendría que bañar a Marinette... si desde que despertó intentaba hacer un gran esfuerzo por recordar lo que hizo anoche con ella y no lo conseguía ahora tenía que bañarla.
-Y también tendrás que bañarte tu.- las palabras de Plagg lo regresaron al realidad.
-¡¿Qué?!
-Esta toxina se contagia, si lo que anoche paso fue por culpa de esta toxina fuiste afectado cuando ella te beso.- el kwami se sumergió dentro de la tina, Tikki ya estaba flotando sobre su esponja, parecía estar dormida.
-Dime que te estas bañando solo para asegurarte no a ver sido afectado mientras la sujetabas.
-Posiblemente, ¿quieres un consejo? Entre más rápido lo hagas, más rápido nos pondremos a pensar en una forma de decir u ocultar la verdad.
Su sonrojo incremento, sin decir nada más lleno la bañera de agua caliente metiendo en ella lo restante de las hojas. Tomo a los kwami sacándolos del baño, Plagg refunfuñaba ese pequeño baño le hizo esponjarse parecía una bola de algodón flotante; dejo a Tikki durmiendo sobre una pequeña almohada, según Plagg ahora dormiría más tranquila y dentro de poco no recordaría nada.
Miro a Marinette con miedo, una cosa era coquetearle, otra haber hecho algo sin tener recuerdo de ello todo muy diferente a tener que bañarse juntos con ella inconsciente, claramente podría tacharse el mismo de las peores maneras, tenía que verlo de otro modo, no lo hacía por placer, lo hacía para ayudarla. Cerro la puerta tras de si, estaba muy agitado era superior a sus fuerzas tenía que hacerlo.
-¿Adrián?- los ojos de Marinette se abrieron nuevamente, él la rodeo con una mano del a cintura mientras que con la otra sostenía la bata que ya le había quitado. Internamente rogaba por que no gritara y por qué no lo golpeara.
Rápidamente la introdujo dentro de la bañera.
-Pronto estarás mejor, te lo juro.- le dijo. Marinette se sentía confundida, no sabía dónde estaba y cómo fue que llego a ese lugar.
-Sabes eh tenido un sueño muy extraño... se supone que anoche hicimos le amor y no recordamos nada, después me ponía celosa porque tenías un moretón el hombro y alguien se aparecía diciendo que eras Chat Noir.
-S-solo fue un sueño Marinette, jeje un... sueño.- Marinette seguía pensando que todo era un sueño, lo mejor sería dejarle creer que lo era. Mientras pasaba la esponja por su espalda noto algunas marcas rojas en su cuello, hombros y brazos.- ¿Por qué no puedo recordar nada?
- Y lo más curioso es que sigo despertando en sueños... solo en sueños tu podrías estar dentro de la bañera conmigo...¿En qué momento poder regresar a la realidad?
Ya no podía con eso, no era justo para Marinette, los efectos de la toxina parecían estar cediendo... mejor decirle la verdad ahora, o bueno parte de la verdad.
-Marinette...no estas soñando.- ella comenzó a reírse aún lo creía parte de un sueño, por lo tanto Adrián no tuvo mejor opción que pellizcarle del brazo.
-¡Duele!- grito alejándose un poco de él.
Si eso le dolió significaba que pronto despertaría, cerro sus ojos un momento, Adrián prácticamente avía dejado de respirar para no perder detalle de su reacción. Cuando ella abrió nuevamente los ojos, detallo a Adrián tras de ella.
-¡No! Nononononono...¡No es un sueño!- Marinette comenzó a hiperventilarse, las imágenes regresaron fugaces a su mente, a esas alturas ya no sabía si eran verdad o parte de sus sueños.- ¡Tú eres Chat Noir!- Adrián enarco una ceja como si no comprendiera sus palabras.
-¿Chat Noir? Que graciosa, entonces te has creído mi actuación de anoche.- humedeció la esponja colocándola sobre su cabeza Marinette siguió el trayecto del agua bajar por su rostro, su cuello hasta su pecho, le coso respirar en esos momentos. No entendía de lo que hablaba.
Él por su parte se contuvo a hacer una mueca de dolor, fuera lo que fuera que tuviese en la espalda le ardía con el simple contacto del agua.
-T-tu hombro... t-te lastimaste por ir a ayudar a Chloe anoche y después...
-Por dios Marinette... ah ya entiendo.- apenas desvió su mirada la moretón que aún estaba sobre su hombro, sonrió de manera coqueta, para después fijar su mirada en ella.- anoche tú me hiciste este moretón.
-Mi cabeza, no recuerdo nada...- se lamentó, Adrián estaba tomando ventaja de su falta de memoria, si podía mantener la mentira por más tiempo en lo que habla con Tikki y Plagg sobre ese asunto.
-Es normal mi princesa que no recuerdes nada, anoche tomaste un poco más dela cuenta poniéndote más "cariñosa".
-¡¿Y por qué no me detuviste?! ¡Te aprovechaste de mí!- intento salir de la bañera, más él la tomo del brazo pegándola contra su pecho.
-Al igual que tu estaba pasado, ninguno de los dos reacciono a tiempo hasta esta mañana, me pareció justo tomar este baño para que fuéramos cayendo en cuenta la situación en la que estamos realmente y de paso bajarte la borrachera y creo que lo logre.
No sabía si sus palabras fueron convincentes, esperaba que si lo fueran. El corazón de Marinette pareció encogerse estaba bastante confundida y su interior era un lio total. Ya ni siquiera quería preguntarla a que se refería con eso de actuación, lo más seguro es que entre esos recuerdos que aún no recobraba hubieran cumplido con alguna fantasía de alguno de los dos.
Sabía que no era correcto escuchar conversaciones tras la puerta, pero el grito de Marinette lo alerto, Adrián se había creado una mentira convincente y a su punto de vista, era mejor seguirle la corriente. Tikki ya estaba despertando, Plagg le ayudo a llegar hasta le bolso de Marinette, en cualquier omento esos dos saldrían del baño.
-Por favor dime que no hice lo que creo que hice.- pidió, Plagg dejo de sostenerla, no podía mentirle.
-Si lo hiciste pero tranquila, Adrián acaba de inventar una excelente mentira que nos dará tiempo.- rápidamente explico lo que escucho, la esperanza pareció regresar a los ojos de Tikki, aun que estaba un poco apenada por tener que mentirle de esa forma Marinette.
Los días siguieron pasando después de aquella mañana, Marinette intentaba hacer de cuenta que nada paso más cada noche se atormentaba intentando recordar una y otra vez lo sucedido, sabía que la próxima vez que viera a Chat Noir no podría verlo a la cara mejor aceptaba su cruel realidad. En el transcurso de esos días pasaron algunas gratas y no tan gratas noticias.
La fiesta y sorpresas de Nino fueron todo un éxito y no solo era un pequeño el cual venia en camino, eran dos pequeñas criaturitas, la sorpresa fue grande para ambos futuros padres; El desfile de modas con la temática de Art Nouveau fue todo un éxito los diseños de Marinette aparecían como portada en todas las revistas del modas tanto nacionales como internacionales. En cuanto a Chloe, había terminado su compromiso con XY quien molesto intento demandar a la hija del alcalde, nadie en sus sano juicio lo hubiese hecho más sabiendo que la rubia tenía todas las de ganar, a hora el Ídolo pop intentaba hacerse de nueva fama en Nueva York.
Él día para Marinette era sumamente aburrido, no tenía ningún trabajo por hacer, firmar los pedidos y recibos de telas era algo de lo que Nathalie se encargaba.
-Tikki hay algo que quiero preguntarte.- Marinette miraba distraída por la ventana de su oficina, la kwami estaba sobre el escritorio comiendo una galleta, prestando atención a su protegida.
-Respecto al cambio de mi traje la ves pasada... ¿Se quedara como leotardo?- Tikki no pudo evitar atragantarse un poco con su galleta, sacar ese tema significaba sacar el "otro" tema.
-No lo sé Marinette.- le respondió.- tendrías que averiguarlo transformándote otra vez, si el cambio aparece nuevamente imagino entonces que ya será permanente.
-Me da algo de miedo salvar a Paris en leotardo de bailarina, la verdad que no me imagino, saltando o corriendo con el puesto, me gusta más el otro traje.-El sonido de la puerta salvo a Tikki de seguir hablado, la kwami corrió a esconderse dentro de la bolsa.- Adelante.
-Disculpe Señorita Agreste, parece que en taller tiene un ligero problema con los pedidos de las telas.- dijo la asistente.- parece que confundieron tres pedidos y el material no es el indicado.
-Gracias iré en un segundo.- la asistente cerro la puerta al salir.- ¿Vamos Tikki?
-Lo siento Marinette pero me siento un poco cansada, me esconderé en tu bolso y descansare un rato.- dijo la kwami.
-De acuerdo no tardare, aun así cerrare la oficina con llave.- ella asintió acurrucándose en un pequeño pañuelo afelpado, el que siempre utilizo como manta a donde quiera que iban.
Tras solucionar el problema en el taller, Marinette caminaba de regreso a su oficina, aquel pasillo le era un poco familiar... ¡Pues claro! No estaba muy lejos de los camerinos donde estaba Adrián ¿Sería buena idea irlo a visitar un segundo? Tal vez no puede que este ocupado con las sesiones de prueba, siempre había algo para lo que debía modelar.
Perdida en sus pensamientos, choco contra alguien y ese alguien la sujeto de los hombros, que pequeño era él mundo hay frente a ella estaba Adrián.
-Adrián ¿pero qué...?
No le dio tiempo de terminar su pregunta, rápidamente abrió una puerta que se encontraba aun lado y entraron, el lugar era sumamente pequeño de milagro lograron entrar los dos.
¡Adrián! ¡Adrián!
Escucharon los gritos, no podían ver nada, el rubio tenía una mano sobre la boca de Marinette, para evitarle emitir sonido alguno, cuando se aseguró no hubiese nadie cerca la soltó.
-Perdona pero ya me tenían arto, no eh podido ni respirar un segundo tranquilo son que me estén arrestando bajo los reflectores otra vez.- le explico en susurros, no escucha nada y nada le aseguraba no estuvieran hay afuera.
Marinette no decía nada, la verdad es que fuera lo que fuera que estuviese en esa habitación ocupaba mucho espacio su cuerpo prácticamente estaba pegado al de su esposo, se sintió embriagada con el simple hecho de respirar su colonia.
-S-si si... no te preocupes yo no tenía trabajo...- dijo, intento separarse un poco más de él pero parecía hacer todo lo contrario.
-Uh...se atoro...- Ardían intentaba abrir la puerta pero esta no cedía, ni por más fuerza que aplicara.- creo que nos quedamos en cerrados.- Marinette intento ayudarle a abrir la puerta, no, no podían quedarse encerrados hay dentro.
El aire para Marinette se estaba agotando, internamente suplicaba que lo mismo le pasara a él aunque no lo lograba ver su rostro completamente Adrián parecía estar tranquilo ¿Entonces porque ella no lo estaba?
-¿No sientes claustrofobia?- le pregunto, Adrián se giró a intentar verla, parecía estar algo sofocada.
-Tranquila, parece que pronto saldremos.- intento tranquilizarla, no recordaba que ella fuera claustrofóbica.
Marinette se acercó más a él, parecía ser una niña asustada por la oscuridad, Adrián la abrazo desde la cintura para hacerle sentir protegida, que no tenía por qué temer Marinette coloco sus manos sobre le pecho de Adrián... su aroma la estaba hipnotizando, la invitaba a perderse en el, grande fue la sorpresa para le rubio cuando ella le tomo del rostro y acorto sus distancias juntándose en un beso, beso que él no dudo en corresponderle. El beso fue corto pero lleno de pasión, ahora él también se sentía agitado.
-Es raro que tomes la iniciativa.- susurro en su oído de forma seductora, ella se estremeció por eso pero poco le importaba.
-Si ya lo hicimos una vez que importa repetirlo.- sus palabras fueron un detonante para Adrián.
Nuevamente se unieron en un beso más apasionado que el anterior, sus manos acariciaron lentamente su cintura para después pegarla más a su cuerpo, Adrián sabia que Marinette tenia algo, algo que lo volvía loco, lejos del hecho de saber que era la mujer perfecta para el en esos momentos. Dejo de besas sus labios atacando su cuello, ella dejo en libertad un suspiro, mientras cerraba sus ojos, solo se estaba dejando llevar por sus instintos; Adrián aun con sus manos en su cintura comenzó a bajar lentamente, para Marinette sus roces los sentía como fuego por encima de la tela, cuando alcanzaron su trasero dio un ligero brinco enredo sus piernas en la cintura de Adrián, sus labios se entre abrieron al sentir el roce de sus sexos por tal acto.
Con esa opción, Adrián le dio la vuelta pegándola contra la puerta, teniendo así más accesibilidad a ella, acaricio lentamente sus piernas, su piel era demasiado suave y se calentaba rápido al tacto, aun con ella firme mente recargada contra la puerta, dejo de acariciarla para comenzar a desabotonar lentamente su blusa, Marinette lo separo ligeramente de ella haciendo aquel trabajo más rápido, Adrián comenzó a besar sus pecho por sobre la tela dejando pequeñas marcas rojas en su piel, Marinette bajo una de sus piernas de su cintura, cosa que el aprovecho para acariciar la parte interna de su muslo, la excitación en ambos estaba creciendo rápidamente, pues ella ya comenzaba a sentir las atormentadoras palpitaciones en su intimidad. Las cuales se hicieron insufribles cuando la mano de Adrián le toco sobre la tela de la ropa interior, no pudo contener el gemido que escapo de sus labios, se sentía avergonzada.
Adrián la separo de su cuerpo lentamente, ella no comprendió ese acto, hasta que le vio quitarse la camisa, sus manso se movieron al instante acariciando su torso desnudo, nuevamente la pego a su cuerpo, nuevamente su boca se abrió pero no salió nada, podía sentir si erección rozar provocativamente su cadera. En un rápido movimiento Adrián se deshizo del sujetador negro, parecía un niño pequeño desesperado por alimentarse, su lengua jugaba hábilmente con sus pezones hasta ponerlos duros, trazo un camino de besos de su pecho hasta su vientre, sus manos subieron lentamente la falta de Marinette, hasta su cadera, la respiración de la azabache se cortó al sentirlo bajar su ropa íntima por sus piernas separándoselas un poco, Marinette mordió sus labios para evitar gemir cuando él introdujo uno de sus dedos en su interior los movimientos eran lentos, asquerosa y placentera tortura.
-No te contengas princesa.- le dijo los labios de Marinette se entre abrieron dejando escapar un jadeo de forma estrangulada, no quería reprimirse, más debía hacerlo por el lugar donde estaban.
-A-adrián...- clavo sus uñas en sus hombros, él gruño por lo bajo.
Su boca se unió aquel tortuoso juego para Marinette, jugando con su clítoris, escuchándola reprimir los gemidos, era música para sus oídos. Su miembro que ya golpeaba contra su pantalón comenzaba a palpitar, le dolía, ya no soportaba esa tención. Marinette respiro un poco cuando Adrián al dejo, miro sus manos bajar la cremallera de su pantalón, nuevamente coloco una de sus piernas sobre su cintura, ataco sus labios con ferocidad y en un momento ardiente y sorpresivo, la penetro, el jadeo de ambos fue callado por sus labios quedando ambos sin aliento; las embestidas fueron lentas, y poco a poco aumentaron su velocidad. Hasta ese momento Ardían llevaba el control de todo, era justo cambiar aunque sea por unos segundos, Marinette comenzó a mover sus caderas de forma lenta, el gruño ante la disconformidad el movimiento comenzó a ser rápido no como antes, era algo que ambos estaban disfrutando, sus manos arañaban la ancha y fuerte espalda de su esposo aumentando su excitación. Pronto el movimiento cambio a uno más rápido marcando el pronto final de aquel encuentro.
Gruñeron sumergidos en sus labios, al sentir el orgasmo... separaron sus bocas buscando recuperar le iré con desesperación, Marinette recargo la cabeza en el hombro de Adrián, sus piernas temblaron y en ese momento agradecía tener como apoyo la puerta tras de su esposa. Con cuidado salió con cuidado de su interior, si hubiera sido por él hubiera deseado quedarse eternamente en esa posición.
Se ayudaron a vestirse sin decir nada, la puerta seguía cerrada, hasta que cedió, al abrirse respiraron aire puro más la atmosfera no era la misma, podrían jurar estuvieron por horas hay dentro cuando en realidad solo fueron un par de minutos. Retomaron sus caminos, no sin antes despedirse con un beso.
Marinette casi corrió a encerrarse en su oficina, estaba muy agitada y feliz... ni siquiera ella misma se entendía.
-¿Estas bien Marinette?- la nombrada asintió con la cabeza, Tikki sabía que algo había pasado para ella estar tan alterada.
-Ese tonto.- bufo ella, se había sentado en su escritorio y sacado un estuche de maquillaje de su bolso para maquillar y esconder el gran moretón rojo de su cuello.
Tikki no necesito preguntar ya nada, esa marca le daba a entender que algo paso entre Adrián y ella, se sentía un poco feliz, si Marinette ya estaba ganando amor a Adrián pronto podría revelarle a ambos el secreto.
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