Marcha nupcial o marcha fúnebre
Sentía un fuerte nudo en el estómago... no, no eran los nervios, era un sentimiento mesclado con la angustia y el coraje, sentía que el perfecto vestido de novia le picaba horriblemente y al mismo tiempo por breves segundos un frio le recorría todo el cuerpo.
Desesperada toma un bolsa de papel entre sus manos, destrozándola y haciéndola bolita para tirarla dentro al cesto de basura junto a otras tantas que ya había utilizado desde hace una hora, tiempo que llevaba metida en ese lugar avía comenzado a hiperventilarse, cosa que cualquier persona consideraría normal en una novia... "experimentar la ansiedad por que llegue su hora de caminar al altar"... pero no, Marinette no estaba ansiosa, lo que menos quería era casarse con Adrián.
-¡Donde hay un akuma cuando se le necesita!- chillo frenando su inquietante caminar de un lado a otro, dejándose caer de lleno sobre el diván de la habitación.
-Tranquila Marinette.- la azabache le dedico una triste mirada a su Kwami.- Tal vez casarte con Adrián no será tan malo después de todo, puede que tus sentimientos por el florezcan nuevamente.
-Tikki... yo también pensé lo mismo, pero... Pasar demasiado tiempo a lado de Chat Noir, despertó sentimientos en mí que solo creía únicos para Adrián en aquel entonces.
-Pero lo que acordaron hacer ustedes dos, va más allá de sus ideales, es una aventura personal y pasional solamente... ¡Tú vas a casarte! ¿Crees que es justo para Adrián que le engañes con Chat Noir incluso antes de tu boda?
-¡Y tú crees que lo que su padre piensa hacerle a mi familia si no me caso con su hijo es justo!... ya lo pensé muy bien Tikki eres testigo de mis noches de no dormir por pensar en todo esto, sé que es injusto para él, para Chat...Marinette un diseñadora de modas que trabaja para el padre de un reconocido modelo ahora debe casarse con su hijo para que su familia no se vaya a quiebra por chantajes, mientras que Ladybug ya casada tiene una aventura con Chat Noir.
-¡Marinette!
Tikki quería decirle algo, a ella igual le dolía ver a su protegida en ese estado, más tubo que esconderse rápidamente dentro del ramo de novia, un ramo hecho de cristalería fina. Alya entro a la habitación con su cámara en mano y sin previo aviso le tomo una foto a la desparramada novia sobre el diván.
-Vaya cara, parece que vas a un funeral en lugar de tu propia boda.- le dijo con cierto tono de burla en su voz.
-¡Alya!- chillo Marinette- ¡Ya no lo soporto más, estar encerrada aquí me produce claustrofobia!
-Calma en cualquier segundo, sin que te des cuenta ya estarás frente a las puertas y haciendo tu marcha nupcial al altar, que acaso no se está cumpliendo tu sueño de casarte con Adrián, tener dos hijos, y adoptar un perro y un gato, o mejor a un ¡Un hámster!
La pelinegra no pudo evitar sonreír a su mejor amiga, de solo recordar aquellos locos sueños con Adrián un vago sentimiento de melancolía la envolvió por completo; aun así ni su familia, ni Alya su mejor amiga, sabia el verdadero motivo por el cual se estaba casando en esos momentos, todo tenía que quedar en lo más discreto posible, y sabiendo que la morena era la reportera encargada de cubrir la noticia de la boda del famoso modelo, más que nunca estaba en peligro de ser descubierta en ese fraude...incluso más en peligro que las veces que Alya intento descubrir quien esta tras la máscara de Ladybug. Las puertas de la habitación se abrieron abruptamente interrumpiendo a ambas amigas, Nathalie miro a Marinette sin demostrar expresión alguna y después se giró a ver el tocador haciendo una extraña mueca con los labios.
-Señorita... usted debe saber que los pendientes sobre su tocador fueron hechos especialmente para esta ocasión.- Marinette se sintió palidecer, no podía quitarse sus pendientes.
-Lo sé, p-pero no puedo deshacerme de mis pendientes, son un amuleto familiar.
-Señorita Sancoeur, creo que mejor que nadie debe de saber que Marinette es muy tradicionalista, las novias tradicionalmente utilizan un objeto nuevo, uno usado y algo azul para la buena suerte durante su matrimonio.
Sin más palabras Nathalie salió de la habitación, Marinette se dejó caer nuevamente sobre el diván.
-Gracias Alya.
-Sabes ciento que hacen mucho solo por algo de joyería, luces perfecta.
-¡Sudo como un cerdo!- ante le comentario ambas chicas estallaron a carcajadas.
Por otro lado, en una habitación contigua Adrián se miraba en el espejo de cuerpo completo, ya había utilizado trajes como ese para diferentes sesiones de modelaje y ahora más que nunca usar uno se le hacía por demás incómodo.
-Por qué no aparece un akuma ahora- susurro para sí de forma resignada.
-¿Que dices?- Nino tras de él, le golpeo un hombro de forma amistosa haciéndole recordar su presencia.
-¡Eh!... quiero decir que no espero que la hora llegue.- sonrió nervioso, y Nino solo atino a reírse.
-Venga, entiendo que estés nervioso pero disfruta de tus últimos minutos de soltería.- intento animarle.- ahora voy por Alya últimamente desatiende su trabajo como reportera y esta es la gran noticia antes de su acenso.
Una vez su amigo salió de la habitación, suspiro con resignación dejando caer los hombros, un molesto murmuro le hizo fruncir el ceño, no le molestaba la voz ni quien murmuraba, era la tonada lo que le molestaba, fiero miro a Plagg su Kwami volaba a su alrededor como si estuviese danzando con un trozo de queso y para colmo la melodía que entonaba era la de la marcha nupcial.
-¡¿Quieres dejar de hacer eso?!- le regaño, arrebatándole el queso, más el pequeño kwami se fue contra el arrebatando de nueva cuenta el trocito de queso y devorándolo para que el rubio no selo quitase otra vez.
-¿Prefieres que te entone la marcha fúnebre? Tun tun tuntún tun tuntuntuntuntun... ¡Oye alégrate es el día de tu boda!
-Esto no es una boda Plagg, es una farsa disfrazada de amor perfecto.
-Y si es una farsa ¿Por qué no la detienes? Si tu corazón le pertenece a Ladybug sin saber quién es tras la máscara, motívala a mostrarte su identidad.
-Claro que puedo hacerlo, pero sabes todo lo que está en juego... si por mi fuera dejaría a Marinette plantada en el altar y todos me tacharían mal...-intento explicarse pero la realidad seria que por un buen tiempo Marinette sería el centro de las burlas por quedar plantada y si eso no fuera suficiente ella su familia estarían en la calle.
-Por otro lado, y aunque te cases.- continuo el pequeño gato- ¿Estás seguro de seguir con ese juego entre ladybug? Lo que aras no es justo para tu esposa.
-Ya lo sé plagg... pero yo no amo a Marinette es una buena amiga, una buena persona, pero jamás la dueña de mi corazón.
-¡Buag! Ya empiezas de cursi otra vez... aun así es injusto y traicionas todos los ideales por los cuales Ladybug y tu pelean.
Tenía razón, y aunque no lo parezca, lo que dijo esa noche fue por mero instinto más no se arrepentía de sus palabras, después pensó en la posibilidad de enamorarse de Marinette, pero simplemente lo veía imposible.
Hasta ahora no se avía percatado de que Plagg tenía atado al cuello un listón rojo en forma de moño, le hacía ver adorable y al mismo tiempo le entraba una gran curiosidad.
-¿Qué traes en el cuello?
-Es mi corbatín... debo estar presentable para tu boda.- le respondió con cierto toque de orgullo en sus palabras, cosa que Adrián agradeció pues le hiso reír como nunca.
El llamado a la puerta lo saco de su alegría, Plagg se escondió rápidamente dentro del saco de Adrián, Nathalie entro a la habitación, inspeccionando todo el lugar con la mirada.
-¿Paso lago?
-Ya es la hora.- anuncio, el cuerpo de Adrián se enfrió por esas palabras, y su triste mirada reino otra vez en su rostro.
Cuando Adrián ingreso a la capilla, los invitados terminaban de tomar sus lugares, en cualquier momento la marcha nupcial sonaría, el momento no tardo para nada, las puertas se abrieron al principio tres niñas vestidas de blanco con lunares rojos caminaron por el pasillo lanzando los pétalos de rosa blanca, seguidas de las damas de honor, entre ellas Chloe... es ahora cuando más pedía que ella fuera na de las principales personas que se opusiera a su matrimonia, pero desde que la hija del alcalde se comprometió con el famoso XY; Adrián Agreste paso a segundo término.
Finalmente el momento que marcaría su vida estaba llegando, Marinette caminaba por la alfombra cubierta de pétalos de rosa blanca del brazo de su padre... trago grueso al verla, no porque le gustara sino porque lo que más temía estaba por cumplirse, dio una rápida mirada a su padre quien estaba en primera fila supervisando que todo fuera acorde al plan... toda la ceremonia se desarrolló con tranquilidad, nadie intervino durante los votos, y en las mente de ambos se encontraba la misma interrogante.
"¿Por qué no hay un akuma?"
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