El primer mes en la mansión Agreste, fue relativamente tranquilo, a lo que Marinette se imaginaba, al principio creía que tendría sobre ella y todo el día la mirada de Nathalie, vigilando cada uno de sus movimientos esperando al más mínimo erros para ser reportada con Gabriel su "querido suegro" a pesar de no a verlo visto más desde el día de su boda.

También desde entonces no veía mucho a Adrián, de hecho los dos tenían horarios que cumplir y entre ellos las horas de comida diferenciaban bastante en sus horarios impuestos por Gabriel y organizados por Nathalie incluso en las noches, Adrián llegaba muy tarde de las sesiones de fotografía o de sus pruebas de vestuario, apenas y lograba escucharlo entrar a la habitación darse una baño rápido y acomodarse en el sofá para dormir y cumplir con su agenda del día siguiente. Como acuerdo entre ellos dos e insistencia de su ahora marido, Marinette dormiría en su cama mientras él se quedaría en el sofá siempre y cuando ambos estuviesen en la misma habitación fingiéndose "felices"

Por otro lado mientras el silencio y la calma reinaban por completo en la mansión, en uno de los rincones menos vigilados del techo y fuera de la mira de las cámaras de vigilancia, se encontraba una joven que no aparentaba más que los diecisiete años de edad, que dejaba al viento jugar con sus largos cabellos de un tomo rojo muy vivo, sus ojos azules se centraron en la luna menguante como si tratara de descifrar un gran misterio... lo más extraño que alguien podría notar en ella además de a ver burlado la seguridad y encontrarse en ese lugar lejos de la vigilancia eran las dos antenas que sobre salían de su cabeza las cuales se movieron como un radar al sentir la presencia de alguien acercándose. Giro su rostro a su lado derecho encontrándose con un joven casi de su misma edad de cabellos más oscuros que la noche misma, sonrisa burlona y grandes ojos verdes quien gozaba al devorar un enorme trozo de queso y lo más curioso de aquel chico no era el ver como degustaba el queso como el manjar más exquisito del mundo sino la antena que sobresalía de su cabeza, así como dos más que salían de sus mejillas.

-¿Qué diría su alter ego en estos casos? "Es una linda noche no lo crees, my lady"- bromeo el chico tirándose el ultimo trozo de queso a la boca, para después sentarse a lado de la joven pelirroja.

La joven apenas rio un poco por el comentario del chico.

-¿Qué diría su alter ego como respuesta? "Déjate de bromas, gato tonto"- le respondió del mismo modo burlón.

-No, nada de eso, se supone no pueden vivir el uno sin el otro, a pesar de que están más cerca de lo que ellos creen y se tratan como desconocidos.

-¡Vaya! ¡Plagg, no sabía que tenías ese tipo de pensamientos, si tan solo supieran que Ladybug y Chat Noir están más cerca de lo que ellos piensan.

-Tikki jamás me dijiste ¿Qué piensas del juego tonto que comenzaron tras las máscaras?- Plagg miro al igual que Tikki la luna, esperando que la respuesta se reflejara en ella.

Tikki suspiro y se abrazó más a sus rodillas, pensando en una respuesta para él Kwami; la última noche del ataque de un akuma mientras Marinette y Adrián dormían ambos Kwami se sorprendieron tanto de encontrarse, la verdad es que los ruidos en el mini bar la despertaron, no eran tan fuertes para generar un escándalo de lo contrario los otros dos hubieran despertado, más Tikki tenía un sentido auditivo más desarrollado que un humano, ella podía escuchar perfectamente hasta el sonido de una pluma tocando el suelo. Fue en ese momento que ambos se reencontraron nuevamente, más no dijeron nada a sus potadores.

-No lo sé Plagg... siento que si Marinette fuera sincera y el dijera a Adrián que está enamorada de Chat Noir y acepto vivir una "aventura" con el todo sería más fácil, sigo sin explicarme en que momento las cosas se distorsionaron tanto.

-Ambos están enamorados de la misma persona- añadió Plagg suspirando de forma derrotada.- Mis teorías son, uno: cuando ambos descubran la verdad podrían aceptar su amor completamente, o dos: se decepcionarían y su relación seria peor que como lo es ahora.

-Yo también lo pensé de esa forma... Marinette quería ir a buscar esta noche a Chat para dejarle en claro las cosas y decirle que no puede con esto, pero sus horarios lo impiden dejándola muy cansada, por otro lado quiere y no quiere hacerlo, tiene miedo de perderlo.

-Y porque perderlo si duerme en la misma habitación que "Chat Noir" para Adrián es lo mimo duerme en la misma habitación que "Ladybug" aunque no se den cuenta.

-Ese es el problema gato... nunca se darán cuenta.

Tras un rato de silencio, Plagg se puso de pie observando como poco a poco el cielo comenzaba a aclararse en matices azules dando paso al amanecer, pronto deberían de tomar las formas que sus protegidos conocían, Tikke le imito clavando su mirada azul sobre él.

-¿Cuál es tu plan? – le pregunto de forma seria.

-Adrián y Marinette deben saber la verdad, pero hacer que ambos se enamoren de dos personas que son una al mismo tiempo no será trabajo fácil, solo así lograran despertar el máximo poder.

-Genial, Adrian deberá estar enamorado de Marinette y ladybug al mismo tiempo, mientras Marinette debe enamorarse de Adrián y Chat Noir al mismo tiempo, es más fácil que se rebelen sus identidades y asunto resuelto ¿Cómo crees que será posible eso Plagg?- si Bien Tikki es comprensiva, no lograba explicar las ideas del gato frente a ella, él por su parte solo sonrío mientras su cuerpo destellaba un aura verde.

-Tu eres la de la buena suerte Tikki, no lo olvides traigo la mala suerte, y por lo general todas mis ideas son un fracaso, encárgate tu del resto, esta noche en este lugar.- dijo por ultimo convirtiéndose en un haz de luz que entro rápidamente a la mansión, lo más seguro era para esconderse aun lado de su portador.

Tikki estaba completamente sonrojada, Plagg la estaba citando nuevamente como todas las noches desde hace un mes... un aura roja envolvió su cuerpo y del mismo modo que Plagg se escondió a un lado de su portadora en un haz de luz.

La primera alarma del día sonó, Adrian fue el primero en levantarse y entrar a la ducha, mientras Marinette terminaba de desperezarse, al ver como el rubio entraba al cuarto de baño, ella se levantó para escoger el atuendo del día, muy a su pesar tenía una junta con el director creativo, más específico con Gabriel Agreste, tenía planeado sacar una nueva línea de ropa que, obviamente Adrián modelaría y necesitaba de ideas frescas, nuevas... que mejor que una de las mejores diseñadoras de parís después de él claro estaba.

Bufo con molestia, su ropa como la de su esposo estaba completamente revuelta dentro del armario, como era posible que eso pasara si siempre se encargaba de colocar las pertenecías de ambos en lugares específicos, es como si quisieran que Adrián utilizara un vestido de noche satinado.

Saco un conjunto blanco y gris después de rebuscar entre todo aquel desorden, cuando el chico salió solo con una bata de baño, le dedico un simple "buenos días" y corrió a encerrarse dentro de la ducha.

-Pienso que la idea de salir solo con una toalla alrededor de la cintura como tenías previsto hubiera sido lo mejor.- dijo Plagg

-¿De qué hablas? No lo hice sino por respeto, apenas estamos aprendiendo a vivir bien.- le respondió mientras abría el armario.

Al igual que Marinette bufo con molestia, sus cosas estaban en desorden otra vez, es como si alguien lo hiciese a propósito, es como si alguien quisiera ver que la chica vistiese con un traje sastre color caqui en el cual literalmente estaría nadando.

El desayuno estaba servido en el comedor, mientras ambos pasaban comida disimuladamente por debajo del a mesa para sus kwami sin darse cuenta, revisaban las agendas y los horarios de todo ese día.

-¿Tienes tiempo libre para reunirnos a comer? –pregunto Marinette, Adrián levanto su mirada levemente para observarla, mirar fijamente su agenda.

-No tengo una reunión con diseñadores.- le respondió observando su cita.

-A esa hora tengo junta con tu padre...

-¿Para cenar? – pregunto esta vez él-

-No.- negó con la cabeza.- inspección de materiales.

Ambos suspiraron, ni siquiera ese día tendrían la oportunidad de reunirse casualmente como amigos más que esposos. Ambos avían llegado a una misma conclusión, conclusión de la cual los kwami no estaban enterados: ambos intentarían enamorarse y vivir realmente el romance que estaban fingiendo.

Aunque también internamente ya avían tomado la decisión de vivir el romance que acordaron tras las máscaras sin saberlo.

Notas finales: