Confesiones
Regresaron a la casa sin hacer ruido, las luces estaban apagadas, ambos se dirigieron a su habitación, Marinette se sentó al borde de la cama su mente era un caos total. Adrián no soportaba verla de ese modo.
Fuera de la cabaña, Tikki caminaba de un lado al otro intentando mantener sus ideas en orden, le era difícil pensar con la cabeza así de caliente, las emociones de Marinette las intentaban canalizar a través de sí misma y ayudarle a dispersas sus dudas, pero le era imposible.
-¿Cuánta pena puede soportar le corazón de un humano?- pregunto Plagg un tanto distraído poniendo su atención completamente la mar- Tikki detuvo sus pasos de golpe, su rostro estaba pálido más que de costumbre mientras mantenía la forma humana, Plagg la miro y se alarmo. La kwami estaba entrando en una especie de trance- Tikki
La pelirroja se derrumbó estrepitosamente contra la arena, a penas Plagg logro sostenerla sirviéndole como colchón y evitar un duro golpe. Cuando Tikki entraba en trance no era una buena señal, podría durar horas incluso un día entero en ese estado oh por lo menos así lo recordaba.
-¡Tikki! ¡Tikki!- le llamo.- ¡Tikki mira una galleta!- nada, ella simplemente no respondía, conocía otra forma de despertarla, no es que se emocionara mucho por la idea por una parte podría ser, no recuerda la última vez que lo hizo y por otra temía al a reacción de ella.
Recostó a Tikki en la arena, parecía estar dormida, coloco cuidadosamente una mano sobre su frente la cual comenzó a iluminarse de una tenue luz verde, Tikki arrugo la frente parecía estar funcionando, más ese era el primer paso. Se inclinó hasta ella poniendo su frente en el dorso de su mano, tenía que sincronizar sus respiraciones y que le latido de sus corazones sonara como uno solo cuando lo consiguió unió sus labios a los de Tikki; lentamente comenzó a abrir sus ojos azules y a incorporarse sobre a la arena sin dejar de besar a Plagg.
-Por un momento pensé que te habría perdido.- le dijo aliviado de tenerla de regreso, psicológicamente ya se había preparado para la siguiente reacción, ya avía recibido una bofetada de su parte podría recibir otra con tal no le importaba.
-¿Por qué me despertaste?- pidió saber colocando una de sus manos en su frente, no estaba molesta, parecía cansada.
-Entras te en trance, y algo me dice no es la primera vez que te pasa en esta época.- le respondió- ¿Qué viste?
Tikki intentaba recuperar eso que vio durante su trance no tenía la información completa, pero por lo poco que recordó una sonrisa se formó en sus labios.
-Lo lograron.- dijo en susurro.- esta noche, despertaron el máximo poder.- plagg enarco una ceja.- ¡Son los primeros en lograrlo Plagg!
-E-espera un segundo, ¿estas segura? ¿Cómo que esta noche despertaron el máximo poder?
-Lo hicieron Plagg, te digo que lo hicieron es verdad.
-Pero si ellos solo tuvieron sex...-Tikki lo sujeto de los hombros mirándolo fijamente a los ojos, el gato negro trago grueso.
-¿Qué somos nosotros Plagg?- le pregunto seria, Plagg estaba a nada de trabarse con su lengua, más respiro profundo intentando no tragársela en ese instante.
-Kwamis.- respondió, Tikki hizo más pesada su mirada contra él.- P-pareja.
-Exacto, pero no somos una simple pareja de protectores somos...- Plagg tomo sus manso quitándolas de sus hombros ladeo su mirada para centrarse mejor en el mar.
-Somos pareja, somos dioses, somos uno... nos la pasamos toda la eternidad buscándonos hasta encontrarnos...-Tikki sonrío esperaba que continuara con sus relato más ahora la pesada mirada provenía de él.- no sé qué más quieres que te diga, mi memoria no ha regresado a pesar de todo este tiempo.
La sonrisa de Tikki desapareció, había olvidado ese pequeño detalle.
-¿No recuerdas porque es necesario despertar le máximo poder?- le pregunto.
-Para purificar nuevamente el miraculous corrompido.- respondido forma seria.
-Y también para destruirte.- sus palabras fueron apagadas su mirada se ensombreció, Plagg le miro con los ojos abiertos, había escuchado mal, rogaba pro que así fuera.- y aun así lo aceptaste, por miedo a arrepentirte a último momento me pediste borrara esa parte de tu memoria y la promesa hasta que el máximo poder despertar. Plagg causaste el cataclismo por mi culpa.- los azules ojos de Tikki se llenaron de lágrimas, ya era la hora de confesarle la verdad aun por más que le doliera.
-¿Qué quieres decir? ¿Por qué, que sucedió aquel día?
-Yo nací en el lago de la vida, y tú en el pantano de la muerte, somos kwami y aun así podíamos estar en la tierra sin temer a nada, nos complementamos... antes de que le gran guardián muriera nos dio la misión de cuidarnos mutuamente, pero Nuru quien creció conmigo comenzó a odiar tu existencia y la mía.
Plagg enmudeció, Nuru era uno de sus mejores amigos, su compañero de bromas y juegos, como alguien como él podría generar sentimientos negativos por Tikki quien prácticamente era como su hermana.
-¿Qué más paso?
-Simplemente un día, desapareció le buscamos por todas partes pero nunca dimos con el, el día del cataclismo, cuando todos nuestros amigos comenzaron a ser destruidos ese día... celebrábamos algo importante.- pauso sus manso estrujaban su vestido arrugando la tela.
-¿Qué celebrábamos?- la angustia incrementaba con cada segundo que Tikki se mantenía callada, ella agacho la cabeza mordiendo su labios inferior conteniendo el llanto.
-N-nuestra boda.- Plagg casi se cae de espaldas por esa respuesta, el no recordaba nada de eso, sabía que él y Tikki eran pareja, una que equilibraba el poder, más no que había sentimientos de promedio, si quería mucho a Tikki incluso mantuvo su enamoramiento en secreto por varios siglos.
-¿Qué más paso? ¿Por qué fuimos sellados?
-Nuru se corrompió por la ira y los celos, tanto que comenzó a destruir al resto de los miraculuos, el gran guardián logro salvar unos cuantos dentro de llago de la vida, incluido Nuru esperando que con todos nuestro poder lográsemos purificarlo, más no fue así... Nuru separo su alma en dos.
-Cuando el miraculous se separa jera su propio equilibrio, una parte es condenada a reencarnar hasta encontrarse con la otra.- Tikki asintió, las palabras de Plagg eran verdad, aun aprecia no comprenderlo todo.
-Si, una parte de Nuru fue sellada dentro de un broche mágico y escondida en una parte del mundo para evitar se reencontraran, entre la vida y la muerte existió un poderoso equilibrio por él cual nuestra atracción fue mutua, simplemente nos complementamos. Entonces el gran sabio te pidió terminar con nuestro mundo, utilizaste tu don el cual llamaste cataclismo y todo comenzó a desaparecer, más al hacerlo tu vida llego a un límite, tu alma se separó generando tu propio equilibrio condenado, una parte de ti fue sellada en el anillo que utilizaste para la boda... por mi parte no tarde mucho en hacer lo mismo y crear el máximo poder que nos ayudaría a terminar con todo esto, fue doloroso decirle adiós sin conocerlo.
-¿Qué fue el máximo poder?
-Pronto lo descubrirás Plagg... ya es suficiente, has obtenido algunos de tus recuerdos pro hoy, no todos y el tiempo se encargara poco a poco de ayudarte, ahora debemos regresar, aún hay demasiadas emociones negativas en Marinette y no me gustaría fuera dominada por un akuma sino estoy cerca.
Tikki desapareció dejando a Plagg solo en la playa, hasta ese momento el kwami se había contenido derramar lágrimas, él fue el responsable del cataclismo si, y de que Nuru se corrompiera por los celos y la ira.
A la mañana siguiente Marinette y Adrián parecían haber hecho las paces, pero algo no estaba bien, la azache prefería hablar mas con Alya y no la dejaba ni un momento en paz cosa que la incomodaba bastante.
-Marinette.- los cuatro se encontraban en la playa disfrutando de su ultimo día antes de regresar a sus hogares.- me gustaría ir a dar una vuelta con Nino ¿estarás bien si te dejo sola?
-Claro Alya, no tienes por qué estar conmigo todo el tiempo.- le dijo sonriendo fingidamente, esa sonrisa la conocía claramente, entre palabas quiso decirle "no me dejes con él"
-Bien no tardare.- bufo con molestia apara después marcharse.
Adrián se aseguró Alya y Nino estuviesen lo suficiente lejos para hablar con Marinette, esta se abrazó a sus rodillas parecía estar deprimida y no por el hecho de que Alya se molestara con ella.
-Marinette ¿Qué te paso anoche?- soltó sin más, ella se abrazó más fuerte a sus rodillas como meditando su respuesta.
-Jamás te fui sincera Adrián y lo siento mucho, admitiré que si quieres odiarme que si te causa asco mi presencia lo voy a comprender.
-Entonces explícame ¿Por qué dices todas esas cosas?
-Hace años, cuando nos conocimos, estaba perdidamente enamorada de ti, pero con el tiempo comprendí que una persona como tú nunca se fijaría en alguien como yo. Entonces me enamore de otra persona y viví feliz con él los siguientes tres años que duro nuestra relación, hasta que a tu padre se le ocurrió la grandiosa idea de casarnos al a fuerza, yo... le dije a esta persona lo que me pasaba y me propuso algo, un juego tonto que yo acepte.
-¿Qué te propuso?- Marinette escondió el rostro nuevamente entre sus rodillas.
-Ser... que le fuera mi amante. Al principio dije que si, después quise negarme, pero no podía era superior a mis fuerzas... acordamos intentar enamorarnos mutuamente y parece que funciono, yo me eh enamorado nuevamente de ti Adrián... pero mientras ponía en orden mis ideas ayer por la noche me vi a escondidas con él, no era justo lo que pasaba, no era justo que te hiciera esto y por eso le dije que... no quería verlo más. Ahora no sé cómo mirarte, si quieres dejarme lo comprendo si te doy asco lo entiendo, pero ya no puedo con esto.
Adrián no respondió nada, simplemente la abrazo, se odiaba con todas sus fuerzas por su culpa Marinette estaba destrozándose por dentro y su llanto amargo podía sentirlo en su corazón.
-Te agradezco seas sincera conmigo princesa, quiero que dejes de pensar que por ti puedo sentir desagrado o asco, eso jamás pasara... pero yo quiero que tú me perdones a mí.
Marinette le miro con sus ojos llenos de lágrimas eso ultimo no lo comprendió del todo.
-Si en el fututo llegase a causarte algún daño, me gustaría que me perdonaras de corazón.- ella asintió, no entendía pero si Adrián la estaba perdonando por su infidelidad ella aria lo mismo, selo debía de cierto modo.
Ala mañana siguiente las maletas estaban en el auto, estaban dispuestos a regresar a Paris cuanto antes, Alya noto que las cosas ya estaban mejor con Marinette y Adrián y eso le alegraba. El problema surgió durante su camino de regreso, el aire acondicionado comenzó a fallar, por lo cual ahora el auto era un horno con ruedas, ni siquiera el abrir las ventanas les ayudo de mucho para refrescarse. Adrián freno de golpe tras escuchar una pequeña explosión.
-¡¿Quién demonios te enseño a conducir de ese modo?!- grito Alya agradecían haberse colocado el cinturón de seguridad.
-Algo paso no fue mi intención.- respondió el calor no ayudaba mucho a su estado de ánimo.
Nino y Adrián bajaron del auto a revisar que pasaba, Marinette tenía miedo de quedarse sola con Alya sus cambios de humor la aterraban y el calor no era buen aliado. Una de las llantas traseras se había reventado.
-Dime por favor que traes un repuesto.- suplico Nino en cuanto escucho los gritos de Alya por el calor y el estar parados en medio de la carretera.
-Si, en la cajuela hay una llanta de repuesto, pero carezco de un gato, sin gato no podemos cambiar el neumático.
-Pues tenemos que ingeniárnoslas para cambiar el neumático antes de que a Alya le de por comenzar sus cambios bipolares.- Adrián contuvo las ganas de reírse, una botella de agua dio justo sobre la cabeza de Nino.
-¡¿A quién llamas bipolar?!- Alya había salido del auto y escucho es parte de la conversación.- quiero recordarte que por tu culpa tengo estos cambios.
-Alya no creo que alterarte sirva de algo, regresemos al auto y hablemos de cosas agradables.- Marinette intentaba tranquilizar a su hormonal amiga.
-¡¿Hablar de qué?! ¡Sobre como regresaremos al a ciudad montadas sobre un camión que transporta pollos para después ser vendidos en los mercados tras una brutal muerte de asfixia!- exclamo.
-Bueno no sé cómo preparen a las aves para ser vendidas pero ahora me has hecho pensar que lo mejor es ser vegetariana.- dijo a modo de burla, pensaba que con eso a Alya se le pasaría su mal humor pero no pasó nada similar.- Adrián.
-¿Si?
-¿Pensaban cambiar el neumático?
-Si, pero no tengo un gato para cambiar lo.- le respondió Marinette parecía estar mirando un punto dijo en la nada como si estuviera perdida en sus pensamientos.- ¿Por qué?
-Nos estamos quedando sin neumático.- señalo ambos hombres miraron a donde el dedo de Marinette señalaba, dicho neumático ya estaba rodando a varios metros lejos de ellos.
-¡IDIOTAS! ¡Sin esa rueda no podemos regresar!- grito Alya.
Nino y Adrián comenzaron a correr tras el neumático, esperando dos cosas: no morir deshidratados pues la carretera parecía ser un desierto y dos: encontrar un auto en el camino que puede ayudarlos en su pequeño problema.
-Sabes la idea de ir montada sobre un camión lleno de pollos ahora no me suena tan mal.- Alya camino rápidamente a un arbusto aun lado de la carretera donde comenzó a regresar el estómago.
Dentro del auto Tikki le miraba de hombros encogidos negando con la cabeza y posiblemente aguantando la risa, la idea de los pollos tampoco le sonaba nada mal, Adrián y Nino desaparecieron de su campo visual.
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