Marinette deseaba el pronto fin de tan pesado día laboral... encerrada en su oficina, Tikki se había posado sobre su cabeza mirando atentamente los bocetos para nuevos diseños, la chica parecía estresarse más con cada trazo, con cada línea borrada, con cada hoja botada a la basura.

-¡Ya!- exclamo tomando todo sobre su escritorio y botándolo al aire.

No se quejaba de su carrera, amaba el diseño, amaba diseñar, tenía un sentido perfecto de la responsabilidad y puntualidad para entregar los trabajos incluso sabia trabajar bajo presión. Pero no para trabajar bajo la estricta mirada y reglas de Gabriel Agreste, no solo se conformaba con ser su suegro, sino también su jefe.

Dejo en manos de Marinette crear una nueva línea de modas, que fuera perfecta para que Adrián modelara, la temática era simple, una nueva línea de ropa basado en el estilo Art Nouveau.

-Todos tus diseños son buenos ¿Por qué los descartas?- pregunto la Kwami.

-No tiene que ser buenos tiene que ser perfectos para que Adrián los modele.- respondió resignada recojiendo sus trabajo del suelo. Si el señor Gabriel encuentra el mas mínimo erros en alguno de estos bocetos, pasara la mayor parte del día regañándome.

-El ah dicho que eres una de las mejores diseñadora de todo parís ¿Por qué regañarte?

-El problema Tikki es que frente a los compradores, es amable y modera sus palabras a conveniencia, pero es otra persona cuando los ingresos ya no están presentes.- Le respondió.

Dejo de recoger sus diseños, miraba fijamente las hojas tiradas, su rostro se ilumino, hay estaba lo que necesitaba, como un rompecabezas, el primer conjunto del a colección pedida por Gabriel, los patrones, el estilo, la composición todo. Y que importaba si a su suegro no le gustaba ¡Al carajo con el! El campo visual que ahora tenía era perfecto.

Tomo una su libreta de bocetos, libreta que siempre le acompañaba a donde fuera, su mano se movía por su sola y en un abrir y cerrar de ojos los dos primeros modelos ya estaba listos.

-¡Son hermosos!- exclamo la Kwami.

-Gracias Tikki, a veces un poco de locura en el trabajo no viene tan mal.- sonrío, ahora tenía que recoger todo ese desastre, en cualquier momento Gabriel entraría a supervisar que estuviese trabajando y el solo ver su desastre hecho hace solo unos minutos le traería un nuevo sermón sobre la seriedad en el trabajo.

Tikki por su parte, entro al bolso de Marinette debajo del escritorio, le había dado hambre, y dentro del bolso habita un paquete de galletas solo para ella, en caso de que el señor Agreste Entrara la pequeña Kwami se ocultaría entre todas las cosas que se encontraban en el bolso de Marinette.

Adrián por su parte, se encontraba solo dentro de su camerino, las luces de los reflectores y los flash de las cámaras le provocaron ardor en los ojos, él ya debería de estar a acostumbrado a todo eso por los años que lleva siendo modelo, más en el último año el número de luces y cámaras había aumentado.

Se había colocado un par de gotas en los ojos para calmar el ardor, tan sumido estaba en su tranquilidad que el simple olor a queso le hizo hacer una mueca por la peste.

-Plagg si te lo comes todo no pediré traigan mas.- le advirtió, cuando Adrián percibía el olor a Queso era por que Plagg ya avía encontrado la ración que siempre le llevaba por si ocurría alguna emergencia en cuanto a los akumas.

- No eres el único que necesita reponer sus energías.- le contesto.

-Pero si tu no has hecho nada, todo lo que lleva el día te la has pasado dentro de la maleta.

-¿Crees que estar hay dentro es divertido? Mi preciado queso es lo único que me mantiene lejos de la locura.- dramatizo, él rubio rio por eso, abriendo lentamente sus ojos, aun se notaban irritados, más la molestia ya no era tanta como antes.

-Es raro que ningún akuma ataque en estos días... todo esta tan tranquilo.- murmuro clavando su mirada en el techo.

Plagg floto hasta quedarse frente del rubio, lo analizaba con la mirada.

-Lo dices porque quieres ver a Ladybug ¿verdad?

-Estar con Marinette y la constante vigilancia de mi padre en ambos me impiden poder salir a verla, lo más seguro es que piense que tras su confesión ya no quiero verla de nuevo.

-Ladybug se ha casado y piensa en vivir una aventura contigo transformado, es bastante curioso si quieres mi opinión... No será que le destino no los quiere juntos- Adrián le miro por unos segundos, después negó con la cabeza.

-El destino quiere que estemos juntos.- le aseguro.- pero hasta que no terminemos con Hawk Moth no podremos estarlo.

-Puede que sea eso.- respondió sin mucha importancia el Kwami- ¿Qué pasara cuando termines con el enemigo? ¿Le dirás a Marinette que eres Chat Noir y estás enamorado de Ladybug? ¿Qué has vivido otro tipo de aventuras con ella mientras estabas casado?

-Hay cosas que sería mejor mantener en secreto a Marinette para siempre. – dijo como respuesta todas las preguntas del kwami, ahora era el pequeño gato quien negaba con su cabeza y regresaba dentro de la maleta a comer su preciado queso.

Adrián era tan despistado, y solo rogaba por que Tikki tuviera más suerte que él.

Un gran estruendo se dejó escuchar, los tocadores se movieron ligeramente y el suelo bajo su silla se sacudió, sobre saltado se levantó de su lugar, Plagg rápidamente se escondió dentro de la camisa de Adrián, para después salir a ver que era todo ese alboroto.

Las personas se encontraban evacuando el edificio, no solo podía escuchar los gritos de los trabajadores, sino también de las personas en las calles, tal parecía invoco a un Akuma con la mente; aprovechando el pánico de las personas corrió directo a las escaleras de emergencia.

-¡Plagg transfórmame!

¡AAAH!

Escucho el grito, por un momento se desconcertó, estaba seguro de que nadie estaba por esos lugares que estaba solo, pero el grito por su distancia no era cerca sino lejos, algunos pisos más abajo.

Marinette se encontraba en el suelo, se había lastimado un tobillo, mientras buscaba un lugar para poder transformarse, resbalo accidentalmente por las escaleras rompiendo de paso el tacón de su zapatilla, era pro eso que odiaba ese tipo de zapatos.

-¿Estas bien Marinette?- pregunto preocupada la Kwami, a pesar de que Marinette le sonrió esa torcedura parecía ser seria y no algo que se curara en cuestión de minutos.

Tikki rápidamente se escondió, Chat Noir callo frente a la oji azul.

-¿Estas bien? – le pregunto, por un momento la respiración de Marinette se cortó, ya tenía bastante tiempo desde la última vez que se vieron y el tenerlo frente parecía un sueño.

El héroe, le tendió la mano para ayudarle a levantarse, y al intentarlo, ella soltó un quejido, en verdad que se avía lastimado al caer por las escaleras, un nuevo estruendo apareció, Chat no podía perder más tiempo, pero tampoco podía dejar a su "Esposa" en esa situación.

-¡E-Espera!- Marinette enrojeció de pies a cabeza, Chat la avía tomado en brazos, para salir con ella rápidamente del edificio.

Salieron por una ventana al final de uno de los pasillos, un enorme ciclope estaba a tacando la ciudad.

-¡¿Esas cosas existen?!- se preguntó sorprendido Chat aun con Marinette en brazos.

-Esas cosas solo existen en la fantasía ¿Cómo puede ser posible que un ciclope ataque la ciudad?

Chat miraba por los alrededores algo impaciente, tenía que poner a salvo a Marinette y no divisaba a Ladybug por ninguna parte, con la ayuda de su bastón subió al techo del edificio, alejándose lo más que considero prudente y seguro para dejar a Marinette, dejándola en el techo de otro edificio.

-Aquí estaras segura.- le dijo

-¡E-espera! M-mi...mi esposo sigue donde esa criatura, por favor ayúdalo.- Chat le miro de soslayo asintiendo con la cabeza, comenzando a alejarse.

Marinette sonrío al verlo partir, no pudo evitar que un recuerdo de su adolescencia le llegara a la mente, algo similar le había pasado, cuando un amigo del colegio había sido demonizado por un akuma y buscaba destruí su forma civil.

-¿Te sientes mejor?- Tikki la saco de sus pensamientos. El tobillo aun el dolía bastante.

-Si.- mintió- tenemos que darnos prisa, Chat no podrá con el akuma solo...¡Tikki transfórmame!

Cuando Chat Noir regreso a donde el ciclope, este tenia atrapada en una de sus manos a Alya, quien le golpeaba por ser liberada con nulo resultado, Chat extendió su bastón golpeándole en la cabeza. En respuesta la criatura le arrojo a la morena, afortunadamente ladybug apareció salvándola y dejándola segura en el suelo son ningún rasguño.

-¡Ladybug!- exclamo Alya, esta le sonrío.

-Sera mejor que busques un lugar seguro.- le dijo comenzando a caminar.

-¡Espera te has lastimado!

-No es nada, ahora refúgiate mientras ambos luchamos contra el.- por un momento las jóvenes se miraron, tal vez Alya podría saber quién es la persona demonizada y tener alguna pista de donde se esconde el akuma.- ¿Le conoces?

-Sí, es un historiador de mitos.- respondió- le estaba entrevistando en Le Grand Paris, cuando Chloe apareció y le humillo frente a las cámaras.

Ladybug coloco un par de dedos en el puente de su nariz, mientras negaba con la cabeza, esa mujer sabía de sacar de quicio a todo el mundo si se lo propina, detallo a la criatura en cuento escucho el grito de Chat y el cómo este era lanzado por los aires, tenía una especie de collar con una piedra purpura alrededor del cuello de seguro ahí estaba el akuma.

Con ayuda de su yoyo acorto su distancia con el ciclope, que literalmente se estaba encargando de hacer de que la ciudad fuera historia, más la criatura logro atraparla de un manotazo.

-¡Oye!- le grito intentando liberarse.

-No te han dicho que debes ser mas delicado con una señorita.- dijo Chat, ladybug sonrió de medio. El ciclope aflojo su agarre para con ella, teniendo una oportunidad para salir.

-¡El akuma está en ese collar!- dijo- debemos quitárselo.

"Es la hora para hacer que Chat Noir y Ladybug pasen a la historia mi ciclope, tomas sus Miraculous"

Dijo una vos en su cabeza, el ciclope comenzó a reír tirando manotazos al aire para lograr a atraparlos nuevamente, más uno de esos golpes al aire alcanzo a la chica de traje rojo lanzándola algo lejos, sobre uno de los tejados.

-¡Ladybug!- grito el gato negro.

La chica se recuperó de inmediato, más no conseguía lograr ponerse de pie, su tobillo dolía y aún más por el golpe recibido, tendría suerte su por culpa de ese tacón no se rompió el tobillo, en un movimiento.

-¡Cataclismo!- colocándose tras la nuca del ciclope, toco la cadena del collar desmulléndolo.

La piedra estuvo por caer al suelo, más el ciclope logro tomarla en su mano, chat nuevamente salio disparados por los aires.

-¡Lucky Charm!- exclamo, lentamente y a sus manos llego una pluma roja con pequeñas motas negras- ¿Una pluma?

Miro a su alrededor ¿Cómo utilizar esa pluma para terminar con el ciclope?... miro a su alrededor, la cara del ciclope, su mano, el edificio tras de el, su yoyo, bien la idea parecía algo loca pero nunca fallaba.

-¿Qué también sabes conducir?- Chat Noir llegaba aun lado de Ladybug, ya no le quedaba tiempo después de usar el cataclismo.

-No es por presumir pero cuando quieras podría ser tu chofer privado.

-¿Qué tal con las grúas?

-Sera mi primera ves, pero todo será fácil My lady.

Tenían el tiempo contado, debían de actuar lo más rápido posible antes de que sus trasformaciones desparecieran, Chat llego rápidamente hasta la grúa del edificio en construcción tras del ciclope, ladybug se impulsó del a grúa con ayuda de su yoyo y quedar en la cabeza de este, grabe error fue el aterrizar sobre su pie lastimado. Soportando el dolor producido por el acto estiro su mano con la pluma provocando que le ciclope estornudara y soltara la piedra.

-¡Ahora Chat!

Con un golpe de su bastón, la piedra fue destruida y el akuma liberado del objeto. Al tocar tierra ladybug atrapo al mismo tiempo al akuma, purificándolo y liberando a la traviesa mariposa, al arrojar la pluma la aire, todo regreso a la normalidad, menos su tobillo lastimado ¿Acaso estaba pagando algún tipo de Karma por eso?

-¡Chat!- la mariquita intento correr a el, antes de que su transformación desapareciera.

-My lady...te eh extrañado- le dijo sujetándola en un fuerte abrazo.

-Yo también mi gato tonto.- le correspondió la abrazo.

Ambos se miraron fijamente a los ojos, cerrándolos poco a poco mientras sus rostros se acercaban lentamente para que sus labios se unieran con los del otro, más el pitido de sus miraculous los saco de sus trances, ya debían separarse.

-My lady veámonos esta noche en la Torre Eifel.- pidió, la chica asintió con la cabeza queriendo alejarse de él rápidamente, más la dar un paso a otras y con su pie lastimado soltó un gemido de dolor. ¿Estás bien? – pregunto alarmado, un nuevo pitido se dejó escuchar.

-Si, si... esta noche te lo prometo.-dijo por ultimo.

Chat busco un lugar seguro para deshacer la transformación, ahora que regresaba a ser Adrián Agreste, debía ir a por Marinette, no quería que ella tuviera una imagen de tener un esposo tan patán como él aunque no lo fuera.

Por su lado Marinette, ya había perdido su transformación en el lugar donde Chat Noir la había dejado antes, su tobillo estaba aún más lastimado que antes, se quitó la zapatilla rota y con gran esfuerzo comenzó a bajar por las escaleras, intento tomar el elevador, mas este se encontraba en mantenimiento.

A medio camino del tercer piso, la azabache estaba completamente adolorida, cansa y sudada por el esfuerzo que hacía, escucho los acelerados pasos por las escaleras de emergencia, alguien subía a toda prisa, grande fue su sorpresa al ver a un agitado Adrián

-¡Marinette!- exclamo cortando la distancia entre ambos.- ¿Estas bien?

-Si...¿Cómo sabias que estaba aquí? – le pregunto, Adrián ignoro sus palabras la verla en ese estado.

-¿Qué te paso?.

-Me caí por las escalaras cuando evacuamos el edificio, me eh lastimado el tobillo.- contesto mostrando la zapatilla rota.- pero eso no responde mi pregunta.

-C-chat Noir me dijo que tú estabas aquí.- le dijo.

Se colocó a su lado para ayudarle a caminar, el dolor de Marinette se hizo insoportable, él lo noto de inmediato y la tomo en brazos, salieron del edificio sin decirse nada, pero para Adrián era algo extraño, Durante su pelea Ladybug se había lastimado el tobillo, Marinette se lastimo el mismo tobillo cuando evacuaron el edificio.

Era una curiosa, muy curiosa coincidencia.