Acuerdos

Si durante la ceremonia todo se desarrolló de manera muy tranquila, aun no era tiempo para respirar tranquilamente para Adrián y Marinette... el juego apenas estaba comenzando.

Durante la recepción y tres buenas horas fingiéndose el nuevo matrimonio más feliz del mundo, Marinette sentía que sus mejillas se habían entumido por tanto sonreír y lo mismo para Adrián, la pareja tras bailar el primer vals fue a sentarse a su mesa, sin que nadie lo vigilara puesto que el padre de Adrián se encontraba hablando con los reporteros, en lugar de la pareja.

-Lo siento.- fueron las primeras palabras del rubio, Marinette lo miro algo confundida más sin embargo parecía comprender sus palabras.- Se que tu no querrías esto y lamento mucho lo que mi padre hizo.

-No todo fue culpa tuya.- le consoló poniendo una mano sobre su hombro, a pesar de que ya le dolía el rostro por sonreír tanto le dedico una sonrisa, la única más sincera que había tenido toda esa noche.- yo debí a verme opuesto más a sus decisiones a pesar de su chantaje para con mi familia, si me hubiese negado en ese momento que importaba mi reputación como diseñadora, no soy una inútil y mis padres y yo encontraríamos la manera de salir adelante.

-Yo también debí a verme opuesto, pero ¿Por qué no lo hicimos cuando teníamos la oportunidad?

-Por qué estábamos llenos de dudas y miedos... te seré sincera Adrián yo esperaba que algo interfiriera en nuestra boda.- y tras esas palabras la azabache se levantó de su lugar para salir del gran salón.

En el momento que Marinette cruzo la puerta del baño Tikki salió de su escondite, de entre los cabellos sueltos de Marinette, al tener un traje de novia ceñido al cuerpo, las posibilidades de esconderse entre su ropa eran nulas.

-¿Estas bien Marinette?- pregunto la kwami cuando miro a su protegida deslizarse lentamente por la puerta tras de ella.

-Me siento muy cansada Tikki, física y emocionalmente.

-Yo sé que estás pensando en transformarte y huir de este lugar, para encontrarte con Chat Noir.

-Lo pensé Tikki, pero no puedo a pesar de que lo amo con todas mis fuerzas, no puedo hacerle esto a Adrián y sobre todo no quiero ver a Chat aunque deseara con todas mis fuerzas que un akuma aparezca... ¿Que le voy a decir? "¡Hola Chat! recuerdas que acordamos vernos aunque yo dije que me estaba por casar, pues que crees hoy día me eh casado y justo un akuma aparece".

-Supongo que deberías de decirle la verdad pero no de esa forma, estas muy alterada desde esta mañana, tu boda, desear desesperadamente que un akuma aparezca y ahora no querer tener que lidiar con un akuma.- la kwami se abrazó al pecho de Marinette reconfortándola, y por aquel pequeño gesto, la chica correspondió al abrazo con cuidado.

-Soy una torpe Tikki, lo mejor sería terminar con todo esto antes de que comience y aceptar el hecho de que ya soy la mujer de Adrián.

-Solo has lo que tu corazón te dicte Marinette.

Adrián miraba la vacío desde la terraza del salón, el sentir el viento helado en su rostro le hacía despejarse por momentos de los turbios pensamientos que nublaban su mente.

-Para ser una boda, la fiesta es demasiado aburrida.- comento Plagg frente al rostro del rubio.

-¿Esperabas escuchar música Rock? Es una boda Plagg por lo general son así de aburridas.

-Me sorprende que sepas de estos acontecimientos teniendo en cuenta que casi nunca, o más bien nunca asististe a una fiesta.- comento el gato negro.

-Recuerdas hace un año, la boda de Nino y Alya, es casi lo mismo que...

-Es casi lo mismo que esto, haciendo una ligera excepción que ese día un akuma ataco en plena ceremonia.- interrumpió rápidamente el kwami- y la boda termino celebrándose en un jardín el cual termino inundándose a causa que se soltó una tormenta y no tuviste más opciones que convertir tu propia casa en un salón de fiestas.

Adrián puso los ojos en blanco, y no pudo evitar soltar una pequeña risa, era cierto, cuando ese día debía ser memorable para sus amigos, todo lo descrito por Plagg paso, pero esta no era el caso, no ataco ningún akuma, el clima estaba perfecto y en aquella ocasión su padre no estaba en la ciudad por eso logro hacer de su casa un "salón de fiestas"

-Si un akuma apareciera ahora no sabría que decirle a Ladybug "My lady hoy día me eh casado" y jamás volvería a verla.- el pequeño Kwami se posó sobre la cabeza de Adrián a modo de abrazo, no estaba seguro de que decirle, Adrián agradeció el gesto tomándolo con cuidado entre sus manos.- ¿Qué se supone que voy a decirle a Marinette ahora?

-Te refieres al hecho de que tu padre te ha dicho que ambos deberán vivir en su mansión.

-Como si no fuera ya bastante avernos casado bajo sus amenazas, ahora debemos vivir bajo su mismo techo.

-Ve el lado bueno por le momento, no te ha dicho que es urgente darle el primer nieto.- bromeo, y su risa se intensifico al ver como la cara del rubio se ponía cada vez más pálida.

El momento más incómodo para ambos avía llegado, ahora los novios debían irse de la fiesta en dirección a Le Grand Paris... dentro de lauto ninguno de los dos decía nada, el silencio era incomodo, incluso hacían que sus propias respiraciones pasaran lo más discretas posibles.

-Marinette.- dijo Adrián rompiendo el incómodo silencio, la oji azul se giró a verlo- ahora que nos casamos pues... sé que lo más quieres es estar lo más alejada posible de mi padre pero...

-¿Pero?

-Se le baremos nuestra noche de bodas en Le Gran Paris.- a ambos se les erizo la piel con solo esas palabras.- y al día siguiente iremos a vivir a la mansión de mi padre.

-¡¿Qué?!- exclamo molesta- No basta con obligarnos a casarnos, ¡Tendremos que vivir bajo su propio techo¡... ¡¿Y después que?! ¡Nos obligara a tener un hijo!

-No creo que le asunto vaya por ese lado... aún sigo sin comprender porque este absurdo compromiso...

-Adrián eres un gran amigo, acepte todo esto, no sé si por miedo o porque, pero vivir bajo el mismo techo que tu padre, va contra todo lo que nosotros aviamos acordado el día anterior.

Suspiro con resignación un día antes de todo eso, ambos acordaron que al finalizar toda la boda vivirían juntos, si, pero no como un matrimonio, sino algo parecido a compañeros de piso se ocuparían de sus asuntos y solo fingirían ser la pareja feliz delante de su padre o los medios de comunicación. Cuando llegaron al hotel fueron guiados hasta la suite presidencial; Marinette estaba realmente molesta por la noticia y él lo comprendía.

La azabache tomo un par de cosas de su maleta y fue a meterse al baño donde con coraje lanzo las piezas de ropa contra el suelo sentándose de mala gana al borde del jacuzzi... Tikki apareció para intentar tranquilizarla, más antes de poder decir algo, un gran alboroto llamo su atención, lo mismo que para Adrián, desde el baño Marinette y Tikki se asomaron desde la ventana, mientras que Adrián y Plagg salieron al balcón, las personas corrían despavoridas por las calles intentando huir de un monstro gigante que parecía ser hecho de masa blanca que sujetaba algo en una de sus manos, los inconfundibles gritos de Chloe podían ser escuchados desde el último piso en donde se encontraban.

-¡A buena hora te apareces maldito akuma!- murmuraron ambos desde sus lugares.

Adrián que logro reaccionar antes, corrió hasta la puerta del baño donde se encontraba Marinette y se encargó de atrancar la puerta.

-¡Marinette tenemos que irnos de aquí!- le grito fingiendo preocupación por que se monstro que se acercaba la hotel pudiese hacerles daño

La perilla del baño comenzó a moverse de manera desesperada y el sonrió, la puerta estaba muy bien atrancada.

-¡No puedo salir!- grito la oji azul desde el otro lado de la puerta, Marinette agradecía porque la puerta estuviese atrancada, no sabe cómo o por qué pero lo agradecía.

-¡Buscare ayuda no te preocupes!- le grito Adrián

-¡Bien!

-Plagg es hora de transformarnos.

-Y tú que no querías ver esta noche a Ladybug.- su protegido le miro con reproche, el kwami suspiro derrotado para acto seguido comenzar con la transformación a Chat Noir.

Por su parte Marinette se cambió rápidamente el vestido de Novia por un camisón ligero color blanco, aunque no quería ver esa noche a Chat Noir, la gente necesitaba de su ayuda.

-¿Qué pasa si Adrián consigue abrir la puerta?- le pregunto alarmada la kwami.

En ese momento Marinette atranco la puerta con uno de los muebles del baño reforzando su protección, así no habría riesgos de que Adrián consiguiese abrir la puerta y descubriera que ella no estaba en el baño.

-A transformarnos Tikki.

Al salir por la ventana, lo primero que hizo Ladybug fue liberar a Chloe de aquella criatura, si algo bueno tenía la noche fue ver el a la hija del alcalde cubierta de aquella masilla blanca, durante su boda la rubia se avía comportado pero que veces anteriores, toda la velada pudo notar como molestaba a Rose pues según ella su vestido era la burla entera pues parecía el betún caído de un pastel de baja calidad. Y ahora que detalla a la criatura... Rose durante la noche llevaba puesta una tiara muy discreta, la misma que coronaba a esa criatura.

-No es una buena noche para que aparezcas criatura.

Escucho, arriba de un autobús estaba Chat Noir, su corazón se encogió presa del sentimiento de dolor, mas intento ignorarlo, ambos combatieron contra la criatura que aunque no lo pareciera era demasiado ágil y escurridiza; al mismo tiempo notaban que el regenerarse le costaba algo de tiempo y eso podrían usarlo a su favor.

-¡Chat Noir!- grito ladybug llegando a su lado.- tengo una idea usa el cataclismo y agrieta el pavimento, eso nos dará tiempo.

-Como ordene My lady.- más antes de ejecutar el plan de la chica, el gato negro aprovecho para robarle un rápido beso en los labios cosa que desconcertó a ladybug.

-Vamos no es momento para esto.- se reclamó a si misma, Chat ya avía utilizado su cataclismo y ahora era su turno de actuar.- ¡Lucky Charm!

Cuando el objeto invocado callo en sus manos, no lo podía creer.

-¡Es una broma!- exclamó, entre sus manos avía un ramo de novia, justo idéntico al cual horas antes ella lanzo al aire, solo que la diferencia estaba en que ese ramo era de colores rojos y negros.

-Sabes, si en lugar de tu traje tuviese un vestido de novia todo sería perfecto.- ladybug rodo los ojos lo que menos quería en eso momentos era algo que le hiciera referencia a su "boda"

-En cuanto yo lance esto tú le quitas la tiara a esa criatura y yo purifico al akuma.

Al lanzar el ramo por los aires, la criatura centro su atención en el, era claro que deseaba a atraparlo, justo momento en el que Chat Noir quitaba la tiara y la rompía en dos dejando en libertad al akuma, rápidamente la chica atrapo a la mariposa oscura en su yo- yo liberándola y regresando todo a la normalidad.

-My lady, te parece bien si aprovechamos este corto tiempo a solas.- sugirió el gato negro.

Ella quería decirle algo, quería decirle que lo mejor sería no comenzar con aquel juego tonto, pues ya le pertenecía a otra persona pero el pitido en sus aretes le impidió decir nada, solo salió corriendo del lugar. Chat hiso lo mismo pero si en ese momento no se hubiese desviado de dirección abría notado que tanto ladybug como él se dirigían a la misma dirección.

En cuanto entro de regreso por la ventana y su transformación desapareció noto la perilla de la puerta moverse con desesperación, Tikki se escondió entre el vestido descuidadamente doblado por la prisa de Marinette en cambiarse de ropa, quito el mueble de la puerta y esta se abrió casi al instante.

-¡Gracias Adrián!- dijo abrazándose a él, con fingida preocupación.- ya comenzaba a volverme claustrofóbica haya adentro.

-Tranquila.- le consoló- al menos ya no hay peligro, Ladybug y Chat Noar se han encargado de todo.

-Lo sé, los eh visto desde la ventana del baño.- Adrián se separó nervioso.

-¿L-los viste aparecer?

-Los vi alejar a la criatura de este lugar, no sé de donde salieron me asustaba más el hecho de quedarme encerrada en el baño.

Ambos se quedaron en completo silencio ¿Qué se suponía debían hacer ahora? ¿Culminar su "matrimonio"?

-Si no te molesta dormiré en el sofá.- dijo rápidamente Adrián tomando un cobertor y una almohada de la cama, Marinette asintió en silencio, mientras se acomodaba para dormir, apenas era el comienzo de una vida llena de farsas.

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