37
JiHoon siempre estaba tras Taehyung, sin hacer ver sus emociones obvias.
Taehyung estaba feliz porque podía divertirse al lado del menor. JiHoon siempre se esforzaba para sacarle una sonrisa al castaño.
—Estoy algo triste, Tae... — En esos precisos momentos, estaban sentados en el suave césped de un parque al que el menor insistió ir.
Era un domingo por la tarde, así que no había tantas personas.
—¿Por qué? — Taehyung cuestionó curioso, mientras seguía comiendo su helado.
—¿Acaso tú no estás feliz? Pronto el último curso se graduará... eso quiere decir, que ya no te veré en el instituto. — Taehyung cayó en cuenta, realmente no le emocionaba nada últimamente, ni siquiera saber que por fin, se graduaría.
—Ah... bueno, no lo tenía muy presente... mis compañeros están muy emocionados, están organizando una fiesta para luego que salgamos todos, quieren que vaya, pero no tengo ganas de ir.
Era un domingo por la tarde, así que no había tantas personas.
—¿Por qué? — Taehyung cuestionó curioso, mientras seguía comiendo su helado.
—¿Acaso tú no estás feliz? Pronto el último curso se graduará... eso quiere decir, que ya no te veré en el instituto. — Taehyung cayó en cuenta, realmente no le emocionaba nada últimamente, ni siquiera saber que por fin, se graduaría.
—Ah... bueno, no lo tenía muy presente... mis compañeros están muy emocionados, están organizando una fiesta para luego que salgamos todos, quieren que vaya, pero no tengo ganas de ir.
—¡¿Una fiesta?! ¡Genial! Debes de ir a divertirte, Hyung. ¿Puedo ir contigo? Es decir ¿Me invitas?
—Es que no me emociona... tal vez sea divertido, pero no quiero... Tú puedes ir, si quieres. No hay problema.
—¡No, no, no! Quiero ir contigo, será divertido ¡anímate!
Taehyung hizo una mueca, hace mucho que no hacia algo emocionante, algo de chicos de su edad... no lo hacía, porque sentía que en cierto modo sería tratar de olvidar a Jungkook. Pero, esta sería una ocasión especial, hace unos seis meses que no sabía absolutamente nada de él, pronto se graduaría y ¿por qué no ir? No haría nada malo.
—¿Tú crees? — La sonrisa de JiHoon se agrandó.
—¡Por supuesto que sí! La pasaremos muy bien.
(...)
Lisa había ido a Corea del Sur unos días por causa del trabajo, ella era la Directora de Ventas, un puesto muy importante en la empresa del padre de Jungkook, en la cual Jungkook era el Director General. Su puesto había ascendido hace meses atrás, teniendo mucha más responsabilidad encima.
Jungkook tuvo que declinar ir a Corea del Sur porque no se encontraba en Tokio, sino en Nagasaki, supervisando unas extensiones de su empresa en esa ciudad, lo cual era un proyecto importante para expandir la empresa, tuvo que designar a Lisa (su amiga y compañera de trabajo de confianza) a reemplazarlo, ella era una experta en relaciones exteriores, así que iría a una empresa relevante en Corea que estaba interesada en asociarse con la empresa de ellos.
Jungkook cuando recibió el correo de aquella empresa, redactando que les interesaría una reunión en su sucursal en Corea del Sur, con fines de establecer una asociación económica entre ambas empresas, se emocionó simplemente al leer las palabras "Corea del Sur" lo que significaba, que él tenía que ir, resultó ser que ese mismo día su padre le había encargado ir a Nagasaki a supervisar aquel proyecto.
Una vez más, el destino le alejaba de cualquier posibilidad de verlo.
Lisa había llegado a Corea, tenía la intención de quedarse por una semana, aprovecharía esos "días libres" e iría a visitar a unas de sus mejores amigas, en especial a Jisoo quien era una amante de la moda e insistió en ir de compras.
Lo primero era ir a aquella empresa, y ahí mismo se encontraba, frente al edificio. Se veían grandes y bien cuidadas las instalaciones, investigó primeramente sobre aquella compañía, era potencial en Corea y tenía buenas inversiones, posiblemente sería un buen socio.
Entró al primer edificio, supuso que sería el central. Se acercó al mostrador ubicado a un lado de la gran y lujosa sala, yendo directamente a hablar con la recepcionista.
— Hola, Buenos días... ¿Está el Director General, el Sr.Joon? Vengo de parte de la empresa Jeon en Japón.
— Buenos días, señorita. El Director General designó esa reunión con el administrador a cargo en Relaciones Exteriores, el Sr.Jung. Deme unos segundos, llamaré para verificar que la sala de reuniones esté lista y si elAdministrador está disponible, si gusta siéntese por aquí. — Lisa asintió sonriente por la cortesía de la chica, y esperó mientras ella realizaba varias llamadas.
— Señorita, tome este pase y diríjase al la oficina 01 del piso diez, por allá está el elevador, guste a pasar, gracias por su visita a esta empresa.
— Gracias, muy amable. — Lisa obtuvo una primera buena impresión, primeramente las estadísticas que investigó por Internet se mostraban comprometedoras, seguido que las instalaciones se encontraban en una zona lejana y exclusiva, estéticamente era moderna, el servicio del personal estaba siendo bueno, seguiría evaluando cada detalle.
Cuando llegó a dicho piso, se encontró con un pasillo lleno de puestas enumeradas, una decía "Administrador de Relaciones Exteriores" así que ahí debía de estar el Sr.Jung. Había otra chica tras un mostrador, se dirigió hacia ella, cuando la chica observó a Lisa, hizo una corta reverencia.
— Buen día, en recepción me informaron que vendría, está buscando al Sr. Jung, él pidió específicamente que para esta reunión, fuera directamente a su oficina. — Eso sorprendió a la castaña, alzó su ceja curiosa y asintió.
Con una corta reverencia fue hacia la puerta designada, tocando dos veces. — Adelante.
Dicho eso, abrió la puerta y entró a la oficina, visualizó todo dentro de esta, lucia lujoso y moderno, como todo ahí.
— Un momento ¿Hoseok?
— ¿Lisa?
— ¡Hola, qué alegría verte! , no sabía que trabajabas aquí... Wow... Nunca me dijiste.
— Es una hermosa coincidencia ¿acaso trabajas para la empresa Jeon? No lo sabía, ven, siéntate.
— ¡Por supuesto! Trabajo para esa empresa hace mucho tiempo, soy la directora en ventas, relaciones exteriores.
— Me imagino que debes ser la mejor en tu trabajo, realmente eres buena. Supongo que conoces a ¿Jeon Jungkook?
— Claro, a Jungkookie. Somos amigos desde hace un par de años ¿tú lo conoces a él?
— Somos amigos desde la infancia, qué coincidencia. ¿Él vino a Corea? Quería reunirme con él, recomendé su empresa a mi Jefe y quedó fascinado, me pidió inmediatamente una reunión, estas empresas son compatibles, Jungkook lo sabe. Pero lo cité para poder verlo, cuando vino hace unos ¿seis meses atrás? No nos despedimos, no he podido comunicarme con él desde entonces.
— Él ha estado muy raro hace un tiempo, es más serio de lo normal, sólo va al trabajo todo el día, y vuelve a su casa muy tarde, si no es por mí, estaría comiendo puras basuras instantáneas, no es bueno para él, pero parece no importarle. Hace más trabajo de lo normal, no le gusta tener tiempo libre.
— Jungkook es muy ambicioso en el ámbito laboral, supongo que es por eso. Me imagino que también perderá sus horas libres en el gimnasio.
— Sí... él realmente quería venir, pero no pudo... supongo que para la segunda reunión podrás verlo.
— Solo quiero saber si está bien, creo que cambió su número.
— Lo dañó y lo cambió al siguiente día ¿quieres su número?
— Sí, pero por ahora ¿te parece si revisamos las estadísticas de las empresas? Así veremos a que pautas y acuerdos llegamos al final, estoy seguro de que el trato se dará, ambas compañías van a beneficiarse mucho.
— Me parece bien, creo que esta ha sido la mejor reunión que he tenido. — Ambos reían a causa de que su humor era compatible, ambos se conocían hace meses atrás, se había visto en unas dos ocasiones, pero del resto solo hablaban a través de sus teléfonos.
Lisa se sentía atraída por él, era de su misma edad, compartían un sentido del humor similar, era alguien extremadamente divertido y amable, por su parte él, también gustaba de ella, la conoció por casualidad en una cafetería en Japón, entablaron una conversación, intercambiaron números y hasta ese entonces su comunicación seguía.
Ella definitivamente era su tipo ideal, tenía una linda sonrisa, era muy tierna y cariñosa, siempre se reía de cualquier ocurrencia de él.
—¡Listo! Por fin, entonces llevaré este documento a Jungkook, te avisaré si aceptó el contrato, lo más seguro es que sí, espero verte pronto.
— ¡Espera! ¿Estás ocupada? Es decir, ya que estás aquí ¿te parece si te invito a almorzar? sólo si estás libre, quisiera hablar más tiempo contigo fuera del tema laboral...
El corazón de Lisa se aceleró ¡OH POR DIOS! No podía ser, este viaje había salido mil veces mejor de lo que alguna vez pensó.
—¡Me encantaría! Amo pasar tiempo contigo... es decir, eh... si, si quiero. — Hoseok sonrió enternecido, se levantó y tomó su abrigo.
— Entonces vamos ya ¿cuánto tiempo estarás aquí en Corea antes de volver? Es una lástima no poder verte tan seguido...
Ambos salieron de la oficina, Hoseok cerró la puerta y empezaron a caminar a la par dirigiéndose al elevador.
— Estaré por una semana, no puedo venir seguido por el tema del trabajo... en la empresa de Jungkook siempre hay trabajo pendiente, muchas empresas quieren asociarse, nuevos proyectos, expansiones, reuniones, debo administras las ventas y las ganancias, es un trabajo de nunca acabar, esa empresa tiene buenas invenciones y ganancias.
— Me imagino, es una empresa que se especializa en muchos sectores, supongo que el que más produce es el sector de comercio y de servicios.
— Exactamente... — Subieron al elevador y Hoseok volteó a verla.
— ¿Y cómo has estado? La última vez que hablamos fue...
— Ayer en la noche. — Ambos rieron, salieron del elevador y caminaron hacia la salida.
— Sí, me hubiese gustado saber que vendrías, así habría ido por ti al aeropuerto.
— Pero podemos estar estos días juntos, a excepción de mañana.
— Sí, estos días trataré de mostrarte algunos lugares nuevos aquí, en Seúl, estoy seguro que te gustarán, también podemos ir a casa, ¡para que conozcas a Mickey!
— ¡Amaría conocerla! ¿Podemos ir incluso hoy? ¡Estoy emocionada!
— Claro, pero por ahora, vayamos a comer, sube, te llevaré a mi restaurante favorito. Mickey estará muy contenta de conocerte aparte de las videollamadas.
— Si hubiese sabido que te vería, te hubiese traído un regalo, ¡y a Mickey también!
— No te preocupes, yo estoy feliz con solo verte, estoy seguro de que Mickey también lo estará.
Lisa no pudo evitar sonrojarse por sus palabras, siguieron hablando de cualquier cosa que se les ocurriera, disfrutando de su momento juntos.
(...)
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