29

Los siguientes días en Gimhae pasaron amenamente rápidos, habían ido a un museo histórico del lugar.

Jimin insistió junto con Taehyung para volver a ir al parque, al cual efectivamente fueron nuevamente, e hicieron muchas otras cosas con el fin de crear lindos recuerdos y despejarse del ajetreado estrés del trabajo. Pero, todo lo bueno tiene su fin y ese viaje había llegado a su fin.

Un remordimiento, junto a una pequeña duda acompañaban a Taehyung en todo el trayecto de regreso, no sabía qué pasaría al llegar, Jungkook debía volver a Japón y aún no habían hablado nada al respecto, Jimin aún no sabía nada, él no tenía idea si Jungkook se lo diría o simplemente llevarían una relación en secreto, a distancia.

Varios suspiros salían involuntariamente de su boca, se sentía afligido y nervioso.

- Este viaje fue grandioso, justamente lo que necesitaba para despejarme. Es una lástima que debas de volver a Japón, Jungkookie ¿en serio debes volver tan pronto? Tienes unas dos, casi tres semanas aquí, quizás puedas estar un mes más, ¿no crees? En Seúl hay muchas otras cosas que quiero que hagamos todos juntos.- Habló Jimin.

-No creo que pueda, debo de volver en unos... tres días, si es antes, mejor. Nunca he tomado tanto tiempo libre junto...

El rostro de Taehyung se desfiguraba con cada palabra de Jungkook, tenía un miedo indescriptible de que se fuera y no poder verlo nuevamente, tenía miedo de cuál sería la reacción de Jimin ¿los apoyaría? No tenía idea.

- Quizá para unas próximas vacaciones vayamos a Japón, y así nos enseñas todo lo que sabes de Japón. - Jimin abrió sus ojos entusiasmado ante las palabras de su novio.

-¡ESA EN UNA GRAN IDEA! ¡Yo quiero ir a Japón!


(...)


-¡Taehyung! Taetae, despierta ¡buenos días! Oye, alguien te busca en la entrada, así que alístate y ve a ver qué necesita, es un tal Minho. - Tan pronto Jimin despertó al menor, abandonó el cuarto, no sin antes darle un pequeño beso en su frente, estaba atendiendo el desayuno mientras hablaba con Jungkook y Yoongi.

El castaño apenas pudo abrir sus ojos, la luz cegadora del día lo incitaba a levantarse. Y así tuvo que hacerlo, al sentarse en su cama, pudo ver que se encontraba solo en la habitación.

Sentía el aroma de Jungkook sobre él, la noche anterior, el menor se abrazó completamente a él, queriendo dormir en esa posición todas las noches, quería despertar y verlo aún dormido plácidamente a su lado, pero no era así.

Habían hablado hasta tarde, Taehyung tuvo la oportunidad de decirle como se sentía, del pequeño miedo que parecía querer acabar con su paz interior, le confesó lo mucho que llegó a quererlo, lo mucho que llegó a acostumbrarse a estar con él.

Las palabras del azabache fueron gratamente tranquilizadoras para él, su amor era correspondido, le confesó lo difícil que sería poder estar juntos todos los días, Jungkook tenia un ritmo de vida que llegaba a ser estresante hasta para él mismo, pero haría lo posible para ver esa linda sonrisa a diario, una de las cosas más preocupantes era... decirle a Jimin.

Jungkook odiaba estar en esa situación, siempre repudio tener que dar explicaciones acerca de sus relaciones, tener que esperar la aprobación de alguien para poder salir con un tercero, resultaba ser obstinante, por eso era libre de relaciones y compromisos, lo único serio e importante para él en su vida era su relación con sus padres y su trabajo, las demás cosas carecían de importancia.

-Ya fui a despertar al pequeño Tae, no te preocupes, enseguida viene. ¿Quieres algo? ¿Ya desayunaste? -Jungkook miraba de mala manera al amigo de su Taehyung, era moreno y alto, su cabello negro y bien arreglado, sus ojos eran expresivos y una sonrisa muy carismática que se llevaba a la par con esa amigable actitud, parecía un buen chico y eso le daba mala espina

¿Qué si su Taehyung se enamoraba de esa implacable sonrisa?

-¡Ah, no se preocupe! Estoy perfectamente bien. Como siempre Tae, levantándose tarde, lo conozco perfectamente. - Jungkook mordió su labio inferior, a la vez que suspiraba pesadamente, ese "lo conozco perfectamente" sonaba muy íntimo.

Jimin se rió por el comentario, dirigió nuevamente su atención al desayuno que estaba casi listo. Jungkook golpeteaba con su dedo índice el mesón, al mismo tiempo que afincaba su barbilla a su mano, con una faceta sería.

-¡Ah! Pero miren quien despertó, hola, mejor amigo, me habías olvidado. - La risa tímida de Taehyung hizo al azabache dirigir toda su atención a él, lo miraba fijamente en busca de intimidarlo, sus ojos profundamente oscuros recorrían con detalle cada una de sus facciones y expresiones, sus mejillas estaban ligeramente rosadas a la vez que le daba un corto abrazo a su mejor amigo.

Jungkook quitó su vista de ambos al ver que estos empezaban una animada conversación, cerró sus ojos con fastidio, suspirando con pesadez. Debía dejar de ser jodidamente celoso, lo sabía, pero era difícil.

Su delicado Taehyung era, sin duda, alguien en el que él podía confiar plenamente. Taehyung dejó de hablar con Minho y se acercó a donde estaban los mayores, Jungkook tenia una vaga conversación con Yoongi mientras esperaban a Jimin.

- ¡Hola! Buenos días, ¿cómo amanecen, Hyungs? Ah... Jiminnie... Minho vino invitándome a ir a su casa a pasar el día... ¿Puedo ir? - Jungkook agrandó sus ojos ante esa "invitación", sonaba endemoniadamente mal, una propuesta que para él, tenía segundas intenciones, pero claro que sabía cuál era esa "Táctica" y por supuesto que la usó en sus días de secundaria, tan común en los jóvenes.

Su mirada gritaba un rotundo "No." Y con solo su mirada Taehyung supo que esa invitación a Jungkook le desagradaba, pero el menor optó por hacerse el desentendido, Jungkook quería decir No, en voz alta, y no dejar que fuese, pero ¿quién era él para reprimirle de esa manera? Era retrógrada, y él lo sabía, Taehyung tenía el derecho de hacer lo que quisiera, pero aun así, los celos eran mucho mayores, no pudo evitar sentirse molesto, era irritante sentirse así.

Lo peor de una relación, para él, eran los celos, esa necesidad de saber qué hace esa persona, con quien está y donde, los celos eran como una pequeña enfermedad que poco a poco deterioran una relación, él no quería eso con Taehyung, esa desconfianza, y aunque fueran involuntarios, era algo que debía aprender a controlar, porque los celos a cierto punto podían ser sanos y necesarios para que una relación siga, mostrar ese interés por el contrario, pero querer acapararlo para él y solo para él, no era sano.

-¿Ir a su casa? Pues, está bien, pero ¿ya? ¿No desayunarás primero? Quédate a comer.

-No se preocupe, mi madre invitó a Taehyung a comer en casa, vendremos de regreso quizá a las cinco de la tarde. - Jimin hizo una mueca mientras lo procesaba, suponía que estaba bien.

- Te quiero aquí a las cinco en punto, Taetae. - Taehyung sonrió parcialmente complacido, no del todo, ya que obviamente quería quedarse ahí y pasar todo el día junto a Jungkook, aprovechar de su tiempo juntos pero Minho lucia molesto puesto que había pasado un poco menos de un mes y él no le había mando ni siquiera un mensaje de saludo, cuando primeramente quedaron en ir juntos a la casa de campo de su familia.

- Bien... - dirigió su vista a Jungkook y este ni siquiera lo estaba viendo, estaba concentrado en lo que sea que hacía en su teléfono.

Sin poder hacer nada más, fue a su habitación a terminar de arreglarse, era algo sencillo y cómodo, no buscaba impresionar a nadie más, a excepción de Jungkook.

Cuando Taehyung se fue junto a su amigo, Jimin y Yoongi tenían una conversación de lo mas normal, hablaban tranquilamente mientras dentro de él, su cerebro maquinaba miles de escenas en las cuales el amiguito de Taehyung se sobrepasase con él, aprovechándose de su bebé.

Cerró sus ojos con fuerza y pasó una mano por su cara pesadamente, soltó un gruñido, Jimin se extrañó un poco ante el repentino cambio de actitud de Jungkook, justo antes de pode preguntarle qué le pasaba, el teléfono del azabache sonó.

Jungkook levantó su vista extrañado, era su padre.

- Hola, padre, ¿cómo estás? - El tono de Jungkook sonaba extrañado, pero saludó como regularmente lo hacía.

- Hijo, ¿cómo estás? Tu madre y yo estamos bien, ella pregunta cómo van tus pequeñas vacaciones. - Jungkook se permitió respirar tranquilamente al ver que no se trataba de ninguna emergencia.

-Ah... me alegro. Estoy bien, todo va bien...

- Hijo... de verdad me da algo de pena contigo, pero necesito que regreses pronto, te estimo aquí en la empresa a cargo de todo. - Jungkook soltó un suspiro, Jimin y Yoongi prestaban atención a la conversación y a cada expresión del azabache.

- No te preocupes, no tienes que afligirte, papá. ¿Qué tan pronto me necesitas?

-¿Mañana mismo? De verdad es urgente, el sustituto temporal que asigné en tu puesto cometió unos cuantos errores, no tengo tiempo para remediarlos, así que mañana mismo tienes que estar aquí, a primera hora, si es posible. - Jungkook soltó un pesado suspiro, eso significaba que debía irse ese mismo día. Todo empeoraba.

- Bien, mañana mismo estaré allá, los veo luego... bien, adiós, igualmente. - En cuanto Jungkook cortó la llamada, las preguntas de Jimin se hicieron presentes.

- ¿Era tu padre? ¿Debes irte ya? ¿Pasó algo grave?

- Era mi padre, y sí, debo irme hoy mismo, nada grave... solo cosas del trabajo.

- La responsabilidad ante todo...- Jungkook asintió de acuerdo a las palabras de Yoongi.

- Supongo que compraré el boleto para la tarde, poder llegar y acomodar algunas cosas, recibir paquetes y todo lo que no revisé en casi tres semanas, y poder ir a trabajar mañana mismo. - Y así lo hizo, su boleto ya estaba comprado, en primera clase a las seis de la tarde con destino a Japón, Tokio.

Jungkook quiso tener todo listo para no retrasarse en su vuelo, además que ahora sentía como una obligación decirle a Jimin, ya no era una opción de "quizá sí..." Debía hacerlo, era ahora o nunca, eso no podía posponerse, claro que quería hacerlo de otra manera, que estuviera Taehyung presente, pero no era precisamente esa situación.

Las horas pasaban ridículamente rápido, no se percató de la hora sino hasta que ya eran cuatro de la tarde. Él estaba casi listo para irse, prefería llegar una o dos horas antes al aeropuerto, dependiendo de que tan lejos viviese, las maletas estaban a un lado, reservó un taxi para las cinco en punto, iría con una hora de anticipación al aeropuerto.

Jimin había sido demasiado atento con él todo el día, quería que el azabache se quedase mas tiempo, pero no podía exigirle eso. Pero, había llegado el momento de confesarle todo a Jimin.

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