21
Hoseok y Jungkook habían avanzado bastante desde su punto de partida, era ahora Hoseok el que llevaba el neumático en su mano mientras mantenía una conversación con Jungkook.
— ¿Entonces vives solo allá?
— Sí, pero prefiero vivir solo... ya sabes, me agrada estar solo.
— ¿No es mucho la soledad? Es más relajado, lo sé, pero vives en Japón ¿tienes amigos con los que salir de vez en cuando?
— Algunos compañeros de trabajo, usualmente solo voy a la empresa de mi padre, luego a comer, gimnasio y dormir.
— ¿No has considerado volver a Corea del Sur? — Jungkook inclinó un poco su cabeza hacia un lado mientras sus labios formaban una ligera linea recta, pensando. La verdad nunca se había detenido a pensar eso.
— Digo, quizá extrañes a tus amigos, a nosotros, pasar tiempo en compañía, salidas de vez en cuando como estas... solo que sin neumáticos averiados. — Hoseok se apresuró a agregar, riendo levemente ambos por las últimas palabras que dijo.
Jungkook se permitió unos segundos pensarlo en profundidad, nunca había considerado volver, y no era que no extrañaba a sus amigos y que quería vivir apartado de todos ellos, solo que primeramente se concentró en él, en lo que suponía más importante, además que todas las cosas les llevaron a esas circunstancias, a cada quien ir por su camino como personas adultas, claro que extrañaba pasar tiempo con amigos, pero cada uno tenia responsabilidades.
Pero ciertamente Jungkook vive una vida relajada, no fácil, pero si libre de preocupaciones, sus padres no lo mantenían, ahora trabajaba, no tenía mascotas por la cual se privarse de viajar y no volver a casa por más de una semana, no tenía pareja así que no tenía que preocuparse por celos.
Jungkook estaba acostumbrado a ese estilo de vida, relajado y libre de preocupaciones, pero aquel viaje de amigos había instalado en su cerebro otro tipo de mentalidad. ¿Cuándo este viaje se terminase... su "pequeña relación" con Taehyung también se terminaría? Evidentemente no quería que terminase, se llegó a involucrar con Taehyung mas de lo que ninguna vez se llegó a imaginar, porque no era algo que él pensó en algún remoto momento de su vida ¿tener algo con el hermanito menor de Jimin? Pero ahora no podía dejar a Taehyung así, no podía dejar sus sentimientos así, pero considerando que lo que él está haciendo está "mal" ¿no era ese momento el indicado para pararlo? ¿Para parar aquella prematura relación que ya había desencadenado un sin fin de sentimientos? De fuertes sentimientos.
Pero no podía acabar ahí, inclusive Jungkook podría empezar a pensar alternativas para tener a Taehyung a su lado, sabía que Taehyung era joven y que aquí en corea él lo tenía todo, pero quizá Japón también sería un buen lugar para él, salvo el idioma, pero podía pagar algún profesor personal para él, cualquier cosa, o tal vez podría hablar con su padre e inaugurar una nueva sede en Corea del Sur, así vivir en el mismo lugar que Taehyung y sus amigos.
Sin darse cuenta, se imaginó como podría llegar a ser su vida con Taehyung a su lado, las cosas que haría por él, por verlo despertar a su lado cada día, por cuidarlo y complacerlo en todo.
— Yo... yo realmente no lo sé, no sabría qué decirte. Obviamente los extraño a ustedes, pasar tardes juntos y ahora más después de esta salida, pero tú más que nadie sabes cómo es un trabajo, hay que ser responsables, más yo que trabajo para mi padre y no puedo renunciarle de un día para otro, menos en un cargo tan importante, pero realmente... realmente no quiero volver a dejarlos. — Hoseok notó la mirada baja de Jungkook, parecía asumido en sus pensamientos mientras caminaba a su lado, volvió su vista al frente e hizo una mueca, comprendía a Jungkook, quería ayudarlo, pero no sabía en qué, no sabía cómo, así que solo se mantuvo en silencio.
— ¡Oye, Kook! ¡Mira, es un local! qué suerte, ya me estaba muriendo de frio y cansancio. — Jungkook alzó su mirada ante el repentino grito de Hoseok, miró en la dirección que su dedo apuntaba, y efectivamente un local alumbraba en medio de la oscuridad.
Soltó un pequeño suspiro de alivio mientras se apresuraban un poco más para terminar de llegar. Se adentraron por el vacio estacionamiento del lugar, había una gasolinera justo al frente del mismo local.
El aire frente a la entrada tenía aroma a gasolina, subieron las cortas escaleras hasta estar frente a aquella tienda veinticuatro/siete que lucia un poco vacía, Jungkook apegó su rostro al vidrio sin llegar a tocarlo y visualizó al interior, había un chico detrás de la caja registradora con su vista fija en una revista.
— Hay alguien, entremos. — Dicho esto Hoseok se apartó un poco de la puerta mientras Jungkook la abría y ambos se adentraban, una vez dentro ambos pudieron sentir la diferencia de temperatura. El chico detrás de la caja levantó su vista y la posó sobre ambos, escaneándolos por segundos.
— Hola... buenas noches, disculpa ¿hay repuesto para neumáticos? Sé que no es una tienda de repuestos para autos pero quizá... ─ Hoseok apenas entrar se apresuró a preguntar, siendo acortado abruptamente por el chico.
— Sí. — Jungkook arrugó su entrecejo un poco disgustado por la seca respuesta, aquel chico que mostraba ser más joven que ellos dos no lucia para nada amable y cordial.
— ¿Si hay? Qué alivio, vamos a comprar dos... — respondió Hoseok con una sonrisa nerviosa.
— Allá. — El chico señaló un pasillo, sin siquiera voltear a ver mientras mantenía su vista fija en ellos, y masticaba perezosamente un chicle.
Hoseok se removió un poco incómodo por la extraña actitud del joven, le sonrió levemente mientras inclinaba levemente su cabeza como un ademán de agradecimiento e iba por el pasillo que el joven señaló.
Jungkook se mantuvo parado en el mismo lugar, sin inmutarse por la extraña actitud, el chico no apartaba su mirada inclusive si Jungkook le seguía aquel juego de "guerra de miradas", sin duda le daba mala espina. El chico inclinó su cabeza un poco, Jungkook se sintió un poco cohibido así que solo sacudió su cabeza, tratando de apartar aquella extraña sensación que empezaba a trasmitirle aquel joven e iba por el pasillo de snacks a comprarle algo a Taehyung.
Hoseok se agachó justo frente a los neumáticos en dicho pasillo, revisó el que cargaba en sus manos y se aseguró que los que compraran fueran igual, del mismo tamaño. Por su parte, Jungkook recorría los estantes con su vista y tanteaba ligeramente los productos mientras leía, cada cierto segundo miraba hacia la caja registradora y se encontraba con la no grata mirada del chico sobre él, aún.
Era incómodo, le trasmitía una sensación de incomodidad que pocas veces había tenido que experimentar en su vida, quería pararse frente a él y exigirle que dejase de verlo si no quería un puñetazo de su parte, pero era tan extraño que no podía hacerlo, solo quería comprar e irse de este estúpido lugar.
Tomó algunos dulces, chocolates para Taehyung y se dirigió hacia donde estaba Hoseok, quien apenas se levantaba junto a dos neumáticos en sus manos.
— Estos son, gracias a Dios había ¿Pagamos ya? Me quiero ir pronto. — Jungkook asintió junto a una mueca como respuesta, no quería hablar, solo tomó un neumático en su mano y se dirigió con pesar a la caja registradora, sintiendo una extraña presión en su pecho a la vez que sentía la intensa mirada sobre él, nuevamente.
— Compraremos esto. — Jungkook se limitó a hablar escasamente mientras se encargaba de pagar, Hoseok se mantuvo al lado de la puerta con el otro neumático, moviendo frenéticamente su pierna esperando irse lo antes posible, aquel lugar tenía una sensación muy extraña. No era miedo lo que su pecho sentía, era una asfixia indescriptible junto a una mala sensación de sentirse vigilados.
Jungkook miraba minuciosamente cada movimiento que el joven hacía, lucia como de unos ¿18 años?, sin darse cuenta tenía su mandíbula tensada, el chico terminó de gestionar todo para finalizar la compra, Jungkook estuvo libre de aquella mirada por los minutos que parecieron horas, hasta que el chico alzó la mirada y fijó su vista a los oscuros ojos de Jungkook, le tendió las compras que eran los dulces junto a su tarjeta y una factura.
— Gracias por su compra, vuelvan pronto. — Jungkook y Hoseok escucharon detenidamente la voz del chico, sonaba rasposa y gruesa, para nada concordaba con su rostro.
— En mi vida vuelvo a venir, gracias. — Jungkook tomó su compra y guardó rápidamente sus cosas, saliendo del establecimiento junto a Hoseok.
Una vez fuera respiraron hondamente, la tensión se disipaba, pero aún sentían una mirada en sus nucas, a sus espaldas. Hoseok no se preocupó en voltear, solo apresuró su paso para alejarse de ese lugar mientras Jungkook sí volteó, viendo a aquel chico asomarse desde la ventana de "servicio" mirándolos fijamente, sin moverse.
— ¿Pero qué mierda fue todo eso? — espetó Jungkook con extrañesa.
— No lo sé, ya no voltees, Jungkook. Solo camina.
— Pero mira ¡sigue asomado!
— Jungkook, solo no lo mires más. Qué horrible experiencia, dios mío, no podré olvidar esos ojos jamás, su voz ¿oíste su voz? qué horrible... — Hoseok se sacudió en un fallido intento de alejar ese malestar.
— Sí, sus ojos de cerca eran terriblemente negros. Puto niño ¿quién se cree? ¿Piensa que puede ir por la vida incomodando a la gente así?
— No lo sé, no me importa y no quiero saberlo. — Jungkook solo soltó un suspiro y miró hacia el cielo, tratando de recordar los lindos ojos de Taehyung para disipar aquella extraña sensación de tener esos ojos mirándolo fijamente.
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