Jungkook, 23 años. Taehyung, 18 años.

Han pasado tantas cosas desde que Jungkook se fue de Busan.

Cuando llegó, solo tuvo que estudiar un par de años de secundaria y luego ir a la universidad para administración de empresas o licenciatura en finanzas, donde rápidamente consiguió empleo con su padre. Trabajó en aquella empresa que tenía un gran sueldo, pudiendo así sustentar todos sus gastos y darse lujos, además de ahorrar en su cuenta bancaria.

¿Qué hacía exactamente? Pues el profesional en Administración de Empresas se dedica al diseño, planeación, organización, dirección y control de todos los recursos que incluyen para la organización como tal de la empresa, la ejecución de los planes y proyectos, la administración de reorientación y reingeniería que le habían puesto a cargo. Lo admitía, era un trabajo duro, pero le encantaba, además del sueldo.

Cabe destacar que por el momento su vida amorosa era nula. Admitía que había tenido alguna que otra cita, pero nada más que eso. Aunque no era virgen, no estaba comprometido con nadie.

Sus padres estaban bien, llevando su vida con salud y amor. Vivían juntos en una gran casa a la cual podría ir si quisiera, pero él se había comprado un departamento lujoso y demasiado grande para él solo, pero estaba bien.

Con respecto a sus viejos amigos Jimin y Hoseok, hacía ya ocho años que no los veía, desde aquella tarde de sus quince años. Sí, hablaban por Skype, KakaoTalk y más redes, pero no era igual. Además, desde hace un año los mensajes eran menos constantes por parte de los tres. Él sabía que era debido a los trabajos, postgrados y otras cosas que cada uno hacía, dejándolos casi sin tiempo.

Admitía que estaba agotado, cansado de trabajar tanto. No planeaba renunciar y no odiaba su trabajo, pero estaba empezando a reconsiderar unas vacaciones.

...

Era de tarde, casi noche, y Jungkook se encontraba en ropa ligera en su cómodo sillón viendo una serie nueva en Netflix, pero la llegada de un mensaje le hizo soltar sus palomitas para leer aquel inesperado mensaje.

Cuando lo abrió, se llevó la gran sorpresa de que era Jimin.

"¡Amigo! ¿Cómo estás? Hace tiempo que no sabemos de ti. ¿Sigues vivo?" Vio el mensaje y sonrió, volteando los ojos con fastidio.

"Sí, sigo vivo. ¿Están vivos Hoseok y tú? Me abandonan, no responden." Respondió casi inmediatamente.

"¿Qué dices? Tú nos dejas en visto, Jungkook."

"Pero eso no importa, vengo a saber de tu existencia. ¿Todo bien?" Jimin replicó.

"Todo excelente. Ando agotado por el trabajo, pero no me quejo."

"Me alegra saber eso. Oye, sabes que Hoseok y yo andábamos hablando de que hace siglos que no nos vemos, así que se nos ocurrió una brillante idea. ¿Aceptarías?" Jungkook leyó el mensaje y bufó.

"Dime primero qué es, no aceptaré si no sé."

"Aceptarás. Lee con atención. Sabemos que todos estamos ocupados por el trabajo, pero ya es verano y Hoseok y yo tenemos vacaciones. ¿Qué tal si pides unas vacaciones y vienes con nosotros a un viaje por carretera de Busan hasta Gimhae?"

Jungkook lo pensó un poco, aceptó que no le vendría mal y además él ya estaba pensando en unas merecidas vacaciones. No tendría que pasarlas solo en su departamento; era una buena idea.

"Cuenten conmigo. Iré en una semana." Confirmó el azabache.

"¡Lo sabía! Te estaremos esperando, Rata." Jungkook rió al ver el sobrenombre, pero como venganza lo dejó en visto, cosa que molestaba a Jimin.

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