Capítulo 41. «Terminado»

-Ustedes no ganarán, de eso estoy segura -gruñe Karina que, aunque sus carceleros la mantienen encadenada y con algún tipo de magia negra e inhibidora sobre ella, (no entiendo porqué no la usaron antes), se mantiene lo bastante cuerda y fuerte para hablar. No entiendo como es que no noté desde antes el parecido entre ella y Terri. No sólo por sus habilidades, sino por sus características físicas y el día en que Terri hizo su presentación en Satiry.

Es demasiado increíble.

Patrick centra sus ojos en ella, orgulloso. Estos inmediatamente se vuelven rojos, sorprendiendo a la multitud que lo observa. Los Tenebris a su lado no parecen inmutarse, deben estar muy bien entrenados. Él comienza a caminar hacia Karina y, una vez que la ha alcanzado, inserta sus calientes manos en su barbilla, quemándole. Karina chilla, su barbilla se torna roja, sus quejidos llenan el ambiente.

Furiosa y con los puños apretados estoy a punto de hacer algo terrible cuando una voz que ya reconozco bien grita lo siguiente:

-¡Suéltala! -viene de Terri, al que todos miramos por su atrevimiento. No sé que es lo que se supone que haga en esta situación. ¿Ayudarlo? ¿Unirme a su resistencia?

«Estamos juntos en esto» manda Razor a mi mente, confundiéndome más. Que el agarre de Erick en mi mano se intensifique tampoco sirve de mucho.

- ¡Mira quien está aquí! -exclama Patrick, al ritmo de sus ojos. Un dron se enfoca en Terri, buscando grabar todo-. Qué inocente. No sé como hayas escondido tus habilidades de nosotros, pero no servirá de nada si tú hermana... ¡Está muerta!

El agarre caliente de Patrick se intensifica al ritmo de sus palabras. Una vez termina de hablar, baja su mano al cuello de Karina y deja una pequeña llama salir de sus manos.

Ella chilla, el dolor extendiéndose por su cuerpo, así que comienzo a preguntarme cuantas personas estarán viendo esto alrededor del mundo.

-Tengo que hacer algo -es lo que logro formular antes de comenzar a moverme entre las personas. Erick me detiene tomándome de la muñeca, y susurra en mi oído:

-Hay un montón de Tenebris y personas civiles aquí, no podríamos contra todos. Es un suicidio.

-Él está cometiendo suicidio al tratar de ayudar a su hermana. Tal vez Karina sea despreciable, pero son hermanos, no puedo dejarlo así.

-Claro que puedes, o nos expondrás a todos aquí -vuelve a susurrar en mi oído, justo en ese mismo momento Terri gruñe, furioso, sin saber que demonios hacer.

Suelto una maldición cuando oigo a Terri murmurar «terminado», lo que en términos sencillos significa que ha bajado el escudo que esconde sus habilidades. Extiende su mano al momento que, de improviso, vuelve a susurrar, «sin aire» una especie de conjuro que, al ritmo de sus manos, como si él mismo se teletransportara hasta el escenario, ahorca a Patrick.

Él se lleva las manos al cuello, al mismo tiempo tambaleándose hacia atrás y sus ojos encendiéndose aun más, con una furia que parece incontrolable.

Esto no es bueno. Es peor que, de improviso, las personas que antes se habían alejado de él dejando que las cámaras tuvieran un buen marco para grabar ahora se acercan furiosas y lo alzan cual estrella de rock hasta que llega al escenario. Esto no hace que pierda el control de su conjuro, sino que sigue firme, intensificándose.

Al notar esto y justo en el instante en que Terri pisa el escenario, Pan se levanta, (se cree tan superior que ya parece el rey de Solteichn) estira su mano y, prepotente, vuelve a dejar salir aquella oscura niebla de sus manos, tan rápida que en ni en un segundo Terri ya está desparramándose en el suelo, Karina solloza al ver como sufre.

No puedo más.

-Terminado -susurro, llamando la atención de Érick, que tensa su agarre en mí muñeca.

-No lo hagas -ruega. Es demasiado tarde, ya no hay marcha atrás. Estiro mí mano y, al instante, me deshago de la oscuridad que nubla la mente de Terri.

Pan se gira hacia mí, asombrado, no creyendo que esté aquí. Sus sentimientos denotan algo parecido a...

Miedo.

Esto hace que una pequeña sonrisa salga en mi rostro. Patrick me mira con un odio palpable, mientras que Karina y Terri parecen aliviados. Estiro mi mano izquierda, haciendo que comience a salir arena de ella a borbotones, arena que convierto en algo parecido en una tabla de surf. Suspiro, concentrándome,y enfoco el aire alrededor de mí para hacer que las personas que me rodean se alejen. Sólo entonces estoy segura de que puedo subirme a la tabla y enfocarme en hacerla flotar.

Mientras tanto, Pan y sus secuaces cuchichean entre ellos diciendo quién sabe qué.

Llego hasta Karina, no puedo evitar tragar duro al ver sus heridas. Las personas vienen por nosotros, furiosas, y no tengo idea de que se supone que debo hacer.

-Tanto tiempo -es lo primero que dice Patrick al verme, crujiendo los dientes-. Diane.

- ¿Cómo te atreves? -pregunto, tratando de ganar tiempo-. Nos traicionaste.

-Tú nos traicionaste -contesta él, como si fuera la víctima. Las cámaras parecen haberse apagado, pero su actuación continúa-. Te fuiste con él, con Thor. Pudiste haber tenido todo conmigo, pero ahora morirás, y todo será por tus decisiones.

Estoy tan furiosa que incluso mi cabeza duele. Miro hacia Karina y a Terri, que parecen estar bastante recompuestos y, al mismo tiempo, busco mentalmente a Razor.

Parece estar en el...

Cielo.

-Eres un idiota. No puedo creer que realmente hayas pensado que yo te quería. Nunca te elegiré, menos después de ver el monstruo en que te has convertido.

Esto parece dolerle a Patrick, puedo sentirlo. Aprovechando su aturdimiento, siento a Razor acercarse a pasos, o más bien, a vuelo, apresurado.

Es maravilloso ver como sale de las nubes sobre nosotros, llamando la atención de cada Tenebris en este lugar. Extiende sus alas y, entonces, aterriza.

- ¡Rápido, suban! -le grito a Karina y a Terri. Él se ha deshecho de los que la custodiaban, así que ambos avanzan a cuestas hasta Razor. Voy hasta el padre de Zukira, enfocándome para lanzar por los aires a sus carceleros para poder liberarlo. Luego voy hacia el padre de Érick, que parece significativamente lastimado.

-Tienes que irte -chilla, su vista fija detrás de nosotros-. Ya.

Sigo su mirada, que va directo hasta la parte alta de la granja, desde donde nos ven más de diez Tenebris enfurecidos. Suelto un pequeño chillido al sentir como uno de ellos, (no logro distinguir si son más), manda algún tipo de dolor a mí cabeza, haciéndome doblar las piernas debido a lo mal que me siento.

Érick se adelanta, yendo a mi rescate y mandando un rayo a aquel Tenebris mientras que al mismo tiempo avanza hacia el escenario a pasos apresurados. Me esfuerzo por mantenerme de pie, (aunque un leve destello del dolor aun sigue en mí) y me acerco al padre de Erick para ayudarlo a subir a Razor, que espera con una tranquilidad que me asusta. Una vez estamos todos sobre él, ambos nos esforzamos por hacer una capa de arena que nos proteja de otro Tenebris que con su magia oscura crea algún tipo de flechas que obviamente vendrán hacia nosotros.

- ¡Rápido! -incito a Érick, que avanza hacia nosotros rápidamente, los demás apartándose de su camino debido a que sus manos están encendidas. Él nos alcanza, justo antes de subir haciendo un movimiento rápido para evadir las columnas de fuego que un desvalido y furioso Patrick manda hacia él. Apenas va subiendo cuando otra columna de fuego es lanzada, no puedo detenerla lo suficientemente rápido, así que, reaccionando ante todo, Terri se adelanta en el camino en que viene el fuego, protegiendo a Érick.

Mis ojos se desorbitan al ver la oscura expresión en su rostro al recibir el fuego sobre él. Sus habilidades parecen desatarse, dejando crecer un montón de plantas a varios metros a la redonda. Las personas comienzan a correr despavoridas, huyendo de las enormes raíces que está creando durante su agonía, mientras que Razor extiende sus alas preparándose para volar. Puedo oír como exhala, antes de alzarse por los aires.

Érick detiene a Terri. El padre de Zukira y Karina parcen detenerse en conjunto, mientras que el padre de Érick parece demasiado enfocado en sostenerse de la silla y no caer.

Un sentimiento de tranquilidad me invade, sabiendo que hemos salido con vida. El camino a la iglesia se me hace eterno a pesar de que son sólo unos pocos minutos. Una vez llegamos, Thor se asegura de llevar a Terri a uno de los sofás, parece bastante mal.

-Tifón no está aquí -susurra Érick en mi oído demostrando su preocupación-, tanto sus quemaduras como las de Karina parecen graves, en especial las de ella.

-Yo ayudaré -nos interrumpe Sofía, segura. Érick centra su mirada en ella, sus labios apretados-, estuve viendo la transmisión en la televisión, así que desde entonces buscamos información en internet sobre quemaduras, ¿Verdad Lorna?

-Sí -contesta ella. Lorna es como la mamá de todos aquí. Es una mujer de mediana edad y ojos castaños. Ha sido muy buena conmigo desde que llegamos-, pero no creo que podamos hacer mucho. Las quemaduras van más allá de primer grado, eso es seguro, y las de Karina son en la cara, un lugar sumamente riesgoso. Voy a echarle agua y llamar a emergencias, no estamos en peligro.

-Lorna, yo puedo -ruega Sofía, desesperada, mientras va hacia ella y la mira fijamente a los ojos-, he visto a Tifón usar sus habilidades muchas veces y hemos practicado otras cuantas. Soy la otra única que puede usar el agua correctamente, vamos.

-Hay que dejarla intentarlo -digo, mientras que Lorna va hacia Terri y le quita toda su ropa, a excepción de la que parece estar pegada a su piel.

-Pero, si hace algo mal... -contesta Érick, con preocupación.

-Que lo haga -dice Karina, que a duras penas se mantiene cuerda-. Tiene ganas de hacerlo, está segura. No nos quitará mucho tiempo, hay que intentarlo, al menos.

Karina parece tranquila a pesar de lo grave de su situación. No puedo evitar sentirme mal añ ver su barbilla y el tono rojizo que ha tomado. Por su parte, Érick responde:

-Está bien, inténtalo.

Sofía no responde con emoción, sino que parece concentrada, al momento que, al mismo tiempo, alza sus manos y llama un poco de agua del río.

-Vamos, Ferrates, ayuda -susurra, el agua se encapsula en una esfera que ella acerca a Terri.

«Algo, algo está mal» responde él, como si estuviera agonizando, «La oscuridad está creciendo, pero puedo hacer algo, dar un poco de energía»

«No, yo ayudaré» interrumpe una voz bastante conocida. No sé su debería llamarlo voz porque está en mí mente. Miro hacia el camino por el que viene, encontrándome con una de las raíces de Tule que viene hacia acá.

-Es bastante difícil, sus quemaduras son fuertes -dice Sofía, que, aunque parece estar ayudando, no parece ser muy rápida.

«Dile a la pequeña que vaya con Karina, yo ayudaré con Terri» dice él.

- ¿Qué es esto? -pregunta Lorna, al ver la raíz avanzar frente a ella.

-Es ayuda -digo-, Sofía, ve con Karina. Tule ayudará con Terri.

-Bien, iré con ella -dice, tomando su esfera y llevándola hacia ella.

Tule, por su parte, extiende su raíz y una luz sanadora empieza a salir de ella. Las quemaduras de Terri no se desvanecen, pero cicatrizan. Por su parte, Sofía va poco a poco, también desvaneciendo poco a poco sus marcas.

Érick me abraza todo el tiempo, buscando consolarme. Las cosas no irán tan mal, no ahora. Tengo que mentalizarme, no dejarme rendir.

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