Kenia

̶ Debe ser una broma, ¿verdad?−pregunta incrédula Hanna, después de contarle todo lo sucedido en mi vida en los últimos días y la decisión que debo tomar−Dejame ver si entendí, estas enamorada de no uno, sino dos chicos. Que a su vez no son hombres sino...un vampiro y un hombre lobo. Kenia, ¿has perdido la razón?

̶ No, sé que suena de locos. Yo todavía no me lo creo. Si ambos no me lo hubiesen demostrado, te daría la razón−callo por un instante, mientras respiro profundamente intentando ordenar mis ideas− Los amo a los dos; pero aun sino los amara, soy su pareja, escogida para ellos por la naturaleza. Si no les correspondo, no existirá nadie más para ellos.

̶ Kenia, en verdad no sé qué decir. Esta situación sale incluso de lo anormal. Es algo que nunca, repito nunca ni en mis fantasías mas alocadas hubiese imaginado. Sin embargo, aunque la situación es complicada y debe ser pensada con detenimiento. No entiendo, el porqué de tu agonía−le miro con sorpresa ante esa declaración tan ligera−no me mires así. Lo que digo es que decidas lo que decidas, al final estarás con un hombre que te ama, y al cual tú amas. Así que ¿cuál es el problema?

̶ ¿el problema?... Es que quiero estar con los dos, no quiero decidir por ninguno, me niego a dejar una parte de mi corazón botada. Para poder ser feliz, con la otra mitad−digo casi a grito. Hanna me mira estupefacta.

̶ Kenia−se sienta a mi lado mientras toma mis manos entre las suyas−te quiero. Amiga aunque cuando me contaste la primera vez me altere y te juzgue. Quiero decirte que lo que decidas, yo te apoyare. Si tu deseo es estar con ambos, hazlo

̶ ¿estás loca? Recuerdas de ¿dónde provengo? Mis padres me odiaran, quedare sola. ¿Cómo voy a presentar a mis amigos una relación así? Para muchos seré una enferma sexual, otros pensaran que por llevar una relación de ese estilo pueden irrespetarme. Jamás tendré una vida normal. Y lo más importante, ambos son muy posesivos, estoy muy segura que no aceptaran esta situación. Solo imaginar a Ryan, presentando a su Luna a la manada y el amante de la Luna. ¿Quién me va a respetar?

̶ Guao, sí que lo has pensado. Vayamos con calma. Tu vida ya dejo de ser normal, desde el momento que te enamoraste de seres sobrenaturales. Y lo de si te quieren compartir, si te aman quizás acepten. Ahora lo de tus padres, si es más complicado. Sin embargo creo que deberías comenzar por hablar con Ryan y Bruce juntos, según como salga la conversación decides si hablar o no con tus padres. Yo les diré, que estás enferma, eso te dará unos días. ¿de acuerdo?

La miro por unos minutos, luego pienso que ella lleva la razón. Lo primero que debo hacer es hablar con ellos. Deben saber que no estoy dispuesta a escoger, ya veremos que sucede a partir de ahí.

Hanna se queda dos días en casa, cuidándome y tratando de desenmarañar mis pensamientos. Sin duda su esposo es un santo, recién casado y ya debe compartirla. El domingo en la tarde, me lleno de valor y les envío un mensaje a ambos, diciéndoles que necesito conversar con ellos, les hago saber que ambos estarán en la conversación. No tarda en llegar la respuesta, indicándome que vendrán a mi casa en la noche. Esta será la conversación más importante de mi vida, así que me voy a tomar un buen baño relajante y a prepararme para una de las conversaciones más extrañas e incomodas que tendré.

Ryan

Lleva toda una semana sin hablame, su silencio me está matando. MI hermano cada día me soporta menos, ayer casi nos vamos a las manos. Al final me relevo de mis tareas y me mando a la cabaña para que me hunda yo solo en mi miseria. Hoy la desesperación ha tocado fondo.

Ryan: Hola, sabes algo de Kenia. Estoy preocupado.

Bruce: No, ella no me ha escrito. Sin embargo, la he visto. No está nada bien.

Ryan: ¿Cómo? ¿Qué le ha sucedido?

Bruce: debemos hablar en persona, es importante.

Ryan: de acuerdo.

Decido que nuestra reunión sea en mi cabaña. Aquí nadie nos molestara. Sus escuetas palabras me han puesto en alerta, mi mate está en peligro. Me veré en la necesidad de quitarle su poder de decisión y atarla a mí. Al principio se molestara, con el tiempo entenderá que lo hice por su bien y el de mi manada.

Siento su presencia aun antes de que toque la puerta. Decido adelantarme y abrir sin más. Me mira altivo desde la entrada.

̶ Ahora si me dirás que sucede con mi luna−digo mientras le permito entrar a mi santuario personal.

̶ Está matándose de hambre, no duerme y pasa todo el tiempo llorando, solo eso−dice de forma irónica. La noticia me cae como un balde de agua fría. De inmediato quiero ir a su lado para cuidarla y convencerla de que todo estará bien.

̶ ¿Por qué?

̶ Estúpido, por nosotros. Ayer la escuche llorar por más de una hora en los brazos de una amiga. Luego la escuche hablarle de nosotros, ella nos ama a ambos−esa declaración me complace y asusta al mismo tiempo− no está dispuesta a escoger entre los dos, esto la está matando. Así que necesito decirte que no importa cómo, solo quiero que este bien. Es por ello, que si su felicidad es estar con ambos...Yo la acepto

̶ ¿Qué?, pero ¿te has vuelto loco?−grito, mientras puedo ver que esa declaración no la ha hecho a la ligera, está en paz con ella. Le miro mientras intento entender, porque alguien compartiría su pareja. Entonces me doy cuenta de que ella es lo más importante para mí. Y como tal debería priorizar sus necesidades, después de todo no dicen "mujer feliz, vida feliz"

̶ Ryan, no la has escuchado llorar. Su agonía es muy real. Ella se niega a dañar alguno de nosotros. Es una gran mujer, no podría vivir feliz, mientras uno de los dos es infeliz. No lo entiendes, sino la compartimos; ambos la vamos a perder. Porque aun escogiendo alguno, ese mismo día ella morirá, solo tendremos una parte de lo que ella es. ¿estás dispuesto a eso, con tal de tenerla solo para ti?

Pasamos toda la tarde conversando de nuestra hermosa mate. De cómo podemos hacer para que este feliz. Pensamos en si pudiera vivir con uno solo, luego decidimos investigar. Bruce sabe de dos parejas en su especie que les sucedió, quizás no es extraño que vivamos los tres juntos. Entonces una vez que lo decidimos, conversamos sobre como seria, ambos somos dominantes, en donde seria, en fin todos los detalles. Necesitamos tenerlo todo claro, Kenia no debe volver a pasar por una situación como esta. Ambos no hemos comprometido en hacerla feliz. Entonces mi teléfono y el de Bruce suena. Miramos las pantallas, luego nos miramos y sonreímos. Sin decir palabras ya sabemos quién escribe, al parecer se nos ha adelantado...