Preparación
Ryan
− ¿Estás seguro de que dice la verdad?−pregunto el hombre del consejo.
Había solicitado una reunión urgente con el consejo paranormal, necesitaba saber cómo proceder ante esta situación; pero por sobre todo si aún contaba con su aprobación. No había podido dormir luego de esa llamada. Aunque parezca absurdo, Lauren me preocupaba, no me gustaba nada en lo que estaba metida. Por momentos me sentía responsable, porque desde siempre le dije que ella ocuparía el cargo de Luna. Para empeorar mi confusión. Kenia había sido muy comprensiva, me dijo que le ayudara, ella no le guardaba rencor. Sin duda, mi mate es una gran mujer.
Al despuntar el amanecer, no pude aguantar más, necesitaba poder decir en voz alta mis pensamientos y saber que podía contar con apoyo. Mi vida y la de mis compañeros estaban en riesgo. Sin embargo, mas allá de eso, mi manada estaba en riesgo, estábamos a pocos pasos de una guerra. ¿Mi amor por Kenia había ocasionado esto? El sentimiento de culpa corroía mi estómago, haciéndome sentir miserable y egoísta. Ahora estábamos nuevamente en mi oficina, el consejo paranormal en pleno, mi personal de confianza, el padre de Bruce, sus consejeros, mi mate. Todos estaban en suspenso escuchando mi conversación con Lauren. Él hombre de la capa, se había mantenido caminando por toda mi oficina. Dándome inseguridad.
− No− dije mientras el miedo recorría mi cuerpo− Lauren, ha cambiado. Pero no creo que se inventara algo así. Ella no está segura en lo que se refiere al consejo− dije mientras él de la capa me miraba de frente. Me estresaba puesto que la capa no me permitía verle el rostro, así que desconocía su expresión y por ende lo que mis palabras causaban en él.
− Entonces, estamos en la oscuridad. Si no tenemos ni una prueba no podemos actuar. Lo peor es que solo nos quedaría esperar que actúen−dijo el de la capa, con esa voz oscura, que la hacía parecer siniestra.
− No es del todo cierto−dijo el Padre de Bruce. Todos volteamos a verle a la espera de una mejor explicación. Él sondeó la habitación, mientras pensaba lo que nos iba a decir− hace un tiempo fui informado del inicio de la relación de mi hijo−y se detuvo a mirarlo a los ojos, mientras este se sorprendía al escucharle− con una humana y un hombre lobo. La humana no me era extraño, mi hijo es una persona muy sociable−miro a Bruce con picardía, casi con orgullo− sin embargo, el hombre lobo si fue una alarma. Así que solicite fuese investigado a fondo− la rabia corroe mi ser, quiero arrancarle la cabeza por atreverse a entrar en mi vida sin mí autorización. Kenia toma mi mano, algo que me da calma. Decido esperar hasta el final de su historia− las investigaciones me dieron a conocer a Ryan, Lauren y Kenia. Me preocupaba como esta extraña interacción pudiese afectar al futuro de mi aquelarre. Es por ello que coloque escuchas en el consejo, no podía arriesgarme a perder a mi hijo, por una calentura momentánea−dijo mientras escuchaba como Bruce gruñía.−En fin, mi infiltrado hace unos días me hizo saber de un movimiento extraño, que se preparaba para la ceremonia de la luna. El día de hoy espero el informe final con información detallada.
− Bien –dijo el enano− hasta entonces deberemos esperar para decidir como debemos actuar−y sin mediar más palabras, los seis se levantaron y retiraron de la oficina. Dejándonos ansiosos.
− Entonces, padre. ¿Qué significó lo que acabas de decir?−dijo Bruce, muy enojado mientras miraba intensamente a su padre.
− Lo que escuchaste, Bruce. ¿realmente esperabas que no te vigilara una vez que dejaras el aquelarre?−dijo como si estuviese hablando con un niño pequeño−Por favor, bruce. Eres el príncipe, no puedes jugar con tu vida o si vamos más lejos con tu pareja. Bien sabía que no permitirías que me entrometiera en tu vida, razón por la cual no te lo informe.
− No puedo creerlo, siempre has sido un controlador; pero esto es el colmo, Padre−y salió de la oficina dando un portazo. Kenia nos miró a ambos, intento calmarnos con una media sonrisa y salió en busca de nuestro compañero.
Mientras todo quedaba en silencio, pensaba en todo lo que acababa de suceder. Siempre pensé que mi vida estaba bien controlada, que aparte de mi nadie podía controlar mi vida y acciones, al parecer estaba equivocado. Estoy agotado de este juego de poder, a veces quisiera ser irresponsable y escapar lejos. Poder ser anónimo y vivir un dia a la vez.
Sorprendentemente me he quedado solo en mi oficina, decido disfrutar de estos pocos minutos de paz. Me acerco a la ventana, donde logro ver a Kenia junto a Bruce. ¿Quién llegaría a creer que verlos juntos no me enloquecería? Me gusta verlos interactuar, me excita ver como se miran o tocan, me he vuelto un loco voyerista. Mi teléfono suena sacándome de mis pensamientos lujuriosos.
− ¿Ryan?−pregunta Lauren al otro lado de la línea.
− Si, ¿estás bien?−digo dejando que mis nervios manejen mis labios
− No estoy segura. ¿Declan está bien?−su pregunta me demuestra una vez más que esta mujer no es la misma que atacó a Kenia.
− Si, tiene a dos deltas protegiéndole−quedamos en silencio unos minutos.
− Lo lamento, Ryan. No tengo excusa, solo puedo decirte dado lo que ahora sé que se siente. Perdón, jamás te hubiese hecho ningún daño de saber esto que sé ahora−sus palabras son sinceras, logro conectarme con ella, realmente lo siente.
− Lo sé, hablaremos de ello en su momento. ¿Dónde estás?
− A las afueras de la ciudad a una dos horas de la manada. Estaremos aquí ocultos hasta la ceremonia. Debo irme−dice sin darme tiempo a despedirme. Mi preocupación por ella aumenta.
Lauren
Después de hablar con Ryan, espere por horas a que Declan volviese. Cuando no lo hizo, supe que todo había terminado. Me sentí devastada, luego me di cuenta que esto era lo que yo esperaba desde el inicio. Sin pensarlo más, tome mis cosas y me marche, del único lugar donde fui feliz. Deje mi corazón entre sus paredes, espere que muy pronto la locura por la ausencia de mi mate, me diera la libertad de la muerte.
Llegue al punto de encuentro. William no estaba, solo el tipo que la vez pasada lo acompañaba. En silencio me indico que lo siguiera. Mi cuerpo estaba tenso, mi estómago se retorcía. Estoy segura que no lograré salir viva de esta situación, en principio eso me da miedo; al pensarlo un poco más me da paz. Quizás mi sufrimiento sea después de todo corto.
Llegamos a un apestoso hotel, donde todos compartimos habitación. Somos diez personas en una habitación de hotel, de pronto me siento claustrofóbica. Le informo a uno de los chicos que necesito respirar, me mira con suspicacia. Sin embargo, asiente. En lo que logro salir de la habitación, me transformo. Necesito correr. ¿Qué estoy haciendo?
Llego a una pequeña granja. Descubro que está sola, así que decido llamar a Ryan para informar mi paradero. Es extraño escuchar su voz, antes mi cuerpo reaccionaba a ella con tanta facilidad. Ahora solo me hace sentir sola. Es triste como tus acciones precipitadas pueden destruir tu vida, sin vuelta atrás. Luego de hablar con él, mis manos pican necesito oír su voz. Sin darme cuenta estoy marcándole.
− ¡Alo!− Al escuchar su voz al otro lado de la línea, mi cuerpo responde como nunca y se excita. Lagrimas corren por mi cara, recordando su cara al saber la verdad.
− ¿Lauren? ¿eres tú?−dice con un tono de desesperación –nena, responde por favor.
Cuelgo antes de cometer una estupidez y ponerlo en peligro. De pronto me doy cuenta de lo mucho que llevo lejos de mis secuaces. Regreso sin dilación al hotel, mientras mi corazón muere poco a poco.
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