Pesadilla o Realidad

Kenia

Sus manos tocaban mi piel, podía oler su aroma asqueroso. Náuseas recorrían mi cuerpo. Estaba oscuro, no podía verles el rostro, olían alcohol, tabaco y un aroma que no reconocía. Hablaban en balbuceos, peleándose por saber quién sería el siguiente. Me dolía cada musculo de mi cuerpo, hasta hace poco no había tenido mucha actividad sexual, así que esto es como perder mi virginidad nuevamente. ¿Cómo podían hacerme esto? ¿Qué les había hecho?

Me dolía la garganta, había llorado mucho, tanto que ya no me salían lágrimas. En la oscuridad podía ver su silueta, ella estaba ahí, sabía que disfrutaba lo que me estaban haciendo. Cuando desperté, me encontré atada en un sitio desconocido. Ella me llamaba perra y traidora, no entendía por qué. Luego comenzó a golpearme. ¡Dios! Tenía la mano pesada, en su primer golpe había roto mis labios. Después de eso todo se desencadeno, primero golpes, insultos y maltrato. Recuerdo como mis huesos crujían cuando alguno de ellos se ensañaba contra mí. En algún momento, uno de ellos le pareció divertido romperme cada hueso de los dedos, todo se nublo frente a mi cuando iniciaron ese juego macabro. Disfrutaban verme llorar y gritar, se turnaban para lamer mi sangre, aullaban cada vez que lo hacían. Mi cuerpo ya no era un cuerpo, era solo trapo y sangre. Mi cara se había ido hinchando, al punto que no podía ver con claridad.

Luego lo inimaginable, ellos comenzaron abusar de mí, uno a uno se fueron turnando, todos me usaron. Suplique, juro que suplique y pedir perdón. Sin embargo, nado parecía darle fin a esta pesadilla. Cuando finalizo la ronda de violaciones, comenzaron a golpearme nuevamente, esta vez fue más fuerte si es que eso es posible. Recuerdo que en uno de esos golpes suplique perdón a Dios, quería que me llevara con él. Porque ¿Cómo podría volver a vivir luego de algo así? ¿Alguien querría tocarme después de esto? ¿Qué pasaría con Ryan y Bruce? Sin más me desmaye, por fin podía estar en paz...

... Volvía nuevamente al dolor, la humillación y el asco. No aguantaba, esto era más fuerte que yo. ¿Hasta cuándo tendría que aguantar este infierno?

Kenia, Kenia ¿Dónde estás?− esa voz, la conocía; pero ¿de dónde?− Kenia responde, debes dejarlo ir, sino seguirás aquí en este sufrimiento, ¿eso es lo que quieres?− ¡no, diablos! Quiero que esto acabe. Pensé

De pronto logre verlo en la bruma del dolor. Era uno de los ancianos, aquel cuyo rostro nunca podíamos ver. Su voz denotaba autoridad y daba miedo. No creo que nadie nunca se le haya enfrentado. Él seguía caminando hacia mí, me di cuenta que ya no estaba en ese asqueroso lugar ni con esos hombres. Me encontraba ahora en un pacífico lugar, llenos de muchos árboles, era un bosque. Mis fosas nasales ahora eran inundadas de aromas florales, tierra húmeda y salvia. Mi cuerpo poco a poco se fue relajando. Quizás todo había sido un sueño.

Kenia, debes volver− dijo en un tono que no aceptaba replica.

Todo lo anterior, ¿fue real?− me miro, sus ojos trasmitía dulzura y compasión, mientras asentía en silencio. Mi corazón se arrugo, como un papel que es desechado en la basura – no sé cómo hacerlo. No creo poder volver a verles a la cara− dije refiriéndome a quienes ahora era mis compañeros de vida.

No tienes nada que reprocharte, lo que paso no fue tu culpa. Fuiste un medio para un fin. Sé que no es fácil aceptar como otros irrespetan no solo tu cuerpo sino tu alma− dijo mientras un dolor inmenso se desbordaba a través de mi llanto− pero; te dieron una segunda oportunidad. Cuando Ryan y Bruce te encontraron, estabas más allá de la vida. Es momento de aceptar lo que paso y seguir adelante con aquellos que te aman.

Estuve unos minutos en silencio mientras analizaba cuan cierto era todo aquello. Cuanto sabiduría se puede transmitir en tan poco. No sabía cómo continuar; mas tenía que hacerlo. Ya no solo importaba yo; sino aquellos que me aman y me aceptan como soy. Le mire, con una duda en mi cabeza, que no sabía cómo expresar en palabras.

¿Qué debo hacer?− fue lo único que se me pudo ocurrir.

Si deseas sanar para siempre, en este momento te puedo ayudar con ello. No borrare tus recuerdos. Solo quitare el dolor que ellos producen. De esta forma podrás trabajar en ellos. ¿Qué opinas?

Confió en ti− dije con sinceridad. Él se me acerco en silencio. Sus manos se posaron en mis cien. Comencé a sentir un gran calor, una energía que se trasmitía de sus manos a mi cabeza, era doloroso pero soportable. Mi angustia fue disminuyendo, el dolor fue cesando. Poco a poco los sentimientos negativos me fueron abandonado. Cuando finalizo pude ver sus ojos, que al inicio eran azul eléctrico, ahora estaban amarillos casi ámbar. Me sentí extraña, pero libre y ligera.

Ahora debes descansar, cuando despiertes volveremos hablar tu y yo. El destino tiene grandes planes para ti, pronto lo veras – me señalo entonces, una hermosa cama en mitad de la arboleda, me dirigí a ella sin mediar palabras, mis ojos se estaba cerrando, estaba exhausta. Realmente necesitaba descansar.

Ryan

Habíamos logrado parar el ataque y apresar a todos los atacantes. Lo mejor de todo; el consejo de lobos había mostrado su verdadero rostro. Así que ahora podíamos actuar contra ellos, el consejo paranormal estaba reunido en mi oficina, esta vez nadie excepto ellos podía escuchar lo que allí se trataba, una vez tomadas esas decisiones podríamos iniciar la investigación y juicio del ataque.

Estaba nervioso Kenia aún seguía inconsciente, en las últimas horas sus gritos y suplicas habían llenado la casa, era como si lo estuviese reviviendo todo. Mi estómago estaba revuelto, no logro ingerir nada. Me sentía estúpido e impotente, no sabía cómo ayudarla. En algún punto de su sufrimiento Bruce decidió darle de su sangre, El hechicero lo prohibió, eso nos enojó mucho, al punto que quise golpearlo. Luego de unos minutos tensos entre los tres entendimos que no podíamos volverle a quitar sus recuerdes, porque esto se volvería a repetir nuevamente. La sola idea de que ella volviera a sufrir así, me hizo entrar en razón. Desde ese momento nos turnamos para estar a su lado, mientras el hechicero cada tanto vuelve hablarle en lengua que desconozco, cada vez que lo hace ella logra descansar.

Bruce estaba sentado al pie de la cama, tomaba con suavidad la mano pequeña y menuda de Kenia. Ella ya no lloraba ni suplicaba, ahora dormía casi tranquila. Ambos estábamos asustados de cuando despertara, luego de una experiencia tan traumática no creo que ella quiera ni vernos. Ese pensamiento me llena de mucha tristeza y desgarraba mi alma.

Tranquilo, hermano− era la primera vez que usaba esa expresión conmigo. No me molestaba, de hecho me gusta darme cuenta que ahora éramos una especie de hermandad− Ella superara esto como ha superado todo lo anterior− entonces un carraspeo lo interrumpió, ambos miramos hacia la puerta de donde provenía el sonido.

En el marco de la puerta, estaban los dos médicos. El de la manada y el del aquelarre. Los hicimos venir a ambos al ver las manchas de sangre de Kenia; pero no tener heridas.

Alfa, Príncipe. Debemos hablarles de la condición de la Luna, es importante−sus rostros estaban serios, eso me aterro. ¿Qué cosa nueva nos esperaba?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top