Paternidad
Declan
Aun no salía de mi asombro, seria padre. Lauren se veía en paz. Mi mano inconscientemente se fue a su vientre. Me sentía asustado, mi vida cambiaria, debía hacer planes. Cambiar algunas cosas. Para mi sorpresa la Luna de la manada se veía igual o más feliz que la misma Lauren. Algo había cambiado, Lauren la veía con respeto y hasta admiración.
El medico finaliza su chequeo, da sus recomendaciones y se retira. Le miro y mi corazón se exalta. Ella es lo más importante. Me mira con ilusión, mientras la Luna se retira, dándonos privacidad.
−¿cómo te sientes con esto? −dice temerosa, mientras una lagrima escapa de su ojo.
−Nena −me acerco a la cabecera de la cama, y la coloco en mi pecho. Mientras mi mano explora sus cabellos −estoy muy feliz, ahora que eres libre y tu Luna te protege. Nada me hace más feliz que saber que seremos padres- mientras la abrazo.
−Yo lo sabía desde hace días −dijo en susurro. Esto me asombra
−¿No me lo habías dicho? −pregunte.
−Porque sabía que iba a morir, no quería que sufrieras más −y comenzó a llorar profusamente. ¡Pobre! Estuvo viviendo un infierno sola.
−Shh, nena cálmate, lo entiendo −le tome el rostro para poder verla a los ojos −Necesito que dejes de ocultarme cosas y anularme como tu pareja. No podré estar a tu lado si no eres honesta conmigo, no me gusta sentirme engañado −dije drenando todo el malestar que aun sentía por su silencio.
Me miro, mientras sus lágrimas seguían corriendo. De pronto se alejó de mí, se levantó de la cama, mientras intentaba calmar su llanto.
−Debo decirte algo mas −se dio la vuelta para verme −sé que me odiaras una vez que te diga esto. Por lo cual necesito que me prometas que nunca dejaras a tu hijo, por favor −sus palabras me hicieron temer, ¿que podría ser peor que todo lo que sabía hasta el momento? Asentí a la espera de su última verdad −te fui infiel.
Me levanto de la cama echo una fiera, la tomé de los brazos y sin darme cuenta la comencé sacudir, mientras ella lloraba enloquecida y sollozaba. Perdí el control y le di una bofetada. Antes de poder reaccionar soy contenido por el Alfa, mientras la Luna toma entre sus brazos a Lauren, quien llora cual niña. Sin dilación soy sacado de la habitación, mientras grito enfurecido.
Unos minutos más tarde estoy intentando sacar de mi mente su declaración. Y de pronto caigo en cuenta, quizás hasta ese niño no sea mío. Entonces me vuelvo a enfurecer. Esa perra, solo sabe jugar conmigo y mis emociones.
Ryan y Bruce esperan a que me calme, mientras lo hago Bruce me da un vaso con wiski.
−Vaya −dice Ryan −de todas las reacciones, jamás espere una como la tuya. Le miro sin entender su declaración −digo saber que serás padre ¿te hizo enloquecer?
−NO, claro que no −dije enfurecido −además es casi seguro que ese niño no sea mío −dije muy seguro, aun cuando la declaración me escocia en la piel.
−¿Qué? −dijeron al unísono Ryan y Bruce −eso es imposible −finalizo Ryan −por supuesto que eres el padre, de eso no hay duda.
−Ella me fue infiel −la declaración no los sorprende −¡Dios! ¿Lo sabían? −ambos se miraron como si entendieran todo.
−Declan, vamos aclarar ambas cosas. Comencemos por la paternidad −dice Ryan mientras se sienta de frente a mí −¿te acuerdas que hablamos sobre nuestras mates? −asentí en silencio −las lobas solo salen embarazadas de sus parejas. Ellas pueden tener sexo con cualquiera, pero al menos que sea su pareja, la naturaleza confabula y no existe ninguna procreación posible. Por ello estamos seguros que tú eres el padre de ese niño −dijo mirándome.
−Bueno eso me hace sentir mejor, pero no quita la infidelidad. Creo que de hecho lo empeora −declare.
−Sí, referente a eso. Cuando comenzamos nuestra unión. <Y la tuya con Lauren inicio en su fuga> Bien, cuando se inicia nos es imposible estar con alguien más −su declaración me confunde.
−No entiendo, si no es posible, ¿cómo pudo serlo? −dije nuevamente perdiendo los estribos.
−Bruce, ayúdame quieres −dijo Ryan a su compañero. Entonces este decidío intervenir.
−Declan, la naturaleza siempre sabia se aseguró que no pudiésemos estar con alguien distinto a la que ella nos ha elegido. Por lo cual, cuando decidimos estar con alguien distinto la experiencia es dolorosa. Tu piel quema, tienes nauseas. Todo es muy desagradable −concluye.
−Sigo sin entender, ¿porque lo hizo? −pregunte ansioso.
−Suponemos como sucedió; pero debemos pedirte que le des la oportunidad a Lauren de explicarlo −su sola mención hace hervir mi sangre, sin embargo, si deseo tener una relación con la madre de mi hijo, necesito saberlo.
Camino hacia la habitación donde se encuentra la mujer que me tiene en el infierno. Estoy intentando controlarme, no puedo volver a golpearla. Ryan y Bruce me acompañan, necesito respuestas. Al abrir la puerta me encuentro a Lauren en los Brazos de Kenia, quien me mira con odio.
−Kenia, vamos a dejarlos solos necesitan arreglarlo −ella se levanta de la cama y me estampa contra la pared, sorprendiéndome. ¿De dónde saca tanta fuerza una humana?
−Tú no le vas a volver a poner una mano encima, ella está bajo mi protección y morirás si la vuelves a lastimar −dice mientras su mano va cerrando mi tráquea, prohibiendo el paso de mi respiración. Logro asentir, ella me suelta y caigo en el piso mientras intento volver a respirar.
Escucho como se retiran de la habitación. Logro levantarme, mientras veo como Lauren se levanta y corre al baño, mientras escucho como expulsa todo lo que tenía en su estómago. Me siento en la cama mientras espero a que vuelva. Cuando sale está más pálida de lo normal, su rostro esta todo sudado, su nariz luce roja e hinchada. Me mira con recelo, casi no reconozco a esta mujer endeble. Ella vuelve a la cama, el silencio nos arropa.
−Cuando te deje lo hice para protegerte −dijo casi en susurro, haciéndome dudar que lo hubiese dicho −William, mi cómplice de lo que le había hecho a Kenia. Descubrió que eras mi mate, sé que no entenderías lo importante que eres para mí, solo un ser paranormal lo sabría −y comienza a llorar, me cuesta no acercarme y consolarla −si te pierdo, mi vida ya no tendrá sentido. Enloquecería, luego tendrían que matarme pues sería un riesgo para la manada. Cuando William me amenazo, entendí el daño que le había hecho a Ryan, esa noche fue cuando hablé contigo y tú te fuiste dejándome sola. Lo que no sabes es que llame a Ryan, le pedí te protegiera, mientras yo me infiltraba y averiguaba que era lo que planeaban contra Ryan. Sabía que iba a morir, ya te había perdido y nada me importaba. William estaba dudoso de mi lealtad, antes de ti éramos amantes así que, aunque intente mantenerme alejada, entendí que si no le daba lo que él quería terminaría como Kenia violada en grupo. Lo que en su momento me pareció una ironía −la vi sollozar mientras reía con dolor.
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