Las Tres Opciones
Ryan
Fue una noche extraña, estaba confundido; pero al mismo tiempo sentía paz. Me sentía completo, casi como si nada me hiciera falta. Bruce y yo aún no habíamos hablado de la situación, él sabiamente luego de nuestro encuentro me había dado espacio. Ahora con todas mis confusiones y preocupaciones, estoy sentado en mi oficina frente a un consejo que jamás espere tener que conocer. El consejo paranormal, él está por encima del consejo de lobos o vampiros, solo se entromete cuando la situación lo amerita, protegen la muy delicada existencia de paz entre los seres paranormales y humanos.
La oficina estaba especialmente llena el día de hoy, estaba el consejo paranormal, mi hermano y beta, Bruce, su padre, dos vampiros que estaban debajo del príncipe en cargo. Al final estaba Kenia, quien temblaba como una hoja al viento. La expectación crepitaba por toda la sala, era claro que habíamos colocado en mala posición a muchas personas con esta relación. ¡Gracias a la Luna! No era un arrebato de niños adolescentes, sino era la propia naturaleza quien nos había colocado en esta situación.
Seis ancianos representaban al consejo, cuatro de ellos no son vampiros, ni lobos, algo que me confunde. No sabía que aparte de nosotros hubiese otros seres paranormales. Uno de ellos parece etéreo, su belleza es sublime, voz suave y melodiosa. El otro era de baja estatura, casi enano. Contextura fuerte, voz gruesa y tosca al hablar. Uno era humano, algo que me confundía mucho más, después de todo, ¿Qué podía hacer un humano en este consejo? El último no lo lograba ver, una capa cubría su rostro, era más alto que los otros, no hablaba, su porte era de poder, sin necesidad de mostrarse su figura imponía respeto. Se veían impacientes. Los seis estaban tensos, se les notaba. Y eso solo hacía que mi cuerpo se estremeciera, a la espera del veredicto final para nuestra relación.
− Gracias por reunirse aquí−dije con timidez, por primera vez en mucho tiempo, mi vida no estaba bajo mi control, sino en manos de extraños.
− No tienes que agradecer –dijo el anciano etéreo, con su suave voz que transmitía paz y seguridad− es nuestro deber mantener la paz entre clanes y humanos. Generalmente no fraternizamos con nadie, muy pocas veces nos vemos en la necesidad de salir de nuestro complejo a encarar algún problema− y nos miró a los tres con simpatía− sin duda ustedes nos han dado mucho en que pensar.
− Primero que todo debemos hablar de su unión− esta vez hablo el de corta estatura, con voz ronca y áspera−es más que obvio que la consumaron− y nos miró expectante.
− Si −contestamos los tres al unísono, mientras Bruce y yo, tomábamos las manos de Kenia, dándole confianza, confortándola. Ella nos sonrió, en respuesta.
− Entonces, eso nos quita cualquier opción de separarlos, la uniones de mates son sagradas− sin darnos cuanta los tres respiramos profundamente, es como si no lo hubiésemos hecho en años, al parecer los tres teníamos el mismo temor de ser separados− lo que nos lleva a hablar de las demás opciones− Y nos miró con seriedad.
− Y tengan en cuenta –y esta vez hablo el de capa, su voz era fuerte y rica, denotaba respeto y sabiduría− que las opciones que traemos son las únicas, no estamos abiertos a ningún otra. Nuestra función es defender su unión; pero nuestra prioridad es mantener el orden y la paz. ¿entendido?− los tres asentimos con temor.
− Lo primero que deben saber es que no fue fácil tener estas opciones, ambos tienen grandes responsabilidades con sus pueblos. Ambos son líderes, metidos en una relación donde alguno de los dos debe dejar de lado su puesto. Sin embargo, al hacerlo desprotegen a su pueblo, eso es lo que más no ha preocupado− me sentía temeroso, amaba a Kenia; pero mi pueblo está por encima de mis necesidades.
− Bien, la primera opción es –hablo el humano esta vez, parecía como si los seis compartieran una mente, estaban coordinados. Nos miró intensamente− Ryan, podrías dejar tu posición de alfa y mudarte a el pueblo de Bruce, donde él tomaría su puesto como príncipe regente−esa idea hizo que mi estómago se revolviera, me dio nauseas, me mantuve en silencio a la espera de que continuara− para ello debemos buscar cuanto antes un alfa que esté dispuesto a tomar esta manada y unificarla con la suya o ver si tu hermano esta dispuesto a dejar su puesto de beta.
Me quede en silencio, nunca se me ocurrió que mi hermano pudiese tomar mi posición. Ciertamente el sería un gran alfa, ha estado a mi lado desde el inicio. Sabe y conoce cada rincón de esta manada. Sí he de dejarla, nadie mejor que él para ocupar mi lugar. Le miro para poder observar su reacción, su respiración era acelerada, me miro compartiendo su temor. Mi hermano estaba aterrado. Sin embargo, jamás dejaría de lado sus responsabilidades. ¿Lo haría yo?
− La siguiente opción−continuo el humano, mientras todos tenían puestos sus ojos sobre nosotros, midiendo nuestras reacciones – es que Bruce, dimitas de tu puesto de Príncipe y te mudes aquí. Lo más difícil de esta opción, es que en la ceremonia de la Luna, muestres tu sumisión frente al alfa.−Al decir eso, pude ver como su padre, hacia movimientos de cabeza indicado negación ante esta opción, para un vampiro el tener que mostrar sumisión frente a un lobo, era una gran humillación, estaba claro que no sería aceptada nunca por ningún vampiro. Pude sentir a través de mi nueva conexión con mi compañero, su confusión de sentimientos, la agonía de tener que humillar a su familia. Esto era lo más difícil que alguna vez él tendría que hacer− Eso podría generar una guerra. Sin contar que algunos lobos podrían ofenderse por esta unión y también generar una guerra por ello− los tres nos miramos, Kenia tenía los ojos aguados. La pobre llevaba toda la carga de esta situación.
− Lo que nos hizo darnos cuenta –continúo el hombre etéreo− que ambas opciones son factible; pero nos gusta más una tercera. Esta opción obligaría a mantener la paz−eso llamo mi atención –Sin embargo, esta opción, es muy complicada. Es algo que desde hace más de Dos siglos no se ha intentado. Por lo cual, podría generar alguna resistencia. Hemos estudiado, que esta opción es menos temible que las dos anteriores− quedo en silencio, haciendo que la expectativa genere en mí, más nauseas.
− Bueno, ¿Cuál es esa opción?-dijo Bruce al borde de una crisis nerviosa.
− Unir ambos pueblos− dijo el de la capa. Un silencio de muerte cayó sobre la sala. Era palpable la tensión de todos. Esta era una pequeña muestra de cómo sería tomada esta opción entre los pueblos. Intentando mantener el control pregunte:
− ¿Cómo sería eso posible?...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top