Estado?
Lauren
Cada palabra dicha, cada lagrima derramada me va dando calma y libertad, mi jurado me observa, llora conmigo. En algún punto en el que creo que voy a desfallecer, me toma las manos. Me siento tan sucia, ella es tan hermosa, por dentro y por fuera.
Hablamos de todo, de mí, de ella. De nuestros sentimientos, descubrimos que nos parecemos mucho. Mis nauseas van y vienen y en el transcurso de nuestra conversación nos traen de comer. De pronto me siento famélica, esta pequeña vida absorbe todo de mí. Me siento asustada por él, por Declan, incluso por Kenia. No deseo que se culpe por mi muerte y la de mi bebe.
Unos minutos tensos guardamos silencios, espero ansiosa me haga saber mi sentencia. He sido sincera, honesta y abierta. Ella lo merece y necesita. Mi temperatura para ser lobo disminuye, comienzo a temblar sé que nos acercamos al final, tengo pánico. Mi estómago se anuda, me cuesta respirar y comienzo a transpirar.
− Lauren, gracias- dice mientras me mira y mantiene mis manos entre las suyas − tu honestidad, me ha hecho saber que no me equivoque contigo − su declaración me alerta- desde el inicio entendí que tus acciones eran por lealtad a tu manada y miedo a perder tu nivel en ella.
Le miro, mientras lloro sin control. Ella decide abrazarme, me aferro a ella como mi último aliento.
− Ahora, ¿cómo te sientes con tu embarazo? − me asusto − tranquila, todos los sabemos desde hace días, tu aroma ha cambiado radicalmente − no lo resisto más, me levanto y comienzo a sollozar.
− por favor, permite que lo tenga. Y cuando nazca podrás hacer conmigo lo que quieras − digo suplicante − sé que no tengo derecho a pedírtelo, pero es un bebe y no tiene por qué pagar por mis pecados. Jamás debieron permitir que Declan se uniera a mí. Era obvio lo que pasaría.
− shhh tranquila, respira − su voz me va calmando es hipnótica − no tienes que temer, tu vida y la de tu bebe no corre peligro − lloro aún más − ya se ha decidido, estarás en libertad y serás parte la manada. Sin embargo- me tenso- ya ni podrás salir de la manada. Soy responsable junto con Declan de cuidar que no te metas más en problemas. Lauren, estoy haciendo un voto de confianza. Espero no me defraudes.
− Luna, jamás lo haría − le bese las mejillas mientras le miraba − mi vida la dedicare a cuidarte y demostrar cuan agradecida estoy contigo. No te voy a decepcionar -Me inclino, abro pequeña herida en mi pecho, pongo mi mano sobre ella- por mi vida y la de mi descendencia, te juro lealtad.
Ella toma mi mano llena de sangre y la lame. Luego se inclina y lame mi herida.
− como tu Luna y acusador, tomo tu promesa y compromiso, si alguna vez te vuelves contra mí, lo pagaras tú y toda tu descendencia. ¿Entiendes el pacto que estás haciendo?
− Sí, mi Luna − digo en susurro.
− bien, levántate. Es hora de que el medico te vea y conozcamos tu estado − dijo con una sonrisa de emoción, mi corazón latió desbocado, ahora sabría con certeza sobre mi estado.
Declan
Me despierto, sintiendo de inmediato su ausencia. Mi corazón se acelera, abro los ojos con la esperanza de verla en la celda. Comienzo a transpirar al notar que estoy solo. Con el poco control que me queda me visto, necesito buscarla y protegerla.
Salgo de la celda, camino buscando algún guardia que me indique donde está mi mujer. Mi piel se siente caliente. Mi boca se seca, me cuesta tragar.
− Señor − escucho a mis espaldas − el alfa le espera. Intento controlar mi estrés, respiro y le indico que me lleve con él.
Llegamos a un salón, el como siempre está perdido en sus pensamientos, al fondo de la habitación se encuentra su compañero. Él me mira con intensidad. Espero pacientemente a que me hable. Su compañero se acerca.
− Declan, mucho gusto − me dijo mientras estrechaba mi mano− soy Bruce, siéntate por favor.
Me siento donde me indican, mientras intento controlar mi miedo por Lauren. Es obvio que la decisión fue tomada, comienzo a pensar que nada bueno saldrá de aquí.
− Hoy en la mañana el consejo paranormal, tomo una decisión − dijo Ryan mientras caminaba hacia mí, su mirada era intensa − todos los acusados serán llevados al consejo paranormal, donde se decidirá su destino.
Dijo mientras mi estómago se revolvía, y la bilis subía por mi garganta. Mis ojos se volvieron agua, esto no me está pasando a mí.
− A excepción de Lauren − le mire expectante − ella ya fue juzgada. Por solicitud de Kenia. Lauren quedará libre, sin embargo, no podrá salir de los linderos de la manada. Ahora es importante que entiendes, que no hay manera de que ella pueda salir de la manada. ¿Por lo cual solo te queda decidir que harás tú?
− ¿yo? No tengo nada que decidir, yo estaré donde este Lauren, obviamente por negocios deberé estar entrando y saliendo de la manada; pero siempre retornare a ella − dijo muy seguro y en paz con mi decisión.
Ryan y Bruce intercambiaron miradas conspiratorias, con lo cual me quedaba claro que aún no me decían todo.
− bueno, en ese caso déjame decirte que Kenia es la guardiana oficial de Lauren − la ironía no se me escapo − lo que implica que ella debe estar al tanto de todos sus movimientos.
− Entiendo − dije muy serio.
− bueno, ya aclarado ese punto, debemos organizar tu mudanza y presentación oficial a la manada, así como la ceremonia de unión − se dirigió a Ryan − ¿algo que se me pase por alto?
− eh si, veras hay otra cosa − la ansiedad me estaba matando − Lauren está siendo revisada por el médico en este momento.
Me sentí morir. Pensé que estaba sana, sus heridas eran muy graves cuando llegué. Sin embargo, con nuestra unión había sanado. Cuando por fin creo que esto está terminando sale algo nuevo con que lidiar.
− vamos − dijo Bruce, mientras me guiaba a la puerta − te llevare con ella, así puedes saber cómo estas y planear desde allí.
Pienso que ellos saben algo y no me lo están diciendo. Bruce me conduce por unas escaleras. Mientras me explica la distribución de la casa y los cambios que deben hacer para adaptarla a los tres. Me ofrezco a dirigir la remodelación y supervisar el proceso. Bruce se nota muy complacido y acepta por los tres.
Llegamos a una puerta. Mi corazón se va a desbocar.
− Suerte − dice Bruce, mientras me introduce en la habitación.
La Luna está sentada al lado de mi mujer, tiene una sonrisa emotiva. Levanta su mirada hacia mí, me indica que me acerque a la cama. El medico esta distraído llenando unas planillas. Me acerco y le doy un beso en la frente a Lauren. Mis labios sienten su transpiración y me pongo en alerta. Miro al médico nuevamente, quien aún no se entera que estamos allí.
− doctor, ¿cómo esta Lauren? − pregunto desesperado. Levanta su vista me mira y sonríe.
− se encuentran muy bien, considerando la situación y el estrés. Debemos observar que se alimente como debe ser...
Me perdí en sus palabras, el pánico se adueñó de mí. Y detuve su explicación.
− ¿encuentren? − le mire.
− perdón olvido que es humano y aun no lo sabe. Lauren está en estado...
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