Esperanza
Bruce
Sus palabras me erizaron la piel. Miedo y culpa me invadieron, desde que Kenia estaba con nosotros solo desgracias le habían sucedido. ¿Qué otra cosa podría salir mal, para ella? Me quede expectante, mientras lograba sentir las mismas emociones en Ryan. Mi mirada vago sobre el cuerpo inconsciente de quien ahora era mi compañera de vida. Necesitaba poder resarcir todo lo que ella había perdido, por nuestra relación.
− Bien, ¿de qué se trata?− dijo Ryan casi en la exasperación. Ambos nos miraron con recelo.
− La Luna ha cambiado−dijeron los dos en coro, mientras Ryan y yo nos veíamos con terror palpable.
− ¿Cómo que ha cambiado?−dije yo con una necesidad de golpear algo o alguien.
− Aun no lo sabemos, pero al parecer al mezclar su sangres con ella, su estructura molecular cambio, ella puede sanar. Ese es el cambio más palpable. Cuando despierte podremos ver otros. Sin embargo, ella ya no es mortal−dijo el doctor de mi aquelarre, mientras nos dejaba entender nuestra nueva realidad
− ¿Podría dañar a Kenia, este cambio?−dijo Ryan, dándole voz a mi preocupación.
− No lo creemos, Alfa. Al parecer ella ha combinado su ADN, con el de ustedes, haciéndola mejor pareja para ustedes− Nos miraron esperando cualquier otra pregunta.
− Saben, ¿Cuándo despertara?−pregunte ansioso por volver a tenerle. Ambos nos miran mientras sopesan la respuesta.
− Ellos no lo saben−dice el anciano de la capa, mientras entra a la habitación− ella está protegida, necesita tiempo para sanar su mente de esos recuerdos. Yo la estoy guiando en ese proceso. Ella debe estar fuerte para todo lo que deberá enfrentar como su compañera−dijo mientras se acercaba a la cama, tocando con delicadeza su rostro. Hasta el momento no había prestado atención a sus manos, son gruesas y rugosas. De color azul cielo.
− ¿Qué diablos significa eso?−dice Ryan fuera de sí.
− Debes aprender Alfa, que no todo el tiempo podemos cumplir tus deseos. Esto no se trata de ti. Ella acaba de recordar los peores días de su vida. Esta rota, no cree que puedan aceptarla−dice mientras su mano sigue tocándola, haciéndome sentir molesto y celoso. ¡Absurdo!
− Eso es falso la amamos como es−dice Ryan, desesperado mientras una lagrima corre libre por su rostro. Verle así me hace sentir inútil. ¡Pobre de mis compañeros! Suponiendo e imaginando cosas sin sentido.
− ¡ALFA!− dice en un tono que no admite replica− modérese, ella necesita tiempo, no solo debe aceptar lo que paso. Debe aceptarse, luego de cómo fue tratada. Por los momentos lo mejor para ella es la inconciencia.
Salió con toda la dignidad de su cargo, dejándonos un mal sabor de boca. Entonces Ryan tomo el lugar del anciano. Le miro con ansiedad y deseo, todo su cuerpo exudaba estrés e impotencia. Me miro y con solo eso pudimos comunicar nuestros sentimientos y temores.
− Nena, regresa a nosotros. Te amamos−dijo a través de nuestro enlace. Me sentí estúpido, no se me había ocurrido hablar con ella a través de nuestro enlace.
Ryan
Estaba irritado, mientras pensaba en mi oficina que debo hacer con Lauren. Mis sentimientos eran encontrados con lo que se refería a ella. Había salvado a Kenia. Lo malo es que había resultado herida. Entonces desde que sucedió se supone que al transformarse sanaría; pero ella no está sanando, no logro entenderlo. Me desespera verla tirada inconsciente en su celda, no come, ni habla. Es como si hubiese desistido de vivir. Francamente no entiendo que pasa con las mujeres. ¡Santa Luna! Si tan solo pudieras guiarme.
Escucho como tocan a mi puerta. ¿Ahora qué? Entra mi hermano y beta de la manada.
− Alfa, tenemos un visitante− su declaración me alerta, cada persona que va a entrar a nuestro pueblo es anunciada con días de anticipación. Los lobos son seres muy territoriales. Así que no me arriesgo a una guerra, es por ello que hay leyes muy severas sobre la entrada de extranjeros en nuestra tierra.
− ¿De qué hablas?− digo levantando la voz. Últimamente no poseo mucha paciencia.
− Antes de hablarle, el Príncipe solicito verle para darle los antecedentes−eso me extraño mucho más, ¿que tenía que ver el padre de Bruce en esto? Le indico a mi hermano que le permita entrar.
Como siempre el padre de Bruce entra como si todo en el lugar le perteneciera. Juro que si no fuera familia política ya lo hubiese sacado a patadas de mis tierras. Me mira con esa prepotencia; sin embargo su postura no es la de Príncipe se le ve dudoso, podría decir que hasta temeroso. Espero paciente dándole la oportunidad de que me explique la presencia de un extraño en mis tierras sin haberse anunciado. Luego de unos minutos tensos en silencio, se decide hablar.
− Ryan, quiero disculparme por la intrusión en tus tierras sin pedir los permisos requeridos− y me mira sopesando mi reacción, decido esperar a escuchar toda la explicación para reclamar− Declan es humano− continua, supongo que ese es el nombre del visitante− lo conozco desde hace años, de hecho él no lo sabe pero conozco a su familia desde hace algunas generaciones. Ellos de alguna forma siempre han estado unidos a nuestra especie. En fin, hace unos días, Declan se me acerco para solicitarme un favor. Conoció a una mujer de la cual se había enamorado, ella era fugitiva, y luego de estar con él un tiempo huyo. Me pidió mi ayuda para ubicarla ya que solo conoce su nombre.
− ¿Qué tiene que ver esa mujer conmigo?− digo perdiendo la paciencia.
− Es Lauren− dice mirando a los ojos, mientras intento entender lo que acaba de decir.
− Y ¿eso qué importancia tiene?
− Ella es su mate, Ryan –dice dándole sentido a todo− claro el aún no lo sabe, aunque ya conoce que ella es Loba. Él la ha buscado por días.
− Lauren no ha cambiado su aroma, por lo cual supongo que aún no lo ha marcado−digo mientras comienzo a comprender su tristeza.
− Supones bien, pero desde que está herida y no cicatriza, los médicos y yo llegamos a suponer que su cuerpo si comenzó el proceso, por lo cual necesita de su compañero para sanar− dice mientras analizo cada una de sus palabras.
− Pues vamos a conocer al compañero de Lauren− digo resignado, sin saber muy bien cómo actuar ante esta situación. Por un lado está mi compañera en cama, sufriendo por lo que le hizo Lauren. Por otro esa misma mujer le salvo la vida.
Pienso como podría resolver esta situación sin afectarle la vida a los afectados. Me pierdo en mis pensamientos, mientras veo por la ventana, mis hijos, mi manada. Ellos confían en mí, en mis decisiones. Su felicidad reside en lo que yo decido como alfa.
− ¿Alfa?− pregunta un hombre alto y fornido dudoso.
− Pase adelante−digo mientras tomo la misma postura que hace poco me molestaba del padre de Bruce.
− Mucho gusto, Declan− dice mientras aprieta fuerte mi mano. Le observo mientras pienso en cómo decirle que su mujer está muriendo en una celda.
− ¿Cómo puedo ayudarte?−digo mientras hago tiempo para conocerlo. De pronto caigo en cuenta que el Príncipe me ha dejado solo a mi suerte.
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