Mucho tiempo después

Kenia

Verles jugar me llenaba el corazón de amor. Desde que Bryan y Kevin habían nacido, la casa se había vuelto un total desastre. Sus padres eran muy protectores, siempre estaban muy pendientes de donde estaban y con quien. Mis hijos eran unos diablillos, cada uno era tan distinto, cada uno era la viva imagen de su padre. Bryan era blanco como una perla, su piel suave, su rostro perfectamente perfilado, tal como si un escultor lo hubiese creado. Sus ojos era lo que más amaba de mi hijo, con un hermoso color lila. Cuando se enojaba sus ojos se tornaban rojos, era en esas oportunidades donde sabían cuánto mis hijos controlaban a todos en casa.

Kevin por su parte, tenía la piel de un hermoso color almendra. Los ojos de verde esmeralda, como los míos. Era más alto que su hermano, a casi el año de nacido se había convertido en un pequeño lobezno. Debo aceptar que me asusto mucho cuando sucedió, puesto que no lo vi, solo desapareció y luego llegó este hermoso cachorro negro azabache. Si no fuera porque su padre que se emocionó al verlo y me explico. No hubiese sabido que hacer. Cuidar de mis hijos se ha convertido en un reto, soy madre y líder de dos pueblos. Hay muchas cosas que no sé cómo hacerlo, para ello cuento con un consejo creado para ayudarme a llevar a mi pueblo en paz. Ha sido difícil que los lobos me aceptaran, nunca habían tenido una alfa mujer, luego de ser guiados por Ryan, el cambio fue muy drástico. Sin embargo, Ryan me ha apoyado, él es mi beta al igual que Bruce, ambos son los primeros a quienes acudo para consejo. Ellos me han dado libertad y su confianza para guiar a sus pueblos. Hubo revueltas y algunos intentos de enfrentamientos entre pueblos, luego se me ocurrió que, así como mis mates me conocieron, entre pueblos puede que hubiese mates. Así que realice un baile, donde ambos pueblos debían asistir. El inicio del baile fue difícil, pareció un baile de secundaria, cada bando por su lado, pasadas las horas y el alcohol, comenzaron a unificarse. Mi plan funciono, de allí se formaron varias parejas interraciales.

Tengo a diario entrenamiento, como líder debo saber no solo defenderme sino defender a mi pueblo. Una vez al mes tengo visita del hechicero del consejo paranormal. Aunque él está unido a mi todo el tiempo, cuando lo necesito urgentemente solo me concentro como me enseño y nos encontramos en mi mente. Eso me da tranquilidad, saber que siempre puedo contar con su guía. Ese es uno de los secretos que les guardo a mis parejas. Mi cargo genera mucha responsabilidad, mis hijos están más tiempo con sus padres que conmigo. Yo debo viajar por toda nuestra tierra, me he dado la tarea de conocer a todos aquellos que están bajo mi cuidado, saber sus necesidades y ayudarles.

El padre de Bruce se ha mudado con nosotros, le gusta estar con sus nietos. De cuando en cuando me alejo de todo, me llevo a mi familia a nuestro lugar de reposo, la cabaña de Ryan, allí me dedico solo a ellos. Les amo, nunca pensé que mi vida fuese a cambiar tanto. Ahora mucho más, estoy de nuevo encita. Este embarazo es distinto, es solo un bebe. Él será el futuro líder de este pueblo. ¿Por qué él? Y no sus hermanos. Fácil él será lo que yo soy, la unión de ambas especies. Lobo y Vampiro, solo el hechicero y yo sabemos su futuro. Hoy les daré la noticia a mis compañeros, porque no reconocen mi aroma. Espero que mis hijos le apoyen y ayuden en su difícil posición. El hechicero me ha dicho que ellos serán sus betas, pero solo por un tiempo, pues ellos tienen su propio destino que cumplir. ¡Odio cuando se comporta así de enigmático!

Hoy deje a mis pequeños en manos de sus tíos y abuelo. A veces pienso en mis padres quienes no conocen a sus nietos. Me duele que mis hijos no puedan conocerles, per hace tiempo acepte que ellos solo les harían daño. Mi empresa quedo bajo la dirección de Bruce, yo no tengo tiempo para ello, él siempre me está poniendo al día de los proyectos, que en su mayoría son del pueblo.

Voy de camino a la cabaña, les dije me vieran allí. Debo contarles no solo mi embarazo, sino lo que será. No sé cómo lo vayan a tomar. Me asusta que no les guste que este niño vaya a ocupar el lugar que sus hijos deberían tener. Recuerdo todo el tiempo que llevo a su lado, todo lo feliz que he sido. Ellos siempre me han tratado como si no existiera nadie más. Llego a la cabaña, preparo todo para un encuentro romántico, tenemos tiempo si estar completamente solos. Escucho cuando llegan, sus risas y jugueteos. ¿Quién diría que llegarían hacer tan unidos? Recuerdo el primer día que se vieron y como se pelearon por mí. Les veo mi cuerpo reacciona a su presencia, ambas dejan de reír, me miran y todo cambia. Corren hacia mí. Ryan toma la delantera, toma mi rostro y besa dulcemente mis labios, mientras siento los de Bruce en mi hombro. Ambos me van desvistiendo mientras con sus besos me demuestran su devoción y amor. Rápidamente estamos en la cama, soy una marioneta en sus manos y me dejo hacer. En pocos minutos llegamos al culmen del placer. Ambas me cobijan en sus brazos. Mientras volvemos a la normalidad, me preguntan sobre mi día, me lleno de valor, no puedo seguir dando vueltas a la noticia.

− Estoy embarazada− digo rápidamente. Todo queda en silencio, espero su reacción. Lo próximo que se es que estoy en los brazos de Bruce, quien me besa con desespero.

− Cielo, eso es genial. Tendremos dos hijos más− dice Ryan, mientras felicita a Bruce.

− No− digo mientras trago duro.

− ¿No? − dice ambos al unísono.

− Es un niño− digo mientras observo su reacción.

− Igual es muy buena noticia, igual lo trataremos como si fuese hijos de ambos, nena− dice Bruce.

− Es que es hijo de ambos− digo.

− Te quieres dejar de enigmas y explicarte− Dice Ryan mientras de coloca de rodilla en la cama. Decido decirle lo mejor que puedo lo que el hechicero me dijo.

Me siento en la cama, colocándome delante de ambos. Mientras les explico lo que nuestro hijo será. Sus rostros muestran sorpresa. Les digo la responsabilidad de sus hermanos sobre el futuro de este niño. Durante unos minutos sopesan la información, quedando en absoluto silencio. Me siento temerosa, decido recortarme viendo al techo, verles en este momento me asusta.

− Nena, tranquila. Les preparemos, nuestro hijo será amado de igual forma− dice Bruce, mientras Ryan se acerca a mi rostro y me besa.

− Seremos sus mejores guardianes, estaremos a tú lado paso a paso, porque te amamos− dice Ryan.

Recordándome lo afortunada que soy de tenerles a mi lado. Mi ánimo se eleva, en pocos minutos estamos de nuevo compenetrados amándonos. En este tiempo he aprendido, que no importa lo que los demás piensen de ti, mientras tú seas feliz con tus decisiones. Lo que importa es vivir. ¿Lamento perder a mis padres? Sí, me hubiese gustado que estuvieran a mi lado. ¿cambiaría mi decisión de estar con ellos? No, jamás. Me han dado amor, seguridad y los más importante un hogar.

FIN