Desenfreno




Kenia

No puedo creerlo, estoy de camino a mi habitación en los brazos de un hombre que me exaspera, por su personalidad de engreído. Sin embargo esta noche ha sido tan auténtico, se ha abierto para mí. Estuvo atento, me escucho sin comentarios sarcásticos, me hizo sentir toda una dama a su lado. Tenía mucho tiempo sin sentirme así; segura.

Lo mejor fue cuando nos besamos o mejor dicho, cuando yo me lancé a besarlo. Algo que NUNCA hice; pero él ha sido maravilloso está noche. Sus labios son exquisitos, siento como cada parte de mi cuerpo cobra vida. Él me besa como cuando saboreas un chocolate, con ternura. Suspiro, entre nuestros besos.

Llegamos a mi habitación, mi corazón parece que va salir de mi pecho, me duelen los senos y siento mi humedad correr entre mis muslos. ¡Dios! es genial.

Estamos en mi cama, me acuesta en ella. Queda entre mis piernas, haciéndome sentir su excitación, eso sólo me hace desearle más. Él me va besando por todo el rostro. Llega al cuello, de pronto le escucho gruñir como un animal. Entonces me arranca el vestido, sólo se escucha mi gemido. Jamás me había sentidos tan salvaje o sexy. Este hombre hace que brote, algo inexplicable, algo que desconocía.

Estoy mágicamente sin ropa, logró verlo mientras se desnuda, entonces noto sus ojos han cambiado de color, es tan extraño; pero en definitiva no voy a dejar que eso me distraiga.



Bruce

Esto se me ha salido de control, ¡después de ese beso! ¿Cómo un simple beso, me hizo sentir tanta hambre? Necesito tenerla, mis colmillos han salido, debo ser cuidadoso para que ella no los note. La veo totalmente desnuda en la cama, mis colmillos luchan por enterrarse en esa maravillosa piel chocolate. Me quitó lo más rápido que puedo la ropa y me dedico a darle placer a mi mate. Necesito probarla toda.

La beso desde la punta de los pies, voy subiendo por sus tobillos. Ella me mira con picardía, se ve igual de hambrienta que yo. Su aroma me tiene a punto de perder el control, algo que no puedo darme el lujo. Pues mi naturaleza tomaría control y la marcaría como mía, sin darle la oportunidad a opinar. No lo voy hacer así. Ella debe elegirme, como lo ha hecho está noche.

Me concentro en su monte de Venus, en su aroma. Me siento como un niño a la espera de su pastel favorito. Me adentró en su dulce néctar, comienzo a lamerle y chuparla. Su gritos sólo me aúpan a seguir más allá. Su cuerpo hace un arco donde sólo su cabeza y cadera tocan la cama, sus pequeños pies se posan sobre mis hombros aprisionándome entre sus piernas. Mis colmillos vuelven a sobresalir, si la muerdo y su sangre entra en mi sistema, ya no podré usar otro humano para alimentarme. Así que debo controlarme, respiro y le doy oportunidad a Que ella se calme. En unos segundos logro otra vez, guardarlos, mientras con mis dedos doy suaves masajes en su centro de placer. Ella suplica y levanta la pelvis pidiendo más. Sucumbo en sus muslos, lamo como un sediento que ha encontrado algo que beber.

Escucho, como explota su primer orgasmo, como sus labios pronuncian mi nombre. Me acercó a su boca, me pierdo en ella. Su respuesta me alucina, me toma con sus manos, jala mi cabello, mientras enrosca sus piernas en mi torso. Sus ojos permanecen cerrados cosa que me facilita todo. Hago lo que me solicita con su cuerpo, la penetró con fuerza, mientras la escucho gritar y clavar sus uñas en mí. ¡Mi Hermosa Tigresa! ¡Oh, que placer me das!

La penetro, en una danza, si se puede, cada vez más rápido, cuando siento que su vagina se estrecha, disminuyó la velocidad y comienzo un vaivén lento. Nuevamente suplica, bajo una de mis manos a su clítoris, le vuelvo a prodigar mimos. Ella toma sus senos entre sus manos, algo que me hace perder el control. Cambiándola de postura, levanto una de sus piernas y la llevo a mi hombro, dándome una mejor entrada, ella clava sus uñas en sus senos y puedo oler su sangre salir de su cuerpo. ¡Oh Santa Sangre! mi vista se centra y logró confirmarlo está sangrando. Debo salir de esta habitación antes de cometer una locura; pero no puedo dejarla así, nunca me lo perdonaría.

Así que me lleno del máximo autocontrol posible y la poseo, mientras una de sus manos ha viajado a su boca y succiona un dedo, algo muy erótico para mí. Entonces siento como llega a su segundo orgasmo. Así que la cambió nuevamente de postura. La colocó boca abajo y la penetró desde atrás, mientras tomo sus caderas, con fuerza. Ella gime, decido ayudarla a llegar nuevamente, con mi dedo me adentro entre sus labios vaginales. Escuchó como dice que no podrá llegar nuevamente. Sólo me río y le digo que lo hará. La estimulo, mientras la penetró y cuando siento como se estrecha su vagina, decido dejarme ir por el momento. Está vez sus uñas se clavan sobre su almohada. Como una potra zaina, levanta su cabeza en mi dirección, su columna pareciera de goma. Coloco mis manos sobre sus hombros para generar un mayor impacto en mis penetraciones y en unas cuantas estocadas, explotó. La tomo entre mis brazos y la acurruco en mi pecho mientras su respiración y la mía se calma.

¿usaste condón? —pregunta alarmada.

no, y no debes preocuparte por ello. No tengo ninguna enfermedad y no puedo procrear —digo casi en susurro. Ella levanta la vista y me mira, toma con una de sus manitos mi barbilla, me besa.

Lo siento—dice con lástima. La miro y decido sólo callar. Porque esa palabra me ha abierto una herida que no sabía que existía. ¿Quiero tener Hijos? Sí, quiero tener los con ella. Entonces una angustia, se adueña de mí, como me va a elegir si no podré hacerla madre. La levanto y pongo de lado, me levanto de la cama y comienzo a vestirme.

¿qué haces? —pregunta nuevamente alarmada

Esto fue un error, debí decírtelo antes de dar este paso, es sólo que me besaste y perdí el control—Digo dándole la espalda.

Bruce, no te vayas. No quise hacerte sentir mal. Hagamos algo —de repente siento sus manos en mis hombros, me volteo y la encuentro hermosa en su desnudez—si está relación va más allá, lo hablaremos en su momento; pero el qué no des hijos no es un impedimento para seguir, al menos que sea una excusa para irte. En caso cual te digo, que prefiero la honestidad.

La miró viendo la madurez de esta pequeña humana. La besó con ternura, la alzó como una muñeca y le digo.

vayamos a tomar una ducha, ¿quieres? —Sonríe y me apunta la puerta del baño.

La llevo y nos bañamos entré besos y masajes eróticos que sólo nos encienden una vez más, así que en un momento la pongo de espalda con sus manos apoyadas sobre la pared de la ducha y la penetro por detrás, ella gime. Es tan estrecha que decido esta vez disfrutar de ese pequeño espacio que ahora es mi casa. En el baño sólo se escuchan nuestros gemidos y los sonidos de nuestra piel chocar, esta vez llegamos con mayor furor, ella queda totalmente agotada la ayudó a salir de la ducha, la seco cual niña pequeña y la llevo a la cama donde la acuesto, seco mi cuerpo y me acuesto a su laso. Ella, de forma natural, busca mi pecho para descansar y allí se queda dormida. Yo me siento feliz, un sentimiento que jamás pensé vivir. Ella es todo lo que desee, le besó la coronilla y decido por primera vez, descansar a su lado.



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Buenasss, aqui yop otra vez. ¿que les parecio el capitulo?.

¿Quieren mas accion entre estos dos?¿como creen que reacciones Ryan?

Les amo por sus comentarios y votos. No sean lectores fantasmas, quiero conocerlos.

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Y tengo nueva pagina en Face @AustenKingBooks, alli hare encuestas, adelantos y demas.

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