Conciencia
Declan
Johan estuvo explicándome a detalle todo su accidente. Me asuste al saber que pude haberle perdido. Una vez que pasamos por ese tema, me explico que su cliente en este momento tenía relaciones sociales con la manada a la cual pertenecía Lauren. Entonces me hablo sobre su alfa y la nueva Luna. Fue cuando me dijo que antes de ella; Lauren ocupaba ese lugar. Un choque de corriente paso por mi pecho, sabía que cuando la conocí no era una niña; pero el saber conscientemente que otro hombre estaba a su lado, me llenaba de ira y muchos celos.
− Es por ello, que creo que Lauren hizo tal atrocidad a esa chica. Estaba defendiendo su puesto−concluyó Johan. Sonaba lógico. Sin embargo; aun pensaba que había sido desmedido.
− Quiero ir allí, necesito saber de ella−dije desesperado.
− Declan, si ella volvió a la manada, seguramente ya ha sido juzgada. Puede que este...
− ¡NO! Ella está bien− Johan me mira con lastima− sé que suena loco, pero puedo sentirla. Siento tu tristeza, la ansiedad que está viviendo. Sé que está viva, debo intentar salvarla, si su destino es la muerte. Johan ¡ayudame! Por favor.
Él me mira, mientras parece pensar en mi pedido. Luego se levanta y camina por toda la sala, pareciera estar sopesando todo. Mi nivel de ansiedad es tal, que siento como mi estómago se revuelve. Tengo pánico, debo tener la oportunidad de demostrarle que le amo, sin importar lo que ella haya hecho.
− Muy bien, hablaré con mi cliente a riesgo de perderle y ser juzgado− le miro sintiendo mucha culpa, sin embargo no le rectifico. Necesito poder llegar a ella, lamento ser tan egoísta que no me importe nada más.
− Gracias, Johan− dije con un poco de calma. Necesitaba poder sacarla de este embrollo.
Lauren
Los días son más sombríos cuando no tienes una razón para vivir. Desde que estoy con William y su grupo, me he preguntado ¿Qué estupidez paso por mi cabeza al juntarme con personas así? No les interesa nada, solo obtener beneficios haciendo daño. Cada día se me hace más difícil estar con ellos, hay momentos que me dan asco y las náuseas se hacen presente. William ha intentado intimar conmigo, sospecho que si continúo con él más días, no podré seguirme negando. No puedo negarle lo que él cree que por derecho le corresponde.
Lo irónico es que al parecer tendré mi justo castigo, terminare siendo abusada por un hombre que no amo. Tal como Kenia, la sola idea me genera escalofríos. Sin embargo, entiendo que el karma es una perra, solo estoy pagando lo que hice. Quizás ya me estoy resignando, total de que me sirve hacerme la difícil, si la verdad es que en manos de William o de Ryan mi suerte está echada, voy a morir. No tengo que ser muy creativa, para saber cómo seré juzgada por haber torturado, violado y casi asesinado a la Luna de mi manada.
Lo peor son las noches, duermo junto a William, mientras mi cuerpo añora a Declan. Anoche me descubrí llorando en silencio por él, mientras el brazo de William me tenía aferrada a su cuerpo. Lo peor era sentir su pene erecto entre mis nalgas. ¿Cómo mi vida paso a ser esta mierda?
Mañana por fin llega la dichosa ceremonia. William ha sido muy críptico conmigo, se ha negado a darme claras indicaciones de cual será mi papel en ella. Eso me mantiene alerta, y es que no sé si quiero morir en vano. Porque si he de morir, quiero que sea pagando el daño que he hecho, no empeorándolo. Miro como los chicos juegan cartas, mi cuerpo pide salir; mientras William este, no puedo hacerlo, él iría tras de mí. Lo cual llevaría a querer tenerme íntimamente. Cada vez que me mira, me siento un plato de comida. Me desnuda con su mirada. Francamente es muy escalofriante.
Otra noche llega, deberé otra vez dormir junto a William. Quisiera escapar, huir de todo lo que me rodea. Teno miedo, culpa, resentimiento y necesidad de tener a Declan junto a mí. William ha solicitado una reunión para planificar lo que haremos mañana en la ceremonia. Todos nos sentamos alrededor de la mesa, el silencio es tal que se puede escuchar la suave brisa afuera de la habitación. Es claro, que no solo yo estoy nerviosa por la ceremonia.
William explica las posiciones en las que todos estaremos colocados. Cuál será la tarea de cada uno, mientras más escucho mi corazón se agita. Este plan es macabro, no solo la luna será asesinada, los tres lo serán, al final el consejo me colocara como Luna suplente, mientras buscan un alfa quien ocupa esa posición, para luego emparejarme con él.
Es decir, aunque quisiera ser Luna. Declan estaría prohibido para mí. Me rio de mi desgracia, mientras William especifica todo el plan, me mira a detalle como estudiándome. Creo que espera que huya de este absurdo plan. Parece que él no ha entendido que este es un plan suicida. Saldremos muertos de esto. Cuando finaliza la reunión, no resiste más. Le digo a William que debo salir a correr, después de todo llevo días sin hacerlo. Me mira de soslayo, lo piensa en silencio. Luego asiente, mientras me mira con duda.
Salgo, mientras mi cuerpo pide a gritos cambiar. Lo hago sin dilación. Mis patas sin darme cuenta toman impulso, corro como si no existiese un mañana. Pronto me encuentro en un claro del bosque, donde decide volver a cambiar y sentarme a disfrutar lo poco de vida que me queda.
Me desconcierta, como mi inteligencia no ha funcionado. Como perdí buenas oportunidades y amigos. Necesito llamar a Ryan y ponerlo sobre aviso; pero no puedo. Desde donde estoy puedo sentir a William cerca. Sería estúpido que me descubriera y dañara el plan. Suspiro impotente, no tengo control de mi vida. Eso me aterra.
− A veces olvido lo hermosa que eres−dice su voz a mi espalda. La sola declaración me pone en alerta. Un estremecimiento recorre mi cuerpo− entonces recuerdo lo egoísta que eres y toda ilusión desaparece.
Se acerca a mí, mientras sus manos recorren mis hombros desnudos. Mi cuerpo responde con nauseas. Le miro, mientras su mirada recorre ávida todo mi cuerpo. Comienzo a comprender que ha llegado el momento que tanto he temido durante días. Entonces sin poder controlarlo, una lágrima se escapa de mi ojo.
William acerca sus labios repulsivos a mi rostro. Mi cuerpo intenta alejarle, mientras en mi mente me reprendo, porque debo dejarle tenerme. Nunca le rechace, hacerlo sería molestarlo y arriesgarme a que me viole con sus socios. Me resigno, entregándome a la experiencia de lleno. Mañana todo finalizara, mi vida quedara en el olvido. Ya nada importa...
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