Ryan

Los días habían pasado con rapidez, entre preparativos para la ceremonia y la investigación sobre el ataque. A parte de los que me había dicho Lauren, por días no había conseguido indicios de una traición, hasta el día de ayer, cuando el consejo paranormal pidió una reunión con nosotros. Como Kenia había estado tan nerviosa y deprimida, decidimos no hacerla participe. Entonces el viejo del consejo, al cual nunca se le veía el rostro; pero su voz daba miedo. Se había pronunciado, sin mucha explicación nos había avisado, algo oscuro se acercaba, deseaba la muerte de los tres. Quería desaparecer la aberración que había creado nuestra unión.

Sus palabras me helaron totalmente, Bruce me miro alerta. Entonces el viejo humano, había comentado que ya se habían mandado movilizar grupos para proteger la ceremonia. Pues nuestra unión debía lograrse, estaba escrito que nosotros daríamos inicio a una nueva era de unión, entre seres paranormales.

Por fin la ceremonia había llegado, y no me sentía como esperaba. Estaba estresado, quería que este día llegara a su fin. Lo que debería ser el día más feliz de mi vida, se había convertido en una tarea que debía culminar. Lo peor era no poder compartir con mi mate, mi preocupación. Ella había estado distante, triste y definitivamente dudosa de seguir a nuestro lado. Podía sentirlo, incluso en este momento cuando solo faltaba horas para la ceremonia.

Bruce y yo, decidimos no conectar con ella a través de nuestro enlace, nos daba temor que nos dijera que no deseaba continuar con esto, pues sin duda ella había perdido mucho por esta unión. No la juzgaría si nos dejara, los humanos no suelen tomar muy bien las pérdidas de amigos y familiares.

Me veía frente al espejo, mi traje para la ceremonia era de tela suave. Quisieron darle pequeños compartimientos para mis armas. Me sentía como si fuese a la guerra. La sola idea de perder a Kenia me hacía perder los estribos, si se atrevían a tocarla, acabaría con todos ellos sin piedad. Mi hermano ha estado todo el día en los ajustes de seguridad, estoy dudando del plan del consejo, porque no solo debe suceder la ceremonia, sino que debemos permitir el ataque, para poder sacar a la luz al consejo de lobos. Y esa parte del plan es la que me molesta, alguien podría salir herido o muerto.

− ¿Estás listo?− pregunta mi hermano, mientras su cara trasluce la preocupación.

− Sí, pero estoy muy preocupado. No me gusta este plan –digo como si ya no me pudiera guardar la preocupación.

− Sí, yo estoy igual−dice él igual de angustiado− jamás espere que tu ceremonia se fuese a convertir en un acto de guerra, lamento hermano que no la puedas vivir como lo hice yo. Una ceremonia de amor.

− Gracias, solo necesito me ayudes a proteger a mis compañeros−dije más como un pedido que una orden.

− Lo haré, confía en mi−dijo con la certeza de un guerrero. Esa sola afirmación me dio un poco de paz.

− gracias− le abrace mientras dejaba fluir todos mis temores, tan solo por un minuto.

− Bien, vámonos. Ya es hora− dijo mientras dejaba la habitación.

Me concentre en la imagen frente al espejo, podía mantener a salvo a mis compañeros y lo haría. Con esa determinación abandone la habitación para dirigirme al sitio del evento.

El camino fue en absoluto silencio, la tensión era palpable. El lugar de la ceremonia era el mismo donde el pueblo realizaba sus reuniones importantes con el consejo de lobos. Era un claro donde la luna era la que nos iluminaba. Allí también nos reuníamos una vez al mes para realizar nuestra transformación para la luna llena. Aquellos que ya se habían emparejado con sus mates, podían controlar la transformación en cualquier día del mes, ellos y yo como alfa. Los demás eran controlados por la luna, en su fase llena, el cuerpo se transformaba en lobo y pasaban en esa forma hasta que la fase cambiara. Durante esos días, ellos estaban en el bosque, donde podían dar rienda suelta a su lobo.

Iba atento a cualquier movimiento en el bosque. Mi cuerpo estaba al asecho, mi lobo hoy estaba a la espera del ataque. Bruce había sido separado de nosotros desde temprano, no habíamos mantenido ninguna conexión, era normal separar a los futuros compañeros, es solo que hoy no era normal, me sentía muy asustado de que aprovecharan esa separación para atacar alguno de nosotros. Juntos éramos fuertes, separados no.

Llegamos al lugar, estaba hermosamente decorado, la mayoría del pueblo ya estaba allí, a la espera del evento. Veía muchas caras, no podía reconocer si eran amigos o enemigos, eso me frustraba. En lo alto del altar, estaba ya el padre de Bruce, con toda su comitiva. Por ser parte del consejo de vampiros, su lugar era allí. El consejo de lobos aun no llegaba, eso solo me puso más alerta. Los ancianos del consejo paranormal estaban allí, vigilantes.

Los deltas habían sido posicionados en lugares donde no pudieran ser vistos, nadie debía sospechar que esperábamos un ataque.

− Ryan, ¿Cómo estás?− pregunto el Príncipe.

− Lo mejor que puedo, dada la situación. ¿Qué tal los preparativos?−dije a la esperaba que él fuera más comunicativo que el consejo.

− Perfectos, todo está preparado. Confía en mi−dijo mientras su brazo se posaba en mis hombros.

− Lo hago, Señor. gracias− dije en tono de niño pequeño. Hoy extrañaba a mi padre más que nunca.

− Tranquilo, hijo. Todo saldrá bien, ellos estarán protegidos. Tu dedicate a hacerlo oficial. ¿de acuerdo?− me dijo mientras me miraba con esa mirada paterna de amor. El hombre en pocos días se había convertido en casi un padre para mí. Es un gran líder y un buen hombre.

− Lo haré.

Cuando me preparaba para realizar preguntas sobre la seguridad, se acercó uno de los ancianos del consejo paranormal. Este era el de orejas alargadas.

− Ryan, todo está preparado. Ya tus mates vienen en camino. Recuerda hasta que la ceremonia no esté finalizada. Tus compañeros no estarán protegidos oficialmente por el consejo de lobos, en especial Kenia que es humana− esa solo declaración, me hizo sentir asustado e inseguro− hemos intentado contactar con tu consejo sin éxito.

− ¿Qué haremos al respecto?− pregunte.

− Esperaremos a que vengan, sino se presentan deberemos iniciar un juicio contra ellos, pues no han dado razón para su ausencia y desprotección. De ser hallados culpables, un nuevos consejo los remplazará−habiendo dicho esto, un bullicio lleno el lugar, haciéndonos girar hacia donde provenía.

Estaba llegando parte de los clanes de lobos que habían sido invitados, a lo lejos pude ver parte del consejo de lobos. Eso me calmo, me hizo pensar que quizás Lauren se había equivocado después de todo, el consejo si nos apoyaba, aunque nunca pude hablar con ellos, pues no tuve respuesta a mis llamados.