Biología

Kenia


Abrí los ojos, la luz del día me hizo cerrarlos nuevamente. Tenía mucha hambre, mi cuerpo se sentía entumecido. No recordaba mucho, lo último en mi mente fue ella atacándome. No, estoy confundida. Ella me estaba salvando. ¡Dios! ¿Cómo puede ser posible? Ella me odiaba. Ahora casi muere, ¿por mí?

Muchas emociones me invaden. Antes de recordarlo todo le había perdonado. Aun lo siento así, después de todo ¿de qué sirve guardar rencor?

¿Cómo estará ella? De pronto siento la necesidad de verla, quiero conocerla, saber el porqué de mi ataque y el porqué de su cambio. Soy Luna, ella es parte de mi manada. Debo poder juzgarla dignamente y ayudarla. Mi deber con la manada ahora es vigilar por mantener la paz. Mis necesidades quedan derogadas.

¡ah! Veo que ya te has levantado− dice el viejo del consejo. Él estuvo en mi mente, en cada paso de mis recuerdos. A su lado me siento segura y reconfortada. No sé muy bien porque, el da miedo.

Hola− dije casi en susurro.

¿estas lista para enfrentar a tus compañeros?− caigo entonces en cuenta de que ellos no están en la habitación. El pánico se apodera de mí.

Tranquila− dice el viejo. Notando mí cambio- ellos están reunidos, costo mucho alejarlos de ti. Han estado muy angustiados por tu estado.

Sus palabras me afectan, sin poderme controlar mis manos ocultan mi rostro, mientras lloro. No sé si podré verles luego de recordar esos horrores que viví.

No te preocupes− dice nuevamente leyéndome, sin duda el sigue dentro de mi mente− el amor todo lo vence. Solo debes dejar de lado las ataduras humanas. Pues ya no lo eres.

Su declaración me sorprende. Mis ojos se posan en los suyos, mientras espero que continúe. Él se sienta a mi lado en la cama. Mientras toma mis manos entre las suyas. Su tacto me calma, un calor me invade. De pronto todo el dolor y los miedos desaparecen.

Bien, así está mejor. Necesito que estés calmada para poder explicarte tu nueva situación− asiento en silencio, mientras dejo que cada parte de mí se relaje− Ahora, cuando se realizó la unión entre tus compañeros y tú, sucedió un cambio biológico en ti.

Guarda silencio, mientras mi estómago se cierra a la espera de la nueva información.

Ahora, este cambio te hace más ágil, más fuerte, muchas otras cosas más que iras descubriendo con el tiempo. Tú eres un símbolo, tú eres la muestra de que la paz entre las especies es posible. Que no es un invento, que la naturaleza desea que dejemos atrás nuestras diferencias. En una época que ya no recuerda casi nadie. El mundo y sus especies Vivian en perfecta armonía. Pero siempre la ambición busca romper y dividir, comenzaron las guerras y con el tiempo se fue olvidando que no había líneas divisorias. Hace muchos siglos que una unión como la de ustedes no se había dado. Al parecer la naturaleza ha decidido resolver el problema. Lo malo de esto es la resistencia al cambio, y aquellos que no van a ceder a sus odios y ambiciones.

Me lleno de miedo, no quiero seguir esta lucha. Los amo, pero no creo poder tener fuerza.

si la tienes- nuevamente me lee mis pensamientos, me siento desnuda ante el− tu eres fuerte, la naturaleza no te habría elegido sino lo fueses. Ahora no sabemos muy bien cuáles son tus nuevas cualidades y sin dudas debemos ser cuidadosos a que otros lo sepan. Necesitamos que todos crean que sigues siendo humana, así no esperaran que te puedas defender o regenerar.

¿Regenerar?- reaccione al escucharlo.

Si, pequeña. Ahora regeneras por si sola. Ya no necesitas la sangre de Bruce− dijo mientras sonreía− incluso si las leyendas son ciertas tu sangre les haría sanar a ambos. Pero como dije es solo una leyenda.

¿Kenia? −levante mi vista para encontrarme con los hombre de mi vida.

Bruce se abalanzó sobre mí. Sus labios impactaron contra los míos, en un principio no le respondí. Sin embargo, pronto sentí la necesidad de saborearlo. Mis brazos se enroscaron en su cuello. Mientras pequeños geminos escapan de mí. Escucho una risa, esta nos distrae. Veo a mi hermoso lobo, con su rostro seductor. Sediento de deseo. Miro por toda la habitación buscando al viejo, no está en ningún lugar. Nos ha dejado solos.

Ryan se acerca como un león a su presa. Mi cuerpo se enciende al saberse amada y deseada por estos dos seres. Bruce se dedica a juguetear con mi cuello mientras sus manos me van despojando de mis piyamas.

Mi hermosa Luna. Sueño por completar nuestra unión− dijo Ryan, mientras besaba mis tobillos.

Creí que ya se había consumado− dije entre gemidos.

No la oficial, luego de la ceremonia− dijo Bruce, mientras comenzaba a morderme sobre marca.

Ryan ya se había desecho de mis pantalones. Me sentía ansiosa. Pequeños recuerdos esa noche impedían que me concentrara en ellos en este instante. Era extraño los recuerdos no generaban sentimientos, eso era lo que me desconcentraba. ! Oh por amor de Dios centrate! Me regañe a mí misma.

Nena− dijo Ryan − te he extrañado tanto.

Dice mientras su boca comenzó el ascenso entre mis muslos. Bruce besaba mis senos.

¡Santa Lili! Ryan debes probar su sangre. Es una delicia− dijo mientras saboreaba sus labios llenos de sangre.

Ryan no tardó en hacerle caso. Subió por mi torso al cuello donde su marca estaba. Sus colmillos ya estaban fuera. Y sin más los clavos en su marca, generándome mi primer orgasmo de la noche.

Su cuerpo inicio el cambio, pude sentir como sus huesos traqueaban, esto no había sucedido desde el día que me había marcado. Todo el comenzó a crecer. Bruce, me ayudo a terminar de desnudarme. Mientras me preparaba para ser poseída por mi hombre lobo.

Vi directamente a sus hermosos ojos azul cielo. Mientras se posaba sobre mí. Su miembro se posicionaba justo en mi entrada, se impulsó sobre mí. Pronto su miembro me invadía. El placer y dolor competían entre sí. Bruce besaba mis senos. Ryan aceleraba sus movimientos. Un dulce calor comenzó a subir de mi vientre. Pronto un estallido de placer me inundo. Siento como soy mordida y me pierdo en las sensaciones

Ryan comienza a besarme sobre su mordida, se detiene y me mira.

La herida, ya no está − y mira a Bruce.

Este se acerca a su marca. Clava sus colmillos, mientras se alimenta de mí.

observa− le dice Bruce a Ryan.

Ambos me observan mientras mis heridas se van cicatrizando. Mirarlos es fascinantes parecen niños pequeños con juguete nuevo. Decido dejarlos solos y me levanto con cuidado, mientras decido darme una ducha.

Nena, para ¿dónde vas? − dice Bruce confuso.

¿Quiero darme una ducha, quieres venir?− digo mientras sigo mi camino

En la ducha comienzo a pensar en cómo mi vida ha cambiado totalmente. Cuando aún me estoy acostumbrando a la temperatura, a mi olfato llega su aroma.

Vaya, pensé que ya no venias− dije mientras sentía sus labios sobre mi hombro.

Jamás rechazaría una invitación así, nena- dice mientras siento como su miembro se adueña de mí.

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