Acorralada
Kenia
Estoy asustada, transpiro mucho. Mi estómago se retuerce de dolor. Logro sentir como nos movemos. Todo está oscuro, tengo algo que tapa mi visión sobre mi cabeza. Huele muy mal, como a orines acumulados. Tengo nauseas. ¿Dónde me llevan? ¿Quiénes son? ¿Por qué me está pasando esto?
Para colmo mi cabeza va a estallar, tengo deseos de volcar mi comida. Solo escucho murmullos. Son varios hombres, más de tres. ¡Dios Ayudame!
Tengo temor, no quiero morir. Nadie sabrá lo que me ha pasado. Había escuchado que cuando secuestran a las mujeres, las llevan a otros países para ser vendidas como esclavas sexuales. La sola idea me estremece. En mi mente vienen imágenes de Ryan y Bruce, su amor por mí me debe mantener fuerte. Sé que ellos me buscaran, son muy posesivos, no permitirían que me escape de su lado.
Soy alzada como un saco de papas, de lo que supongo era una camioneta o camión. Mi malestar va acrecentándose. Me llevan dentro de un lugar y me tiran al piso. Duele el golpe seco que me doy en mi torso. Lloro desconsolada, espero que me encuentren. Espero poder vivir para amarlos...
Laurent
Estoy emocionada, tengo a la zorra para mí. ¡Ahora sí, nadie se va a meter entre Ryan y yo! Voy a disfrutar haciéndola pedazos. ¡Idiota! No sabe en que se metió.
̶ Luna, ya está todo arreglado−mis hombres aún creen que soy la Luna, eso me sirvió para convencerlos de mi plan. Ellos creen que esta estúpida, es enemiga de la manada.
̶ Excelente, comencemos la función−le sigo hacia el sótano donde está recluida.
Bajamos, a lo lejos puedo verla, es tan pequeña. ¿Cómo eso, pudo ser mi contrincante? La naturaleza es irónica. Esa, no puede hacerme nada. Me coloco en frente, aún tiene la capucha. Hago señas para que le sea quitado. Su aroma es una mezcla de Ryan y algo más, la perra lo está traicionando. Mi sangre hierve, ¿Cómo se atreve? Ha sido bendecida, le ha sido dado un hombre magnifico, con una posición ideal; pero que va saber ella. ¡Humanos! No valoran nada. Si antes tenía razón, ahora mi venganza tiene mucho más lógica. Ha traicionado la manada, debe pagar. Tengo la excusa perfecta.
Parece tan irreal, por fin tengo control de la situación. Le hago saber a mis súbditos la razón de porque ella está aquí. Cuando se enteran, el mundo cambia. Están enojados, los ha irrespetado. Todo se sale de control, ellos la toman aun cuando suplica y la golpean. Disfruto cada golpe, sus sonidos. Me siento poderosa, ella debe sufrir. Cuando veo que la van a matar, detengo todo. Esto no va a terminar tan rápido, ella va sufrir. Así que la dejan tirada, mientras le amarran al cuello una cadena, como la perra que es. Sus manos son atadas a unos grilletes de la pared. Ahora solo tengo un problema que resolver. Su aroma, debo quitárselo. Ryan podría encontrarla.
Ryan
Dos semanas después...
Estoy desesperado, mi mate, nuestra mate ha desaparecido. No hemos logrado encontrarla. Bruce está en el mismo estado. Esta situación nos ha unido. No sabemos qué hacer, los padres de Kenia están mal, su padre cree que nosotros tenemos algo que ver. Me entristece que nos crea capaz; pero no lo juzgo, esta situación es irreal. No puedo usar a mi manada para buscarla, ellos aún no sabían de ella. Solo Bruce, mi hermano, su esposa y yo, estamos en su busca. Pasan los días y me desespero, pierdo la calma. No es una buena señal.
Para colmo Laurent no deja de darme lata. Cada día se mete en mi casa, intenta volver a su antiguo puesto junto a mí como Luna. Ya no sé cómo explicárselo. Estoy exhausto, no sé qué voy hacer sin Kenia. Mi corazón está vacío, estoy al borde de la locura, solo puedo pensar en sus besos, en su cálida piel. En ella entre mis brazos. Mi hermano entra a mi despacho, para interrumpir mis pensamientos.
̶ Alfa, tienes visita.
̶ No tengo deseos de atender a nadie. Atiéndelo tu−digo alterado
̶ Sabia eso, hermano. Ya lo atendí, debes escucharlo−me mira intentado convencerme.
̶ Entonces, hazle pasar.
Dos horas después, mí estomago esta revuelto. Mi lobo está ansioso de matar. Este hombre ha venido a desatar el infierno. Él me ha contado dónde está Kenia, la razón de su secuestro y sobre sus captores. Él fue uno de ellos. Llorando me dice, que estaba ciego, no sabía que lo que hacía estaba mal. Solo seguía a su Luna. Laurent. Quiero salir y matarle, pero debo controlarme, esperar porque puedo acabar con lo poco que según queda de mi mate. Lloro desconsolado. Laurent, la ha hecho golpear, la ha humillado, rebajado y violado. Este hombre me ha contado, como durante este tiempo cada día, es violada por ese grupo de hombres, mi corazón se muere lentamente con cada palabra. Me ha dicho que ella está cercana a la muerte, que vino lo más rápido que pudo. No pudo hacerlo antes porque no podía salir del sitio.
No logro escucharlo más, Bruce ha llegado. Lo ha comenzado a golpear, llora como niño, pide clemencia. Yo estoy francamente en trance, le pido a Bruce que le suelte. Lo tomo por el cuello para decirle.
̶ Tu juicio será, luego de tener a mi Luna−le digo a los ojos con ira−según como ella esté, según como quede, si está viva o muerta. Tendremos clemencia. Así que dime, ¿Dónde está mi mate?
Bruce
Tenía siglos que no sentía la necesidad de hacer correr sangre. Mi mente solo piensa en eso. Vamos en camino a buscarla, cada vez la siento más cerca. Llegamos al almacén, vemos a los ocho hombres que están allí. Decido hacer lo que mejor sé. Pasar desapercibido. En diez minutos he acabado con cinco de ellos. No merecen vivir, los voy desgarrando y destripando. Puedo oírla sollozar, está débil. Mi sangre se acelera, cuando junto a sus gemidos escucho burlas y gemidos de placer. No, ellos van a morir. Le hare pagar su dolor. Llego al sótano, la veo en el suelo, su corazón late lentamente, está muriendo. Miro a dos hombres que aún tienen sus penes dentro de ella. Todo se transforma en rojo...
̶ Detente, los mataras a todos−grita Ryan. Si, los quiero muertos, acabaré a todo el que la haya tocado−Bruce, detente. Kenia, te necesita.
Entonces es como un interruptor, me apago y busco a mi pequeña. Ella ya no es una persona, es una llaga. Tiene la piel morada, esta hinchada, deforme y desnuda. Me arrodillo a su lado llorando, la llamo. No responde, entonces veo la urgencia de Ryan. Está muriendo. No. No la puedo perder. No, a ella.
̶ Te necesita, Bruce. Debes sanarla; morirá si no lo haces. Por favor−Suplica, llorando.
̶ No, puedo. Seria elegir por ella. Sabes que para sanarle, debo marcarla como mía. Ella tiene derecho a elegir−digo en susurro, él está asombrado de lo que acabo de decir.
̶ Entonces, ¿la dejaras morir?−y me toma por las solapas de mi chaqueta, esta rojo de ira−Hazlo, carajo. Yo asumo las consecuencias, la perderé si es necesario. Pero estará viva. ¡HAZLO!
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