✩‧₊˚Parte Unica♡

Las pesas duras caen al piso cuando el llamado de la puerta interrumpe su rutina matutina de ejercicios después del desayuno, entonces solo gruñó sintiéndose bien, estaba sudado, con el cuerpo caliente por todo el ejercicio que había hecho durante dos horas. Encerrado en esas cuatro paredes mientras el par de barrotes de hierro impiden que se pueda salir o algo por el estilo.

El guardia se mantiene mirándolo y Yeonjun le da la espalda que tenía un gran tatuaje cubriendola como un manto negro, sus brazos musculosos estaban llenos de tatuajes, también su nuca, y una de sus piernas. Cerca de su corazón también tenía siete letras que representan su mundo entero, el “Beomgyu” se encuentra con un par de corazones, flores, la fecha en la que lo conoció, la que fueron novios, y cuando se casaron.

Lo ama, es su esposo y lo adora por completo, es su vida entera. La cárcel los separa, aunque tampoco le queda mucho tiempo dentro; estaba en la cárcel por participar en peleas clandestinas, era millonario y no había matado a nadie, así que con un buen abogado y soborno, solo le dieron tres años dentro.

Tenía ya dos dentro, solo le faltaba uno y podría salir. Su familia le permite darse los lujos que quiera, los guardias lo tratan bien y los prisioneros le temen debido a las palizas que ha demostrado que puede darles, aunque nunca le hacen nada cuando golpea a otros, por ello es respetado y seguido por muchos "perros" como él les dice. Es temido, cada que camina y ve a otros bajar la cabeza no puede evitar sonreír, porque su nombre mismo es sinónimo de respeto, un hecho que lo tiene complacido.

Yeonjun tiene veinticinco años, estudió y se graduó en diseño gráfico, aunque de nada le sirvió si le encantaban las cosas rudas como pelear, boxeo, cualquier mierda que le diera acción en la vida, algo de emoción al menos.

Pero después de salir, no volverá a pelear, lo hacía por mera diversión aunque ahora se da cuenta de que hay cosas que no debe hacer o podrán traer grandes consecuencias, definitivamente odia estar encerrado, mucho más si no puede estar con su esposo y cogerselo todas las noches; en su lugar solo se le permite una vez a la semana o a veces hasta dos, aunque Beomgyu también trabaja y tiene otras ocupaciones, por lo que no está bien que vaya mucho a visitarlo.

—Tienes visita. —Avisó el guardia luego de tocar los barrotes para que se detuviera, Yeonjun asintió y se giró mientras el contrario abre la puerta, al hacerlo, salió con su cepillo de dientes y productos de aseo en mano.

—Me daré una ducha. —Informó, no pidió permiso, porque las duchas ya acabaron, aunque para él esas cosas se pueden repetir las veces que desea; algo de lo que no se puede quejar es del servicio dentro del lugar, su palabra es ley y se hace lo que él dice.

De esa forma y por protocolo, dos guardias lo acompañaron a los baños que se encontraban a solas porque ya todos se habían bañado, Yeonjun se bañaba cuando quería, así que no importa. Siseo cuando el agua fría tocó su cuerpo, fue gratificante, se rió al notar su miembro erecto, es de esperarse si está por ver a su esposo, que es bellísimo, el más hermoso de todos los omegas del mundo.

La falta de sexo le hace querer estar ya entre las dulces piernas de su esposo; le han ofrecido ya un par de Omegas para pasar el rato, pero Yeonjun puede ser todo menos un infiel, jamás, siempre rechaza ese tipo de contacto y en cambio espera a su esposo para poder follarselo a su gusto.

Conoce a Beomgyu de toda la vida, sus madres eran amigas y por ende ellos también, se enamoraron, estuvieron juntos desde los catorce, experimentaron juntos todas sus primeras veces. Fueron juntos a la universidad y se casaron dos años después de iniciar la universidad, así que llevan cinco años casados; su amor es profundo, porque Beomgyu ha estado siéndole fiel así como Yeonjun, solo esperando a ser libre por completo para vivir juntos de nuevo.

Cuando terminó de bañarse, se puso su pantalón del uniforme y con una toalla en el cuello, se permitió caminar con el guardia de seguridad a las habitaciones en donde podrían ir para las visitas conyugal.

Llegaron a la suya, que era más grande que las otras, en la entrada le dieron condones, pero los rechazó, al igual que el lubricante, porque Beomgyu siempre se moja sólo, no hay necesidad de esas cosas.

Cuando entró, fue que lo vio; estaba sentado tranquilamente en la cama, sus ojos se iluminaron felizmente cuando lo vio, sus labios rositas se curvaron hacia arriba, sus mejillas llenitas también, sus ojos se volvieron medialunas a la par que se levanta y camina hacia él, como si no se hubieran encontrado hace una semana, se colgó de sus brazos y lo besó. Las manos grandes y tatuadas de Yeonjun tomaron su trasero para sostenerlo cuando se lanzó a sus brazos.

—¡Te extrañe tanto! —Exclamó besando alrededor de su rostro con picos cariñosos.

Yeonjun cerró la puerta de la habitación con el pie; la habitación tenía solo una cama y una mesita de noche, no hay ventanas, sólo aire acondicionado para que no sea asfixiante.

—Mi dulce Beomy, ¿cómo estás? —Yeonjun le devolvió los besos y besó alrededor de la linda cara de Beomgyu, que recibió todo su amor con una sonrisa risueña y llena de estrellas, estaba contento de verlo.

El alfa respiró hondo cuando las feromonas a fresas dulces le llenaron las fosas nasales y felizmente recostó su cabeza en el pecho de Beomgyu, desde allí llegó el dulce aroma característico que más amaba, por supuesto, luego del aroma de sus feromonas.

—Estoy bien ahora que estoy contigo. —El omega jadeo y tomó sus mejillas para que lo mirase y entonces volvieron a unir sus labios en un intenso beso.

Y se volvieron a besar con profundidad, Yeonjun caminó a la cama y se sentó con el contrario en su regazo, los besos continuaron su ritmo, poco a poco Beomgyu empezó a apretarle los hombros, rasgando levemente con sus uñas la carne, sus lindos labios le corresponden con gusto.

—Amor, calma —El alfa lo detuvo con la respiración agitada, miró a Beomgyu a los ojos y le acarició sus mejillas con amor —¿Y los niños?

Beomgyu se abstuvo de besarlo y lo miró antes de sonreír suavemente.

—Ellos están bien, te deje fotos en el buzón, te las darán más tarde. —Respondió, recordando las fotos que había tomado esa semana para mostrárselas a su alfa.

Tienen tres bellos hijos en realidad, el primero, un Alfa que tiene seis años, porque estaban en la universidad cuando Beomgyu salió embarazado por primera vez, actualmente tiene seis años, así que ya tenía cuatro cuando lo apresaron, lo cual fue difícil porque tenían un lazo fuerte de padre e hijo.

Entonces estando en la cárcel, cuando Yeonjun a penas llevaba una semana dentro, Beomgyu llegó con la noticia de que estaba en espera de nuevo, dio a luz; el año pasado Yeonjun lo preñó en una de sus visitas, así que no estuvo presente en dos de los partos.

Pero Beomgyu lleva a los niños a verlo, el niño más grande, su pequeño Hyunmin, es un niño dulce y amoroso, el de en medio tiene un año y meses, es un bebé gruñón y gordito, un omega, su lindo Yunhyun; y la niña alfa que ha nacido hace seis meses, es dulce y tiene los ojos de su papá Yeonjun, que a pesar de no estar mucho en su vida, la ama demasiado, Eun-ji es su princesa más linda.

Después de finalizar sus palabras, Beomgyu nuevamente se lanzó a sus labios e inició a besarlo con movimientos bruscos, Yeonjun lo vio tratando de desprenderse el largo saco de cachemira que llevaba puesto, con manos ansiosas y la respiración agitada.

—Espera, ¿por qué estás tan ansioso? —Yeonjun sonrió de manera insinuante, después de todo mayormente era él quien iniciaba con los toques, pero esta vez estaba siendo Beomgyu que incluso le estaba dejando marcas con sus uñas en los hombros.

—Ayer me toque pensando en ti y hoy no podía esperar para verte, necesito que me folles. —Susurró lamiendo su mejilla con morbosidad, Yeonjun gruñó extasiado, su falo empezó a presionarse con fuerza contra la costura de su uniforme de prisión, que era solamente un pantalón, no llevaba ropa interior ni camisa por obvias razones. Si por él fuera iría desnudo.

Beomgyu se levantó de su rezago, ante sus ojos se quitó el saco y lo dejó caer al piso, le siguió su pequeño short de cuero junto con el cinturón alrededor de su cintura, finalmente fue el suéter marrón de tela suave; Yeonjun sintió su excitación subir de nivel al verlo, podía haber dado a luz ya tres veces, pero Beomgyu seguía siendo precioso, con esa piel blanca, su estómago ya no tan plano, caderas anchas, muslos regordetes y piernas no tan delgadas como antes, pero sobretodo, a Yeonjun le encanta en sobremanera el como sus senos grandes e hinchados dejan caer gotas de leche materna.

Al ver sus ojos hambrientos, Beomgyu se acercó y colocó sus senos en su rostro, el contrario respiró hundiendo su nariz en el medio de las tetas de su esposo, el dulce aroma corporal y el de la leche materna se mezclan de la manera más excitante,  Yeonjun gruñó arrastrando su nariz por la piel de los senos, hasta que tomó el pezón con los dientes para jalarlo dentro de su boca y amamantarse, levantando la mano para agarrar con rudeza el otro seno al mismo tiempo que succiona con su boca la leche materna, Beomgyu jadeo sintiendo los apretones en sus tetas y la presión excesiva de la leche saliendo a borbotones.

—Ah~ Sí, traje mucha leche, puedes tomarla toda. —Beomgyu gimió quedito.

Yeonjun gruñó y como su esposo autorizó, se amamantó de su pezón con gusto, de su mano que exprimio una de sus tetas con rudeza empezó a salir leche blanca, Beomgyu gimió suavemente sintiendo su interior mojarse por el lubricante natural, volviendo sus paredes resbaladizas y suaves, calentando su vientre y levantando su pene.

Yeonjun dejó de apretar su pecho y prosiguió a tocar a su esposo con las manos, bajó por sus caderas anchas y redondeó su trasero antes de azotar la piel con sus dos manos sin medir su fuerza, Beomgyu soltó un gritillo de placer mientras sus dedos delgados se enredan con su cabello suavemente.

El alfa se levantó y se quitó el pantalón haciendo saltar su polla erecta, húmeda, goteante y dotada hacia arriba. Se sentó y miró a su dulce esposo que le devolvió la mirada con ojos llorosos de placer.

Yeonjun lo invitó a sentarse en su regazo y sin desaprovechar la oportunidad, Beomgyu se sentó rodeando sus caderas con sus rodillas teñidas de un suavecito rosa, miró con ojos de deseo a su esposo amamantarse de sus tetas, las manos venosas y tatuadas apretaron fuertemente la piel de su trasero, tirando de él, amasando a su gusto, abriendo y cerrando sus nalgas al mismo tiempo que Beomgyu sentía el lubricante bajar por los pliegues de su entrada deseosa por ser dulcemente penetrada con la polla venosa de su esposo, que se presiona en la línea de su culo sonrojado.

Yeonjun llevó su dedo a la entrada húmeda de su esposo, manteniendo su culo abierto para él, se encargó de restregar la yema de su dedo sobre el agujero levemente fruncido, siseo imaginando a su polla penetrando ese paraíso, llenándolo de semen hasta que su vientre se hinche de tanto esperma, hasta preñar con sus hijos nuevamente a su precioso esposo.

Yeonjun lo ama tanto que anhela que Beomgyu dé a luz a todos sus hijos, desea cogerselo tanto que Beomgyu no podrá evitar quedar embarazado de él, follarlo mientras está preñado es otro placer que le gusta darse, porque entonces Beomgyu se pone sensible y mimoso, pidiendo por su polla y abriéndole las piernas obedientemente, al enterrarse en su agujero toca el mismísimo cielo, porque entonces es capaz de penetrar la cavidad genital que se mantiene dulcemente abierta al encontrarse encinta, lubricando a chorros y manteniendo caliente su interior todo el tiempo.

Todos los Omegas masculinos poseen una entrada extra dentro de la misma entrada anal, esta se llama "cavidad genital" que es básicamente el agujero en donde si un Alfa entra y acaba, puede embarazar rápidamente al omega debido a que se conecta directamente con el útero.

Si lo penetra, Beomgyu también sentirá más placer ya que es la parte más sensible, suave y húmeda de su cuerpo, así que siempre le pide a Yeonjun penetrarlo en su cavidad, porque desea que Yeonjun lo haga tocar las estrellas. Yeonjun ama tanto follarlo por su cavidad que le es imposible resistirse y termina cogiendoselo hasta que a Beomgyu se le acaba la voz.

La cavidad genital es también el lugar por donde los Omegas dan a luz, una vez el noveno mes de embarazo ha avanzado se les prohíbe tener relaciones sexuales, porque dos semanas antes del parto la cavidad genital empieza a estirar su piel hacia abajo, hasta ser una tela de piel que se adueña incluso del espacio de su entrada anal, entonces le es difícil hacer sus necesidades con esa parte de su cuerpo estirada y debe tener cuidados especiales porque ocupa la mitad de su entrada anal, pero de todos modos una vez viene el parto, los bebés salen por ese conducto expandiendo las paredes genitales, sin tener contacto directo con la entrada anal o algo por el estilo.

El parto había sido la parte más dolorosa para Beomgyu, pero mientras pudiera seguir dando a luz a los bebés de Yeonjun, podría seguir pasando por esa etapa difícil diez veces más.

Poco a poco, la yema del dedo penetró el agujero suave, Beomgyu soltó un gemido respirando agitado, sus mejillas se sonrojaron con exquisita suavidad, empezó a morder sus labios cuando soltó un gritó de sorpresa en el instante en el que el dedo que solo tenía la punta dentro, se adentro hasta los nudillos, liberando una cantidad excesiva de lubricante que salía a borbotones de su entrada genital.

Yeonjun gruñó cuando de las tetas ya no salió más leche, se la bebió toda y en realidad no se arrepiente, ama totalmente la leche de Beomgyu, es tan cremosa y dulcesita, caliente, lo excita saber que se está amamantando de las exquisitas tetas de su esposo, suyo, porque Beomgyu le pertenece, es todo suyo y planea aprovecharlo hasta que se muera, porque es el ser más hermoso, sexy y caliente que pudo elegir, haberse enamorado de él ya fue ganancia.

—Yeonjun, ¿puedes llenarme con algo más que tu dedo? —Beomgyu gimió con un poco de impaciencia, inclinándose para lamer su oreja mientras los dedos de Yeonjun continúan embistiendo el agujero húmedo con movimientos rápidos.

—¿Qué es lo que deseas? —Yeonjun se estiró para susurrar ronco en su oído, sus labios curvados con malicia.

—Tu pene en mi entrada, esposo, tu lindo Beom necesita tu pene dentro con mucha urgencia. —Beomgyu gimió más urgido y se tomó las tetas con las manos, Yeonjun soltó una risita.

Sus dedos gruesos tomaron entonces la barbilla de su esposo para hacer que lo mirase, sus ojos se conectaron directamente.

—Primero deberás agradecer por haberte mamado las tetas, ¿no crees? —Rió suavemente, los ojos de Beomgyu brillaron extasiados.

—¿Cómo puedo agradecer?

—Mi amor, por supuesto que chupandosela a tu marido. —Saco la lengua y le lamió los labios sin despegar sus ojos—Anda, mete mi polla en esa linda boquita tuya y empieza a usarla.

Yeonjun sonrió y acarició con su pulgar los labios rosaditos de su Omega, que lo miró con ojos desprendiendo su lujuria, parecía complacido y más cuando abrió los labios.

Beomgyu chupo su pulgar y lo succiono hacia dentro de sus labios, su lengua giró alrededor del pulgar y cerró los ojos mientras se aprieta las tetas y se mueve inquieto en el regazo de su esposo, necesitado y tratando de sentir su polla que se roza con la raya de su culo.

—¿Así? —Ronroneo con morbo mientras se sigue restregando en su regazo.

—Sólo tú sabes, mi amor.—Saco su dedo y beso la nariz de su Omega que le sonrió más amplio — Ahora hazlo.

Beomgyu sonrió y obedientemente se bajó de su regazo y quedó de rodillas entre sus piernas que se abrieron para recibirlo, mostrando orgullosamente la polla levantada hacia arriba, con el glande rojo y goteando presemen, venas rodeando el trozo junto a sus pesadas bolas con el vello púbico en su zona V marcada. De rodillas, Beomgyu se inclinó hacia delante y atrapó la polla de Yeonjun con los dientes, pero sin hacer presión.

Miró a su esposo y sonriendo, rodeo el trozo de carne con los labios para iniciar con el vaivén de adentro hacia fuera, el nudo se acentuaba en la base, Yeonjun ya estaba muy excitado y erecto, por lo que el nudo ya estaba esperando a ser liberado en la base, lo que tenía por completo complacido a Beomgyu que sabía que con sólo chuparle las tetas se había encendido. Seguía teniendo mucho poder sobre su alfa y eso de alguna manera lo tenía totalmente orgulloso.

El sabor del almizcle se coló en su lengua, Beomgyu succiono como si de una paleta se tratara y se trago el presemen que goteaba a grandes cantidades, Yeonjun lo miraba con el ceño fruncido y un leve sonrojo en uno de sus pómulos mientras él chupaba rápido su pene, tratándolo de hacer que acabará en su lengua.

Beomgyu estaba complacido de que ese gran alfa le perteneciera, porque tenía tantos músculos, con la piel blanca porque no se bronceada allí, pero estaba muy ejercitado y con las partes importantes del cuerpo tonificadas. Lo que tenía complacido al omega, que amaba todo de su esposo y lo demostraba chupando su pene hasta el final para hundir su nariz en los vellos de su zona V, disfrutando por completo cuando las hebras le rozaban la nariz.

Las feromonas a menta que desprende el alfa dominante lo tienen llorando de placer, Beomgyu lo ama totalmente.

Yeonjun llevó la cabeza hacia atrás mientras su esposo hacía su mejor labor entre sus piernas, puso su mano sobre su cabeza y lo empujó hacia su pene para que tragara más, Beomgyu lo hizo sin problema, tocando la punta del pene con su garganta sin hacer muecas o verse afectado, sus labios rodeando el falo caliente y húmedo, su saliva siendo el lubricante perfecto mientras sus dientes rozan levemente la piel dura y sus mejillas se hunden cada que succiona hacia dentro el trozo de carne duro y caliente.

Sus ojitos miraron directamente a Yeonjun, con el pene todavía en su boca y luciendo las mejillas sonrojadas. Lo sacó de sus labios y le dio unas lamidas al glande que desprende líquido, golpeándolo con su su lengua después, disparando las cantidades excesivas de presemen directo a su boca.

Bajó con su lengua y chupo sus bolas manteniendo la cabeza de lado y moviendo su mano sobre su falo, acogió en su cálida cavidad las bolas pesadas de Yeonjun que gruñó ante la estimulación máxima, las acarició con su lengua disfrutando del sabor de su alfa, las succiono hacia dentro de su boca hundiendo sus mejillas, como si se estuviera amamantando de ellas, Yeonjun seguía empujando su cabeza hacia sus bolas y Beomgyu las hunde gustoso dentro de su boca.

Beomgyu hizo un leve "mmhg" con la garganta después de soltarlas y volvió a tragarse su polla con rapidez, Yeonjun le agarro el cabello para tener una mejor vista, siseando por las cosas que la linda boquita de Beomgyu le estaba haciendo a su pene, una de las lindas manos empezó a masturbar la base y la otra le acarició las bolas pesadas, apretandolas entre sus dedos, complacido de escuchar los gruñidos bajos de su alfa, que siguió jalando sus cabellos y guiando sus movimientos para que lo tragara más a fondo, mientras Beomgyu hacía todo lo que podía.

—Maldición, eres tan buen Omegas, sigue mi amor, continúa y tragate todo. —el alfa gruñó apretando su cabello con los dedos con fuerza desmedida.

Beomgyu sonrió orgulloso al verlo tan perdido y decidió acelerar los movimientos de su lengua girando alrededor del glande, sus dientes rozando el falo con gracia mientras sube y baja usando su lengua de base a veces, llegando a golpear su suave garganta sin problema, mientras estira las mejillas para tratar de tomarlo todo en su boca, dándole más placer y llenando el pene de saliva y presemen.

Beomgyu apretó las bolas de Yeonjun en sus palmas cuando sintió el nudo del alfa subir rápidamente, totalmente a gusto de chuparla, el Omega incrementó la velocidad de su cabeza justo en el momento en el que el nudo se liberó finalmente y se ató alrededor del glande, Beomgyu abrió bien la boca mientras se dejaba anudar la cavidad a la par que recibe la interminable descarga de semen en su cavidad.

Las mejillas de Beomgyu se agradaron y gimió suavemente cuando las descargas interminables de semen llenaron su garganta obligándolo a tragar, lo cuál hizo gustoso y sin rechinar, de todos modos le encantaba el sabor de su esposo.

Yeonjun estaba por completo relajado, mirando a Beomgyu sacar el pene con el nudo pesado de su boca y entonces empezó a lamerlo, esperando a que deje de escurrir el semen y tragándose el resto de manera placentera, lamiendo y chupando, haciendo sonidos sucios con los labios que también estaban embarrados de semen.

Beomgyu lamió obedientemente el nudo hasta que esté empezó a bajar nuevamente a la base, Yeonjun se mantuvo acariciándole la cabeza, mirándolo con intensidad.

Pronto, su miembro tenía el nudo dentro pero continuaba erecto, así que tomó a su esposo de la barbilla para obligarlo a subir y entonces lo besó con intensidad desmedida, sin importar que se estuviera probando a sí mismo, simplemente jaló sus labios para besarlo de manera ferviente, gruñó gustoso cuando su omega le correspondió con la misma intensidad y deseo, rasgado sus brazos y mordiendo sus labios, metiendo su lengua en su cavidad y recibiendo la suya dentro.

Sin más preámbulo, lo recostó en la cama y continuó besándolo en los labios, Beomgyu abrió las piernas para recibirlo, dejándose hacer porque sabe que es momento de que su alfa lo folle.

Y no se equivocó, porque casi de inmediato Yeonjun empezó a tantear con sus dedos su entrada que tenía una gran cantidad de lubricante llenándole el interior de sus muslos, trasero y encajes, el omega respiró agitado y contuvo un gemido cuando uno de los dedos se hundió en su cavidad.

Beomgyu miró a su marido con las mejillas sonrojadas, totalmente excitado por la atención que recibía, su nariz incluso estaba levemente roja y sus ojos lagrimeando del placer, totalmente ido.

Yeonjun metió dos dedos más para aflojar a su esposo, luego sacó sus dedos y masturbo un poco su pene que ya estaba escurriendo de solo ver el paisaje que su esposo ofrecía. Con las tetas hinchadas escurriendo una nueva ración de leche, sus hombros, rodillas, mejillas y pómulos teñidos de rojo y haciendo un hermoso contraste con su piel blanquecina y sin vellos; los labios hinchados, bañado de sudor mientras mantiene sus piernas abiertas ofreciéndole su agujero rosado, su pene generosamente erecto y apoyado en su abdomen, desprendiendo un aroma a leche materna y fresas por sus feromonas que estaban elevándose para seducirlo, como si estuviera en celo.

—¿Tocaste aquí en toda esta semana? —Susurró mirando su agujero cerrado y gruñó —No puedes tocarte sin mí, tu agujero es solo mío.

—Y-Yo...—Tartamudeo temblando, mientras su esposo posaba el glande en su entrada rozandolo contra ella, antes de hacer presión para hundirse en el paraíso —¡Ah! Yeonjun, sí~ fóllame por favor.

Yeonjun sonrió mientras se hunde en el cálido interior de su Omegas, penetrando con su pene el dulce agujero y yendo todo el camino hasta el final, Beomgyu con la espalda doblada debido al placer, mientras hacía la cabeza hacia atrás y frunce el ceño con los ojos cerrados.

Yeonjun tomó la parte detrás de sus rodillas y apoyándose en sus propias rodillas empezó a embestir con rudeza, Beomgyu gritó gustoso, mirando a su alfa embestirlo con fuerza, sus tetas se balanceaban de arriba hacia abajo y la leche empezó a gotear del pezón por los azotes, Beomgyu abrió la boca y gimió tan alto como se le dio la gana mientras la polla venosa y gorda follaba su agujero haciendo sonidos de chasquido y húmedos.

Sus pieles se golpean con fuerza, las feromonas bailan entre sí y el olor a sexo se extiende por la pieza. Yeonjun sostiene las piernas de su Omegas separadas, dándose a sí mismo acceso para penetrarlo, disfrutando de ver el agujero goloso de Beomgyu tragarse su polla y acogerla dentro de sus húmedas y apretadas paredes, ordeñando dentro como si no quisiera soltarlo, mientras sus gemidos y quejidos se cortan con las embestidas.

Beomgyu miró excitado a su esposo y se agarró las tetas con sus manos, apretandolas juntas, la leche bajo entre sus dedos y Yeonjun gruñó al ver esa leche desperdiciandose.

Entonces le indicó que tomará sus propias piernas para mantenerlas abiertas y Beomgyu obedeció, Yeonjun bajó y tomó sus tetas entre sus labios para empezar a chupar con fuerza, sacando la leche de su pezón mientras sus labios lo rodean, sus dientes marcan la suave piel, sus embestidas no se detienen y Beomgyu se encuentra girando los ojos por toda la atención que recibe.

Su esposo se encargó de marcar todo su cuello con marcas rojas al igual que su pecho, mordiendo la carne, sus pechos incluso y luego amamantandose para dejar hinchados los pezones de Beomgyu, que se sostiene las piernas abiertas, recibiendo las duras embestidas dentro de su cavidad húmeda.

Cada vez que el pene entraba en su agujero, Beomgyu sentía la piel dura rozando su entrada genital y lo único que deseaba era que Yeonjun la penetrara, que follara su entrada de parto hasta golpear su útero y llenarlo de esperma, que lo preñe de nueva cuenta con sus bebés, lo anhela con desespero.

—A-Alfa~ por favor folla mi entrada genital. —Beomgyu tartamudeo con la voz temblorosa, las lágrimas de placer escurren por sus sienes y sus mejillas se encuentran sonrojadas con intensidad.

Yeonjun se detuvo al oírlo, sonrió comprensivo y le acarició los cabellos, bajó y depositó un beso en sus labios.

—No quiero que quedes encinta de nuevo amor, siempre sufres y creo que es adecuado esperar un tiempo más. —Le explicó tratando de sonar coherente porque él más que nadie deseaba follar a su Omega por la entrada genital, pero se estaba conteniendo.

Beomgyu estaba pensando en todo menos en el dolor de parto, por dios sólo deseaba que Yeonjun lo folle como se debe, y así será.

—Yo no quiero esperar, solo deseo que me folles por mi entrada y que jodas mi útero, por favor~

Yeonjun pasó saliva, cerró los ojos y frunció el ceño, sus bolas palpitaron y su pene se endureció tres veces más al escucharlo.

—Beomgyu, joder, cállate.

Los labios de cereza del omega se curvaron.

—¿No deseas preñarme de nuevo? —Tarareo con voz melosa —Dijiste que te excita ser el alfa que me embaraza, por favor, follame allí~ yo daré a luz a todos tus cachorros, por favor, alfa.

Yeonjun no iba a mentir, le encantaba embarazar a su esposo, fuera de que le hace feliz que su familia se extienda, en el ámbito sexual siempre es la mejor etapa, porque Beomgyu es tan caliente y sensible, ama totalmente verlo encinta.

Así que no pudo negarse ese placer ni mucho menos resistirse; retrocedió con sus caderas y a tientas buscó esa entrada con la punta de su pene, al encontrarla abierta para él, la penetró de golpe siendo testigo de la manera en que la linda carita de Beomgyu se descompuso por el placer, poniendo rojo todo su rostro y soltando un largo gemido de gusto. Su espalda se dobló y las partes sonrojadas de su cuerpo se volvieron más rojas.

Ni siquiera esperó, simplemente empezó a follarlo siendo cegado por el placer que la entrada genital de Beomgyu ofrece, tiene paredes suaves, humedad en exceso y apretadas, es la mejor parte del cuerpo de su esposo, lo adora. Entonces lo embistió apoyándose en sus palmas y viendo a su Omega delirar, el bulto en su vientre se eleva cada que mete su pene dentro, golpeando el útero de Beomgyu, que respirando agitado empezó a temblar.

Sus tetas se balanceaban de arriba hacia abajo, la humedad mancho la cama mientras Yeonjun seguía embistiendo con rudeza, follando la cavidad genital de su Omegas y golpeando su vientre, el nudo en la base se hizo más pesado y sus feromonas se combinaron entre sí.

Yeonjun se salió bruscamente del interior de Beomgyu, quién estaba listo para protestar, pero fue girado y comprendiendo, se puso en cuatro y elevó el culo, el pene que continuaba húmedo y erecto lo penetro y directamente después de adentrarse a su cavidad anal, penetro su entrada genital, lo que causó que Beomgyu gritara mientras abre más las piernas sacando más el trasero.

Yeonjun azotó su culo con las palmas, inició a embestir con rudeza dándole palmadas a Beomgyu en el trasero, siendo consciente de que a su Omegas le encantan las palmadas, así que simplemente lo azotó y lo penetro una y otra vez llevando un vaivén intenso que lo estaba haciendo sudar.

Al cansarse de las palmadas, tomó a Beomgyu de las caderas hasta marcar con sus dedos la piel dulce, manteniéndolo en su lugar y con las piernas separadas lo follo en esa posición, disfrutando de la vista de su polla hundiéndose en el agujero mojado, mientras las nalgas de Beomgyu tiemblan con sus movimientos y su espalda curvada cubierta con una capa de sudor.

Yeonjun tomó a Beomgyu por los hombros para levantarlo y tener más profundidad, Beomgyu gritó y gimió por las sensaciones que le estaba causando, manteniendo el culo levantado para que lo jodiera, su vientre abultandose cada que el falo penetra a fondo su cavidad genital, nublandole los sentidos y logrando que alcance el nivel máximo en excitación.

Los sonidos que hacen sus cuerpos al unirse son sucios y húmedos, las sensaciones son estremecedoras.

Al cansarse de la posición, Yeonjun volvió a acostar a su esposo sobre su espalda, no se hizo esperar antes de penetrarlo nuevamente en su agujero genital. Beomgyu lo recibió en sus brazos, enrollando sus hermosas piernas alrededor de su cadera, hizo un gesto para que lo besara y Yeonjun no se hizo esperar, pegándose por completo a su cuerpo para besarlo en los labios.

Embistió y Beomgyu coló su mano entre sus cuerpos para tirar de su propio pene abandonado, masturbandose a sí mismo y recibiendo las embestidas, su cuerpo vibraba con las penetraciones, se sentía completamente feliz.

Su lindo cuerpo se retuerce y los gemidos no se detienen.

Beomgyu se vino en su vientre con un gemido que soltó entre sus labios, al verlo, Yeonjun busco su propio placer y sin hacerse esperar, liberó su nudo en el interior de su esposo, ajustandolo en la cavidad genital y haciéndolo gemir en medio de su debilidad por el reciente orgasmo, Yeonjun se quedó quieto cuando el nudo cubrió las paredes genitales y empezó a soltar las cantidades desmedidas de semen, golpeando directamente el útero de Beomgyu sin detenerse, su vientre se hinchó como si estuviera encinta de nuevo por la cantidad de líquido.

Al sentir su nudo, Beomgyu hizo una mueca y se quedó quieto acariciando los cabellos de su alfa que usó sus pechos como almohada y se recostó para recuperarse.

—Te amo tanto Beomgyu, mi pequeña fresa dulce, eres el Omegas de mi vida. —Yeonjun deliró respirando agitado, abrazando posesivamente a su dulce omega.

Beomgyu sonrió dulcemente y con las mejillas rojas, sus cuerpos llenos de sudor se mantienen unidos por el nudo.

—Y tú el mejor alfa que existe, te amo, deseo que salgas de aquí para que estemos juntos como una familia.

Yeonjun levantó la cabeza para observarlo y depositó un casto beso en sus labios. Haciendo reír a su esposo.

—Sólo falta un año mi amor, estaremos juntos para entonces.

Beomgyu asintió suspirando y lo abrazó, Yeonjun correspondió sin problema.

—Te amo. —Beomgyu susurro cerca de su oreja, calentando el corazón de Yeonjun que suspiro enamorado.

—Yo también te amo, mi amor.

Y se abrazaron suavemente hasta esperar que el nudo bajara, mientras sus corazones laten acelerados como si fuera la primera vez que se sentían, aunque la verdad es que solo se aman demasiado hasta el punto en el que creen que su amor en lugar de desgastarse o acabarse solo sigue floreciendo hermosamente.

Y va a continuar de esa manera por un largo tiempo, Beomgyu está seguro de ello, porque ama a su marido y jamás lo dejará. Mientras es igual departe de Yeonjun que nunca dejará de amar a su dulce omega, y sólo espera salir de la cárcel para hacerse cargo de su familia que son sus amados hijos y su precioso esposo, al cual planea cuidar para siempre.

| Un año después |

Probar la luz del sol sobre su piel fue como volver a respirar la libertad, las rejas se cierran a sus espaldas y Yeonjun lo único que podía hacer es sonreír felizmente porque su tiempo en la cárcel ha concluido sin problemas.

Y entonces, no se encontraba solo como un hombre como él debería, no estaba solo, estaba tan bien acompañado que su corazón latió con fuerza cuando sus ojos enfocaron hacia el frente.

Porque fuera de la cárcel y esperándolo, estaba su precioso esposo esperándolo, acompañado de su hijo de siete años, el segundo de dos años y meses que sostiene la mano de su hermano mayor, la princesa de sus papis que tiene un año de edad al fin, y el bebé de cinco meses que la niñera al lado de Beomgyu sostenía.

El bebé que habian concebido hace meses, de hecho, hace un año Beomgyu ya estaba embarazado con dos meses, pero extrañamente su embarazo había sido de los que pasan desapercibidos, así que no se dio cuenta hasta que su vientre se agrandó con los cinco meses.

Con sus cuatro hijos presentes y siendo libre de abrazarlos, Yeonjun lo primero que hizo fue abrazar a su lindo Hyunmin, su bebé mayor, cargo a Yunhyun y Eun-ji y los llenó de muchos besos mientras sus niños felizmente lo recibían y decían "¡papá!" cada tanto, ansiosos por llevarse al fin a su padre a su hogar.

Yeonjun entonces y con los ojos lagrimeando, se permitió cargar a su último hijo, su lindo Dae-hyun, que era idéntico a Beomgyu de pies a cabeza, bonito y dulce, un lindo omega.

Le besó las mejillas y lo acogió en sus brazos, llenándolo con sus feromonas mientras su corazón late con fuerza contra su pecho, se sintió pleno.

Finalmente, Yeonjun se acercó a su esposo que como siempre se miraba precioso, vistiendo ropas caras, joyas en todos sus dedos, orejas y cuello, luciendo una figura exquisita a pesar de las circunstancias.

Su aroma a fresas envolvió de manera seductora a su marido, que tomándolo por el mentón le besó apasionadamente, abrazándolo y marcándolo de manera posesiva con sus feromonas, Beomgyu gimió cuando rompieron el beso y se miraron sonriendo íntimamente.

—He vuelto, y está vez no me iré, me quedaré con ustedes, mi familia. —Yeonjun informó, poniéndose de cuclillas para acariciar y besar el vientre apenas abultado de Beomgyu, tenía tres meses a penas, así que sólo se dejaba apreciar una linda y pequeña curva. —Está vez estaré para ayudarte con todo, amor mío, para la crianza de todos nuestros hijos y para cuidar de nuestro amor.

—Te amo, bienvenido a casa. —Beom susurró, Yeonjun se puso de pie y volvió a besarlo. Pero sus hijos protestaron pidiendo su atención.

Beomgyu cargó a su bebé Dae-hyun, y Yeonjun con esfuerzo cargó a sus otros tres hijos, mientras los llena de besos y les profesa lo mucho que los adora y ama.

Definitivamente, son una familia perfecta y la seguirán extendiendo sin límites, porque así como su amor continúa floreciendo en un campo interminable de flores, su familia se seguirá extendiendo sin problemas. Yeonjun salió de la cárcel y está vez, se asegurará de portarse bien para quedarse al lado de su familia y hacerlos felices.

Espero les haya gustado 🫡🫡

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