Felix
El día transcurrió de lo más normal, detestaba el hecho de saber que nuevamente compartiría curso con el hijo de la alcaldesa, y para colmo de males su profesor había decidió cambiar lugares, Emma ocupaba uno de los lugares hasta al frente de todos, los mellizos fueron separados de ella y ubicados en la parte de atrás separados en ambas filas, Cédric estaba tras de ella. El profesor había anunciado la llegada de un alumno nuevo, y por eso ella entendió por qué estaba sola en su lugar.
Cuando llego a su casa, sus padres aun no regresaban del trabajo, dejo sus cosas sobre el sofá mismo donde se dejó caer de golpe mientras encendía el televisor.
-Hoy fue un día muy tranquilo.- dijo la pequeña kwami saliendo de su escondite.
-¿Tranquilo? Fue un muy mal inicia de semana Beeb.- se quejó la rubia, la transmisión se vio interrumpida.
Emma al ver que era un corte informativo, subió el volumen, presentando se encontraba Alya o como ella le decía cariñosamente "Tía Aly"
"Esta mañana Ladybug y Chat Noir salvaron a Paris una vez más y sobre todo a los alumnos del colegio Françoise Dupont"
-¡Oye!- exclamo Beeb.- ¡Anthophila también ayudo! ¿Por qué no nos mencionan?
-Por qué no somos importantes Beeb, no entiendo, ¿Por qué tengo que ayudarles? Ellos pueden solos, lo han hecho siempre... nunca van a tomarnos en cuenta.
-Emma... Solo tu eres la única que puede ayudarles, siempre serás tú quien les ayude.- intento consolar la kwami Emma agradecía el gesto, pero no la convencía de todo.
El resto de la tarde fue normal y tranquilo junto a su familia, Adrián informo a Emma en secreto que su abuelo quería verla, ella aceptó la invitación si eso significaba levantarse temprano para hacer una visita a su abuelo, pues era extraño que Gabriel quisiera verla. Al llegar la noche Marinette se aseguró que su hija estuviera dormida, esa noche tocaba hacer guardia en las calles de Paris.
-¿Todo bien?- le pregunto Tikki.- Marinette asintió con la cabeza, para después reunirse con Adrián en su habitación.
-¿Lista?- le pregunto el rubio cuando la vio entrar.
-Espero esta vez se disculpen con ella, esa niña solo quería ayudarles.- regaño Plagg.- el hecho de que Emma estuviera en el colegio durante el ataque les hizo olvidar lo principal.
-Plagg tiene razón, no actuaron como ladybug y Chat Noir, sino como un par de padres a los que les preocupa su hija y no a las personas por las que han luchado por tantos años.- le siguió Tikki.
-Ella lo entendió mal.- se apresuró a decir Marinette.- estuvo mal regañarla y tiene razón vamos a disculparnos.
Emma había acomodado las almohadas de su cama de tal forma pareciera que ella estaba profundamente dormida, no podía esperar a que sus padres se durmieran y poder verificarlo, a pesar de estar molesta con ladybug y Chat Noir no faltaría a sus responsabilidades como heroína o intento de ello.
El punto de encuentro era en la Torre Eiffel, con gran agilidad y precisión saltaba por los techos y edificios en menos de diez minutos ya estaba en la Torre, Ladybug y Chat Noir ya estaban en el lugar esperando su llegada, Anthophila curvo ligeramente los labios, solo tenía que escuchar que parte de la ciudad patrullaría y después no los vería hasta un nuevo ataque o patrullaje.
-Llegas un par de minutos tarde a lo acostumbrado.- dijo Chat Noir, Anthophila se cruzó de brazos dándole la espalda.
-No eres mi padre para pedirme explicaciones.- respondió tajante, chat rodo los ojos.
-Los dos será mejor que se tranquilicen.- intervino ladybug.- Anthophila no estamos aquí con la intención de agredimos entre nosotros, somos compañeros de lucha.
-Bien eso debieron pensarlo antes de hablarme como lo hicieron esta mañana.- dijo nuevamente, por un momento Ladybug quiso responderle como se debía, ni siquiera Emma le hacia ese tipo de berrinches.
-Niña eres demasiado obstinada, podrías escuchar dos segundos.- pidió Chat.- lamentamos lo ocurrido esta mañana.- le dijo.- pero nos preocupamos de que personas inocentes fueran dañadas, como héroes no pensamos en la fama de nuestros actos, solo debemos pensar en el bien de los demás.
-Y lo dice el gato que solo quería lucirse frente a todo el mundo.- dijo burlona Ladybug.
-My lady, pensé que esta reunión era para disculparnos, no para dejarme expuesto.- respondió un tanto ofendido el gato negro.
-Da lo mismo... como sea, Anthophila queremos disculparnos.
-Por favor acepta nuestras disculpas abejita.
Anthophila seguía dándoles la espalda, jamás pensó ser demasiado orgullosa, más eran las ventajas de tener una doble personalidad, descubría facetas que ni siquiera ella sabía que poseía, les miro por sobre su hombros, ambos parecían hablarle de forma sincera.
-Voy a patrullar la parte este de la ciudad y después regresare a mi casa.- dijo finalmente, alejándose de ambos.
Ambos abrieron la boca, más nada salió, ni una palabra o un reclamo.
-Sí que es orgullosa.
-Curioso, me recuerda a cierta Catarina tiempo atrás.- ladybug miro con los ojos entrecerrados a Chat, aquello no fue divertido.
-Si te refieres a que yo soy más lista y te salvo la cola, entonces si soy demasiado vanidosa en ese aspecto.- contra ataco, el gato negro hizo una expresión de dolor mientras se tocaba el pecho.- yo iré a la parte Sur y después regresemos a casa Emma puede despertar en cualquier momento.
Anthophila corría y saltaba, nada fuera de lo normal, una noche tranquila... se mordió los labios... debió de aceptar las disculpas de ellos, pero quería que ellos la notaran, que ella podía ser de gran ayuda y ese modo no era el correcto.
Regreso a su casa entrando por la ventana de su habitación, estaba por deshacer su transformación cuando escucho rehuido fuera de su puerta, rápidamente entro a su cama cubriéndose de pies a cabeza. Adrián se aseguraba que su pequeña siguiera dormida.
-Eso estuvo cerca.- dijo Beeb.
-Un poco más y nos atrapan.- le susurro.- ¿Quieres nueces?
Al día siguiente Emma salió temprano de su casa, tenía el tiempo suficiente para visitar a su abuelo e irse al colegio.
-¿Estas segura Emma?- le pregunto Beeb desde su bolsita. Si hasta donde la kwami sabía, Emma se incomodaba demasiado cuando estaba muy cerca de su abuelo, más no debía porque, es su familia.
Entro sin problemas, si hasta donde ella sabía en aquella mansión creció su padre y después de casarse sus padres vivieron por un tiempo, después se mudaron a un lugar más pequeño cuando ella estaba por nacer, detuvo sus pasos al llegar al inicio de las escaleras, sus ojos contemplaron por segundos el cuadro donde su abuelo su padre más joven estaban retratados.
-Señorita Emma.- escucho su nombre.
-Hola Nathalie, vengo a visitar a mi abuelo. – le dijo, la mujer le sonrió, sin duda aquella mujer asistente de su abuelo era una buena persona y excelente niñera para ella.
-Tu abuelo está en su estudio.- le indico, Emma le sonrió y subió rápidamente las escaleras.
Gabriel miraba fijamente por el ventanal del estudio, había visto cuando Emma llego, sin duda alguna era idéntica a Adrián, ella era a lo que hace años llamaron "El máximo poder"
-Abuelo.- le llamo Emma tras tocar y abrir un poco la puerta, Gabriel se giró con su silla de ruedas.
-Adelante querida, esperaba tu llegada.- le sonrío.
-Me alegra ver que estas bien.- le sonrió.- papá me dijo que tenías un regalo para mi.
-Siempre tan directa, me recuerdas un poco a tu madre.- le dijo, Emma se sonrojo a la vez colocaba una mano tras su nuca y reía levemente nerviosa.
Gabriel se acercó hasta su escritorio donde una cajita de cristal reposaba, en su interior se encontraba un broche ovalado.
-¡Qué lindo!- exclamo al verlo.- hipnotizada por la belleza de la joya, Emma intento tocarla, pero...-¡Hay!- chillo, la pequeña joya pareció a verle soltado un pequeño toque eléctrico.
-¿Sucede algo?- le pregunto Gabriel.
-N-no, jeje parece que tengo algo de fricción y me dio un toque jeje... esto... ¿Esto es lo que querías darme?
-No pequeña, tu regalo es algo más especial.- de su chaqueta saco una cajita dorada, Emma al recibirla la abrió encontrando un apr de pendientes en forma de rosas.- son de oro puro.
-Son lindos, gracias abuelo, los cuidare siempre.
-Emma, el regalo solo fue un pretexto para hacerte venir.- dijo, Emma presto más atención a su abuelo.
-Eh...
La puerta de la habitación sonó, la rubia presto atención a la persona que entraba en ese momento, un chico de su misma edad rubio, de ojos grises y un porte algo serio, ella no pudo evitar sonrojarse un poco.
-Felix.- Hablo Gabriel.- Ella es mi nieta Emma Agreste.- presento.- Emma el es Felix hijo del médico que ahora lleva mi tratamiento para regresar a caminar.
-Mucho gusto señorita Agreste.- saludo Felix aun con seriedad.
-Gusto mío... digo, mío gusto... es decir no me gusta conocerte ¡No! Me gusta conocer bueno yo... Hola jeje...
-Emma, Felix fue inscrito a tu colegio, me gustaría se hicieran amigos y le ayudes a sentirse bienvenido.- pidió Gabriel, Emma parecía estar dentro de un dulce sueño.
-S-si... si claro, si, por supuesto si no hay problema si... si...hoy dios que hago...
-Si no es mucha molestia señorita Agreste, ya se hace tarde para ir al colegio, comunico Felix, acercándose a Gabriel para después recibir por manos de este el broche de la cajita de cristal.
Felix salió de la habitación, dejándolos solos nuevamente, Emma no entendía ¿Por qué ese chico tomo la joya de su abuelo?
-Pensé que el broche era tuyo.- dijo la rubia.
-Pensaste mal Emma, es de él, un regalo de bien venida de mi parte.- respondió.- por eso quería conocer tu opinión, ahora vete que se hace tarde.
Emma se despidió de su abuelo, su chofer los llevaría al colegio para evitar un retraso a ambos para el colegio, al llegar notaron la ausencia de estudiantes fuera, seguramente las clases ya abrían comenzado.
-Y b-bueno ¿Te han dicho que curso tienes?- le pregunto.
-Segundo año, curso dos.- le respondió los ojos de Emma brillaron.
-¡Genial! Quiero decir, estarás en mi curso... ¡Ya! ¡tú eres el estudiante nuevo!- Felix la miro serio, para después rodar los ojos.
-No me digas ¿Qué te hace suponerlo? Ya sé, porque hoy comienzo clases en un país diferente.- respondió sarcástico, Emma bajo su mirada por unos segundos.
-Lo siento creo que me emocione de más, mejor nos damos prisa ya debieron comenzar las clases
Por otro lado, Adrián y Marnette se encontraban afinando los últimos detalles para la gran pasarela que se llevaría acabo en dos días en Brasil, Marinette estaba tan emocionada, no solo por el desfile, sino que la televisora donde trabaja Alya le pidió a ella y Nino ir a cubrir el evento.
-Alya estoy tan nerviosa.- le dijo mientras caminaba de un lado a otro por su oficina, Alya me miraba con ligera molestia recargada en la pared con los brazos cruzados.
-Si, que emoción.
-Vamos Alya, solo serán dos semanas, tus hijos van a estar bien con tu madre.
-Lo se, pero eso no es el problema, me voy por dos semanas lejos de parís ¿Qué hago si ladybug hace algo interesante y no estoy para cubrir la noticia?- pregunto molesta, Marinette sonrió, Alya nunca cambiaria y eso era bueno.
-Ladybug y Chat Noir no aran nada malo en tu ausencia lo juro.- le dijo.- te prometo que no te vas a perder ninguna noticia de ellos.
-Está bien te creo... y... ¿ya es seguro?- le miro sonriente, Marinette no pudo evitar sonrojarme. Miro su reloj en dos minutos conocerían la respuesta.
-Te imaginas Alya, después de quince años otro pequeñito en la familia, a Emma le va a agradar la noticia.
-Si yo tuviera otro hijo te aseguro que los mellizos se vuelven locos y no en el buen sentido, creo que solo me basto con dos monstruos en mi familia.
Ambas rieron por el comentario, Adrián las escuchaba a lo lejos de la oficina mientras terminaba de arreglar unas cosas, y de solo imaginar tener a otro pequeño en su familia le hacía sonreír, claramente el esperaba que el nuevo bebe fuera varón, puesto que Emma siempre seria su única princesa.
Notas finales:
Baby Agreste en camino! Jaja ¿Cómo lo tomara Emma? Por cierto que el Felix que aparece en esta historia es el mismo de la versión 2D... no me odien Emma resulto ser idéntica a su madre a la hora de hablar con un chico ( amor donde? ) y bueno Gabriel ¿Qué estará planeando? No tengo mucho que decir jeje
Espero les gustara el capítulo.
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