Epílogo
Hoy era el gran día, el día de hoy me uniría con el amor de mi vida, después de tantos conflictos, separaciones y obstáculos, lograremos estar juntos, como debía de ser desde el principio.
Me miraba frente al espejo, con mi vestido de color blanco, al igual que mi velo que caía detrás de mi espalda. Traía unas zapatillas color plata con un pequeño detalle, a pesar de que sean visibles, mi peinado caía de lado, consistía en un tocado sencillo y finalmente mi maquillaje y accesorios pequeños pero hermosos.
A mi lado llego mi hermana con su pequeño estomago abultado, la hacia ver de cierta manera graciosa, pero valdría la pena, traía dentro de ella a unos hermosos gemelos, sonrió al verme y me tomo de la mano, ambas nos mirábamos por el espejo que estaba frente a nosotras.
-Te vez hermosa-sonrió ampliamente
-Tu igual te vez hermosa-dije amable
-Gracias, no puedo creer que después de lo que ha pasado a llegado tu gran día
-Y todo gracias a ustedes, por ayudarme a reaccionar ante las situaciones y siempre estar ahí para ayudar-agradecí
-Es lo que debía y quería hacer, no hay nada que agradecer, lo hacíamos por verte feliz, y mírate y lo seras dentro de unos cuantos minutos-sonrió aun mas- Hablemos luego, porque hoy es un gran día
Asentí con los nervios a flor de piel, mientras que Liz sonreía emocionada, la puerta de la habitacion se abrió dejando ver a mi padre con un traje de color negro, que solo indicaba una cosa, la hora ansiada ya había llegado.
*~*~*~*
El camino en el auto iba demasiado rápido, la gente caminar tranquila a mi alrededor, íbamos rebasando los arboles que ahí estaban, mi padre conducía, a su lado iba mi madre y mi pequeña hermana quien ya no era tan pequeña iba a mi lado.
El tiempo fue tan rápido que de un momento a otro estábamos frente a la iglesia, por fuera estaba decorada, y todos ya estaban dentro de ella, incluso mi madre y hermana.
A los minutos baje con la ayuda de mi padre, nos detuvimos frente a la gran puerta de la iglesia, ya había llegado la hora.
-No me dejes caer-susurre a mi padre mientras que tomaba su brazo con nervios
-Jamas, princesa-dijo melancólico
*Narrador Omnisciente*
(comenzar a leer con canción en multimedia)
La música comenzó a sonar, la melodía era única, los nervios de la novia desaparecieron al verlo a el, con quien compartiría el resto de su vida, el sonrió al ver a su amada, caminar hacia el, con su vestido blanco, mientras que recordaba cada momento mágico junto a ella, cada pensamiento que siempre tenia en mente, hoy el sueño que siempre deseaba se estaba cumpliendo, poder unirse de todas las maneras con el amor de su vida.
La distancia entre ellos era cada vez menos, un paso tras otro que los acercaba cada vez mas, hasta quedar uno frente al otro, el padre de la novia entrego la mano de ella, con quien ahora iniciaría una familia, ambos se tomaron de la mano, nadie podía sacarlos de este momento tan mágico que ambos vivían. El lazo fue colocado, para después escuchar atentamente las palabras del sacerdote.
Después de una platica amena entre el sacerdote y los presentes se comenzó la ceremonia, ambos comenzaron a entregarse las arras, para después comenzar con las palabras mas importantes y significativas de cada uno.
-El novio tomo un anillo entre sus manos, mientras que lo colocaba a su amada- Yo Alonso Villalpando te acepto a ti _____ Hernandez, para amarte y respetarte, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad por el resto de nuestras vidas-termino de colocar el anillo en su amada
-La chica tomo el otro anillo entre sus delicadas manos mientras imitaba la acción de hace unos momentos- Yo ______ Hernandez, te acepto a ti Alonso Villalpando para quererte y amarte en la pobreza y en la riqueza, en la prosperidad y en los problemas, por el resto de mi vida-coloco el anillo a su amado
Ambos se tomaron de ambas manos, para poder comenzar su unión para siempre.
-Alonso Villalpando, ¿Aceptas como esposa a ______ Hernandez para siempre serle fiel por el resto de sus vidas?-pregunto el sacerdote
-Acepto-sonrió el antes mencionado
-_____ Hernandez, ¿Aceptas a Alonso Villalpando como esposo para siempre serle fiel en su union?-pregunto nuevamente el sacerdote
-Acepto-dijo _____ quien sonreía
-Por el poder que se me confiere, los declaro marido y mujer, lo que los unió que no los separe el hombre, Alonso puedes besar a la novia-indico el padre
Ambos comenzaron a acercarse, hasta unir sus labios en un cálido y dulce beso, haciéndolos sentir una sola persona, ser uno solo en esos momentos, todos habían desaparecido solo existían ellos dos, nadie mas arruinaría este momento tan especial, al final se separaron para recibir aplausos por todos los presentes, sus vidas ya estaban unidas, por el lazo mas fuerte que puede existir, EL AMOR....
.FIN.
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