Capítulo 8 La traición

Los Lycan de baja clase temerosos se hicieron un lado al ver a Rayne quien llevaba arrastrando a alguien, se trataba de Abyss, quien había identificado su aroma antes, pero no fue rival para el poderoso vampiro. Algunos de los Lycan de mayor rango comenzaron a gruñirle pero no se animaban a atacarlo, dado que eran cautelosos. Aun así, el vampiro camino con la cabeza en alto arrastrando el cuerpo de Abyss, dirigiéndose hacia la arena.

—Abyss...—Abel se unió a Orter en la arena e intentó ir tras Rayne, pero este lo detuvo colocando su brazo como barrera.

—Hermano...—Finn murmuró bajando la mirada.

Rayne pasó su mirada por su hermano menor, se notaba su molestia al verlo ahí, luego volteo a mirar a Demeter, todos conocían lo brutal que era el líder de los Lycan.

Los subordinados que resultaron heridos por su ataque se retorcían en el suelo ensangrentados.

—Es el vampiro que se encontró con Abyss la otra noche.

—Así que fue él—sonrió Orter, luego echó una mirada hacia los infiltrados—.Debieron usar hierbas de Akapote, significa que tenemos traidores entre nosotros.

Dot, Lance y Finn seguían tratando de detener el sangrado del cuello de Malta, mientras que Mash daba un paso hacia ellos, solo que esta vez Demeter fue quien lo rodeo con sus garras, presionando levemente su afilada uña en su piel, de donde un hilo de sangre corrió por su cuello, ese aroma llegó a los presentes, incluso los Lycan se dieron cuenta que su sangre tenía un olor particular.

—Ahora se porque el dijo eso, eres especial humano—Demeter cuya mirada parecía rayar en la locura, Pochi se lanzó sobre su brazo para morderlo, logrando que soltara—¡Arg! ¡Maldita cosa!—se quejó el líder de los licántropos, golpeándolo contra una de las columnas.

—¡Pochi!—Mash al ver como se había desmayado corrió para ayudarlo, al menos eso sirvió para que se liberara de su agarre.

—Demeter déjalos ir—le advirtió Rayne, lanzando a Abyss a sus pies.

El líder sonrió y contestó.

—¿En serio crees que un vampiro cualquiera puede venir a mi territorio a darme órdenes? No saldrán vivos de aquí, Orter—miró a su hijo—.Mátalos a todos, eso incluye a los traidores.

—Si—Orter estaba por dar un paso adelante cuando Mash fue hasta Demeter y le dio un tremendo golpe que lo hizo retroceder al menos un metro. El humano se quedó con el puño contra la mejilla del Lycan, eso sorprendió a todos, dado que con el poder de Alfa nadie había logrado desafiarlo.

«Ese idiota...» pensó Rayne al ver que simplemente fue contra el enemigo que parecía quererlo.

—¡Mash!—Lance y Finn sin saber lo que deberían hacer, Dot se recuperó lo suficiente para cargar a su hermana, tras estabilizar su herida.

—Chicos, debo proteger a mi hermana—les dijo, ellos asintieron y saltaron de la arena para irse.

—¡Ustedes, vayan por ellos!—Orter les ordenó a sus subordinados, Abel fue uno de ellos. Los chicos se abrieron paso entre los asistentes, Lance no dudó en atacar a quienes intentaban detenerlos, Dot sabía que sería difícil por lo que pasó a Malta a los brazos de Finn.

—Cuídala por mí, abrieron paso—Dot se transformó, aunque su figura no era como en la última pelea.

—Váyansen de aquí—les dijo Rayne mientras se ocupaba de recuperar a Mash que seguía en la arena.

Todo se volvió una batalla en un segundo por la supervivencia, Lance y Dot llevarían a Finn que llevaba a Malta en sus brazos a un lugar seguro, aunque no tenía idea de cómo podría salir de la montaña vivos. Por su parte, Orter se interpuso entre Rayne y su padre, quien inició una batalla con Mash.

El joven humano sin tener el menor miedo continuó arremetiendo contra el líder licántropo, golpe tras golpe, resonaban en el aire.

—Para ser humano eres muy fuerte.

—Como mis verduras, duermo bien y hago ejercicio—le contestó Mash que veía su pequeño dragón aun desmayado en la orilla de la arena.

—¡Ja, ja! Él te busca, ahora se que tienes algo diferente, vamos, déjame verte un mordisco—le alzó la voz Demeter que comenzó a transformarse en un fuerte gruñido.

Su aullido dejó a muchos helados, el que este se transformara implicaba que pelearía con todo su poder habían pasado años antes de volver a verlo en su forma bestial. Mash alzó los puños de nuevo, colocándose en pose de pelea.

—No dejaré que me muerdas.

—¡Ya lo veremos, grr!—gruño una gran bestia canina de pelaje negro y unos ojos amarillos brillantes.

Orter presionó a Rayne se podría decir que su poder lucia muy equilibrado, pero Orter recibió el filo de la espada de la magia del vampiro, logrando que se molestara por lo que se transformó, su tamaño se duplicó, apareciendo un bestia que de un solo golpe envió a Rayne contra una de las columnas.

—Veo que eres fuerte, sé de ti, Orter Mádl, el segundo al mando del clan Lycan—Rayne escupió algo de sangre, la herida en su frente que se había abierto se sanó por su poder curativo natural de los vampiros, aunque si seguía recibiendo esos golpes, podría no ser tan efectivo. Miro a Mash que seguía peleando contra Demeter, no podía creer que un simple humano pudiera seguir en la pelea.

—¡Grr! Vienen aquí a perturbar la tregua, ahora los malditos chupa sangre deberán pagar por lo que hicieron.

—No es así, ellos vinieron por su cuenta para salvar a un amigo.

—¿Un amigo? Un chupa sangre no puede ser amigo de un Lycan—reclamo Orter.

—Piensa lo que quieras, solo vine por ese humano.

—Tu y mi padre parecen quererlo ¿Qué tiene de especial?—hablo Orter, recordando el aroma de su sangre—.Aunque debo decir que su sangre huele bien.

—Eso es algo que no debe importarte, lo llevaré conmigo.

—Por cierto, la otra pequeña sanguijuela te llamo hermano, que frio eres.

—¿Me lo dices tú? El famoso lobo cruel, si es hermano mío, no debe importarte.

—Si, tienes razón.

Entre su pelea, Abyss recobró la conciencia, dándose cuenta del desastre.

—¿Qué fue lo que...?

—Si ya despertaste, ve con Abel y mata a los intrusos, pero asegúrate dejar vivo al pequeño vampiro, yo mismo destrozaré su garganta—le ordenó, luego miro a Rayne divertido—.Y lo haré frente a ti.

—Si—Abyss salió corriendo.

Rayne lo vio irse y no pudo hacer nada para detenerlo, después de todo, su oponente tenia una terrible fuerza, aplastándolo contra el suelo, tratando de morder su cuello.

—Maldito perro—mascullo Rayne sintiendo su aliento, para luego recordar como sus padres murieron por unas fauces como esas, no dejaría que volvieran a hincar un diente de nuevo en su familia.

Demeter parecía divertido peleando contra Mash, era como si no usara todo su poder y simplemente jugara con el humano, quien al ver a Rayne a punto de ser mordido, tomo un momento para darle una patada en el hocico a Orter, que cayó a unos metros.

—Esa fuerza, sigue aumentando—Demeter que sostuvo su pierna para arrastrarlo bajo el.

«¿Cómo pudo salvarme un humano? ¿Qué rayos esta pensando?...» Rayne se repuso del tremendo golpe, su cabeza volvió a sangrar, dándose cuenta de que sus heridas ya no estaban sanando tan rápido.

El líder de los Lycan azotó de un lado a otro a Mash.

—Desgarrare tu carne para luego comer tu corazón—le dijo.

—Espera...—Rayne se arrastró hacia ellos, pero Orter volvió a sujetarlo, esta vez de una pierna para morderlo—¡Aaarg!—la mordedura de un licántropo para un vampiro era casi letal, se sabía que tenía propiedades que no podían regenerarse sin atención médica, una de ellas era que impedía la coagulación por lo que la sangre que brotaba de su herida no paraba.

Al mismo tiempo, Mash por fin mostraba heridas en su cuerpo, incluso escupiendo un poco de sangre, parte de su ropa se desgarró por las afiladas uñas de Demeter que comenzó a reír.

—¡Ja, ja! Divertido, hacía mucho que no me divertía tanto, él no te tendrá a menos que yo lo quiera—hablo.

Rayne escuchó eso al igual que Mash, pensando ¿A quién podría referirse? De hecho, había mencionado antes sobre el conocimiento de la existencia de Mash, harto el joven humano clavó sus dedos contra las losas de la arena, arrancando un trozo de ellas para luego lanzárselas a Demeter que tras tres golpes lo soltó, Mash se arrastró lejos y tras una débil mueca de dolor, rasgó parte de su ropa para hacer un torniquete y evitar que sangrara más, luego miró a Rayne que ahora colgaba de cabeza de la mano de Orter.

—Padre, este chupa sangre no podrá hacer nada.

—Mátalo, no lo necesitamos.

—Pero, si lo hacemos la tregua...

—¿Tregua? Que estupideces dices, limitar nuestro territorio, darnos este maldito bosque y montaña cuando ellos tienen el resto del mundo ¿A caso crees en sus mentiras? Hijo mío, cuando tengamos el corazón de ese humano, podremos hacer mucho más.

—¿Por qué importa tanto?

—Porque él también lo desea.

—¿De quién estás hablando?

—Innocent Zero, el hechicero que fue el único que estuvo a punto de borrar las barreras de los mundos, solo imagina esto, Orter, si él vuelve con todo su poder y logra hacerlo, ¿no tendríamos un mundo para nosotros?

—¿Hechicero? ¿Dices otro humano?

Mash escuchaba la conversación, ese nombre ya se había vuelto recurrente en su vida desde que conoció ese mundo.

«Así que ellos también están involucrados con Innocent Zero...» pensó Rayne, que reunió todo lo que tenía de energía para convocar una lluvia de espadas con su poder único

Partissan...

Con ese ataque logró distraerlos, Rayne se soltó y fue tras Mash, corriendo para tomarlo y subirlo sobre su hombro y también tomando al pequeño dragón, cargándolos como un costal, alejándose de la arena. Aunque el dolor y el sangrado de su pierna era molesto, sabía que debía alejarse de ese par de monstruos.

Cuando los dos licántropos lograron zafarse de las espadas, algunas de ellas terminando destruidas por sus garras, Orter volvió a su forma humana, tenía heridas por todo su cuerpo y una espada clavada en su hombro, la retiró doliéndose. Su padre parecía enfurecido puesto que sus presas habían escapado, saltó sobre una columna y comenzó a aullar, para cualquiera podría helar la sangre al escucharlo, pero el llamado era para toda la jauría, su Alfa estaba llamándolos al ataque.

Mientras tanto, Lance, Dot y Finn chicos lograron llegar hasta el mercado teniendo cerca la salida de los túneles de la montaña, donde aún eran perseguidos por Abel que fue alcanzado por Abyss.

—Mi señor Abel.

—Te recuperaste.

—Si...

Fue cuando escucharon el aullido de Demeter, los licántropos alzaron sus cabezas y orejas, luego fijaron sus miradas en sus presas.

—Esto no me gusta nada—dijo Lance.

—Tienes razón, vamos a morir—Finn que sintió un aire detrás, un licántropo le lanzó un zarpazo, más logro esquivarlo protegiendo a Malta con su cuerpo, Dot lo vio y con una mordida lo tiró lejos.

—¿Estás bien?

—Si, gracias.

—No, a ti por proteger a mi hermana—le sonrió débilmente Dot, toda su cara completamente magullada y con cortes, pero cuando se disponían a correr de nuevo, un hilo alcanzó el cuello de Dot, era el ataque que solía usar Abel—¡Uhm!

—Hey, idiota—Lance intento acercarse a él, pero Dot lo detuvo con la mirada.

—¿Eso es plata?—Finn al ver el brillo de ese hilo.

—No podrán escapar, si mueven un solo cabello, tiraré de este hilo y su cabeza rodara.

—Que cobarde, usas su propia debilidad contra los tuyos—Lance se mordió el labio molesto por lo que pasaba. Abel afianzó el agarre de su arma con aquellos guantes especiales que solía usar, mientras que Abyss atacó a Lance, estrellándolo contra la pared a su costado.

—¡Lance!—Finn se encorvó para cuidar de Malta, sabía que no podía moverse de manera brusca o su herida se abriría de nuevo.

«¿Qué hago? Debo proteger a la hermana de Dot...» Finn vio como la pared estaba por caer sobre Lance, rápidamente señaló a Abyss, aunque antes había sido amable ahora eran enemigos «Lo siento...».

¡Change!...

Cambiando de lugar entre Lance y Abyss, de alguna manera su poder era más fuerte para poder hacer algo como eso, la pared se derrumbó sobre Abyss.

—Malditos chupa sangre—Abel se molestó y estaba por mover su dedo para que en reacción el hilo cortara la cabeza de Dot, pero Lance alzó una piedra al aire, distrayendo a Abel que la siguió con la vista, luego usó su poder único.

¡Graviole!...

Y la gran roca se precipitó sobre este dándole en la cabeza, eso liberó a Dot, que intentó quitar el hilo flojo de su cuello pero se quemó las manos, Lance se acercó para quitárselo, rodeándolo con sus brazos, sus rostros por unos momentos se encontraron muy cerca.

—Gra...cias—Dot desvió la mirada.

—Tu cuello—Lance posó sus manos sobre el cuello de este.

—No es nada, los Lycan sanamos rápido, aunque no tan rápido como ustedes—le dijo este.

Pero sus oponentes se recuperaron rápido, listos para atacar de nuevo, solo que cuando se preparaban para la siguiente ronda, un rayo partió el cielo, el estruendo se escuchó hasta el interior de la montaña, los licántropos alzaron sus orejas.

—¿Qué fue eso?—Lance sintió como la tierra comenzó a temblar. Dot con su oído canino escuchó algo venir de los túneles, Abel y Abyss también enfocaron su mirada en las grandes puertas que daba a los túneles de salida—¿Dot?

—No se que es, pero tengo un mal presentimiento—Finn temblando.

En las calles hacia el mercado, Rayne que llevaba a Mash y Pochi en brazos escucho ese estruendo deteniéndose un instante, Mash pudo ver como su herida seguía sangrando, así que le hablo.

—Disculpa, ¿podrías bajarme?

—Cállate.

—Pero tu herida...—el humano se balanceo para dar un salto y caer de pie frente a Rayne, quien no podía creer que se escabullera así, Mash tomo a Pochi y luego de la misma manera que lo cargaron, se echó a Rayne sobre el hombro.

—Suéltame—le ordenó el orgulloso vampiro.

—Sujétate fuerte—Mash se inclinó un poco y luego salió corriendo, era tan rápido que parecía los objetos alrededor se veían como borrones.

«Esto es...» Rayne totalmente avergonzado.

—¿Qué cosa eres realmente?—Le pregunto a Mash.

—¿Eh? No entiendo tu pregunta.

—Olvídalo, ve por allá—le indico el camino, pero todo comenzó a temblar y Mash se detuvo de nuevo, antes de llegar con sus amigos.

Orter que junto a su padre saltaban entre los tejados para llegar más rápido, en un punto se separaron, Demeter desapareció para ir directamente hacia donde su nariz le indicaba estaba Mash, por otro lado, Orter se detuvo sobre el techo de un establecimiento del mercado, puesto que el temblor comenzó a ser más fuerte.

—¿Qué está pasando afuera?

La montaña estaba sacudiéndose de tal manera que rocas comenzaron a caer sobre ellos, los licántropos se asustaron tanto que iniciaron la huida del lugar usando grutas secretas, mientras que los chicos no tenían idea de lo que pasaba, pero fue en ese momento que todo se detuvo, la quietud fue tal podían escuchar sus respiraciones y algunos gritos de fondo, cuando la puerta que conectaba el interior y exterior de la montaña por los túneles voló en miles de pedazos, Dot reaccionó más rápido que Lance y Finn, empujándolos contra el suelo para evitar escombros, Abyss sostuvo a Abel para impedir que saliera lastimado aun cuando una roca golpeó su cabeza abriendo un gran herida.

Orter se aferró con sus garras para no caer, mientras que Mash y Rayne se resguardaron tras una pared de roca sólida, Demeter que estaba por llegar esquivo en el aire unos escombros, deteniéndose para analizar lo que estaba pasando.

—¡Ja, ja! Este lugar luce aburrido, creo que podríamos poner algo de diversión—se escuchó la voz de alguien que apareció tras una cortina de humo, los chicos al verlo se sorprendieron de su vestimenta, la cual era demasiado llamativa, sus ropas bicolores de morado y blanco así como su cabello de puntas, en rostro estaba dibujada una estrella en su ojo izquierdo y una lágrima en el derecho.

—¿Quién demonios eres?—le gruño Dot.

El sujeto se acercó tan rápido arrebatándole la bandana que su hermana guardaba en su bolsa, Finn se sorprendió al no sentir su movimiento.

—¡Dame eso!

—No, lo quiero—se burló girándola en su dedo.

—Maldito, dime ¿Quién eres?—le volvió a reclamar Dot.

—¿Yo?—jugando con sus expresiones le mostró la lengua y luego le dijo—.Soy uno de los cinco dragones originales, mi nombre es—se inclinó para presentarse, extendiendo una mano al frente—.Famin...

—Solo un maldito loco tratando de invadir los territorios de los Lycan—Abel se unió a la plática, tras apoyar a Abyss en un rincón herido.

—Los territorios de los Lycan, ¿dices? Excelente, algo que podría poseer.

—¿Estás loco?

—No, solo me gusta tomar lo que quiero y ahora quiero todo este lugar—les dijo, haciéndose más y más grande hasta convertirse en un enorme dragón morado. La presencia de esa enorme bestia no tenía precedentes, Dot no podía creer que viera a alguien convertirse en un dragón ante él.

—¿Eso es...?—el pelirrojo con la boca abierta, Lance sutilmente se la cerró tras deslizar su dedo por su mentón.

—Se te meterán las moscas, idiota, claro que es un dragón.

—Entonces, ¿son diferentes a los dragonoid que vimos antes?

—Si, los dragonoid solo tienen sangre de dragón, pero el...

—Dijo que era uno de los cinco dragones originales—Abel uniéndose a su plática.

—Chicos, ¿Qué haremos ahora?—Finn al verse en esa situación, luego se acercó a Abyss, recordando lo bueno que fue con Mash y el—.Su herida se ve grave, debemos llevarlo a curarlo también—le dijo a Abel quien se sorprendió quisiera ayudar a un enemigo.

—Al parecer la ciudad todavía no termina de ser evacuada, esa cosa exterminará toda la montaña si lo desea, debemos darle tiempo—Abel dio un paso al frente, soltando los guantes y quitándose la chaqueta.

—¿Vas a luchar contra eso?

—Invadieron nuestro territorio, debemos defenderlo—miro a Dot quien se dio cuenta de lo que pedía, luego dirigió su vista hacia Finn—.Cuídalo por mí, la verdad creo que me estoy volviendo loco al pedirles ayuda, pero antes Abyss me dijo que había conocido a dos extraños, uno de ellos tenía un raro animal en la cabeza y el otro lucía como un licántropo enclenque.

—¿Enclenque?—Finn sintiéndose un poco ofendido.

—Como sea, dijo que era la primera vez que alguien no le tenía miedo a su ojo maldito—una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Abel para luego darles la espalda, Dot también avanzó junto a él.

—Van a morir, nadie podría contra esa cosa—Lance tratando de detenerlos, pero el pelirrojo le sonrió.

—Por favor Lance, cuida de mi hermana.

Esas palabras llegaron muy dentro de Lance, era como si hablara de su propia hermana, pero tampoco podía dejarlo, se acercó a él y lo sujeto por el cuello, luego hinco sus colmillos en el cuello del licántropo.

—¡¿Qué haces?!—Dot tomando por sorpresa, Lance bebió un poco, solo para recuperar sus heridas, luego se alejó relamiendo sus labios, Finn y Abel tenían una cara de asombro, luego se giraron para evitar verlos.

—Lo siento, pero no te dejaré solo, con esto podre pelear a su nivel—le dijo el vampiro de cabello celeste.

—Tu...—Dot un poco sonrojado, porque pudo sentir su lengua frotándose contra su cuello por unos instantes.

—Finn aléjate lo más que puedas—le dijeron a este.

El dragón movió sus alas para arrasar con unos edificios, luego exhalo fuego, rompiendo una parte de la montaña, sin dejar escombros que fueron prácticamente vaporizados, luego esa bestia se fijó en ellos, se podía notar una sonrisa burlona, caminando en cuatro patas avanzó un poco hacia ellos.

—¡Soy enorme, soy fuerte, teman ante el gran dragón Famin! Este lugar será mío...

Abel se transformó, ahora era un lobo plateado cuyas garras tan largas arrastraban en el suelo, Dot también y Lance se unió a ellos, interponiéndose entre ellos y lo que quedaba de la montaña.

—No pasarás.

—¡Ja, ja, ja! No pueden impedir que devore todo este lugar—les sonrió Famin, sus colmillos eran enormes y sus alas evocaban ráfagas de viento.

Finn ahora cargando a Malta como Abyss se alejó corriendo del lugar, el peso era demasiado pero sabía que era lo único en lo que podría ayudar, él no era un peleador como ellos, además de tener miedo. Cuando por fin se vio lejos de la batalla dejó en el suelo a los dos heridos.

—Si tan solo pudiera sanarlos—se lamentó ser un inútil.

. . .

Viajando en una carreta hacia el lejano Castillo de las Glicinias, Ryoh y Kaldo veían el paisaje por las ventanas, pasaban de la medianoche por lo que pronto se detuvieron para descansar. La carreta se movía sola, tenía una especie de hechizo que le permitía hacerlo solo con la orden de un vampiro.

Los dos vampiros bajaron para verse rodeados de un espeso bosque, siendo Kaldo quien se acercara a uno de los árboles, tocándolo con la palma de su mano.

—¿Qué haces?—le pregunto Ryoh.

—¿Yo? Solo converso con ellos,

—¿Hablas con los árboles?—eso fue lo más le sorprendió a Ryoh.

—¡Je, je! Veo que no sabes nada de mí.

—Salvo que eres el fiel caballero del rey, lo que me trae a algo importante, si el Castillo de las Glicinias es un territorio que puede ser peligroso para un vampiro, ¿Por qué Wahlberg nos a nosotros investigarlo?

—Sobre eso—Kaldo sin dejar de tocar el árbol le dijo con una pequeña sonrisa—.Precisamente porque voy yo.

—¿Qué quieres decir?

—Como te dije antes, no me conoces, pero lo que debes saber de mí es que soy mitad vampiro y mitad elfo. También por eso puedo comunicarme con los espíritus del bosque, además de poder usar magia curativa.

—Oh, vaya, así que era eso, por eso eres un caballero del rey y el único.

—No hay necesidad de más, si estoy yo, podremos atravesar ese campo, lo que sea que Wahlberg quiere que investiguemos, debemos prepararnos...—de pronto el rostro de Kaldo se vio molesto—.Algo está pasando al norte, el territorio de los...

—Licántropos...—Ryoh pensó en Rayne y esos chicos.

. . .

Demeter pronto apareció frente a Mash y Rayne, a lo lejos podían ver a ese dragón destrozándolo todo, pero el líder de los licántropos le importó poco su raza, abriendo las fauces habló.

—Entrégame tu corazón.

—Lo siento, lo necesito—Mash de inmediato intentó huir pero Demeter los alcanzó, lanzándole un golpe que esquivó por poco.

—Déjame, solo soy un lastre, si llegas con los demás, huyan—Rayne intentando bajar de sus hombros, pero Mash lo apretó contra él—¿Qué haces?

—No me caes bien, pero no te dejaré, eres el hermano de mi amigo Finn.

—¿Qué dices, idiota?—Rayne frunciendo el ceño.

—En ese caso, solo bebe—Mash se abrió la camisa para dejar expuesto su cuello—.Te curaras si bebes mi sangre.

—Eso jamás—Rayne volteo la cara, pero Demeter los atacó de nuevo.

—Eres mío ¡Grr!—el Lycan furioso de que no lo tomaran en serio.

Rayne se dolió de su herida, la cual no dejaba de sangrar, aunque estaba prohibido beber sangre humana, no tenía opción, se acercó a Mash rodeándolo con su brazo, acercándose hacia su cuello.

«Maldita sea, beberé su sangre, ese aroma...» Rayne tocó con sus labios aquella piel, mordiéndolo, sus colmillos atravesaron su delicada epidermis, cuando lo hizo provocó en Mash un pequeño gemido «¿Eso fue...?...» sintiéndose excitado al escucharlo.

Para Mash aquella experiencia era diferente a cuando Finn mordió su mano, podía sentir palpitar rápido su corazón, sus labios contra su cuello, el calor de su sangre que emergía, apretó los hombros de Rayne que se aferró un poco más, bebiendo sin aparente control.

—Ahh—Mash cuyas mejillas se enrojecieron.

—¡YA BASTAAAA!—Demeter arremetió contra ellos, pero justo en ese instante Rayne estaba recuperado, su herida se cerró enseguida y le propinó tremendo golpe que lo hizo estrellarse contra unos edificios.

Mash se mareo un poco, de alguna manera había bebido más de lo que pensó, Rayne de inmediato lo atrapó entre sus brazos, mirándose mutuamente.

—Lo siento, bebí demasiado, pero ahora mismo me siento tan poderoso—Rayne apretando y abriendo el puño, una fuerza desconocida emanaba de su interior, aun sentía como la cálida sangre resbalaba por su garganta, ese exquisito sabor.

—Maldito chupa sangre—Demeter herido, escupió una bocanada de sangre, yendo de nuevo contra ellos, pero Rayne invocó con su poder único.

Partissan...

Varias espadas, esta vez más grandes cortaron uno de sus brazos, cayendo al suelo en un charco carmesí.

—¡AARG!—pese al dolor, intento atacar otra vez, solo que esta vez una sombra apareció de la nada, era un joven de cabellos rosados y con traje elegante, detuvo el ataque de Demeter—¿Quién eres tú?

—Lo siento, pero mi padre está molesto, no debiste tratar de tomar lo que era suyo—tras decir eso, en cuestión de segundos, el líder de los licántropos fue destrozado en miles de pedazos hasta no quedar nada.

Rayne y Mash se quedaron boquiabiertos, esta persona apareció y simplemente asesinó a Demeter, luego se dirigió a ellos, levantó un poco la vista para ver al dragón que hacía estragos a lo lejos.

—No puede ser hermano, no debes desobedecer a nuestro padre, lo siento, debo irme.

—¿Quién eres?

—Lo siento, qué descortesía, mi nombre es Domina, y soy uno de los cinco dragones originales—tras decir eso, Pochi despertó y voló hacia ellos, protegiendo a Mash, mostrándole sus dientes a Domina—.Umbra, veo que te gusto tu nuevo amo.

«¿Umbra? Se refiere a...» Rayne mirando a Mash de reojo, quien seguía tomando su mano, pero la soltó para tomar al pequeño dragón.

—Te equivocas, se llama Pochi.

—¿Pochi? Que nombre más ridículo, no tienes idea de lo que es realmente, pero eso no importa, nuestro padre dijo que por ahora te dejaría ir.

—¿Padre?—Mash estaba confundido por todo lo que estaba pasando.

—Bueno, debo irme, espero que nuestro hermano se calme pronto, aunque lo dudo, es la misma imagen del hambre—Domina simplemente desapareció.

Rayne intentó decir algo más, pero ya no estaba, luego miró a Mash y ese dragón tamaño bolsillo.

—Esto cada vez se vuelve más peligroso, como sea, debemos ir con los demás.

Continuará...

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