Capítulo 7 El desafío
Los gritos de los espectadores hacían temblar las columnas, había demasiados licántropos en el lugar, Lance jamás pensó estar rodeado de tantos de ellos, Mash por su parte veía asombrado ese mundo tan diferente al suyo, sin embargo, le resultaba tan familiar y excitante.
—No lo veo—Lance tratando de buscarlo entre la multitud a Finn, Mash se fijó al otro lado de la arena cerca de un pódium, divisando al vampiro.
—Ahí—señaló Mash, los chicos lo vieron pero Malta se sorprendió más al darse cuenta que estaba bajo custodia de nada más y nada menos que Orter Máld.
—No puede ser, está con Orter.
—¿Ese es Orter?—Lance al ver tremenda presión de poder, pero si solo era el hijo del líder, no podía imaginar cómo sería Demeter y ¿Malta quería pelear contra él?—.Creo que Finn ahora está en problemas, pero no tenemos tiempo de pensar en ¿Cómo sacarlo de allí? Tendremos que improvisar una vez que termine esto.
—Iré por él—Mash se levantó pero ella lo detuvo.
—Espera, Mash, Orter no le hará daño por ahora, esperaremos.
—¿Y Demeter?—preguntó el vampiro.
—No está aquí, pero seguro vendrá, ese hombre solo aparece cuando es preciso.
Este personaje tenía cierto misterio, incluso Malta no podía describirlo pero el temor que imponía era una gran verdad. Mientras tanto, unas rejas se abrieron donde los jóvenes entraron como ovejas al matadero, entre ellos Dot quien escuchaba insultos de los suyos, eso lo molesto.
—¡Bastardos! ¡Vengan aquí y les pateare su peludo trasero!—les grito y mostró el dedo medio a todos.
Ante eso a los chicos y a su hermana se les formó una gota de sudor en la frente.
—Ese idiota—murmuro Malta. Lance se le quedó mirando y noto que había heridas en su cara y brazos, eso le hizo apretar el puño por alguna razón se molesto.
—Creo que lo lastimaron—comentó.
—No me extraña, Wirth el hermano menor de Orter tiene muchos seguidores y Dot no se lleva bien con él desde niños, además será su oponente en esta batalla, debieron lastimar a Dot para impedir que peleará con todo contra su amo.
Lejos de ahí en una de las cuevas alguien recibía una visita inesperada, un hombre encapuchado que caminaba por la oscuridad hasta llegar a una puerta de madera, al abrirse ahí estaba Demeter junto a dos de sus más cercanos subordinados, que al ver al hombre gruñeron, sin embargo, el licántropo sin pericia solo suspiro.
—Por favor Demeter, calma a tus perros—le dijo este, cuya melodiosa voz le hacía parecer tranquilo.
Demeter que estaba sentado en su trono de huesos sonrió y alzó la mano en señal de que los dejaran solos.
—Supe que tus lagartijas fueron capturadas.
—¡Ja, ja, ja! Bueno, solo son dragonoid de segunda generación, pero obedientes.
—Y uno de ellos fue capturado, ¿no?
—No cambiará nada de nuestros planes, dime Demeter ¿Qué harás cuando tengas la cabeza de Ryoh?
Al escuchar ese nombre, Demeter se levantó y atacó la pared detrás del invitado, abriendo un hueco enorme.
—Tranquilo, no quedará nada de los vampiros cuando termine con ellos, Wahlberg en especial ¡Je, je! Mi mejor amigo, bueno mi ex mejor amigo, ninguno te envía a una mazmorra a morir.
El licántropo se alejó y sonriendo regresó a su asiento, descansando su cabeza en el brazo.
—¿Qué haremos ahora?
—Prepararnos para la pelea final, solo hay algo que se interpone en mi camino.
—¿Qué es?
—Un humano.
—¿Un humano? ¿Aquí en Terra?
—Si, ese humano es peligroso, su sangre es peligrosa.
Demeter seguía observándolo, cuando sus ojos brillaron de un intenso dorado.
—Dime ¿Cómo es esa presa? Y podría ayudarte a capturarlo.
—¡Ja, ja, ja! No, es mi presa—el encapuchado se dio la vuelta para irse, mientras Demeter se le quedó mirando, sus subordinados regresaron y se inclinaron ante él.
—Mi señor.
—Busquen a ese humano, no creo que sea difícil encontrar a un humano en este mundo—les ordenó sonriendo.
—Si.
—Señor, el desafío dio inicio, su hijo está oficiando las peleas.
—Ya veo, Orter hace bien su papel—sonrió Demeter.
Nadie sabía lo que pasaba por la cabeza de este licántropo y parecía guardar un pasado con Ryoh.
. . .
En el castillo Ryoh había sido convocado por el rey y el mismo Wahlberg, el vampiro se inclinó ante ellos y saludó.
—Su alteza, acudo a su llamado—el rubio haciendo gala de su gallardía.
—Por favor, arriba—le ordenó el rey, levantó la vista para notar a ese hermoso rey, para alguien como Ryoh a quien se jactaba de su buena apariencia, sentía que palidecía ante él ¿Cómo era posible tanta belleza en un hombre?—.Su alteza, permítame decirle que luce radiante.
El no contestó, mirando a Wahlberg en su lugar, el mayor dio un paso adelante y habló.
—¿Cómo va la reconstrucción de la ciudad?
—Bueno, eso va bien, el equipo de construcción está trabajando día y noche? He reforzado la vigilancia de todo Easton.
—¿Qué hay del prisionero?
—Sigue en la mazmorra, también agregue vigilancia, pero hasta ahora nada—contestó muy serio Ryoh. El rey asintió varias veces, siempre sonriéndole a Ryoh que volvió a inclinarse, podía sentir una presencia calmante de su monarca.
—¿Qué hay del joven humano? ¿Qué me puedes decir de este?
—Solo lo conocí poco, su alteza, pero es diferente a lo que conocíamos de ellos, aun así, puedo decir que es alguien que es fiel a sus convicciones y amigos, corrió a salvar a un Lycan solo porque lo conoció unos días.
—¿Cómo es?
—¿Eh?—Ryoh miró de reojo a Wahlberg.
—Me refiero a sus características físicas.
—Su alteza—Walhberg interrumpió, Ryoh se quedó perplejo, era como si estuviera interesado en ese humano.
—Si, Ryoh, gracias por todo, por favor, en cuanto Rayne regrese con él, debes traerlo, a salvo.
—Así lo haré.
El líder del buró dejó la sala del trono, pero en los pasillos fue alcanzado por Wahlberg.
—¿Me dira por que es tan importante ese humano?—le cuestiono Ryoh—.Su alteza está interesada, ¿no? Pero no creo porque sea un humano que irrumpió en nuestro mundo o domará a un dragón.
—Ryoh hay algo de lo que debo hablarte, pero antes de eso, ¿me ayudarías a investigar un lugar?
—¿Qué lugar es ese?
—El Castillo de las Glicinias.
—¿Ese sitio? Pero un vampiro tiene prohibido ir, es el único sitio en el que crecen esas flores que son veneno para nosotros, por eso está al borde del reino, dígame ¿Qué estás ocultándome, señor?—el mayor camino ante él con las manos en la espalda y se acercó a un balcón, mirando hacia el reino, Ryoh se paró a su lado—.Muy pocos ven al rey, pero usted me dejó entrar para tener una audiencia con el, no creo que fuera necesario para reportar todo lo que pasó, ¿cree que no puedo distinguir entre...?—al decir eso, Wahlberg sonrió suavemente, sorprendiéndolo para luego interrumpirlo.
—Se muy bien que eres muy listo, alguna vez fuiste mi alumno Ryoh después de todo, es cierto, te traje para que conocieran la verdad.
—¿Por qué oculta su verdadero ser?
—Te lo diré cuando regreses de investigar el Castillo de las Glicinias.
—Entiendo, lo haré.
—Pero no iras solo, déjame presentarte a...—Wahlberg se dio la vuelta y detrás estaba un joven de cabellos blancos, inclinado con una rodilla en el suelo y cargando una gran espada. Ryoh sonrió y le habló.
—No puede ser, eres tú, Kaldo Gehenna el famoso caballero del rey, ¿no?
—Y tú eres el líder del buró vampírico, debería decir que es un gusto, pero no lo creo.
—¡Ja, ja! Que interesante, me agrada, claro que no eres tan apuesto como yo.
Los dos vampiros se miraban de manera desafiante, pero tenían una gran sonrisa en su rostro, Wahlberg pasó entre ellos.
—Solo ustedes se harán cargo de esto, confío en su fuerza y astucia.
—Si me voy, el rey...
—Descuida Kaldo, no me despegare de su alteza.
—Agradezco, en ese caso, nos vamos, Ryoh—el caballero vampiro avanzó por el pasillo, Ryoh solo sacudió la cabeza y lo siguió.
. . .
Uno a uno de los jóvenes subieron a la arena para ser brutalmente castigados por sus contrincantes, los aullidos y gruñidos les hacían temblar, Malta solo podía ver en silencio aquella masacre, aunque Orter impidió que los mataran, ordenando que los dejaban tirados al lado de la arena como muestra de su poder, casi moribundos, sus familias sólo podían ver impotentes aquello.
—¿Por qué hace eso?—Lance soportando todo eso.
—Es cruel—Mash abrazando a Pochi.
—Crean o no, gracias a Orter esto no es una matanza.
—Dices que ese tipo es bueno, pero solo ve como trata a los suyos, nosotros no...
—Ustedes son vampiros, están en la escala más alta de la evolución de nuestro mundo, no tuvieron que sufrir como nosotros—le dijo ella, pero luego de ver la manera en que Lance cambio su semblante, suspiro—.No estoy culpándote, tú no tienes la culpa, sin embargo, es un hecho que algunas razas son mayor privilegiadas que otras, pero aunque no lo parezca los Lycan somos una raza unida.
—No puedo ver esto—Mash intento ir hacia ellos para ayudar, pero fue en ese momento que Dot subió a la arena, era su turno así que pelearía precisamente contra el hermano menor de Orter, Wirth quien tras poner un pie en la arena todos le vitoreaban.
—¿Es fuerte?—preguntó Lance a Malta.
—Lo es.
Dot sacudió sus ropas y fijó su fiera mirada en Wirth, este lucía tan confiado, luego le echó una mirada a su hermano mayor, quien parecía ni siquiera ponerle atención, eso le molesto, notando al joven que estaba sentado a su lado.
—¿Quien es ese?—dijo en voz alta, Dot pasó la vista y al notar a Finn junto a Orter no pudo evitar sorprenderse.
—Ese idiota, ¿qué hace allí?
—¿Lo conoces?
—¿Eh? No, yo no...—Dot miro a su contrincante que lucia muy amenazante, era obvio que Wirth siempre quiso la atención de su hermano mayor, dado que su padre, Demeter confiaba en el, mas que nada o al menos eso creía, pero Dot no podía evitar pensar que algo estaba mal «Finn idiota, no deberías estar con Mash, espera si el esta con ese imbécil de Orter, los demás...» pensaba mientras busco con la vista hasta que localizó a los demás, ahora estaba seguro que no tenía vuelta atrás, debía demostrarles lo fuerte que era, si quería al menos darle una oportunidad a su hermana de desafiar a Orter.
Uno de los Lycan que oficiaba los combates entró a la arena.
—¡Este es el último castigo a los que desobedecieron las reglas! ¡Dot Barret vs Wirth Máld!
—¡Auuuu!
Los aullidos se hicieron sonar, Malta se quedó quieta con los brazos cruzados.
—¿No deberíamos ayudarlo?
—No, él debe poder hacerlo solo, incluso si interferimos él jamás me lo perdonaría.
—¿Listo para perder, Barret?
—Jamás, tú caerás.
—¡Ja, ja, ja! Eres un pobre perro faldero de tu hermana.
—Mira quien lo dice, todos saben que quieres la atención de tu hermano, ¿no?—le reclamo el pelirrojo, pero eso logró solo enojarlo—.Bu, bu, vas a llorarle a tu hermano—se burló Dot.
—¡Grrr! Voy a devorar tu corazón—le gruño.
—Inténtalo si puedes.
—¡A combatir!
Dot dio un salto hacia atrás mientras que Wirth lo atacó con un zarpazo, había convertido parcialmente su brazo en garra, siendo alguien del clan Lang incluso podría convertirse sin la necesidad de la luna llena, pero se notaba que Wirth no quería acabar con eso rápido.
—¡Ja, ja, ja! ¿Huyes?
—No pienso huir—Dot mostrando sus colmillos se abalanzó contra el, Wirth bloqueo su patada y trato de contrarrestar solo que Dot ya conocía sus tácticas, así que dio otra media vuelta y plantó otra gran patada que lo hizo arrastrarse unos metros. Los presentes se asombraron que pudiera pelear a su par, aunque claro que esto lo hizo enojar más, Wirth miró hacia su hermano, pero este solo le veía sin mayor interés.
—¡Me las pagarás!—el chico volvió a atacar, Dot lo detuvo y logró darle un puñetazo, más Wirth sonrió y luego lo mordió en el brazo.
—¡Arg!—Dot no esperaba que hiciera eso, pero no dudo en darle otro golpe en la cara alejándolo, ahora había gotas de sangre cayendo al suelo—.Maldito.
—Asqueroso—Wirth sonrió escupiendo rastros de su sangre.
En las gradas, Lance pudo olfatear esa sangre, pasando su lengua por sus labios recordando ese sabor, luego se dio cuenta de lo que hacía y se cubrió la cara, puesto que sus ojos azules comenzaron a brillar.
—¿Tienes sed?—Malta al verlo.
—No, yo...—este desvió la vista y respiro hondo para calmarse «¿Tanto deseo volver a probarla? ¿Qué está pasándome?...» pensó el joven vampiro.
—No te culparía, ¿dijiste que bebiste su sangre, no? Aunque se que los vampiros odian la sangre de los licántropos, alguna vez fuimos parte de su menú, cuando éramos esclavos.
—No lo sabia—Lance sorprendido, había tantas cosas que no sabia de su clase.
—Tranquilo, no me molesta, mi hermano es dulce.
—Hermana Malta, no diga eso—Mash un poco avergonzado por sus palabras.
—¡Je, je! Lo siento—ella se estaba burlando de Lance quien se sonrojo un poco.
Esta vez, Wirth fue tras él, ahora ambos intercambiaron golpes uno a uno, tan fuertes que asombraron a varios de los presentes.
—Dot, tú puedes hermano.
—Es fuerte, lo sé—Mash asintió, emocionado de la pelea, puesto que Dot estaba sonriendo algo que dejó a muchos perplejos, era como si realmente disfrutara de pelear.
—¿Por qué se ríe así?
—Eso es porque nosotros los Lycan nacimos para combatir, somos agresivos por naturaleza pero también nobles, los tuyos no lo entenderían pero es como nosotros nos comunicamos.
—Me parece una tontería—Lance viendo las heridas que Dot estaba recibiendo de su contrincante, aunque no era el único.
Por otro lado, Finn estaba temblando, veía la pelea sin poder moverse, sabía que estaba en aprietos pero ahora que localizó a Mash y los demás, solo pensaba en ¿Cómo podría escapar?, dio un paso atrás para ver si podía alejarse mientras todos estaban concentrados en la pelea, pero Orter lo rodeo con el brazo, estaba abrazándolo por la cintura, acercándolo más.
—¡Hiii! Lo siento, lo siento, no me comas—murmuró el joven vampiro, pero Orter le miró a los ojos.
—¿Por qué habría de comerte? ¿Quieres que te coma?—le cuestiono Orter.
—¿Eh? Yo...
—Señor...—le llamó la atención uno de sus subordinados, dado que Wirth parecía estar llegando a su límite.
Finn miró a Abyss que solo asintió para que guardará compostura «¿Por que esto siempre me pasa a mi? ¿Qué quiere? ¿Será que sabe que soy un vampiro? Pero, aun apesto a esa flor...»
En la arena, Dot había acertado un gran golpe contra su oponente, este se alejó para limpiar su cara, tenía rasguños profundos, pero el pelirrojo no lucía para nada cansado.
«Por alguna razón me siento muy bien, ni siquiera Wirth podría vencerme ahora, debo acabar con él cuanto antes, basta del espectáculo...» pensó Dot, que sentía una energía surgir de su interior, al mismo tiempo, Wirth se quitó la ropa de encima, dejando su torso desnudo, sabía lo que pasaría, pronto su cuerpo se llenó de músculos pronunciados y bello comenzó a brotar, sus huesos crujían.
—Así que va a transformarse.
—Esto es malo—Malta miró al cielo, aunque era noche ya, ese día había luna nueva.
—Pero Dot puede transformarse, es un Lycan, ¿no?—le comento Mash.
—Hoy es noche de luna nueva—señaló Lance al cielo.
—Mi hermano no se puede transformar sin la luna llena, un Lycan triplica su poder al convertirse en su parte bestial, yo debo—Malta de inmediato corrió para ayudarlo, sin importar que tenía que salvarlo de morir, pero Mash lo tomó su mano.
—Confía en Dot.
—Mash...
—Si, creo que él puede hacerlo ahora—Lance también seguro de ello.
La mujer no entendía ¿Cómo ellos podrían creer más en su hermano que ella? ¿Qué había pasado en la Tierra cuando fue transportado? Aunque no esperaría para verlo.
—¡Ja, ja! ¡Grr! Se que no puedes transformarte a voluntad, muere de una maldita vez—Wirth convertido en una gran bestia de color negro, su pelaje era áspero y erizado, mostrando su enojo. Sin embargo, Dot solo sonrió y arrancó sus ropas ya toda estropeada, se agazapó colocando dos en el suelo, brotando ese pelaje rojo, mientras sus huesos tomaron esa enorme forma.
«Desde que derrote a ese dragonoid me siento más fuerte, no, espera, fue Mash, desde que conocí a Mash...» Dot miró de reojo al humano, sonriendo un poco antes de que los colmillos se asomaron en su hocico.
Malta pudo sentir ese poder emerger de su hermano, ¿en serio había cambiado tanto? Dot se lanzó sin perder el tiempo contra Wirth, fue una mordida directa en su brazo herido, pero el pelirrojo también lo mordió, luego lo rasguño en el pecho.
—¡Arg!—grito de dolor Wirth, no esperaba que su contrincante fuera tan fuerte.
Orter ya estaba atento a la pelea, más que nada por el poder que estaba demostrando Dot, y su hermano menor se dio cuenta, pasó sus garras por la herida, frunciendo el ceño.
—No, no me mires así—dado que este le veía con decepción—¿Por qué? ¿Por qué no puedes verme a mi hermano? ¡Aaaaauuu!—tremendo aullido dejó escapar para luego arremeter contra Dot, logrando tirarlo al suelo de un zarpazo, el licántropo pelirrojo se cubrió pero Wirth se le echó encima para seguir rasgando una y otra vez su piel, había sangre por todos lados.
Finn se cubrió la boca, sabía del salvajismo de los licántropos pero eso era demasiado.
—Dot...—murmuró esté, asustado por su amigo. Orter seguía tranquilo viendo tal cruel escenario, mientras que Lance y Mash apretaron los puños, aunque creían en su amigo, era doloroso verlo así, fue cuando el humano alzó la voz.
—¡DOT, TÚ PUEDES! ¡DOT!
Lance lo escuchó y tras una débil sonrisa también se levantó para alentarlo.
—¡MAS VALE QUE NO PIERDAS, IDIOTA!
Malta los vio.
—Chicos...—ella apretó sus labios y tras componerse de ver la escena también lo alentó—¡DOT, NO TE RINDAS, TU ERES MI HERMANO, ERES DESCENDIENTE DEL CLAN ADLER!
Los licántropos que siempre eran sometidos por los Lang al verlos y escucharlos, se alzaron también, alentando a Dot, aquellos padres que sostenían a sus hijos heridos lo hicieron igual.
—Eso es...—Abel miró a Orter, pese a que parecía que los Lang ganaría, Wirth podría vencer en cualquier momento, tenía un mal presentimiento.
—Mi señor Abel—el licántropo dejó el lugar, percibió un aroma extraño, Abel simplemente asintió para darle permiso de irse. Finn no comprendía lo que pasaba, pero no podía averiguarlo, no sin que Orter lo soltara, se sentía como un pequeño ratón en las garras de un enorme gato.
Dot escucho el aliento de todos y aunque estaba herido por el ataque desesperado de Wirth, se impulso para usar sus piernas y empujarlo lejos, ambas bestias se miraron a los ojos, el pelirrojo se limpió la cara y gruño tan fuerte que podía helar la sangre de cualquiera.
—Voy a matarte—Wirth le atacó de nuevo, solo que esta vez Dot lo esperaba, cerró sus ojos un segundo, escuchando sus latidos, su corazón parecía emitir una energía cálida. El dragón que estaba en la cabeza de Mash fijó su mirada en Dot, incluso Mash noto que algo pasaba.
—Eso...
—¿Qué?—Lance percibió lo mismo.
La mente de Dot estaba en otro plano, era como un mar enorme donde una luna llena emergía del horizonte.
«Siento calor, mi pecho duele, esta energía ¿De donde viene?...» hundido en sus pensamientos por unos segundos, todos vieron como crecía, la bestia se hacia mucho mas grande, Wirth quedó pasmado al verlo, luego cuando por fin abrió los ojos, solo basto con un golpe de sus garras para aplastarlo, se acercó al oído de este y le dijo.
—Te vencí, ríndete.
—Yo...—Wirth no podía con su enorme poder.
Finn estaba maravillado, incluso él podía percibir ese cambio en Dot, sonriendo.
—Ganó, al fin gano—dijo en voz alta, Orter que estaba impactado por lo que veía, apretó los puños, luego miro a Finn.
—Tu...
—¡Hiii! Yo no sé nada, no sé nada—repitió el pobre vampiro, pero este lo soltó, levantándose para luego saltar a la arena, mirando a Dot cara a cara, el pelirrojo soltó a su hermano, quien se arrastró hasta sus pies.
—Hermano, yo...
—Llévenselo—ordenó a dos de sus guardias, Wirth bajo la mirada, ahora sabía que lo odiaría más, pero Orter habló de nuevo—. Llévalo al sanador, si algo le pasa, les cortaré sus gargantas.
Al escuchar eso, Wirth se dio cuenta que no le era indiferente, y finalmente se desmayó, pero ahora había un gran problema, Orter sonreía emocionado por tal vez encontrar un rival digno.
—¡Alto!—Malta apareció en la arena como el, también salto.
—¿Hermana?—Dot cuya voz grave resonó.
—Yo seré tu oponente, Orter.
—¿Tu? No me hagas reír, eres solo una molestia mas—Orter ignorándola, eso molesto a Dot que intentó golpearlo, pero el licántropo detuvo su garra con un solo dedo, eso dejó a Lance y Mash que estaban detrás de Malta sorprendidos ¿Cuan fuerte era ese sujeto?—.Te dejaré vivir, porque un día serás capaz de al menos darme pelea.
—¿Qué? El desafío aún no termina.
—No, tienes razón, pero mi oponente será tu hermano—Orter emocionado de pelear contra él.
Dot que había usado demasiado poder, apenas podía mantenerse el pie, volviendo a su forma humana, siendo Lance quien lo ayudará a sostenerse.
—¿Qué? ¿Tan poco poder tienes?—Orter decepcionado.
—Yo pelearé en su lugar—interrumpió Mash.
Todos los presentes vieron al tipo con esa cara sin expresión desafiar a Orter, claro que nadie lo conocía.
—¿Estás loco, Mash?—le dijo Dot.
—Solo un poco, creo—le contestó.
—¡Idiota!—le reclamó Dot que no podía mover un solo músculo.
Malta no podía dejar que un humano peleará sus batallas, pero Orter se dirigió hacia el chico, mirando lo que estaba sobre su cabeza.
—¿Quién eres tú? ¿Y qué es eso?—señaló a Pochi.
—Me presento, soy Mash Burnedead, mucho gusto y él es mi mascota.
—Mash, no—Finn subió a la arena, tanto él como Dot y Lance se interpusieron, Malta también se interpuso, pero Orter la tomó por el cuello.
—No eres rival para mi, hija de los Barret.
—Deja a mi...hermana—Dot quería atacarlo, pero su cuerpo no le respondía. Fue entonces que Mash evadió a sus amigos y le propinó un fuerte golpe en la cara, el sonido fue como si rompiera un muro, salvo que esta vez, el muro no se rompió, ni siquiera se inmuto, Orter dirigió su mirada hacia Mash, que se sorprendió de su fuerza.
Este soltó a Malta, luego se dirigió hacia el humano.
—Ya veo, no eres débil, pero tampoco fuerte—le dijo, Mash tuvo un mal presentimiento, era la primera vez que sentía miedo de alguien, ¿tan fuerte era el licántropo conocido como Orter Máld?
Solo que un rayo negro atravesó el lugar y fue directo a Malta, rasgando su garganta, la sangre broto convirtiendose en un baño, todos se sorprendieron, incluso Orter puesto que se trataba de su padre.
—¡NO, NO, HERMANAAAA!—Dot no podía creerlo, la joven cayó al suelo, mientras Demeter sonreía.
—Padre—Orter impactado por la escena tan terrible.
Los demás licántropos se asustaron, Demeter sonrió y lamió la sangre de su mano.
—Hace mucho que debimos deshacernos de los Barret, Orter, eres demasiado blando—le dijo.
Dot fue a socorrer a su hermana, tratando de detener el sangrado, Lance rasgo su capa para intentar ayudar, Finn también fue hacia Malta, mientras que los dos subordinados de Demeter sujetaron a Mash.
—Hijo, en serio eres aún joven, no me digas que no pudiste darte cuenta que esos son vampiros—señalando a Finn y Lance—.Y este, aun recuerdo el aroma de la carne humana.
—¿Vampiros, humanos?—Orter impactado por las palabras de su padre.
¿Qué estaba pasando? Nadie en ese punto lo sabía, Dot lloraba ante la vista de su hermana herida, mientras que Mash aprisionado por dos licántropos muy fuertes, pero cuando todo parecía ir mucho peor, algo corto los brazos de los tipos que sujetaban a Mash, era una espada que pronto desapareció, todos voltearon a ver y entre los licántropos aprecio Rayne.
Continuará...
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