Capítulo 18 Recuerdos del pasado
Mash cargaba en su espalda a Wahlberg, la hemorragia se había detenido gracias a un torniquete que el mismo anciano hizo, pero estaba demasiado débil, afuera el aroma de las glicinias era más fuerte por lo que debían entrar lo más pronto posible, así que en la siguiente puerta, el joven humano la pateó para poder entrar, escuchando a lo lejos como Rayne seguía peleando con Domina.
—¡Cof, cof!
—Lo siento, ¿está bien?—Mash al verlo poner una cara de dolor, lo ayudó a apoyarlo en el suelo.
—Mash, deberías irte con Rayne mientras haya tiempo.
—No lo dejaré, abuelo—contestó muy seguro el joven tratando de buscar la forma de salir de allí, impresionando a Walhberg que hasta el momento el que lo llamara "abuelo" no le molestaba, solo que un sentimiento creciente en su interior le hacía querer escucharlo más—.Le prometí a Rayne que lo sacaría de aquí y destruiríamos la piedra.
—¿La piedra? ¿De qué hablas Mash?
—Hablo de piedra filosofal—le explicó el joven lo que había pasado en la caverna y la misión que Nicolás Flamel les encargó.
—Así que no la destruyeron como sospechábamos.
—Si—Mash le mostró la llave en su cuello—.Pero, él la vio.
—¿Te refieres a Innocent Zero?—le pregunto, el chico asintió, luego apretó los puños, Wahlberg noto que había algo más—.Dime Mash, ¿ya lo habías visto antes, verdad?
Los ojos de este se ensancharon ¿Cómo era posible que lo supiera?—¿Sabes quien es?
—Un mago malvado y...
—¿Y?
—Dice ser mi padre—desvió la mirada.
«No sé qué tanto le habrá dicho él, pero dudo que sepa del rey, me temo que podría afectar a muchos si se supiera la verdadera identidad de Mash. Alteza ¿Qué debería hacer? Ni Mash, ni él saben de tu existencia, Vladia...» el anciano pensaba cuando dos ghouls aparecieron en el corredor, Mash de inmediato tomó a Wahlberg y corrieron.
Pronto bajaron unos niveles, escondiéndose de lo que parecía un laberinto lleno de ghouls, el chico no sabia que hacer, encontrar la última sala bajo el castillo parecía una tarea imposible.
—Mash...Mash...
—Lo siento, ¿está cansado?—se detuvo, bajándolo de nuevo.
—Mash yo...—no termino la frase cuando vio que este descubrió su hombro—¿Qué haces?
—Si bebe sangre, se va a recuperar, ¿no?
—No, Mash—el mayor colocó su mano en su hombro, impidiendo que intentara darle de su sangre—.La pérdida de mi brazo es total, no crecerá.
—¿Y si le echamos agua?
—¡No es una planta!—alzó la voz el hombre aunque también quería reír, pero luego se callo, puesto que no quería atraer a más ghouls—.Innocent Zero se llevó mi magia, ¿entiendes? Creo que solo me queda el poder para un solo portal, reuniré todo lo que tengo para sacarlos de aquí.
—Pero la piedra...
—Mash, lo sé, aunque Innocent Zero tenga conocimiento de que existe una llave, no podrá tenerla, no si tu la resguardas, Nicolás Flamel les dejo una misión—lo miró atentamente.
—Abuelo Wahlberg, pero no puedo dejarlo aquí.
—Debes hacerlo, Mash, yo debo proteger algo más grande que mi vida—apretó su hombro fuerte—.Además dijiste que debían tener sangre humana, ¿no es así? Por eso él te necesita, porque él ya no es humano.
—¿No?—se sorprendió mucho Mash.
—No, su sangre no es pura, en su interior ahora corre sangre de dragón, al tomar los corazones de cinco dragones originales para obtener el poder que tiene ahora, es prácticamente un dragón. Y algo más, dices que te busca, ¿no?
—No es mi padre—aseguró Mash, eso hizo sonreír a Wahlberg.
—Calma, no creo que debas preocuparte por eso. No es el destino lo que trajo, sino tu decisión, por favor, no te culpes.
—Yo...—Mash bajo la mirada.
«Creo que está más preocupado de lo que pensé...»
—Mash...
—Vine por ella...
—¿Por ella?
—La mujer que me llevó al otro mundo, tal vez murió, no lo sé, ¿quiero saber si ella es madre?
«Mash ella...» Wahlberg suspiró profundo y habló.
—Hay algo que debes saber.
No muy lejos de ahí, Rayne seguía entreteniendo a Domina, aquel más joven de los dragones originales con escamas rosadas y brillantes, en realidad su forma de dragón era tan hermosa como la humana.
—Debes rendirte, vampiro, no podrás vencerme.
—Tal vez no, pero tampoco voy a entregarte mi vida, tengo mucho por hacer—le contestó, usando de nuevo esas espadas para atacar.
—Cuando te mate, iré por mi hermano menor como lo ordena nuestro padre.
—Cuando dices hermano menor, ¿te refieres a Mash? Antes lo llamaste así.
«En aquel momento pensé que solo era una tontería del enemigo, pero ahora que Mash me dijo sobre el, no puedo dejar que lo tenga, quien sabe cuáles serán sus intenciones...»
—Él es especial, nuestro hermano menor, un simple humano con la fuerza de más de mil de ellos juntos.
—Bueno, en eso explicaría muchas cosas, pero lo que sí te doy la razón, es que Mash es un humano único—sonrió Rayne «Tal vez por eso su sangre es especial y deliciosa...» pensó el vampiro recordando su sabor, no solo de su sangre sino de sus besos. Cada que bebía su sangre sentía como sus fuerzas se multiplicaban, para los vampiros beben sangre es para transmitir su línea de poder, no tanto como alimento, sino más como energía, todos lo practican entre sus familiares para mantener sus poderes únicos entre sus propia línea de sangre, aunque podrías beber de otros, mezclado sus poderes pero no era común—.Aun así, no te dejaré tenerlo, el es mío.
—¿Tuyo? Sonaste demasiado autoritario, sólo pertenece a nuestro padre, tiene una misión para él y lo le haré cumplirla.
—¿Misión? ¿Y se puede saber cuál?
Domina lo atacó de nuevo con una gran bola de fuego, Ryane lo esquivo, mirando por la ventana como Mash se alejaba con Wahlberg en sus espaldas, solo esperaba que pudieran encontrar la última sala del fondo del castillo para destruir la piedra filosofal.
«No te detengas Mash, destruye esa piedra y regrese a mi...»
Desgraciadamente no fue el único, los rugidos de los ghouls que los persiguen llegaron a los oídos del dragón, Domina logro verlo, sonriendo, se transformó de nuevo en humano, solo dejando el par de alas para volar hacia la torre por donde en esos momento Mash y Wahlberg estaba por bajar, Rayne no podía dejarlos asi que saltó hacia su cuello, abrazándolo y peleando en el aire.
—¡No te dejaré!
Partissan...
Miles de espadas aparecieron, Domina las vio, no pudo esquivarlas, finalmente los atacaron al mismo tiempo, finalmente se estrellaron, destruyendo parte del corredor, Mash logró verlos.
—¡Rayne!
Al ver sus heridas, puesto que para detener a Domina usó las espadas que atravesaron su cuerpo, estando aun abrazado de este.
—Maldito vampiro, no me vencerás, Mash—Domina se levantó, tirando a un lado a Rayne que estaba inconsciente. El dragón levantó la mano hacia él—.Vamos con nuestro padre.
—Él no es mi padre.
Domina bajo la cabeza, tosiendo sangre, no sabía bien la razón, pero su cuerpo fue dañado más de lo que creía, mirando a Rayne desmayado en el suelo.
—Joven Domina—Wahlberg se acercó a ellos, mientras que Mash estaba en guardia dispuesto a pelear con él a puño limpio—.El corazón falso que tienes no durará mucho, dime ¿Cómo planean vivir más tiempo con estos reemplazos?
—No, nosotros...¡Cof, cof!—Domina volvió a toser, cayendo sobre una de sus rodillas en el suelo, sujetándose el pecho—.Eso no importa, lo hacemos por él, solo por él.
—Eres un buen hijo, pero dudo que él sienta lo mismo por ti, ahora que ya ni siquiera es humano, sino un híbrido entre un dragón y humano.
—Le importamos, somos sus hijos, yo...—Mash dio un paso al frente, hincándose ante Domina, mirándolo de tal manera que sorprendió al dragón.
—Nunca tuve hermanos, pero hubiera sido divertido, por favor, déjanos detenerlo, solo así, podríamos vivir todos juntos como familia.
—¿Vivir todos juntos como familia?—Domina estaba extremadamente consternado por sus palabras, viniendo a su mente una voz de una mujer, ella decía exactamente esa misma palabra y no solo eso, también, recordó el rostro de su padre sonriendo al lado de ella, pero ¿Quién era ella?. Su padre, el que alguna vez le sonrió de manera amable, solo les decía que conquistarían todo, serían los reyes.
Domina estaba débil, pero ese corazón se fortalecía poco a poco, siendo prácticamente una máquina que creo Innocent Zero con la fuente de poder de un cristal de dracomalgia, Mash lo reconoció su energía dentro de este, siendo el discípulo del gran alquimista Nicolas Flamel debió aprender la ingeniería que se requería para hacer algo así.
En la sala principal, Meliadoul había sido derrotada, yacía en el suelo en su forma humana, rodeada por ghouls, aunque no la atacaban por órdenes de Innocent Zero.
—Tendré tu corazón también, me haré más fuerte, si quieres también te puedo hacer uno como el de tus hermanos—le dijo, acercándose a ella lentamente—.Unirte a mi no es tan malo.
—¡Pf! ¡Ja, ja, ja! Eres un tonto, dejaste de ser humano al adquirir el poder de los dragones de esa forma tan vil, criándolos y obligándolos a darte sus corazones para ser mas poderoso.
—Era la única manera, ¿pudrirme en esa mazmorra? No, cuando mataron a los dragones originales con lo que había hecho un pacto, ellos regresaron a ser huevos, viviendo en mi interior, alimentándose de mi propio poder, aunque no era suficiente, ser inmortal ayudo, solo espere, espere hasta que pude salir de esa maldita prisión. Luego vague por Terra, ocultándome hasta que nacieran, haciéndome más fuerte, su energía vital me mantuvo hasta el día que me otorgaron sus corazones, ahora están conectados a mi.
—De una manera cobarde, morirán, ¿no? Sus poderes son tan fuertes que aunque les hayas dado un reemplazo, terminarán muriendo.
—Tal vez, no se cuanto tiempo les quede y no me importa hasta que haya logrado mis objetivos, la unión de los dos mundos, romper esta cortina para siempre, dejando morir a los vampiros exponiéndolos al sol, y si sobreviven, ya no serán una amenaza, la humanidad ahora es más poderosa que antes, y conmigo como su dios, no habrá nada que nos detenga para conquistar a Terra.
—¿Y las demás razas de Terra? ¿Qué hay con ellos?
—Perecerán, la cortina no solo mantiene lejos el sol real, sino que ayuda a acumular su energía mágica interna, cuando la cortina desaparezca, como los vampiros, morirán poco a poco hasta la extinción.
—No puedes hacer eso—Meliadoul impactada por sus palabras.
—Lo haré, y me aseguraré de que el rey vampiro vea todo antes de morir. Vladimir Hellsing que se atrevió a quitarme lo que yo...
—¿Qué dices?
Este sonrió puesto que no quería ocultarlo ya.
—Te lo diré, ese humano que vino con ustedes, no solamente es mi hijo, sino también el de Vladia.
La dragona lo sabía después de hablar con Wahlberg.
—No entiendo ¿Como Vladia pudo amarte?—le reclamó Meliadoul.
—Cuando escape de prisión y vague por el mundo, me oculte por siglos, los huevos de dragón tardan mucho en nacer y debía obtener más poder para incubarlos, lo obtuve de varios sacrificios—miro a los ghouls, ella ya lo sospechaba, todos esos ghouls eran demasiados para haberlos creados en poco tiempo, debió drenar la energía de muchas vidas para lograr su objetivo—.Lo sabes, 1000 años es demasiado, ¿no crees? Cuando me enteré de la tregua con los Lycan hace 100 años, pensé en ver lo que había provocado eso, y eso fue que el rey anterior de los vampiros murió, ascendiendo al poder su hijo, Vladimir. Regrese para vivir en una cueva no muy lejos del bosque de las glicinias, fue cuando conocí a Vladia, ella era la mujer mas hermosa que haya visto en mi vida, su belleza iba mas allá de todo, su piel blanca como la nieve, su cabello tan negro como la noche, sus ojos dorados, yo, un humano que había alcanzado la inmortalidad experimentaba por primera sentimientos.
En el castillo, el rey al fin se reuniría con varios líderes de razas diferentes, tanto Kaldo como Ryoh lograron convencerlos de asistir.
—Alteza, en seis días terminarán de llegar todos—dijeron sus doncellas.
—Gracias, por favor déjenme a solas.
Una vez sola en su habitación, se quitó el disfraz, recordando aquel día hace 19 años cuando lo conoció...
La princesa se encontraba montando a caballo en el bosque, cuando alguien salió de la nada y asustó a su caballo, ella cayó.
—¡Agh!—se lastimó su mano, sangrando un poco, aunque la recuperación de su cuerpo vampiro actuaba rápido, luego miró a lo que asustó al corcel, era una masa amorfa en el suelo—.Pero ¿Qué es eso?
Al acercarse, le dio la vuelta y era un hombre, su hedor era horripilante.
—Ya se echó a perder—se dijo a sí misma, cavando rápido un agujero en el suelo para sepultarlo, pero justo cuando iba a patearlo dentro, despertó.
—¡Aaaah! ¡Estoy vivo!
Los dos se miraron mutuamente, luego gritaron y él se alejó arrastrándose en el suelo, ella corrió hasta un árbol para ocultarse detrás.
—¡¿Qué cosa eres tú?!—dijeron al unísono, señalándose.
—No, tú dime primero—dijo ella, apretando su nariz—.Pensé que eras un cadáver.
—No estoy muerto—reclamó el otro, pero se olfateó, dándose cuenta porque lo dijo—.Bueno, he olvidado tomar un baño en mucho tiempo.
—Pues deberías saber que es sano bañarse.
—Como sea, me desmayé porque tenía hambre, pese a este cuerpo inmortal, aun debo comer, es...—mirándose y colocando la mano en pecho—.Un fastidio, ¿tendrás comida?
—Claro, en mi caba...—la princesa no se había dado cuenta, pero su caballo se había huido—.No esta, yo...—sus ojos se llenaron de lágrimas.
—No puede ser, me tope a una vampira tonta—musito el.
Eso molestó a la princesa.
—¿Qué dijiste? ¡No soy una tonta! Soy una princesa, por si no lo sabías.
—¿Una princesa? Todavía peor, sabes, mejor me voy—se levantó, sacudió sus ropas andrajosas para irse. La princesa infló sus mejillas por el insulto y lo alcanzó, cortando el paso.
—No puede ser, eres demasiado arrogante para ser un pordiosero, dime ¿Qué eres tú?
—¿Yo? Soy un humano—le sonrió, acercándose, pero el mal olor era terrible, la chica se cubrió su nariz de nuevo.
—Mentira, los humanos ya no existen en ese mundo, por todos los dioses, hueles horrible.
—No miento, mira—el saco una navaja y cortó su muñeca, cuando la sangre brotó, el aroma llegó a las fosas nasales de la chica, ese aroma era impactante, la sangre humana olía diferente a todas, ella tragó saliva puesto que olía deliciosa, pero luego la herida se cerro—.Bueno, como dije, ahora soy inmortal, mis heridas se curan y no sufro de enfermedades, además de que el envejecimiento se detuvo, pero sigo siendo humano—el se burlaba, confiaba plenamente en sus poderes si tenían que enfrentarse a un vampiro, pero ella lejos de atacar, sostuvo sus manos y con brillos en sus ojos le dijo.
—Eres increíble, pensé que ya no había humanos, solo recuerdo uno, cuando era niña el que atacó a todo el pueblo vampiro, aunque decían que era hermoso, con cabello plateado y gran porte.
La cara de su interlocutor se quedó en blanco, la princesa lo soltó y se alejó.
—¿Escuchaste de Innocent Zero?—le cuestiono.
—Si, así lo llamaban, pero creo que su nombre real era...
—Caín—contestó, mirándola con detenimiento, provocando en ella un escalofrío.
—Si, si, ese era, es hermoso, no se porque se lo cambio.
—En la antigüedad había una religión que decía que los humanos venían del primero hombre llamado Adán, y la primera mujer llamada Eva, sus hijos eran Caín y Abel, en esa historia, Caín traicionó a su hermano y lo mató, ese nombre nunca me gustó, aunque con el tiempo cobró sentido.
—¿Me gusto?—ella noto como lo dijo, fue cuando él sonrió y acarició su cabeza como una niña.
—Olvida lo que dije, me voy—le dio la espalda tras eso para irse, debía regresar con los pequeños dragones que apenas habían nacido.
—Espera, yo...no diré nada de ti, pero a cambio, ¿puedo volver a verte?
El no podía creer lo que ella dijo, una vampira, la raza que envidiaba quería acercarse a él como alguna vez Adam o Wahlberg lo hicieron.
—¡Princesa Vladia!—sus guardias la buscaban, pero antes que se acercaran él desapareció.
De regreso al presente, Innocent Zero le contaba la misma historia a Meliadoul.
—No pensé que volvería a verla, pero lo hice, me visitaba a ese bosque todos los días, fingiendo ir a montar a caballo, pese a la cercanía a las tierras de las glicinias, ella no dudó ni un momento en acercarse.
—Vladia...—murmuró Meliadoul, ella era la segunda en saber que aún estaba viva.
—Es raro, ¿no? ¿Enamorado de un vampiro?
—Así que ella...
—Si, incluso creía que todos podríamos vivir en paz, Lycan, aracnes, elfos oscuros, harpías, cíclopes, hasta humanos, pero con el tiempo la realidad nos atacó.
En el castillo, Vladia se sentó frente al espejo y mirándose, sus pensamientos se remontan al pasado, la última vez que lo vio.
Hace 19 años...
Ella había establecido una conexión con el hechicero malvado que alguna vez intentó acabar con todo su mundo, pero que ahora solo era el hombre del cual se enamoró.
—¡Ja, ja, ja! Pequeños, no hagan eso, me hacen cosquillas—Vladia jugaba con los pequeños dragones, Delisaster, Epidem, Flamin, Doom y Domina, el más pequeño que aún batallaba para volar.
—Niños, vayan a comer—Innocent Zero regresó de la cacería y les había traído carne.
Los cinco dragones volaron para devorar sus presas.
—Son maravillosos, pensamos que los dragones se habían extinguido.
—Ellos vivieron en mi interior por mil años, fue por eso que adquirí el poder de la inmortalidad—explicó este, Vladia se sentó a su lado, recargando su cabeza en el hombro del otro.
—Eres como su padre, ¿no? Sabes, quiero decirte que pronto tendremos un hijo más.
—¿Un hijo más? ¿De qué hablas?—Innocent Zero la volteo a mirar, ella señaló su vientre y le hizo tocarlo, fue un gran impacto para él, ni siquiera sabía que era posible que un humano y un vampiro pudieran tener un hijo—.Vladia, pero tu...
—Cuando se note, deberé decirle a mi hermano Vladimir.
—No puedes hacer eso.
—Descuida, se que lo comprenderá, ahora la tregua con los Lycan es más fuerte, no hay más guerras, podremos ser felices, Cain...
—No me llames así—Innocent Zero se levantó y le dio la espalda—.Tu hermano es igual a tu padre, quien atacó a los humanos en el pasado, de no ser por Adam y mi maestro.
—Lo sé, sé la historia, pero te juro que mi hermano no es así, cuando mi padre murió inició la restauración del reino.
—Él jamás nos aceptará, por eso debo cambiar ambos mundos.
—Tienes miedo, lo sé—ella le sonrió, tomando sus mejillas entre sus manos.
—Si, tengo miedo.
—No temas, confía en mí.
Innocent Zero se acerco a ella, besándola y abrazándola, pero Vladia pudo sentir su corazón aun guardaba recelo a los vampiros y a todo ese mundo.
De vuelta, él continuaba su relato a Meliadoul.
—Ella le dijo a su hermano ¿Y qué es lo que pasó? La obligó a tener a nuestro hijo en secreto, separándonos, luego lo llevó a la Tierra para abandonarlo ahí porque no fue capaz de matarlo, Vladia intentó detenerlo, pero finalmente no logró hacerlo, muriendo en sus manos, ese maldito Vladimir Hellsing.
—Eso no...—Meliadoul apreciaba a Vladia, tal vez por eso Wahlberg no le dijo nada de lo que pasó, excepto que Mash era su hijo.
—Así que tomé la decisión, continuaré con mi plan original, arrebatarle el mundo a los vampiros, un día cuando esté frente al rey, lo haré ver como destruyo todo con la sangre de su propio linaje.
—Si sabias de Mash, dime ¿por qué no fuiste por él?
—Porque lo necesitaría más tarde, su sangre humana, es de vital importancia.
—¿A qué te refieres? Él era tu hijo, su hijo—Meliadoul sin entender lo que cegaba a ese hombre.
—Él nació siendo un humano, sin rasgos vampiros, lo vi crecer—Innocent Zero convocó un espejo en su mano—.Lo use para verlo—el mismo con el que se comunicaba con Cell War, fue así que espió a Mash durante todo ese tiempo.
—¡Ja, ja! Y tu ya no eres humano, no cuando usarias a tu propio hijo para derrotar a tu enemigo, es lo que ella te dejó.
—No, ya no soy humano, mi corazón humano murió con ella, ahora solo soy un híbrido mitad dragón ahora, y ocupó su sangre humana para algo importante, romperé el sello que contiene el secreto de la piedra filosofal.
—Por eso Mash, entiendo—la mujer se levantó, sujetando su brazo herido—.Pues no te dejaré tenerlo jamás, ese joven merece saber la verdad y elegir por sí mismo.
—No es necesario que lo haga, como hijo no me importa, solo es un objeto para mi ahora—tras decirle eso, levanto la mano hacia ella, invocando un hechizo para matarla, pero de unos escombros apareció un dragón negro con ojos dorados—.Pero ¿Que?
—Pochi—Meliadoul sabía de quién se trataba, el dragón que estaba con Mash, de pronto recobró su tamaño y atacó a Innocent Zero, salvándola—.No puedo creer que no te reconociera, eres tu, Umbra, el séptimo dragón original, estas vivo—se alegró ella, abrazados de su lomo para salir volando de ahí.
En el corredor, Domina se recuperaba, se levantó al fin, su mente aún estaba en serle de utilidad a su padre y sus hermanos, cuando escucharon un rugido de un dragón, no era ninguno de sus hermanos.
—No, es Umbra—lo llamo de nuevo como antes a Pochi—.Ven Mash, vamos con él, siéntate a nuestro lado—Domina le sonrió, pero Mash negó con un gesto de su cabeza, miró a Rayne y Wahlberg, sintiendo en su interior algo extraño, sus ojos de pronto vieron otro lugar, era la sala, Meliadoul e Innocent Zero, luego se vio a sí mismo escupir fuego.
—¿Qué es esto?—se preguntaba, cuando miro al cielo, ahí estaba esa figura que reconoció de inmediato, la misma que antes atacó Easton, cuando llegó a ese mundo, ahí tenía su respuesta.
—Lo siento, pero no quiero—los tomo a los dos y saltó por la grieta siendo recogido por Pochi en su forma dragonil justo en el aire, para salir volando lejos.
Innocent Zero vio aquella escena, y no podía creer que su hijo tuviera un pacto con un dragón.
—Padre—Domina volvió—.Ire por ellos.
—No, déjalos ir, aunque recuerdo que dijiste que Umbra era solo bebé dragón y que estaba con él como si fuese su mascota.
—Lo siento, no sabia que hizo un pacto.
—Ahora se nos escapó, bueno, no importa, el destino lo traerá a nosotros, ahora espero que tus hermanos terminen sus misiones—Innocent Zero se dio la vuelta, regresando a todos los ghouls fuera del castillo.
. . .
Kaldo tocó a la puerta de los aposentos del rey, llamando con urgencia.
—¿Qué sucede?—el rey le dejó entrar.
—Alteza, tenemos noticias, se avistaron tres dragones, uno destruyó el pueblo de los orcos de los pantanos, otro la ciudad de los elfos y un tercero atacó a los seres alados.
—¿Qué dijiste?
Ryoh apareció también, inclinándose ante el rey.
—Acabo de escuchar que también las Tierras oscuras fueron atacadas.
—No puede ser, eso reduce nuestra fuerza de ataque. ¿Sabemos algo de Orter y los demás?—preguntó a Ryoh.
—No, me temo que no.
—¿De Wahlberg?—el rey preocupado miro a Kaldo.
—Nada, su alteza.
—Kaldo, necesito que vayas a buscarlos.
—Alteza, no puedo irme de su lado, la capital de Easton es un blanco, y si algo le llega a pasar a usted—contestó Kaldo desafiando la orden del rey. Pero Ryoh se levantó y tras acicalar su cabello, dijo.
—Kaldo tiene razón, además, estoy seguro que están bien. Ahora solo queda fortalecer nuestra capital, tal vez debamos evacuar a los ciudadanos de las tierras aledañas, usare a todo el buro vampírico para hacerlo, ¿si me lo permite? Alteza.
Vladia, quien por alguna razón se hacía pasar por el rey, tomando el lugar de su propio hermano, incluso su nombre, debía una vez más, pensar en su pueblo dejando de lado a su propio hijo. Respiro hondo y asintió.
—Ve por favor.
—Kaldo, quiero que al menos me mantengas informado, además, quiero saber sobre los casos crecientes de la enfermedad en nuestros niños.
—Si, alteza.
. . .
Sobrevolando las tierras de las glicinias, Rayne recobró el conocimiento para verse montado en un dragón, Meliadoul le saludo como si nada al verlo, teniendo en sus piernas a Wahlberg mal herido.
—Hola.
—¿De que me perdi?
—Bueno, estamos volando en Pochi—le contestó ella.
Mash estaba al frente, tomando las dos grandes crestas que sobresalen del cuello del dragón.
—Pero...
—Rayne, estas bien—le sonrió Mash, el aire golpeaba sus rostros.
—¿En serio es Pochi?—Rayne sin creer que ese pequeño dragón creciera de esa manera, aunque antes ya lo había visto cuando atacó la ciudad—¿A dónde nos dirigimos?
—No sé—contestó muy seguro Mash.
—Espera, estás volando un dragón y no sabes a dónde vamos—le reclamó este.
—Yo no estoy volando a Pochi, él vuela solo—contestó Mash inocentemente.
—Mash...—Rayne intentaba no enojarse, pero fue cuando Meliadoul sintió algo y no fue la única, Mash también lo sintió—¿Qué es?
—Sujétense, vamos a caer—dijo ella.
—¿Qué?—Rayne no terminó de hablar cuando Pocho regresó a su forma pequeña, ahora los cinco estaban en caída libre—¡HAZ ALGO!—le gritó a Meliadoul.
—¡LO SIENTO ME QUEDE SIN FUERZAS!
Mash caía en silencio sin verse afectado, Rayne sujeta su mano.
—Vamos a morir—le dijo.
—No, aun puedo hacer un solo portal—les dijo Wahlberg—.Sin embargo, iré a la última parte marcada.
—Donde sea, es mejor que ahí, señor—le dijo Rayne sin soltar la mano de Mash.
—En ese caso—Wahlberg se concentró, y un agujero se abrió debajo, pero era pequeño, el anciano miró a Meliadoul y ella lo comprendió, se acercó a Mash, Rayne y Pochi.
—Chicos, vayan—tras decirles eso los empujó dentro.
—Espera, no—Rayne intentó sujetarlos, Mash igual, pero el anciano le sonrió al igual que ella, despidiéndose.
—Abuelo, señorita Meliadoul...
Lo siguiente que supieron es que cayeron de al menos 5 metros de altura del suelo, cuando despertaron estaban rodeados por tres seres de piel azul, con un solo ojos y con mazos en las manos, sin saber cuánto tiempo había pasado.
—¿Dónde estamos?—Mash aun tomado de la mano de Rayne, quien le observó para ver si no estaba herido, incluso tocó su mejilla. Pochi les gruñía a esos seres hasta que uno de ellos habló—.Huele muy mal.
—Creo que estamos en un pantano o algo así, pero ellos—Rayne estaba listo para defenderse, aunque sus heridas aún no se habían regenerado,
—Es un vampiro, un insecto y tú...¿Qué eres?—le dijeron a Mash.
—¿Yo?
—Hermano, Mash son ustedes—Finn apareció justo detrás de ellos, los tres seres eran cíclopes de las Tierras oscuras, su raza vivía en los pantanos por eso el aroma.
—Finn—Mash se levantó para saludarlo, aunque los cíclopes lo volvieron a amenazar.
—¡No, son amigos!—Finn se interpuso entre ellos.
—¿Amigos?
—Si, él es mi hermano, y mi amigo.
—¿Y eso?
—Eso es...una mascota—les sonrió Finn, cuando vio a Mash apunto de decirles que era un dragón, pero el chico actuó más rápido, cubriéndole la boca—.No digas que es un dragón, o se pondrá feo, no son muy listos, pero son fuertes.
—Tu, dime ¿Dónde está Orter?—Rayne le habló bruscamente, alejando a Mash de sus manos.
—Ah, él está en...esperen un momento, ¿no estaban con el señor Wahlberg en el castillo de las glicinias?—Finn preocupado.
—Es una historia larga, llevamos con Orter, ahora—le indicó su hermano.
—Si, lo haré, síganme.
—Finn dime ¿no había nadie más?—Mash preocupado por Wahlberg y Meliadoul.
—No, solo ustedes, un dragón atacó la ciudad de los elfos oscuros, hubo una pelea, pero logramos huir, eso fue hace dos días.
—¿Dos días?—Rayne extrañado, luego miró a Mash—¿Cuánto tiempo ha pasado desde que salimos del castillo del rey?—le preguntó a su hermano.
—Bueno, hoy es el cuarto día—le dijo Finn.
—Espera un momento, ¿cómo es que han pasado cuatro días desde que salimos del castillo? Solo habían pasado dos días—Rayne extrañado.
—No sé—Finn sin entenderlos, Mash se acercó a Rayne y tocó su brazo, este se calmó un poco para continuar caminando.
Para cuando llegaron a la aldea de los cíclopes, notaron que ese lugar estaba lleno de otras razas, unas que Mash no había visto antes, sorprendiéndose.
—Bienvenidos a la aldea de Meridia, ahora todos somos aliados, por favor, no teman—les dijo este.
—¿Mash?—Dot apareció junto a Lance, sorprendido de verlos, aunque Mash noto que Dot tenía cierto semblante, siendo Lance quien noto su mirada.
—Hablaremos después, ahora debemos ir con Orter y los demás.
—¿Quiénes son los demás?—preguntó Rayne.
—Ya sabrán cuando estén ahí—Dot les abrió paso.
Habían perdido 48 horas en un bucle temporal mientras saltaban por el portal, en ese tiempo habían pasado varias cosas.
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