Capítulo 10 La noche antes de la tormenta

Rayne quería regresar lo antes posible a Easton, sin embargo, el caos que había creado el dragón fue tal que muchos de los licántropos estaban dispuestos a ir a buscarlo para calmar su ira, dado que muchos de los suyos murieron en el ataque ¿Cómo podria aplacarse la furia de estas bestias vengativas?. Poco a poco se reunieron todos al otro lado de lo que quedaba la montaña, habían creado unos refugios con lo que tenían a la mano y durante el día cazaron para poder alimentarlos a todos.

Ahora que la noche se cernía sobre ellos, numerosas fogatas comenzaron a iluminar el bosque, los heridos fueron atendidos rápidamente por una medico elfo que estaba de paso por el mercado cuando inicio la destrucción. Mash y Finn se acercaron para ayudar, cargando a los heridos a una tienda que se montó como una enfermería, pero lo que impresionaba a los licántropos era que un vampiro los estuviera ayudando, muchos de ellos los recordaban evitando que la salida se bloqueara y hasta agradecían.

—Si no fuera por ustedes mi hermana—un anciano Lycan tomando la mano de Mash.

—Por favor, descanse.

—Mash, ¿me ayudas aquí?—Finn tratando de evitar mover un paciente, mientras que la medico elfo entablillaba su pierna.

—Si—Mash sujeto al robusto licántropo que del dolor no podía volver a su forma humana—.Veamos, aquí—el chico logro sostenerlo sin ayuda de Finn.

—¡ARG!—gemía de dolor una y otra vez.

—Por favor, no se mueva y no intente morderme—la anciana elfa noto que el vampiro prestaba mucha atención, así que viendo todos los demás heridos, le dijo—¿Podrías hacerlo?

—¿Qué, yo?

—Si, solo une estas tablas y átalas fuertemente, ya acomode la pierna, solo queda evitar que la mueva para que su hueso sane correctamente, es fácil, iré a ver a otros pacientes—le entrego los instrumentos y se fue sin decir más.

—Pero yo no...

—Finn, seguro que puedes—le sonrió Mash.

—No, es que jamás he hecho esto...

—¡DUELE!—el hombre intento morderlo, pero logro esquivarlo, en ese estado era difícil de manejar, Mash rápidamente sostuvo su hocico.

—Finn—este animándolo.

Tras un minuto pensó en que deseaba ayudar, sabía que no era bueno peleado, ni tenía suficiente fuerza o un poder único útil, y si esa era su oportunidad, al menos podria intentarlo.

—Por favor, no se mueva—le dijo a la bestia intranquila—.Mash, te lo encargo—a lo que el humano asintió.

Desde fuera Rayne pudo observar lo que pasaba, chasqueando la lengua puesto que no podria concebir que su hermano ayudara a sanar a los licántropos, esas bestias que asesinaron a su familia.

—¡Tsk!

Había aceptado cooperar con Orter para detener a quien sea que estuviera detrás del ascenso de los dragones, pero no significaría que dejaría a su hermano pelear y mucho menos involucrarse con esas bestias. Molesto, se alejó de la escena, aunque Mash logro verlo de reojo.

—¡Listo!—Finn que logro ayudar, el hombre se calmó poco a poco y volvió a la normalidad. El vampiro vio como Mash estaba observando a alguien, notando que se trataba de su hermano que se alejaba—¿Mash?

—Ah, sí, bien hecho, sabía que podrías—le sonrió.

Después de ayudar por casi media noche, finalmente todos los pacientes estaban descansando, Finn y Mash caminaron por el campamento, preguntándose por Dot y Lance.

—La última vez que vi a Lance, estaba tras Dot.

—Ya veo, entonces deberían estar bien, además, la señorita Malta esta fuera de peligro.

—Todo gracias a ti, tú la mantuviste a salvo.

—¡¿Qué?! No, no, yo no hice nada...

—Finn te vi pelear arriesgando tu vida y también salvar muchas vidas, no te menosprecias, mis papás me dijeron que todo esfuerzo vale la pena y la menor manera de ayudar, es estar dispuesto.

—¡Je, je! Entonces es por lo que Mash es así.

—¿Así cómo?

—Bueno, me ayudaste aun cuando te diste cuenta de que era un vampiro—le sonrió Finn.

—Si, bueno, en parte, y también porque sentí tu bondad.

—¿Bondad? Mash...—Finn un poco sonrojado por sus palabras.

De pronto un rayo negro paso junto a él se trataba del pequeño dragón Pochi que había volado por ahí y finalmente volvió a su nido, la cabeza de hongo de Mash.

—Ah, ya volviste.

—Por cierto Mash, si Pochi es un dragón, ¿Por qué no ayudo a los que atacaron la ciudad Lycan?

—No lo sé, pero dudo que Pochi haría algo así—levanto la vista al pequeño lagarto que mordía su cabeza como juego.

—¿Olvidaste el desastre que hizo en Easton?—le pregunto Finn con algunas gotas de sudor en la sien.

—Eso era porque estaba herido.

Pronto el aroma a carne cocinada llego a sus fosas nasales, Pochi comenzó a babear, y tras seguirlo dieron con la improvisada cocina, los refugiados veía con atención cuando estaría la cena, había algunos preparando una sopa mientras que cinco jabalíes y tres venados estaban siendo asados.

—Wou, huele bien.

—Si—Mash babeando pero tras un paso se tropezó con un niño, al pequeño le gruño el estómago.

—Lo siento, tiene mucha hambre, esperamos la sopa—dijo la mujer Lycan.

Fue cuando se le ocurrió una idea a Mash, se inclinó hacia el pequeño.

—¿Te gustan las cosas dulces?

—¡Si!—no dudo en contestar el niño.

El humano se dio la media vuelta y tomo por el hombro a Finn.

—Finn, vamos.

—¿Eh? ¿A dónde? ¡Mashhh...!—el pobre vampiro siendo arrastrado por este.

. . .

Lance estaba impresionado como los licántropos se dividían las labores rápidamente y se ordenaban, era difícil verlos como los "barbaros" que les hicieron creer tantos siglos. El joven de cabellera azulada se había apostado fuera de la tienda donde la hermana de Dot estaba descansando una vez fue tratada de sus heridas, esperando a que este saliera.

—¿Cómo es que...? ¡Ouch!—el tan solo moverse le hacía sentir un fuerte dolor, cuando le conto todo lo que había pasado.

—Hermana, por favor no te muevas.

—Esto me temía cuando vi lo que estaba pasando—ella volvió a la cama ayudado por su hermano—.Enfrentarnos a un enemigo desconocido, pero lo que más me sorprende es que Orter haya accedido a pelear junto a ustedes.

—Ese tipo pudo convencerlo, la verdad no se pasa por su cabeza de hongo, pero—Dot apretó su puño, fuera de la tienda, Lance estaba recargado escuchando en silencio, pensando en su hermana, si todo eso se volvía una guerra, era obvio que habría muchas personas heridas y quería proteger todo lo que le importaba.

Malta tomo la mano de su hermano menor, este se estremeció.

—Dot, entiendo lo que sientes, perder a los nuestros es doloroso, después de todo, conocemos la desesperación de pelear por existir, sin embargo, ya no estás solo, el joven Mash, Finn y Lance, ellos están contigo, ¿entiendes?

—Yo...bueno ese idiota no cuenta, tonto Lance.

—¡Oye! ¡Salve tu vida, imbécil!—Lance le grito desde afuera. A Dot se hincho la vena de la sien cuando lo escucho.

—¡Ah, cállate, te di de mi sangre cuando estabas muriendo, maldito murciélago! Así que me la debías.

—¡Pf! ¡Ja, ja, ja!—Malta aunque con dolor le parecía divertido ver a su hermano discutir con alguien así. Pronto Lance entro y Dot se levantó viéndose entre si—.Son tan buenos amigos.

—¿Yo de este? ¡JAMÁS!—dijeron al unísono.

Luego de tranquilizarse, continuaron su platica, pero esta vez Lance estaba con ellos dentro de la tienda.

—Dot eres el primero de nosotros en tener amigos vampiros e incluso un humano, creíste en ellos, confiaste tu vida y ellos contestaron a tus sentimientos, los vi arriesgarse por ti hermano, eso quiere decir que aun podemos resolver nuestras diferencias—le sonrió ella.

—Lo que decía nuestro padre sobre Adler.

—Si, unidos seremos más fuertes, eso incluye a todas las razas.

—Es lo que Mash...—Dot miro a su hermana, era claro que todas sus esperanzas estaban en que el conflicto terminará, pero todo lo determinaría Orter.

—¿Qué haces aquí?—Lance al ver al gran licántropo entrar, Dot se interpuso entre ambos.

—¿Qué es lo que quieres? Aunque te hayas unido a Mash y los demás, aun no olvido que hirieron a mi hermana—le dijo Dot mirando a Lance tras él.

—Calma, no vine a pelear—paseo por la tienda y se sentó en un pequeño rincón, cruzando la pierna viendo a Malta quien no podía moverse o su herida se abriría, la mirada fija en la mujer le hizo entender algo más, Malta suspiro y toco la mano de su hermano.

—Tranquilo, Dot, déjalo hablar.

Lance regreso afuera, no sin antes darle una mirada al par de hermanos. Una vez solos de nuevo, Orter ajusto sus gafas y hablo.

—Aun no creo en su paz, los Lycan siempre seremos Lycan, mi padre está muerto, ya no hay vuelta atrás, ni tiempo para lamentarse.

—Que sentimental—murmuro Dot, pero Orter lo ignoro.

—Seguiré con la tregua, aunque no solo por tener la oportunidad de vengar a nuestro clan sino porque tengo curiosidad por ese humano.

—¿Mash?—Dot a la defensiva, Malta sabía que su hermano tampoco dejaría que le hiciera daño, mas Orter alzo la ceja un poco.

—No creo tener la misma intención que mi padre, por alguna razón quería su corazón.

—¡No te dejare hacerlo!—Dot se alteró un poco, a lo que su hermana lo detuvo.

—Espera Dot—luego se dirigió a Orter—¿Qué quieres decir Orter?

—No lo sé con exactitud, ese humano es una anomalía en toda la extensión, su fuerza, sus habilidades, y esa cosa que lleva en la cabeza, está fuera de toda regla de la naturaleza, es por lo que deseo analizarlo y ver de lo que es capaz, díganme ¿A caso ustedes no tienen esa curiosidad?

Afuera, Lance escuchaba lo que hablaban, y lo que decía Orter era cierto, Mash era alguien, sin más que decir extraordinario, y cuando lo conocieron, por alguna razón no dudaron de este, era como si tuvieran una atracción hacia él.

—No me mal entiendan, tampoco es como si mi ambición por acabar con los vampiros la desechara. Y si lo pensamos bien, ellos nos usaran y luego volveremos al punto de partida, eso es un hecho, la guerra es guerra, pero eso será otra historia.

—¿Qué piensas hacer?—Dot un poco preocupado al escucharlo decir eso, en especial porque ahora con Finn y Lance, le era imposible verlos como enemigos.

—Calma, hermano—Malta volvió a detenerlo.

—Malta, quiero que dirijas el clan en mi ausencia.

—¿Cómo?—Dot sorprendido.

—Entiendo a que nos enfrentamos, y soy consciente que es posible que no regrese vivo. En todo el clan, tú eras la única que desafiaba a mi padre, y aunque nunca hubieras tenido alguna oportunidad—al decir eso, Dot se molestó aún más—.Sin embargo, eres la única que podria unirlos, ya sea para reiniciar la guerra contra los chupasangre o darle fin a todo.

Eso lleno de sorpresa tanto a Dot como a su hermana, aunque sabían que Orter no era tan irracional como creían, si velaba por los suyos en realidad.

—Dime una cosa, Orter—Malta muy seria.

—Habla.

—Al final todos los jóvenes que perdieron, ¿los hubieras ejecutado?

Orter se levantó y le dio la espalda, caminando hacia la salida.

—Una lección es una lección, siempre hay que estar dispuesto a morir.

—Entiendo, en ese caso, lo hare, pero aún no puedo moverme.

—Descuida, Abel estará a tu lado, también Abyss, con esas heridas en tres días ya podrías moverte, ¿no?

—Si—asintió ella muy segura.

—Eso espero...—tras decir eso Orter se fue.

Dot no podía creer lo que había escuchado, una vez estando solos, ella tomo su mano y tiro de ella para atraerlo, acogiéndolo en su pecho.

—¡Hermana!—el licántropo pelirrojo un poco avergonzado, luego ella lamio su mejilla, Dot cerró los ojos un instante.

—¿Lo recuerdas?

—Si, mamá solía hacerlo—contesto, luego retiro la bandana de su cabeza dejando ver ese particular símbolo tatuado en su frente.

—No olvides de dónde venimos, así que pelea—le dijo ella puesto que estaba segura de que elegiría ir con ellos para pelear, a lo que su hermano asintió.

. . .

Mientras la cena estaba siendo cocinada había dos que tomaron prestado unos extraños utensilios provenientes de los goblings. Se trataba de un horno que producía calor con dracomalgias, unas piedras hechas con fósiles de dragones que cuando colocabas una de estas en un contenedor podría brindar calor de hasta 500 grados en cuestión de minutos, y los artesanos enanos lograron crear un dispositivo solo para regular el calor dentro por lo cual eran demasiado caras, solo una podría costar una fortuna, así que solo los nobles millonarios podría comprarlas.

—¿Están seguros de que podemos usarlas?—preguntó Finn al líder los mercaderes goblings, quien asintió varias veces y no solo eso, sino que el horno donde estaba la dracomalgia también era un artículo muy caro, sin embargo los goblings se los prestaron como pago por haberles salvado la vida. Estás criaturas que alguna vez fueron estigmatizadas durante siglos como salvajes y ladrones, encontraron en el comercio de objetos una forma de vida, aunque en realidad sí había muchos que solían vender algunos objetos de dudosa procedencia.

—Agradezco mucho su ayuda, y no tienen que agradecer por salvar sus vidas, mis padres me enseñaron a ayudar a quien lo necesita—Mash quien vertía en un bowl harina y mantequilla, ingredientes también dados por ellos, para luego mezclar lentamente—.A cambio voy a preparar algo que les gustará a todos.

—Mash...—Finn sonrió «Sigo sin creer que exista alguien como Mash, aunque jamás conocí a un humano antes y sé que no puedo pensar que haya otros como él, pero Mash es alguien sorprendente, pudo enfrentarse a un dragonoid, aliarse con un dragón y lograr que ese tipo—refiriéndose a Orter con un ligero escalofrío—se nos uniera, solo espero ser fuerte para poder ayudar, incluso si mi hermano...» suspiró, luego vio la cara de Mash y tenía baba derramándose por su boca.

—Ya quiero comer un panecillo, tengo abstinencia de dulces...—murmuró con la mano temblando, fue cuando una gota de sudor se asomó por su sien.

—¡Ja, ja, ja! Mash, eres genial...—el joven vampiro riendo a lo que Mash no entendía porque se reía de este. Pero Finn sabía que lo que más amaba en el mundo eran esos panecillos de crema y estaban deliciosos—.Ah, iré por agua—corriendo hacia el río más cercano con un recipiente.

—Si, gracias—le dije Mash que tras irse vio pasar a Rayne y tras recargarse en un árbol para observar, y luego le habló.

—Mañana temprano regresaremos e iremos directo al castillo, ¿entiendes? Ryoh me pidió protegerte para llevarte de regreso.

—Si—contestó Mash sin mirarlo que no dejaba de preparar sus panecillos, eso molesto a Rayne, una pequeña vena se asomó por su frente.

—¡¿Estás escuchándome?!

—Si, escucho.

—En serio, no tienes idea de lo que significa, llevaremos licántropos con nosotros, ¿entiendes?

—Si, lo entiendo.

Rayne dejó el árbol para acercarse a este, pero al mirar de cerca esa cara inexpresiva le hizo recordar el sabor de sangre, dio un paso atrás. Tras beber su sangre pudo sentir como sus poderes se hicieron más fuertes, incluso pudo enfrentar a un dragón, algo que ningún vampiro tan joven como él podría hacerlo, su poder único evolucionó, puesto que poco antes había ido al bosque e invoco una gran lanza, eso jamás lo había hecho antes.

«Todo esto fue después de beber su sangre, incluso lo vi antes cuando destruía los proyectiles de roca, mi hermano había bebido un poco de su sangre también y sus poderes evolucionaron, si esto es solo por Mash, significaría que su sangre es muy valiosa—al pensar en ello, trago saliva, puesto que era deliciosa—.Debo ser cuidadoso...»

—¿Rayne?—Finn que había regresado con el agua en un cuenco, su hermano mayor le vio de manera despectiva y le contestó.

—Llegando a Easton irás directo a casa y no saldrás de ahí, ¿me oíste? Me has desobedecido ya muchas veces.

—Pero yo...

—¿Qué? ¿Quieres ir a pelear contra esos dragones? No me hagas reír, eres demasiado débil, solo serás una carga—le dijo sin piedad, Finn que antes se había planteado ir con Mash para hacer lo que pudiera ahora escuchaba esas duras palabras, bajó la cabeza, dejó el cuenco de agua sobre la mesa de piedra para irse.

Mash que lo vio irse y no podía entender por qué era así con su propio hermano, así que esta vez decidió enfrentarlo directamente

—¿No crees que eso fue innecesario? Finn es fuerte...

—¿Tu que puedes saber? Solo lo conociste hace poco, así que no te metas.

—Ah, ya veo—Mash golpeó su puño contra su palma dándose cuenta de algo—.Lo dijiste porque estás preocupado por él, bueno eres su hermano.

—Ese no es tu problema, aléjate de mi hermano.

—Lo siento, pero no puedo, Finn es mi amigo y creo que es suficientemente serio como valiente para tomar sus propias decisiones.

Rayne ya no podía soportar y se acercó a Mash tomándolo por el cuello.

—Tú no sabes nada de nosotros.

—No, no se su pasado, pero sí que un hermano mayor desea cuidar a hermano menor, me hubiera gustado tener un hermano mayor—le miró fijamente.

«¿Por qué se empeña en hacerme enojar? ¿Es estúpido? Solo mira esa cara de idiota, pero...»

—Nuestros padres murieron por licántropos, salvé a Finn de las fauces de uno de ellos, era un bebé, si yo no lo hubiera salvado no tendría nada...

—Es por lo que deseas protegerlo, es lo único que te queda, ya ves, lo admites.

—¡TÚ!—Rayne dejó de apretar su cuello, seguía sin comprender lo que ese humano pensaba pero una cosa era segura, podía descifrarlo con facilidad, Rayne desvió la mirada y retrocedió un poco, pero Mash tomó su mano, ladeo la cabeza y le sonrió.

—Eres un buen hermano, Rayne.

Esa acción y palabras le hicieron sentir que sus mejillas se sonrojaron, él podía sentirlo, su cara caliente.

—¡Tsk! Cállate.

—Deberías ir con él para disculparte.

—No lo haré, ya no es un niño, solo probaría lo débil que es.

—Si, si, tsundere.

—¡¿Qué dijiste?!

—¡Ouch!—Mash que había terminado poner los panecillos en el horno de dracomalgias cuando se cortó con cuchillo con el que cortaba algunas bayas para hacer distintos rellenos, la sangre se resbalo por su dedo—.Ah, que tonto—el chico iba meter su dedo en su propia boca para quitar la sangre pero Rayne una vez vio y olfateo la sangre de inmediato lo tomo y lo metió en su boca, pasando su lengua, saboreándola, Mash fue tomado por sorpresa pero ese acto fue demasiado erótico dado que ahora él es quien estaba sonrojado, Rayne vio como había una gota en los labios del joven que se quedó ahí cuando intento lamer la sangre, dejo su dedo y toco su mentón y completamente centrado en ella, fue directo a lamerla, Mash se quedó inmóvil, solo que Rayne pronto paso su lengua por los labios del otro, y tras un instante se dio cuenta de lo que hizo, al encontrarse con esos ojos confusos, alejándose.

—¿Yo?...

—Si que les gusta la sangre, bueno, es cierto son vampiros es normal, ¿no? Tratare de no sangrar más—Mash le dio la espalda para continuar con la preparación, pero Rayne noto sus orejas rojas con un único pensamiento atravesando.

«¿Qué jodidos estoy haciendo? ¿Es un humano y un hombre, no? No tiene nada de normal...»

Rayne mejor se fue sin decir más, ese humano lo hacía cada vez más perder la cordura.

Por otro lado, Finn que regresó al río, se sentó en la orilla, mirando como las estrellas se reflejaban en el agua, escuchando los sonidos del bosque más fuerte al estar bastante alejado del campamento.

—Si, tiene razón, solo podría estorbar, será mejor que cuando lleguemos a Easton solo vaya a casa—luego recordó a Lloyd Cavill el vampiro noble abusaba de este, solo de pensar en el su estómago se revolvía, cuando conoció a Mash se sintió alguien que podria hacer algo, pero si volvía solo volvería a ser una marioneta, se encogió en la roca en la que se sentó, sosteniendo sus piernas con fuerza—¿Por qué soy tan débil? Pensé que había cambiado un poco, pero si no puedo hacer que mi hermano me reconozca, jamás podré caminar a su lado, ni ser un amigo para Mash, Dot y Lance...

Unas ramas rompiéndose lo alertaron y al otro lado del río vio a una sombra, se asustó y tras levantarse para huir si era necesario, cuando la luz de la luna toco el rostro de aquel ser, se trataba de Orter, aunque no era una escena que quería ver, puesto que estaba cubierto de sangre y con algo que escurría en su mano.

—¿Es un corazón?...—murmuró el vampiro, unas nauseas lo inundaron y cuando dio un paso atrás, el licántropo lo llamó.

—Alto ahí, chupasangre.

—¿Podrías dejar de llamarme de esa forma? Por favor—Finn le reclamó sin mirarlo, Orter salto el río fácilmente y se plantó ante el pequeño vampiro, termino de comer el corazón que tenía en la mano y lamió sus dedos, dejando su mano limpia, aunque sus ropas estaban un poco sucias—.Hay comida en el campamento, los demás cocinaron para los demás, creo que...

—Odio comer con otros, además, soy fiel a mi naturaleza, la carne cruda es lo que un verdadero licántropo necesita, dime ¿ustedes siguen bebiendo sangre de vez en cuando, no? Aunque solo lo hacen entre ustedes que desagradable.

—Si, bueno—Finn sin verlo a la cara—.Comer comida normal solo fortalece nuestros cuerpos, pero la sangre nos da energía para nuestros poderes.

—Ya veo, en ese caso, bebes la sangre tu hermano.

—Bueno, me deja beberla una vez al mes.

—¡Mh! ¿No crees que es poco? Creo que tu bastardo hermano solo lo hace para evitar que te hagas fuerte.

—¡No, el no!...—Finn estaba por refutar lo que dijo, pero una vez la idea llegó a su mente, recordó algo que hermano le decía cada que compartía su sangre con él "Solo bebe mi sangre, ¿entiendes, Finn?..."

—¿Ves? Lo sabía, bebiste de la sangre de ese humano, ¿no?—le cuestiono, Finn levanto la vista encontrándose con la mirada profunda del licántropo—.Y luego bebiste mi sangre, ¿te das cuenta de que te hiciste más fuerte?

—Yo...—Finn no quería creerlo ¿En serio su hermano lo había estado reteniendo todo ese tiempo? «No, eso no era posible, todos beben sangre de su familia...» aunque Lloyd una vez le dijo que a veces en su familia lograron beber de otras razas porque sus poderes eran mejores dependiendo de dónde venía.

Orter estaba observando todas las expresiones de Finn, era demasiado saber lo que estaba pensando, aun así, parecía disfrutar verlo sufrir.

—¿Quieres beber de nuevo?—le ofreció su sangre de nuevo, abriendo con su uña una herida en la vena de su muñeca, ese líquido carmesí emergió, Finn trago saliva tras olerla.

«Me haré más fuerte y podré pelear a su lado, podría intentar seguirlos, la sangre de un licántropo es preciada, ¿no? Nuestros antepasados llegaron a beberla, ¿no es así?...» Finn estaba por caer en la tentación cuando recordó lo que Malta le dijo de su pasado, eso frenó al chico, volteando la cara.

—No, no quiero—Finn se dio la vuelta para irse, Orter se le quedó mirando, una pequeña sonrisa se asomó por sus labios, luego lamió su herida cerrándose de inmediato.

Detrás de los arbustos apareció Abel junto a Abyss que se había recuperado lo suficiente.

—Parece gustarle molestar a ese vampiro.

—En lo más mínimo, es un maldito chupasangre.

Abyss se inclinó ante Orter, bajando la cabeza.

—Lamento lo que pasó, yo deje que esto pasara—le dijo, Abel no podía creer lo que dijo, Orter se acercó mirándolo hacia abajo.

—Dejaste pasar a ese humano y vampiro justo bajo nuestras narices, así que tienes razón, esto es tu culpa.

—Señor Orter, yo también tengo responsabilidad por Abyss, por favor si lo castiga yo merezco ser parte.

—Antes hable con Malta, su castigo será apoyarla aquí con los nuestros, decidí ir con los vampiros a Easton, voy a acabar yo mismo a ese maldito bastardo que destruyó nuestra ciudad, además vengar la muerte de mi padre, pero iré solo.

—¿Qué? Entiendo, pero no es el único que quiere vengarse, todos queremos vengarnos, si los convoca a todos podremos...

—No—Orter fue tajante—.Aunque no crean que no vamos a permanecer pasivos para siempre, solo iré para saber ¿Quién está detrás de todo esto? Esos vampiros saben más de lo que dicen, si me uno a ellos podré tener toda información e incluso, secretos que podamos usar contra ellos en el futuro.

Abel y Abyss se miraron entre sí, la ambición de Orter seguía intacta, como un licántropo devoraría todo.

—Entendemos, iremos con Malta.

—Cuando les llame, quiero que estén listos.

—Si eso pasa ¿Qué haremos con Malta? Ella se opondrá, ¿no?

Orter levantó la vista hacia la luna, en sus ojos se reflejaba su luz y tras ajustarse las gafas, dijo.

—No lo hará, puedo asegurarlo.

En el campamento, todos ya estaban comiendo en grupo, Mash repartía sus panecillos rellenos de crema, bayas y hasta chocolate. El grupo de los cuatro chicos se reunieron y hablaron lo que había pasado con Orter, dejando el liderato de los licántropos a Malta su hermana, al escuchar eso Finn solo permaneció callado. Cuando Dot estaba por morder un panecillo de chocolate Mash recordó algo, así que le sujetó la mano.

—¿Qué?

—Creo que los perros no deben comer chocolate, ¿no?

—¿Ah? ¿Quieres morir?—Dot furioso y retiró la mano—¡No soy un maldito perro!

—¡Pf! !¡Ja, ja, ja!—Lance riendo a su lado.

—¡Cállate!—Dot sujeto a Lance de su saco.

—Es cierto, no lo son, lo siento—Mash bajo la cabeza para disculparse, el pelirrojo al ver su sinceras palabras se sintió tonto, soltando a Lance.

—Ya, solo no lo olvides.

—Si, no olvidare, eres mi amigo—Mash sonrió, Pochi sobrevoló hasta caer sobre la cabeza de hongo, que le dio uno de los panecillos.

—Por cierto Mash, no te lo había preguntado, pero ¿Qué es eso?—señaló Dot.

—Es un dragón.

—¿Qué?—Dot casi se cae de la roca donde estaba sentado, de no ser porque Lance lo sostuvo por la cintura, acto que molestó al pelirrojo, golpeando su mano—.Pero ¿Qué demonios pasó cuando no estaba con ustedes? Saben, no me digan, mañana iré con ustedes, voy a verlo con mis propios ojos.

—¿Tú también irás?

—Si Finn, no pienso perderme la venganza, mi hermana ya me dio permiso.

—Es patético, no necesitamos tu ayuda—gruñó Lance, a lo que Dot mejor decidió ignorarlo.

—Sin importar que, iré, así que no van a detenerme.

Al escuchar eso, Finn recordó las palabras de su hermano, que debía volver a casa y ya, pero al ver la determinación de Dot y lo que Orter le dijo, aunque su hermano lo odie debía haber algo que solo él pudiera hacer.

—Si tienes razón, todos iremos.

Los cuatro sonrieron para terminar de comer, Rayne los veía desde lejos con los brazos cruzados, fue Orter que se acercó a este, parándose a su lado.

—¿Qué fue lo que pasó qué nos odias? ¿Nos comimos a alguien importante?

El vampiro se giró hacia él cuya mirada llena de odio podía ver las llamas de las fogatas.

—Son bestias devoradoras, pero cuando regresemos no olvides tu lugar, si intentas algo contra nuestro rey, cortaré tu garganta.

—Claro—Orter también muy serio.

Al día siguiente, tras pasar tres días en ese lugar, y tal como estaba previsto los seis dejaron el campamento, Dot se despidió de su hermana dejándola para ir tras su destino. Había pasado mediodía cuando se toparon con algunos vampiros que habían sido enviados para revisar lo que había pasado, Rayne les dijo todo y que pensaban volver por órdenes de Wahlberg con el rey.

Los vampiros veían de mala manera a Orter y Dot, después de todo, había pasado mucho desde que un licántropo pisará las calles de Easton con libertad. El hecho de caminar por ella solo invitaron a que muchas miradas los juzgaran. Las madres vampiro se alejaban con sus hijos como si fueran presas de esas famosas fauces, cuando se detuvieron en la plaza, Rayne se detuvo y fue hasta Finn.

—Hasta aquí llegas tú, vuelve a casa—luego le dio la espalda—.Continuemos.

Los chicos se quedaron mirando a Finn que apretó sus puños.

—No, iré.

—¿Qué dijiste? ¿Te atreves a cuestionarme?

—Rayne, es mi decisión, no soy un niño—aunque estaba temblando se impuso, y en medio de la calle ahora ellos también llamaban la atención.

—Rayne ¿Pasa algo?—le preguntaron sus compañeros al hacerlos esperar. Luego el vampiro miró de reojo a Mash, suspirando y dándole la espalda de nuevo.

—Haz lo que quieras, no pienso cuidarte.

Ahora el grupo de nuevo se movía, mientras que en el castillo el mensaje daba la noticia sobre la llegada de estos dentro de poco y que venían dos licántropos con ellos, y uno de ellos era hijo del ahora muerto líder de los Lycan. Wahlberg asintió y se paró al lado del rey.

—Podré verlo.

—Por favor, mantenga su promesa.

—Si, lo haré.

Estando por llegar al puente que conectaba a Easton con el castillo, unos niños salieron corriendo de una fuente donde jugaban, y uno de ellos chocó con Orter, los vampiros del buro se pusieron en guardia, puesto que se trataba de un bestia, el niño que estaba en el suelo comenzó a llorar.

—Tu, niño—uno de los vampiros se acercaba para alejarlo, pero Orter lo tomo con cuidado y lo ayudó a levantarse, el pequeño se le quedó mirando, en especial esos ojos feroces y colmillos aún más grandes que los de un vampiro, después de todo era un licántropo.

—Ten más cuidado—le dijo Orter.

—Si, señor—el pequeño se inclinó para agradecer y tras ser llamado por sus amigos regresó a jugar. Orter volvió a la formación, Dot que estaba a su lado solo cruzo los brazos tras su cabeza para seguir caminando.

Nadie de los vampiros podía creer que esos eran las legendarias bestias que siempre los ponían a temblar, Mash vio como Pochi voló un poco sobre la torre del puente, fue cuando pudo apreciar el enorme castillo con grandes columnas.

Tras una media hora estaban en la sala del rey, los vampiros del buró los rodeaban, era la primera vez en siglos que un licántropo estaba en esa misma sala, el último fue Albus Adler.

—Así que son los dos licántropos y el humano de los que me hablaron, entiendo lo que pasaron—dijo el rey con una voz fuerte, pero cuando escucho sus palabras parecieron llegar a los oídos de Mash con más fuerza, era como si su corazón conectara un recuerdo del pasado, levantó la vista hacia el rostro del rey, sus miradas se encontraron, sintiendo estremecer su cuerpo. No fue hasta que Rayne paso a su lado, que regresó a su realidad—.Por favor, siéntanse libres, hare valer la tregua que hemos mantenido con los licántropos, sé que su líder murió, lamento escuchar eso, ya que tú eres su hijo mayor, Orter Mádl, imagino que vienes a representarlo.

Luego de decir eso, el poderoso licántropo se transformó dirigió sus garras hacia el cuello del rey, todos los presentes no podían creer lo que pasaba, Mash y los demás se asustaron, pero antes que fuera a siquiera tocar al monarca dos sombras aparecieron y lo bloquearon, uno era Ryoh que usando su poder único bloqueo con una red de luz rodeando su hocico mientras que Kaldo puso el filo de su espada en el cuello de Orter.

—¿Osas poner un dedo sobre nuestro rey?—le dijo Ryoh.

—No habrá nadie en este mundo o el otro que pueda protegerte si llegas a hacerlo—proclamó Kaldo.

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