9.
Los llamados de Hermione sacaron de sus pensamientos a Harry, este parpadeo repetidamente sin saber cuando fue que dejo de hacerlo, ahora sus ojos seguramente estaban rojos y lagrimosos, busco sus anteojos a los lados, desistiendo después de unos minutos al escuchar su estomago gruñir.
Salio empujando la cortina con una mano y con la otra tallando fuertemente su ojo derecho, entrecerrando el otro ante la luz del sol, frente a el se encontraba la fogata con una olla humeante, a sus lados Hermione y Ron estaban juntos platicando mientras que Draco comía en silencio a unos metros de ellos, observando detenidamente una roca delante de él y revisando de tanto en tanto su reloj.
—Harry, pensé que no saldrias. Ven, toma un razón y come. —exclamo Hermione señalando los cubiertos sobre un tronco.
La olla en el fuego producía un olor apetitoso, pero su textura era algo pastosa y oscura. Harry hizo inconscientemente una mueca de asco al ver como una burbuja salia del liquido para luego explotar.
—¿Qué es esta comida? —pregunto dándose por vencido y vertiendo unas cucharadas de la sopa a su tazón.
—Es la clase de comida que puedes encontrar en un bosque desolado, Potter. —respondió Draco con voz tranquila consumiendo su comida sin despegar la vista del frente.
Ron intento en vano ahogar una risa, tapando su cara con el tazón al inclinarlo para consumir toda la sopa, solo entonces Draco desvío la vista hacia ellos, dirigiéndole una mirada de advertencia al pelirrojo.
La castaña tosió en un intento de disimular su risa, golpeando en el transcurso a Ron y mirando divertida a Harry —Draco se encargo de la comida, es muy buena. No te dejes engañar por su textura.
Harry miro incrédulo al rubio, no podía creer que este hiciera semejante comida cuando era el mejor en clase realizando las pociones y por lo que había investigado, a las personas que eran buenas en esa área normalmente lo eran también en la cocina.
Sonriendo maliciosamente, el pelinegro se acerco hasta el rubio con el tazón de comida, revolviéndola un poco de modo juguetón con la cuchara.
—¿cómo es posible que tú, el mejor en pociones, no sepa hacer bien una simple sopa? —preguntó genuinamente curioso, sentándose muy cerca de este.
Draco se removió disimuladamente, haciendo lo posible por concentrar toda su atención en la roca delante de él.
—La sopa esta bien hecha, no juzgues las cosas por la apariencia, Potter.
Draco mordió su labio inferior en un gesto avergonzado, por nada del mundo admitirían abiertamente que se había distraído al ver un movimiento por el rabillo del ojo mientras estaba haciendo la comida, y que sus manos, acostumbradas a realizar pociones, simplemente machacaron por instinto todos los ingredientes que habían conseguido, arruinando así la espectacular sopa que tenia en mente.
Harry continuo con su queja, sin notar lo avergonzado que estaba el otro —Es que esto es simplemente inaudito, mira que si me sienta mal..— su mano llevo una pequeña porción en la cuchara, en cuanto esta estuvo en su boca se quedo estática por unos segundos. —...wow...esto..esto no es posible.
Una sonrisa que exudaba satisfacción y un poco de superioridad surco el rostro de Draco, volteo la cabeza encontrándose de lleno con los ojos verdes de Harry. —¿Qué? —preguntó sabiendo mejor que nadie que la comida que había echo, si bien era una aberración en apariencia, el sabor era tal cual había esperado, dulce y jugosa como le gustaba al pelinegro.
—Sabe...tal cual como se ve.
—...
Harry estallo en carcajadas al ver la expresión descolocada del rubio, quien tan pronto se dio cuenta de la broma se recompuso, retomando su expresión neutra en segundos.
—Que infantil. —susurro Draco para si mismo.
Fue hasta ese momento que notó el aspecto que lucia Harry, su cabello aún mas alborotado que antes al igual que su ropa mal puesta en los hombros, seguramente por estar rodando en la cama, sus ojos cristalinos con algunas pequeñas lágrimas en las esquinas, era simplemente una vista muy tentadora para el. Inconscientemente estiró la mano hasta posarla en el ojo derecho del pelinegro, logrando que este parara de reír abruptamente para dirigirle una mirada confundida.
—...Tus ojos están irritados, es malo para tu vista tallarlos constantemente. —explicó retirando su mano después de unos segundos, sintiendo como esta ardía al igual que su corazón.
Los ojos irritados de Harry habían desaparecido, dejando solo en ellos una sensación de cosquilleo —¿Como hiciste eso? —cuestino dirigiendo su mirada curiosa al rostro del otro, intentando dar con los ojos ajenos, pero fracasando ya que este le rehuía la mirada.
—Un hechizo simple sin varita, Potter. No te impresiones tan fácilmente.
El ojiverde solo río un poco y siguió comiendo la sopa que ciertamente, le había fascinado.
Hermione, quien había estado hablando con Ron desde que Harry se sentó a comer, de vez en cuando les regalaba una rápida mirada para observar su actuar, y al ver que se estaban llevando bien y que probablemente en un futuro serían grandes amigos no pudo evitar que una gran sonrisa adornara su rostro. Ron termino haciendo lo mismo inevitablemente al notar como se desviaba la mirada de Hermione, solo que no sonrió en lo más mínimo.
—¿Qué tanto observas Malfoy? —cuestino enfadado con el mismo al escuchar que su voz salio más amable de lo que deseo.
—...Nada en específico. —contestó tajante pero aún así no despego la vista de la roca.
—¿Una roca? Tan solo es un insípido pedazo de piedra, no le veo lo interesante. —habló burlón esperando una repuesta ácida del otro como en los viejos tiempos, solo que lo único que obtuvo fue una piedra del tamaño de su dedo meñique golpeando su pie, directamente en el dedo pequeño.
Las exclamaciones de dolor y tormento que soltó solo lograron que tanto Harry como Hermione soltarán una risa ahogada para después reír abiertamente. El pelirrojo, doblado en su sitio en un intento de sobar su dedo dolorido para calmar el dolor, le dirigió una mirada cargada de resentimiento al rubio, apuntándole con su varita con la mano libre.
—T..Tú...¿como te atreves? —su rostro se puso del color de su cabello, unas pequeñas lágrimas bajaban de sus ojos.
Draco solo estiro sus palmas al frente, en una clara muestra de rendición. —Yo no fui, ni siquiera he tocado mi varita Weasley. —se defendió ante la acusación, señalando con la mirada hacia la roca que al parecer, se había cambiado unos centímetros de su sitio. —Tú la ofendiste, obtuviste tu merecido.
Con eso dicho, los dos que reían levemente se silenciaron y ahora los tres miraban al rubio como si le hubiese salido una segunda cabeza.
—¿Ofendí a una roca? —preguntó irónico Ron y dispuesto a lanzar un hechizo vergonzoso al otro se enderezó y estiro la varita en su dirección. —No te quieras pasar de listo Malfoy, eso sigue siendo solo una estup...
Un segundo golpe en el pie interrumpió su maldición, y aunque este no fue tan fuerte como el otro, aún así se doblo y tiro dramáticamente en el suelo.
—¡¿Lo ven?! Me ha golpeado otra vez.
Hermione se paro lentamente para silenciar al pelirrojo sin despegar su mirada atónita de la roca. Al lograr que Ron se callara lo obligo a ver al frente.
—¿Qué pasa mione, que...— su queja quedo en segundo plano al captar lo que tenia al frente, justo donde antes yacía la roca estaba una criatura peluda de unos 40 centímetros con un aspecto adorable, su pequeña y regordeta pata estaba estirada en su dirección y unas cuantas piedras estaban flotando alrededor de sus inusuales antenas que sobresalían de su cabeza, esta al verse descubierta se mantuvo estática, observando con pánico hacia los cuatro.
Harry con la curiosidad reinando en su sistema se movió con la intención de acercarse hasta ella para observarla mejor, pero ante el movimiento repentino la criatura se dio la vuelta haciéndose una bolita gris y rápidamente la apariencia de una roca regreso.
—¿Ves? No fui yo. —exclmo tranquilamente Draco consumiendo como si nada la sopa que Harry había dejado sin terminar en el tronco.
Después de haber estado alterados por un momento y de intentar hacer regresar a la criatura a base de levantar la roca y mimarla, tanto Harry como Hermione decidieron sentarse nuevamente en sus lugares mirando expectantes al rubio que había permanecido impasible ante todo el asunto.
—¿Qué era eso? —preguro primero Hermione, reacia a despegar los ojos de la roca.
—Parecía un koala bebe. —susuro Harry —¿Cómo supiste que era una criatura mágica? Sin importar como lo mires, sigue teniendo el aspecto de una roca.
Draco se levanto repentinamente, caminando cerca de la roca —Lo supe cuando estaba haciendo la comida, pero esta pequeña nos estuvo siguiendo desde que fuimos a buscar estas bayas de saúco. —al decir lo último saco de sus bolsillos una baya morada, extendiéndola en dirección a la roca para después alejarse unos cuantos pasos lentamente.
La criatura se arrastro en su forma de roca hacia la dirección del rubio ante la mirada asombrada de los otros tres.
—Al parecer tiene un apego contigo. —comento emocionado Harry observando como la roca continuaba moviéndose.
Draco sonrió suavemente ante la mirada brillante de Harry. —En realidad, creo que lo que busca es esta fruta.
La criatura se transformó nuevamente y corrió hacia el rubio, trepando ágilmente hasta llegar a su pecho para estirar la mano en dirección a la baya. Tan pronto como se le fue entregada la tragó y comenzó a masticar con júbilo, abrazando cual koala el cuello blanquecino de Draco.
—No, definitivamente le agradas. —concluyo Hermione.
El rubio sostuvo a al criatura con el brazo pues pese a su apariencia ligera, realmente pesaba como una roca.
Ron observó disgustado la escena frente a él, guardando su varita ya que no podría hechizar a nadie. —Espera...¿Dices que nos comenzó a seguir cuando fuimos por las bayas?
—Si, cuando te tropezaste, en realidad fue esta pequeña la que se interpuso en tu camino.
—Oh...así que no mentías. Lo siento por dudar se ti Ron. —hablo Hermione recordando lo sucedido horas antes.
Resulto que, al ver que no tenían algunos ingredientes para la comida salieron ellos mismos a buscarla, no sin antes dejar un doble hechizo camuflador sobre la carpa en donde dormía el pelinegro. En el transcurso de su búsqueda, como era de esperarse, Ron intentaba provocar al rubio y como este lo ignoraba término enojado y pateando una roca al azar, ganado un dolor innecesario y un regañó de parte del otro por importunar con sus gritos la vida de criaturas que habitaban el bosque.
Unos metros más adelante el pelirrojo se tropezaba continuamente en el camino, empujando incluso en una ocasión al rubio que soltó las frutas que reposaban en sus manos.
—eso significa que en realidad, tú golpeaste a la pobre criatura. —exclamo preocupado Harry después de escuchar los sucesos, avanzado hasta Draco y acariciando el lomo de la criatura, el otro tan solo le dirigió una suave mirada.
—...En mi defensa, no sabía que era una criatura mágica. —argumento preocupado, después de todo no tenía la intención de lastimar a una criatura mágica indefensa.
—No te preocupes, estos animales naturalmente tienen una fuerza y resistencia inimaginables. Por lo tanto tu pequeña patada, no debió haberle causado ningún daño. —exclamo lentamente Draco, en su tono se logró apreciar un sutil matiz de burla.
Ron hizo una mueca extraña tratando de demostrar su enojo en ella, pero se dio cuenta que de alguna manera no podía estar enojado como pensaba que estaría antes. Por que justo después de que se había tropezado y causado la caída del rubio continuó insistiendo en provocarlo, y optando por un rumbo diferente inicio una revuelta de burlas hacia el equipo de quidditch al que recordaba vagamente, apoyaba el otro, logrando solo así que este le siguiera el juego, pero al final terminaron teniendo una civilizada conversación sobre los altibajos y fortalezas del equipo al que apoyaba cada uno, por lo tanto, ahora que sabia podía hablar normalmente con el rubio, no podía estar de rencoroso plácidamente.
—¿Como se llaman estas criaturas? —preguntó interesada la castaña acercándose también a los otros dos, provocando que la pequeña bola de pelos se ocultara asustada en los brazos de Draco.
—Son conocidas como sixsull, ellas normalmente habitan los bosques de rumania. La única explicación del porque esta aquí es probablemente debido al contrabando de criaturas mágicas, quizás ella se libró de sus captores y por ello termino en este lugar. —mientras explicaba acariciaba continuamente el pelaje gris opacado lográndose tranquilizar a la criatura.
—Pobrecilla, es justamente este tipo de situaciones las que hacen que me enoje. Si yo fuera parte del ministerio intentaría hasta lo imposible para impedir el contrabando —exclamo visiblemente molesta la castaña, volteando con una mirada peligrosa hacia Ron. —¿Qué haces aún ahí? Deberías venir a verificar por ti mismo si no le causaste un daño grave.
Ron parpadeo confundido por el enojo dirigido hacia él, decidiendo alejar todo el rencor que sentía hacia el rubio para poder observar más de cerca a la criatura.
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Criatura mágica desbloqueada √
xD
¿Qué les parece la historia hasta este punto?
Pd:Si encuentran errores ortográficos no duden en hacérmelo notar, me ayudarían bastante.
Estas son las bayas de saúco, por si tenían duda ^(•u•)^
💚💚
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