22.
Hogwarts
Decir que se encuentra cansado era poco, esta completamente agotado y con dolor en muchas partes de su cuerpo, con suerte logro recordar algunos hechizos para aliviar el dolor en la área de sus costillas.
Con cautela se acerco a un pilar destruido para tener un mejor panorama de lo que sucedía en la entrada del castillo, a unos metros de este montones de mortifagos aparecían luciendo sumamente molestos. Y como era esperado, al frente de ellos lideraba Voldemort, apartando con profundo odio los escombros o cuerpos sin vida de sus seguidores.
Se aparto de su lugar para que no lo descubrieran, recargándose en el muro casi intacto al lado del pilar, respiró pausadamente para intentar tranquilizarse. Hecho un vistazo a las pertenecías de Draco en su mano, sintiendo que este estaba con el de alguna forma.
El escozor en sus ojos por las lágrimas asomarse le tomo desprevenido.
Tallo bruscamente estos concentrándose en lo que pasaba a su alrededor, ojeó dentro del castillo para ver si encontraba algo que le ayudara a distraer lo suficiente a su enemigo sin tener éxito en ello.
—¡Harry Potter! Te di la oportunidad de terminar con todo esto sin derramar más sangre mágica, pero optaste por salvar tu vida. Ahora, ¡no habrá consideración alguna! —la voz cargada de furia perteneciente a Voldemort se hizo escuchar, seguido por algunas risas burlescas de sus seguidores.
Después de eso el silenció reino por algunos segundos, Harry brinco de imprevisto por el susto cuando los sonidos de explosiones y hechizos se escucharon, temiendo lo peor Harry se asomo con cautela desde su sitio, observando con asombro como los alumnos de Hogwarts atacaban tomando desprevenidos a los mortifagos.
Tanto sus compañeros y demás alumnado como sus profesores habían estado ocultos en los muros casi destruidos, y aún pese al dolor que sentían algunos por la muerte de sus amigos seguían de pie haciendo todo lo posible para acabar con los mortifagos, que al haber estado demasiado confiados terminaron noqueados o heridos de gravedad, sin embargo eso duro poco, una vez que se recuperaron contraatacaron dando vía libre a Voldemort que caminaba hacia la entrada del castillo, posiblemente intentando llegar hasta su serpiente.
Sin perder tiempo, Harry aprovechó la oportunidad escabulléndose para poder estar lo más cerca posible para atacarlo.
Y aún así solo atino a esquivar el hechizo que le lanzó Voldemort al descubrirlo.
—¿¡Acaso piensas que soy tan iluso como para no notar lo que tramas!? —bramo Voldemort lanzando hechizos tipo bombarda que desprendían hilos negros producto de las artes oscuras a los lugares donde Harry se escondía. —¡Ya no tienes escapatoria!
Harry se lanzó hacia un lado para esquivar un escombro, rodando un poco para ponerse de pie a unos metros de Voldemort y así atacarlo con hechizos tal como este lo hacía, cada vez mas mortíferos que los anteriores.
Al otro lado del castillo, justamente en el despacho de Severus, se aparecieron este junto con Narcissa, William y Draco, el ultimo luciendo pálido y extremadamente cansado.
—No creí que la aparición requeriría de tanto esfuerzo. —comento soltándose del agarre que su madre tenía en su brazo. —Tú espera aquí madre, regresaré en cuanto encuentre a Harry. Después podemos ver a donde ir para ya no ser incordiados por este tipo de asuntos estúpidos. —mascullo lo ultimo dirigiéndose a la puerta, siendo detenido por su madre.
—No pienso dejarte solo con todo esto, ya no. No importa que tengas planeado, iré contigo.
Desviando la vista a su padrino por ayuda, Draco asintió pesadamente al saber que no tenia otra opción cuando este le negó con la cabeza. Comenzó a caminar a paso rápido a la salida de las mazmorras, atravesando pasillos casi desiertos sin prestar la mínima atención a los heridos o asustados alumnos que habían ido a refugiarse lejos de todo el campo de batalla.
Después de todo su objetivo debía encontrarse en la entrada del colegió junto con todo el escándalo que hacían los mortifagos.
—Ustedes hagan lo que vienen a hacer, yo iré a revisar a los heridos. —Mientras William hablaba, se fue alejando de ellos solo para acercarse a unos cuantos alumnos rezagados en un pasillo con aparentes heridas.
Sin darle importancia a lo que hacia o no hacia el castaño, Draco continuo avanzando, tambaleándose solo un poco cuando un hechizo bombarda maxima se efectuó a unos metros de donde se encontraba. Con impaciencia comenzó a correr para llegar con la persona que escuchó gritar.
Narcissa sin embargo, tuvo que sostenerse del pilar a su lado para no caer, cuando se estabilizó lo único que miró delante de ella fue el pasillo desierto, no fue capaz de ver a Draco cruzando el pasillo cercano.
—¡Draco! ¿¡Dónde estas!?—Grito corriendo unos metros hacia adelante, ahora era el peor momento para que su hijo actuará de esa forma impropia de el, estando tan débil no podría hacer mucho para defenderse. —¡Severus! ¿Viste por dónde se fue Draco?
Volteo detrás de ella solo para nuevamente no encontrar a nadie en el pasillo.
No era posible que dos personas desaparecieran así de la nada. Concentrándose en los sonidos, siguió recorriendo los pasillos con la esperanza de encontrar a su dragón, no podía darse el lujo de preocuparse por la desaparición de su amigo.
Ya era lo suficientemente adulto como para protegerse solo, su retoño no.
El pasillo se torno borroso, por suerte esto fue debido al polvo que se expandía por todas partes de la pared dañada. Y tal como pensó, el responsable de ello no era otro que Weasley, sin embargo la persona que había escuchado gritar fue Granger.
La chica estaba agazapada tras un pilar junto con Longbottom lanzando hechizos a la serpiente que con gran agilidad lograba esquivar todos ellos, Weasley estaba en cuchillas intentando parar el dolor en su tobillo izquierdo por la mordedura de nagini. Pasando a un lado de el, corrió hacia la única que sabría el paradero de él.
—¡Granger! ¿Dónde esta Harry?
—¡¿Draco?!—Agrandando sus ojos y boca en una clara mueca de sorpresa, Hermione se soltó a llorar repentinamente abrazándolo —¡Estas vivo! ¿...cómo?... ¿¡Qué diablos haces aquí?! Luces muy pálido.
El pelirrubio se incomodo visiblemente por el gesto de la castaña, sostuvo sus hombros alejándola mientras Longbottom salía corriendo y gritando para enfrentar a nagini.
—Granger, estoy bien. Pero responde ¿Dónde esta Harry? —preguntó con cierta impaciencia impregnada en su voz, cosa que logro que la castaña se concentrara y dejara de lado la sorpresa del momento.
—Si...claro, Harry. El debe estar buscando la forma de acabar con Voldemort, se veía destrozado pensando que habías muerto... —Sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas al recordar a su querido amigo tan dolido. —Seguramente ahora mismo esta por la entrada del colegio, debes apresurate y dejarle saber que estas bien, que estas vivo, si no, si no él..!
—No lo hará, no dejare que lo haga. —asintiendo en un mudo agradecimiento, salió corriendo segundos después hacia el comedor para llegar con más rapidez a la entrada.
Corrió por los pocos atajos que conocía en el castillo. Justo cuando atravesaba el pasillo que daba al comedor el dolor conocido del crucio expandiéndose desde su espalda provocó que cayera al piso y se golpeara la nariz bruscamente.
No logro evitar que los gritos salieran desgarrando su garganta, el dolor era mucho más intenso y vívido que en aquella mansión. Esta vez fue capaz de comprobar que su tía efectivamente, se contuvo. Tal era su dolor que se retorció sin reparó alguno, manchando su blanca camisa de tierra y de la sangre que expulsaba su nariz.
La maldición que pareció eterna término después de unos minutos, su cuerpo exhausto se mantuvo en el piso resintiendo los espasmos dolorosos del crucio.
Bellatrix, quien lanzó el hechizo a su sobrino al verlo pasar por el simple hecho de sentirse patética por haberse contenido esa vez, recibió un hechizo aturdidor que le obligo a detenerse.
—¿Con qué derecho lastimas a mi hijo?, Bella. —Espetó con la voz y expresión mas fría que tenia Narcissa, la voz de su hijo llego hasta donde ella estaba, unos cuantos metros alejada. No necesito mirar el rostro de la persona al lado de su hijo para saber que se trataba de su loca hermana.
Narcissa se coloco delante de Draco con varita en ristre, la pelinegra fue retrocediendo poco a poco, frunciendo el ceño cuando después de varios intentos el pelirrubio logro incorporarse lo suficiente como para sentarse, permaneciendo quieto para despejar el aturdimiento.
—¿Con cuál preguntas? ¡Tu querido hijo ayudo a escapar a Harry Potter! ¡Solo estoy haciendole saber sus errores!—sonriendo torcidamente apunto su varita hacia Draco, brincando y chillando exageradamente segundos después cuando Narcissa golpeo su brazo con el látigo saliendo de su varita.
—No apuntes a mi hijo con tu sucia e inmunda varita.
La mirada estupefacta de Bellatrix se convirtió en una mueca extraña cuando comenzó a carcajearse hasta doblarse sin ningún reparo ante la mirada fulminante de su hermana —Cissa querida, tu hijo al que tanto proteges acaba de irse. Solo deja que lo torture un poco y estará como nuevo.
En efecto, después de recuperarse lo suficiente Draco continuo su camino, no sin antes soltar un "nos vemos pronto" en un pequeño susurro que solo su madre logro escuchar. Si bien estaba preocupada por lo que podría sucederle a Draco no podía seguirlo sin enfrentar antes a Bellatrix, de otra forma está no los dejaría irse tranquilos.
Ante el mutismo de la rubia, Bellatrix se enfureció comenzando a atacar a su hermana. Narcissa con la rabia bullendo en su interior desde que supo quien había lastimado a su hijo, se permitió perder por fin la compostura, contraatacando a su hermana como siempre había deseado.
Pese a que claramente Voldemort se encontraba debilitado, aún no era suficiente para poder vencerlo, no cuando el mismo se encontraba en ese estado tan miserable.
Sus manos temblaban pero no era por miedo ni nada parecido, estas temblaban por el cansancio, además del dolor en su costado que se estaba volviendo difícil de ignorar.
Poniendo un hechizo protector delante de el, lo oscureció de tal modo que Voldemort no lograba ver detrás de este. Era un hechizo muy complejo y que requería muchas cantidades de magia, por lo tanto solo tenia un par de segundos antes de que este desapareciera por completo.
Haciendo uso de ese tiempo, corrió lo más sigiloso posible a la estatua a unos metros de el, solo para poder tener mejor visión de su oponente, este estaba muy entretenido intentando derribar su escudo, cosa que logró fácilmente sorprendiéndose al no encontrar a nadie allí.
Sus ojos rojos divisaron fácilmente a Harry, pero solo fue posible por la luz que salia de su varita, la cuál iba en dirección a su cuerpo.
Gritando con enojo, replico el hechizo pero con la maldición asesina.
No muy lejos de allí, Longbottom finalmente logro cortar la cabeza de nagini, solo después de haber utilizado su propio cuerpo como carnada.
Al sentir la perdida de su horrocrux Voldemort se enfureció mucho más, vertió todo su odio en el hechizo que estaba conjurando, pues aunque su ultimo horrocrux acababa de ser destruido su cuerpo actual aún poseía la suficiente fuerza como para terminar con todo eso.
Y eso era lo mismo que intuía Harry, fue justamente esa la razón por la que decidió tomarlo desprevenido, la situación era muy desfavorable para el desde un inicio, su cuerpo estaba ardiendo, posiblemente producto de una fiebre.
Aún sabiendo eso empuño con fuerza la varita y conjuro lo más potente que podía su expulso, ya que lamentablemente este fue el hechizo que conjuro en un inicio y dudaba que tuviera la fuerza suficiente como para tener otro enfrentamiento, solo rogaba a Merlin por que su hechizo sea tan potente que mande a Voldemort hasta estrellarse con un muro que logre dejarlo inconsciente.
Para su pesar, sus fuerzas lo estaban dejando, dando paso libre al hechizo de Voldemort que avanzaba poco a poco sobre el suyo, era como un tira y afloja entre hechizos.
De pronto, detrás de Harry salio una luz plateada, uniéndose a su hechizo y logrando contrarrestar con el de Voldemort. Harry realmente quería voltear y ver de quien se trataba pero si se distraía aunque fuera un poco seguro que caía, al menos estaba aliviado de que sea amigo y no enemigo.
Ambos hechizos se fusionaron como uno solo, dando lugar a un matiz de color extraño y único, la potencia del hechizo fue tal que logro rechazar el de Voldemort, haciendo inservible la varita de saúco y dando al cuerpo reptilineo de este.
Harry se sostuvo de la estatua cuando su equilibrio le fallo, observo como Voldemort era impulsado hacia atrás por su hechizo y justo cuando iba a reunir todas sus fuerzas para intentar conjurar un hechizo más potente, la voz desgarradora de Voldemort lo puso alerta, con cierto desconcierto miro como el cuerpo de este comenzó a ponerse negro, con lineas deformes extendiéndose por todas partes de su rostro y manos, su ropa se torno húmeda y comenzó a filtrarse un líquido extraño que deterioró esta a tal punto de desprenderse de su piel putrefacta en cuestión de segundos. Debajo de la túnica su piel supuraba y se contraía por las lineas que lo enrollaban por completo. No era una agradable vista, en lo absoluto.
La mano de alguien se poso en su rostro, tapando la vista que tenia delante de el. La sensación de la mano y el aroma que desprendía la otra persona debido a su cercanía le resultaba extrañamente familiar, pero se distrajo cuando sus oídos captaron el sonido de algo resquebrajándose y alguien lamentándose en pequeños quejidos hasta que no se escucho nada.
Sin saber con exactitud que sucedió, se apresuró en quitar la mano que tenia sobre sus ojos para ver a la persona que lo había ayudado con la intención de preguntar que hechizo fue ese.
Al hacerlo se quedo estático, su persona se miró reflejada en esos ojos plateados que creía había perdido para siempre.
Su raciocinio pareció desconectarse por algunos segundos, segundos donde estuvo debatiéndose si es posible que hubiese muerto sin darse cuenta y por esa razón ahora mismo se encontraba junto a Draco. Y si resultaba ser así, no planteaba quejarse.
Sus manos temblorosas se levantaron por si solas para tocar el rostro con rastros de sangre de Draco, observándolo arrugar su entrecejo al verlo llorar. Sintió sus frías manos pasarse por sus mejillas, seguramente intentado limpiar las lágrimas de su rostro sin mucho éxito.
—Draco...Tú, ¿realmente eres tú?
Sonriendo sin gracia, Draco deslizo sus manos por la espalda de Harry atrayéndolo a un apretado abrazo descansado su cabeza dolorida en el hombro ajeno, suspirando al fin con tranquilidad.
—Soy yo, realmente soy yo. Estoy bien y todo gracias a ti.
Llorando a más no poder y sin comprender que sucedía, reunió las pocas fuerzas que le quedaban para corresponder al abrazo, restregando su cara en el hombro ajeno.
—Vamos Gryffindor con complejo de héroe, ya deja de llorar porqué si alguien nos ve creerán que te golpeé —fingió su voz arrogante de antaño, sonado un poco grave después de todo el mismo estaba llorando.
Draco escucho la risa cansada de Harry amortiguada por su hombro, debido al estado en que lo encontró no le sorprendió mucho cuando este quedo inconsciente entre sus brazos.
Con cuidado lo acomodo sobre su espalda, pasando sus manos por su cuello y sujetando sus piernas firmemente, tenia que buscar la manera de salir de ese lugar sin que los mortifagos los interceptarán, ya después tendría tiempo para dar explicaciones de algo que ni siquiera el comprendía del todo.
Antes de irse miro con recelo a lo que restaba de Voldemort despedazado en el piso. Vigilando su alrededor lanzo un hechizo logrando que la varita de saúco llegara a su mano izquierda para después guardarla entre sus ropas.
Habiendo mirando lo suficiente despectivamente a los huesos de lo que una vez fue el mago más temido, se marchó por los pasillos teniendo cuidado por donde iba. Mientras estaba en eso, se percató de que los gritos y sonidos de hechizos se habían detenido hace tiempo, desde donde estaba no tenía ningún medio por el cuál observar lo que sucedía en la entrada.
Optando por no darle importancia hasta que estuvieran en un lugar seguro continuó su camino apresurándose para llegar a donde estaba antes su madre, grande fue su sorpresa cuando la diviso al final del pasillo junto con un auror.
—¡Draco!— Al reconocerlo, Narcissa corrió a su encuentro para revisarlo haciendo lo mismo con Harry que continuaba desmayado por sobreesfuerzo.
—Madre, ¿que sucede allí afuera?
—Severus aviso a tu padre de la situación, así que él pidió al jefe de aurores que mandara un escuadrón a Hogwarts. La situación parece estar controlada por ahora. —explico cortamente, dirigiéndole una mirada rápida al auror detrás de ella que vigilaba el pasillo, a pesar de todo aún no lograba fiarse del ministerio de magia. No cuando este hizo de la vista gorda con todos los sucesos hasta ahora —Debemos irnos.
El auror se aproximo hasta Draco para cargar a Harry, pero el ojiplata se negaba a bajarlo. —Él ira conmigo... —no alcanzo a dar un paso cuando de pronto su vista se torno oscura.
Al abrir sus ojos lo primero que divisó fue un dosel ordenado, la suavidad de la almohada y colchón le adormilaban haciéndolo pestañear con lentitud, por alguna razón su mente le gritaba que se levantara, pero su cuerpo perezoso quería dormir un poco más, después de todo hacia mucho que no dormía en una cama decente, todo por estar buscando esos horrocruxes.
Como si fuera un resorte, Harry se levantó de la cama, la suavidad de la alfombra debajo de sus píes desapareció cuando nuevamente callo en la cama por el mareo repentino. Su cabeza choco con algo, o mejor dicho alguien, cuando miro de quien se trataba dejo de respirar por un momento. Ahí acostado y durmiendo tranquilamente se encontraba Draco.
Sin poder procesar ese hecho del todo se sentó en la cama inclinándose hacia Draco para colocar su oído en su pecho, escuchando el latir normal de su corazón.
—Draco...—susurro entre lágrimas, no podía asimilar que la persona que creyó muerta estaba junto a el durmiendo.
Temiendo despertarlo, se alejo para ver su rostro, con cuidado aproximo su mano para quitar los mechones rubios que le caían sobre sus ojos, fue ahí cuando noto las marcas oscuras debajo de estos, ojeras producto del agotamiento físico. Pero aparte de su evidente agotamiento, no demostraba ningún otro malestar, incluso su piel antes pálida y fría ahora tenia un color mas cálido, mas vivo.
Aun con lágrimas en los ojos, se acomodo mejor debajo de la manta para estar junto a Draco, disfrutando de su calor. Por desgracia su felicidad duro poco puesto que los pasos apresurados detrás de la puerta hicieron que Draco se removiera entre sueños, moviéndose y dándole la espalda.
—Es que es inaceptable, se que ambos están cansados y heridos. Pero eso no es excusa para que permanezcan en la misma habitación, a solas.
Haciendo una mueca de fastidio, Harry se acerco más a la espalda de Draco, no comprendía porque sabiendo que estaban agotados no podían dejarlos descansar debidamente.
—Oh vamos Narcissa, era la habitación más cercana a la mía, de esta forma si surge algo puedo venir sin ningún impedimento.
—En ese caso haré traer una cama de las otras habitaciones.
—Pero..
—Basta de juegos, William Josiah Jr. Nott sé lo que tramas. Pero no importa lo que digas, ellos no pueden permanecer juntos y a solas en una cama, se perfectamente los sentimientos de ambos.
Una sensación similar al miedo se asentó en el estomago de Harry, se encogió un poco sosteniendo la camisa de Draco, con todo lo que había pasado se olvido por completo de quien era la familia Malfoy, después de todo puede que se enfrente a montones de magos oscuros pero eso no quitará que no era sangre pura, y por lo tanto los padres de Draco jamas aceptarían que ellos estuviesen juntos.
Después de unos minutos donde solo hubo silencio, la voz burlona de alguien confundió a Harry.
—Narcissa en sus condiciones no creo que piensen en ese tipo de cosas.
—No hay tal tipo de cosas, no sin haberse comprometido. La familia Malfoy ha sido parcial en ser casto hasta el matrimonio.
La confusión de Harry se disipo por completo —Oh, se trataba de eso. —susurro avergonzado, su rostro caliente se restregó en la espalda firme que tenía al frente.
—Están inconscientes, además compromiso es un poco... uhm como decirlo...
Con todo el ruido que ocasionaban los susurros casi gritos de las personas fuera de la habitación y el movimiento detrás de el, Draco, haciendo una mueca de fastidio entre sueños se dio la vuelta y tomo por sorpresa a Harry abrazándolo y volviendo a dormir tranquilamente.
—Despertaran en algún momento y después ¿qué crees que pasará?— sin dejarse influir por lo que William decía, abrió la puerta que este obstinadamente bloqueaba —Así que no importa lo que digas, no los dejare so...
El panorama frente a Narcissa la dejo estupefacta, solo atino a cerrar la puerta nuevamente. Con la firme idea de hacer traer una cama y de ir con Sirius y programar las tan llamativas citas de compromiso.
La vergüenza de Harry al fin había disminuido al estar nuevamente a solas con Draco durmiendo, pero al levantar su cabeza se topo de frente con los adormilados ojos plata que le miraban divertidos.
—...Pensé que te había perdido para siempre.
—Yo pensé lo mismo contigo. —respondió al susurro de Harry, permaneciendo por unos segundos más en silencio aprovechando para observarlo detalladamente —Harry... creeme cuando te digo que lamentó el no haberte dicho antes lo que realmente pensaba y sentía respecto a esto, siempre he sido cobarde pero ahora me gustaría dejar eso de lado. Yo te amo Harry Potter y siendo que me correspondas o no, debes saber que mis planes a futuro contigo no es algo pasajero.
El rostro de Harry se torno rojo, estaba avergonzado por esa confesión tan directa pero su felicidad se miro opacada por el miedo al recordar de que familia provenía Draco.
—Yo también te amo Draco, y definitivamente quiero tener un futuro contigo... pero me preocupa lo que piensen tus padres respecto a nosotros, respecto a mí. —La realidad era algo que siempre lo atormentaba e intuía que además de los padres de Draco habría más personas que se interpondrían en su relación, pero justo ahora a diferencia de otras veces se sentía dispuesto a todo con tal de permanecer junto a la persona frente a el.
—Ellos comprenderán, quizás años atrás sería diferente pero ahora por más raro que parezca tienen otras perspectivas. —pese a sus palabras el miedo dentro de Harry no desaparecía y sabiendo eso Draco lo apego a si, abrazándolo. —No me importa si ellos o otras personas se interponen, yo jamás dejaré que decidan que hacer con mi vida como antes Harry. Además, estando contigo de alguna manera me siento capaz de hacer cualquier cosa.
—Comprendo ese sentimiento. —susurro tranquilo relajándose en el abrazo de Draco, después de todo ya no tendría que enfrentar nada solo, lo haría junto a Draco.
Fuera de la habitación, las voces de Lucius Malfoy y Sirius Black teniendo una discusión llegaban amortiguadas por las paredes, pero era imposible no distinguir la voz de ambos aparte de la de Narcissa que parecía ordenar a un elfo doméstico trasladar una cama.
—Parece que el momento de hablar con ellos ha llegado. —deshaciendo el abrazó Draco se incorporo recargándose con su mano en la cama, aún estaba cansado después de todo. —Es una suerte que estén todos juntos, así nos ahorramos las visitas incómodas.
Riendo por lo que dijo Draco, Harry se incorporó de igual manera pero a diferencia del otro llevo sus manos a la camisa ajena, sujetándola firmemente para atraer a Draco hacia el, dando un beso que pretendía ser rápido pero se convirtió en uno lento que terminaron solo cuando les falto el aire.
Ambos se sonrieron cómplices después de eso, con la seguridad y tranquilidad de que pasara lo que pasara de ahora en adelante, nadie los separaría, no si podían evitarlo.
Fin.
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Ah, realmente ya término esta historia.
Después de tanta espera finalmente he actualizado, muchas gracias a todos y todas las que esperaron pacientemente hasta el final.
Habrá epílogo, así que no se preocupen uwu
Nos leemos en el próximo gente bonita y que tengan un agradable día del amor y la amistad <3
💚💚
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