17.
-¿Harry? -preguntó Luna extrañada, saliendo de entre las sombras, siendo iluminada por la vela que prendió Ron.
Hermione arriba de ellos, grito tan alto que su alarido hizo eco hasta donde se encontraban, ocasionando que se llenarán de incertidumbre y coraje.
-¡¡Hermione!! Rápido, debemos buscar una forma de salir de aquí.
Ron corrió hasta las rejas, sacudiéndolas en un vano intento por derribarlas.
-No hay manera de salir, ya hemos buscado por todas partes. -murmuro Luna apenada por ver la desesperación con la que el pelirrojo sacudía el metal. Sus ojos brillaron al reparar en el pelirrubio detrás de Harry -Hola, Draco ¿te encuentras bien?
El ojigris levanto una ceja, curioso por la forma de referirse tan familiarmente a él, sin embargo solo asintió como respuesta al ver que no había segundas intenciones de parte de la pelirrubia.
Harry recordó el pedazo de espejo que guardaba con recelo, volteo para ver a Draco, observando que su piel estaba cada vez mas pálida y su respiración era muy irregular -Sostenlo por mí -pidió a Luna la cual en algún punto de su inspección al rubio, se había acercando hasta ellos.
-No necesito que hagan eso.
-Te lo encargo Luna -ignorando la objeción de Draco y asegurándose que la pelirrubia sostenía firmemente a este, se agazapó para sacar el pedazo de espejo de su zapato, observando a través de el hasta divisar el reflejo de alguien -Ayudanos por favor.
Apenas había terminado de ponerse de pie cuando Colagusano irrumpió en el lugar apuntando a todos con la varita, llevándose segundos después al duende con el y dejándolos nuevamente solos.
El sonido repentino de "ploff" provocó que tanto Ron como Olivanders dieran un salto de la sorpresa.
-¿Dobby? ¿Qué haces aquí?
-¡Oh! Dobby ha venido a rescatarlos. Siempre apoyaré a Harry Potter -espeto firme observando a los que le rodeaban, abriendo los ojos desmesuradamente al fijar su vista en el ojigris que ahora era sostenido nuevamente por Harry -Amo Draco.
Tanto dobby como el rubio se miraban sorprendidos, uno temeroso de que le reprendieran por ya no servir a su familia y otro intrigado por el hecho de que tal parecía, su antiguo elfo doméstico y Harry tenían una amistad de hace tiempo.
-Entonces, ¿puedes trasportarnos sin ser detectado?
-Desde luego, soy un elfo
-Bien, toma a Luna, Draco y a Olivanders llevalos a...-aguardó unos segundos intentado pensar en un lugar seguro, lo mismo que pasaba por la mente de Draco.
-Hay una cabaña en las afueras pinsword. Confía en mí. -propuso Ron impaciente, mirando de tanto en tanto hacia arriba.
Harry estuvo apuntó de hablar cuando su boca fue tapada por la mano helada de Draco, el pelinegro sabía que este se había aplicado un hechizo sin varita para limpiar la sangre que se derramo por estas, pero aún así logro percibir tenuemente el aroma metálico de esa sustancia carmesí.
-Dobby, ¿aún recuerdas donde esta la casa de campo de mi madre?. -preguntó Draco ignorando la expresión descolocada del pelirrojo. Dobby por su parte asintió repetidamente, sin perder detalle de la forma en que respiraba el rubio, como si algo le dificultará hacerlo -Llevalos ahí y avisale a mi padrino y William que preparen las cosas, después vuelve aquí por nosotros. Porque no, Potter, no me iré sabiendo que pueden hacer cualquier cosa que entorpezca su salida de este lugar -setencio quitando su mano del rostro contrario.
Harry le dirigió una mirada complicada, reforzó su agarre de su mano en la espalda del otro cuando sintió como este quería alejarse -Draco, claramente estas débil, no dudo de tú fortaleza pero no quiero que algo malo te suceda.
Ante la preocupación reflejada en la verde mirada, Draco se sintió dichoso, volteo hasta divisar a dobby que ya había tomado las manos de los otros dos, inhaló tomando fuerzas y se removió del agarre de Harry, sujetando sus manos cuando este intento sostenerlo de nuevo.
-...Estaré bien, Harry. -afirmó, mirando fijamente sus ojos verdes, volteo nuevamente a donde dobby y con un movimiento de cabeza le dio a entender que partiera.
-nos vemos en...30 segundos en las escaleras. -agregó antes de desaparecer, Ron imediatamente se fue hacía las escaleras a la espera de su llegada, dándoles algo de privacidad a Harry y Draco.
-¿De verdad estas bien? -preguntó Harry moviendo sus manos hasta entrelazarlas con las frías de Draco, este parpadeo asombrado. -Tus manos están muy frías... Me diste un susto de muerte allá arriba.
Draco sonrió sutilmente, ignorando el doloroso martillear de su corazón y las advertencias que le daba su cerebro. -Por supuesto que estoy bien, algo de dolor no hará que me doblegue. Además, preferiría enfrentar cualquier cosa con tal de que tú estés bien.
La respiración de Harry pareció atorarse en su garganta ante tal declaración, agachó la mirada encontrándose nervioso de repente, pero haciendo gala de su casa, soltó de improvisto las manos de Draco dirigiéndolas a su nuca, juntando así sus rostros.
Los ojos de Draco estaban abiertos y miraban sorprendidos a Harry, cuyos ojos estaban cerrados fuertemente. Reaccionando, lo tomo de la cintura y cerro los ojos, disfrutando del suspiro de sorpresa que soltó Harry al ser abrazado con tal reclamo.
Ambos comenzaron a mover sus labios sobre los del otro de manera suave, sin prisas, suspirando de tanto en tanto. Harry atrapo el labio superior del rubio entre los suyos, chupando juguetón y soltándolo con una sonrisa, adentró más sus manos en la rubia cabellera, halando un poco de estos y obteniendo un suspiro de Draco.
Las mejillas de Ron rivalizaban con el color de su cabello, estaba de espaldas a ellos pero aún así podía escuchar e imaginar claramente lo que estaban haciendo. Bajo su vista hacia el cuerpo inconsciente de colagusano, quien había caído ya hace unos minutos y ocasionado un sonido algo fuerte que pareció no hacer mella en los dos detrás de él, al ver que el tiempo pasaba y que parecían no parar, decidió toser nerviosamente.
Separándose a regañadientes de Draco, Harry se mantuvo a milímetros de la boca contaría, relamiéndose los labios notando así el sabor de la sangre del ojigris, cosa que extrañamente, le incitaba a más.
-Esta vez estoy consciente, así que no podrás engañarme diciendo que lo imaginé. -susurro mirando fijamente los ojos grises que destellaban de alegría y gozo ante lo que dijo.
-Correcto. -murmuro Draco en cambio, sonriendo complacido y dejando un casto beso en los labios contrarios antes de separarse. -Ahora debemos concentrarnos en esto.
Los cuatro se desplazaron hasta arriba de manera cautelosa, Draco diviso entrando por una puerta al carroñero que tomo sus pertenencias, seguramente para reclamar su pago, por lo tanto Harry lo noqueo con la varita de colagusano y recuperaron, por suerte, sus cosas.
-Al parecer quiere salir. -murmuro Draco hacia los otros cuando el saco que contenía a la sixull comenzó a removerse. Solo basto abrir un poco este para que la sixull brincara asustada y se pegara a Draco, recuperando con los segundos su tamaño original.
El grito de Hermione los llevo a su paradero, una vez que llegaron a la entrada de este tanto Harry como Ron compartieron una mirada antes de entrar corriendo y arremetiendo con hechizos y demás al lugar.
Draco se golpeó mentalmente al ver lo que hacían, en definitiva los Gryffindor se tomaban muy a pecho el "tomar por sorpresa al enemigo" tanto así que no planificaban bien las cosas antes de saltar al ataque.
Rogando a salazar por que no le pasará nada a su Gryffindor impulsivo, entro y arremetió de igual forma, aliviado por que el hanahaki pareció atenuarse después de su beso con Harry.
-¡Detanganse! -exigió Bellatrix sacando de sus pensamientos a Draco, este se alejo del mortifago que acababa de noquear para ver como su tía sostenía a la castaña y le apuntaba con su varita en la garganta. -Draco, querido sobrino. No pensé que tu eleccion fuera estos...asquerosos Gryffindor.
Draco ignoro completamente lo dicho por su tía, su mirada paso por todo el lugar en cuestión de segundos, su mente trabajando rápidamente, sopesando sus opciones para dar con una solución sin que perjudique la vida de la castaña que los miraba con ojos llorosos.
El chirrido del candelabro arriba de Bellatrix y de Hermione llamo la atención de todos, levantaron la vista hasta la base de esta, donde dobby se encontraba sentado tratando de quitar la tuerca que lo sostenía.
Sin sopesar lo que pasaba, la pelinegra se quedo a la expectativa hasta que el candelabro cedió y comenzó a caer, directo a donde ellas se encontraban. Draco aprovechó esa oportunidad para atraer a Hermione con un hechizo.
La castaña corrió rápidamente hasta llegar a los brazos de Ron, donde fue recibida gustosamente.
Draco se tambaleó discretamente mientas se acercaba a donde estaban todos, pero Harry, que en todo ese tiempo no había dejado de cuidarlo con la mirada, lo noto y de inmediato fue a su encuentro, sosteniéndolo firmemente y llevándolo con el hasta los demás.
-Listo, ahora sí dobby. Vámonos. -espeto Draco, sintiendo como el esfuerzo que estuvo haciendo recaía en su cuerpo, la sangre en su garganta aumentaba a cada segundo que pasaba y tragarla le resultaba complicado. Sin poder soportar más el peso de la sixull la paso al primero que encontró libre.
-Tu, elfo inútil. ¡Pudiste matarme! -grito Bellatrix escandalizada señalando el candelabro hecho trizas en el piso.
-Dobby no quería matar. Dobby buscaba mutilar o lesionar de gravedad.
Bellatriz movió su varita apuntándoles, pero con un chasquido de dobby esta desapareció de la mano de la pelinegra para aparecer entre los dedos largos y arrugados del elfo.
Mirandolo impactada e indignada, Bellatrix arrugo su entrecejo claramente molesta. -¡Tú! ¡¿como te atreves a quitarle una varita a una bruja!? ¡Prácticamente soy tu ama también!
El pequeño cuerpo de dobby se tenso ante lo dicho, mirándose enojado de repente -Dobby no tiene amo. Dobby es un elfo libre y dobby vino a salvar a Harry Potter y sus amigos. -dicho esto tomo las manos de todos y desapareció en en un destello, no sin antes llevarse consigo la daga que lanzo Bellatrix en un acto de furia.
Dentro de una casa con arquitectura de la era victoriana, la tensión podría cortarse con un cuchillo. Narcissa se habia espantado al ver aparecer a dobby junto con otras dos personas, se enfado considerablemente por el atrevimiento de su antiguo elfo por presentarse de nueva cuenta frente a ella, pero su enfado se esfumo en un santiamén cuando este le dijo que estaba ahí por ordenes de Draco.
Sin importarle dejar de lado su fachada de mujer aristócrata, se avalanzo hasta la pelirrubia que conoció una vez en una cena junto con su encantadora madre, le preguntó por la salud de su hijo y se alarmó aún más cuando dobby le dio las indicaciones de este para su padrino y el doctor William.
-Tranquila Cissa, llegara a tiempo. -tranquilizó Severus mirando como su amiga caminaba de un lado a otro masajeando sus sienés en un intento por evitar la jaqueca que seguro le vendría en unas horas.
-No me pidas que me calme cuándo tu estas igual que yo, Severus. -espeto con amargura, dio una rápida mirada a su elfa que apareció a un lado de ella.
-Linsy cumplio sus ordenes ama Narcissa. Linsy les entregó comida y ropa a los invitados para su breve estancia aquí.
-De acuerdo. -meneo ligeramente su mano y la elfa despareció, continuando así su caminar desesperado- Severus ¿tienen todo para la operación?
Severus asintió levemente -ya esta todo preparado, solo falta que Draco llegue para llevarla a cabo. -afirmo sin molestarse en ocultar su preocupación, la verdad era que estaba hecho un manojo de nervios por la decisión precipitada de Draco, ellos habían realizado un extenuante análisis y planificaron la próxima operación para al menos, cuatro meses debido a la rapidez con la que las raíces se extendían, y esta se había adelantado dos meses, además de que cada que se sometía a una, la sensación de sus sentimientos se iba apaciguando.
-¿Draco no ha llegado aún? -preguntó William entrando agitado al vestíbulo, mirando los rostros desolados de Narcissa y Severus, obteniendo así una respuesta muda. -Acabo de ver algo muy curioso y que definitivamente es muy importante, allá en el....
La voz de William se cortó ante el sonido tronante de la aparición, tan pronto como divisó la cabellera rubia de Draco se abalanzo hasta este sosteniéndolo antes de que cayera.
-Draco, muchacho ¿te encuentras bien?
El ojigris se sostuvo de William, queriendo sonreír al ver la mueca de molestia de parte de Harry, sin embargo no lo hizo por la punzada en su corazón que le aturdió los sentidos.
-Yo...no, no lo estoy.-admitió pesadamente, ahora que Harry y los demás estaban en su territorio ya podía estar sin temer que algo les pasase.
Levantó su grisasea mirada hasta posarla en su madre delante de el, esta le miraba con sus ojos cristalizados y sabia que estaba soportado el no llorar por las personas que se encontraban con ellos, tenia unas inmensas ganas de abrazarla y decirle que estaba bien, pero no podía seguir engañándose, seguramente tenia una hemorragia interna por todos los pinchazos que sintió cuando le aplicaron el crucio. Lo último que quería era preocupar más a su madre, y ahora, a Harry.
-Bien, de acuerdo. Vamos a prepararte, no quiero que tengas una recaída a mitad de la operación, no como la anterior. -murmuró lo último caminando mientras sostenía a Draco del brazo, tan pronto como paso por Narcissa esta se fue del otro lado del rubio para ayudarle.
Harry quería preguntar que era lo que pasaba, pero al ver el estado de Draco no lo hizo para no interrumpir, sin embargo se preocupo cuando se detuvieron en la puerta, pensando que Draco estaba tan debil que ya podría seguir, sin embargo, este solo volteo a verlo intensamente por unos instantes.
-Harry, pueden descansar aquí tanto como gusten y no se preocupen, no pueden encontrarlos aquí. Por ahora debo irme, pero me gustaría hablar contigo cuando me encuentre mejor. -exclamo Draco sonriendo levemente ante el desconcierto del pelinegro y continuando su camino sin esperar una repuesta, saliendo así de la vista de todos
Hasta entonces algo hizo click en la mente de Harry cuando repaso las palabras de Draco, se giro rápidamente hacía los demás -¿Están todos bien? -recibio un asentimiento de parte de Hermione y Ron, la primera estaba aún entre los brazos del ultimo, recargándose y resguardándose en él, y una mirada indiferente de parte del duende. Al que no miró por ninguna parte, fue al que los había ayudado -¿Dobby?
De espaldas detrás de los demás fue donde lo encontró, su cuerpo temblaba levemente, se acercó hasta este temiendo lo peor.
-Amo Harry. -llamo con voz temblorosa, dando la vuelta y mostrando ante Harry que la razón por la cual temblaba era porque estaba sobando la espalda de la sixull, que parecía reacia a dejarlo ir -esta cosa la golpeó en la espalda, ¿estara bien?
Harry miro donde dobby señalaba, encontrando en el piso una daga negra con la hoja brillando ante lo afilada que era, sin embargo, la punta estaba completamente doblada.
-Por Merlín. -murmuro sabiendo que esa daga impacto en la espalda de la sixull, que gracias a su naturaleza no sufrió daños, su sangre se heló al darse cuenta que si ella no hubiese estado ahí, seguramente dobby... -Dobby, muchas gracias por ayudarnos allá.
-No es nada, dobby siempre ayudara a Harry Potter y sus amigos, más aún si Harry Potter es amigo del amo Draco. -exclamo feliz dando un pequeño saltito en su sitio.
-Potter.
Los nervios de Harry se crisparon ante la mención de su nombre de esa forma tan seca, se volteo topándose con su profesor de pociones al otro lado del salón, justo al lado de la chimenea que de cierta forma ocultaba su presencia, este lo miraba con los ojos entrecerrados, como intentando descifrar un acertijo.
-Porfesor. -contesto duramente, aún le guardaba cierto rencor por no haberle dicho de la enfermedad de Dumbledore, de la cual se entero hasta que este estaba prácticamente muriendo en su despacho, sin nada que pudiera hacer.
-La relación entre tú y Draco... -se interrumpió a si mismo, negando con la cabeza y para extraño de los Gryffindor, sonriendo levemente. -¡linsy! Atiende a los invitados de Draco.
La elfina que apareció tan pronto como fue llamada asintió ante la orden y se dispuso a atender a los recién llegados, Severus se marcho por el pasillo por el que había desaparecido Draco.
-¡Profesor! -grito Harry corriendo hasta alcanzarlo, logrando que este se detuviera y lo mirara interrogante. -Draco, ¿que le harán a Draco? Ya sabemos de su enfermedad hereditaria, no necesita guardarse nada.
Harry mantenía una expresión seria, la más seria y preocupada que alguna vez Severus le miro tener en el rostro, por lo tanto se sintió complacido por tal hecho, su ahijado al menos pudo conseguirse un Gryffindor impulsivo que valorará su persona.
-No hay nada de que preocuparse, Potter. Solo descansará un rato por ahora, en unas horas podrás verlo y si es que así lo quiere Draco, te contará que sucede.
Severus se marcho con su típico ondear de túnica, dejando con la protesta en la boca de Harry. Suspirando y maldiciendo, regreso hasta donde estaban sus amigos, encontrando a Hermione y Ron discutiendo sobre lo que paso cuando se quedó a solas con Bellatrix o más bien, lo que esta insistía en saber.
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Sorry u.u
Ya se que dije que actualizaría cada lunes (/•-•)/
Pero resulta que me dijeron bye bye en mi anterior trabajo de 6 horas y ahora estoy en otro de 10 horas (en el cuál aun estoy siendo capacitada por lo tanto mi jefe no se separa de mi, así que no puedo tomar el cel y escribir dulce agonía TnT)
Agregándole que debo ayudar en casa con las labores del hogar, terminar proyectos personales y demás, pues...
No, no se preocupen, no voy a dejar la historia, solo se los digo para que me tengan paciencia y no se desesperen jsjsjsj
Correcciones, sugerencias y demás son bien recibidas.
💚💚
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