Capítulo 6
Me puse de pie luego de escuchar aquello, mi cuerpo se sentía tembloroso por la ira que me estaba atacando y la visita de esa mujer, me comenzó a parecer muy sospechosa. No tenía porque venir para decirme aquello ¿Acaso quería marcar su territorio? ¿Quería restregarme en la cara que Theo la había preñado? Porque si ese era el caso, yo también podía restregarle muchas cosas en la cara y podría fácilmente ser una maldita si ella me provocaba más.
— ¿Solo a eso has venido? — lancé con veneno y la vi sorprenderse.
— ¡Oh Dios! Anabelle, perdoname — se puso de pie al decir aquello — yo no quería lastimarte con eso, sólo me dejé llevar por mi felicidad, en serio, lo siento mucho.
— Ya, basta — pedí — mira Rebbeca, conmigo vete de frente, si tus intenciones eran buscarme para restregarme eso en la cara, acéptalo, pero no finjas — dije de manera dura — está claro que tu y yo jamás seremos amigas pero tampoco tenemos porque ser enemigas. Lo que pasó entre Theo y yo, fue una mala jugada de la vida, aun así lo amé y lo amo y te lo digo en la cara — solté y entonces fue ella la que palideció — pero eso no significa que me voy a meter en su matrimonio. Respetaré eso, te respetaré a ti y espero que tu también me respetes.
— Respetarme es ir a revolcarte con él la noche pasada — dijo con dolor y por un momento me dejó sin palabras — vi tus marcas Anabelle, y veo las de él en ti — espetó con dolor y señaló mi hombro, la camisa se había bajado y dejaba al descubierto la mordida que Theo había dado. Ella lo sabía y yo no se lo iba a negar, no tenía porque esconderme — vi como te miró la noche de la cena, como se desesperó por salir de casa luego y para colmo, no llegó a dormir y luego aparece de esa manera — las lágrimas salieron de sus ojos y me sentí terriblemente mal — él no sabe que lo vi, lo descubrí mientras se vestía y me dolió aunque de cierta manera lo esperaba cuando tu volviste y por lo que veo, ustedes saben entenderse bien — bueno, eso sobrepasaba mis límites y odiaba que ella perdiera su dignidad conmigo.
— Ya, para — espeté — no te rebajes así conmigo Rebecca y sí, me acosté con él — solté — y fue un error de mi parte caer tan bajo porque él es un hombre casado — los celos se hicieron presentes en su rostro pero no dijo nada — y me prometo a mi misma no volver a caer. Va contra mis principios, así que, si de algo te sirve, no volverá a suceder, te doy mi palabra.
— Pero no te arrepientes — aseguró.
— No, no lo hago — confirmé — fue mi despedida, una que creí merecer.
— Eres una cínica — bufó con rabia.
— No, no te equivoques. Soy sincera y agradece que lo sea — me mofé — te digo las cosas de frente Rebecca, acepto que caí bajo con Theo pero no me arrepiento — repetí — eres tú la que lo tiene y ahora que estás embarazada lo retendrás más ¿no? Aprovecha eso — aconsejé y su rostro se desformó.
— Yo no estoy así porque quiera retenerlo a mi lado — reí al escuchar eso — sólo sucedió, ninguno lo planeó. Vine acá para disculparme sinceramente, creo que cometí un error — asentí a eso — y si te dije lo de mi embarazo fue sólo por si acaso Theo no lo hacía — de pronto, las palabras de Theo tuvieron sentido, él dijo que era complicado dejarla en estos momentos pero no tuvo el valor de decirme la razón y eso me hirió.
— Bien, gracias por la información — respondí — es bueno que estés bien, lo digo en serio, jamás te desearé un mal y ojalá puedas ser feliz con Theo, aprovecha que tienes esa oportunidad y no la arruines — aconsejé tratando de despedirla.
— Mami, estás lista para mi — la voz de Ryan fingiendo ser mi hija nos interrumpió y luego apareció en la sala con ella en brazos — ¡Oh, lo siento! Creí que ya no tenías visita — dijo y casi lo asesino con la mirada.
— Tu...tienes u...una hija — el tartamudeo de Becca me hizo maldecir.
— Babá — balbuceó Lea hacia Ryan mientras le entregaba la pequeña pelota que tenía en sus manos.
— Sus ojos — la sorpresa fue notable en la voz de la pálida mujer frente a nosotros y supe lo que estaba pensando.
— Si, tengo una hija — la corté — y perdón pero creo que llegó la hora de que te marches.
— Tu eres el padre ¿cierto? — dijo a Ryan casi suplicando porque fuese así.
— ¿Crees en eso que dicen de que, padre no es el que engendra sino el que cría? — preguntó él pero no la dejó responder — esta es mi pequeña princesa — dijo y sé que Rebecca quiso creer que era su hija.
Como si hubiese visto a un fantasma, tomó su bolso y salió de la sala con prisa, maldije porque ella supo quién era el padre de mi hija con tan solo verla y de verdad esperaba que no le dijese nada a Theo, no le convenía, así que quise creer en que nada saldría de su boca, de verdad lo esperaba.
____***____
Tuve una fuerte discusión con Ryan luego que Rebecca se había marchado y mi hija cayó en una profunda siesta, él se defendió diciendo que había escuchado la confesión que me hizo y no creyó justo que yo no le restregara algo en la cara. Tal vez tenía razón, pero mis razones para no decirle a Theo que teníamos una hija, eran muy diferentes, yo no lo quería a mi lado por compromiso.
— Así que... Si te viste con él a solas — dijo, Ryan no solo escuchó sobre el embarazo de Rebecca y eso como que me incomodó.
— Creo que no es necesario que responda a eso — dije y sonrió sarcástico.
— Al igual que Rebecca, yo también esperaba eso — suspiró — pero no te preocupes princesa, sé mi lugar, quedó claro que no habría compromiso entre nosotros y no me debes ninguna explicación — fue mi turno de suspirar luego de escuchar aquello, era un peso que me quitaba de encima y agradecí que Ryan ya no sintiera lo mismo por mi — sin embargo, puedes seguirme usando cuando quieras — dijo con una sonrisa ladina, acercándose a mi. No me provocó lo mismo que antes, el idiota de Theo hizo muy bien su trabajo, después de estar con él una vez más, ya no se me apetecía estar con nadie que no fuera él.
— Gracias por comprender pero... no quiero usarte — susurré sintiendo feo pronunciar las últimas palabras, Ryan rió al ver mi incomodidad.
— Soy paciente cariño y sé que volverás a caer en mis encantos. — dijo seguro y sólo negué en respuesta — Ve acenar conmigo esta noche — pidió — como los amigos que somos — agregó aunque no era necesario, iba aceptar ya que necesitaba salir y distraerme, así que asentí y vi su satisfacción.
El restaurante al que Ryan me había llevado, era acogedor y tranquilo, nada de lujos ni extravagancias, al contrario, la comodidad que otorgaba, te hacía sentir como en casa. Comimos y bebimos sin hablar de temas incómodos, solo acerca de nuestros trabajos, mis planes a futuro con Leanne y algunos proyectos que tenía planeado hacer estando en Venecia; no pensé en lo que pasé con Theo, ni en mi fallida plática con Rebecca, me olvidé de lo malo y en verdad estaba disfrutando de la cena. Ryan propuso ir a bailar, lo cual me pareció una mala idea pero luego de insistir, terminó convenciéndome, de hecho, últimamente él, me convencía de muchas cosas.
— ¿Lista? — preguntó luego de pagar la cuenta y asentí.
Nos pusimos de pie y comenzamos nuestra marcha hacia el estacionamiento, en el camino, me reí de algunas bromas que él hacía; siendo caballeroso, abrió la puerta del restaurante y me invitó a salir, cuando pasé a su lado, intentó besar mi mejilla, comportándose como un chico cursi, evadí su beso y me reí de él, pero al salir, mi diversión se fue al carajo cuando frente a mí, encontré a Theo y Rebecca, ella entrelazando su brazo al de él y observándome con suficiencia, él, observando a Ryan como si estuviese a punto de asesinarlo y presionando su mandíbula con fuerza cuando Ryan, colocó una de sus manos en mi cintura.
— Te volvemos a ver pronto, Rebecca — murmuró Ryan.
— Así es — respondió ella con voz serena — venimos a celebrar la buenas nuevas — hizo referencia a su embarazo mientras observaba a Theo con amor — ¿Y ustedes chicos? — preguntó como si hablase con viejos amigos.
— No hay necesidad de que salgamos a cenar para celebrar algo — respondió Ryan de inmediato. Theo tenía su vista fija en la mano posada en mi cintura y luego la subió a mis ojos, maldije por dentro ya que esa mirada, lograba ponerme nerviosa — ahora nos dirigimos a bailar — continuó haciendo alarde de los hechos.
— Felicidades Theodore — dije de pronto — serás padre de nuevo, felicidades a ambos — agregué y noté la sorpresa en sus ojos.
— ¿Ya lo sabes? — cuestionó con voz ronca.
— No por ti — intenté ocultar el reclamo pero no creo haberlo logrado.
— Su hija está muy hermosa chicos — habló Rebecca y vi sus intenciones, Theo abrió mucho sus ojos al escuchar aquello y quise asesinar a la mujer que estaba a su lado.
— Tienen una hija — está vez Theo no preguntó, afirmó y eso me molestó mucho.
— La tengo — dije antes que Ryan hablara — tu esposa ya la conoció, esta mañana que tuvo la amabilidad de informarme sobre su embarazo — solté y él la miró molesto — tiene unos ojos hermosos ¿cierto Rebecca? — pregunté y palideció — dicen que son iguales a los de su padre.
Silencio reinó por unos minutos, ella sabía a la perfección que Theo era el padre de mi hija y aun así intentó su jugada, haciéndole creer a él que mi hija era de Ryan, pero no se la pondría tan fácil. Yo no era la buena en la historia de mi vida, tenía mucho de mala y había aprendido a defenderme muy bien y si bien, ya no iba a meterme entre el matrimonio Lee, tampoco dejaría que las estupideces que Rebecca cometía por celos, me arrastraran entre confusiones y me convirtieran en una puta.
— Bueno, los dejamos seguir su camino y nosotros seguiremos el nuestro — anunció Ryan y se lo agradecí.
— Buenas noches — dije a ambos y mientras Rebecca respondió, Theo sólo me observó, en sus ojos había dudas, sorpresa, celos y desesperación, comprendí que deseaba correr tras de mi y exigirme respuestas, pero no podía hacerlo y eso lo frustraba pero a mí me convenía.
Las ganas de ir a bailar se me habían quitado y Ryan lo comprendió; regresamos a casa de mis padres y él aprovechó para hablar con papá, yo me fui para la habitación de mi hija, Kelly estaba ahí y casi chillo cuando vi a Evan a su lado y con mi hija en brazos. No podía creer que mi hermana me haya echo algo así, era inaudito que le permitiera a Evan ver a mi hija y que se enterara de algo que no quería que nadie supiese, pero bien dicen que nada en este mundo puede permanecer oculto por mucho tiempo y lo estaba comprobando.
— ¡Anna! — dijo Kelly al verme, estaba sorprendida.
— Kelly — mascullé haciéndole saber con la mirada que luego hablaríamos — Hola Evan — saludé.
— Es un gusto volver a verte, cuñada — dijo alegre pero su manera de llamarme no fue la correcta — y antes de que mates a Kelly, yo la obligué a traerme, quería conocer a mi sobrina — me tensé cuando la llamó de aquella manera.
— ¿Cómo sabes que es tu sobrina? O mejor aún ¿Cómo supiste de su existencia? — pregunté siendo un poco perra.
— Richard mencionó algo — maldije interiormente — era fácil sumar dos más dos y saber que esta hermosa pequeña — dijo tocando la punta de la nariz de Lea con su dedo índice, ella le sonrió ante el gesto — es mi sobrina.
— ¿Se lo has dicho a Theo? — mi voz sonó afligida.
— No y no lo haré si no quieres — me tranquilizó — pero sabes que tarde o temprano, él lo sabrá — y estaba segura de eso, pero no sería esta vez.
— Él sabe que tengo una hija — solté con rabia al recordar su actitud cuando lo supo — y le fue muy fácil creer que es de Ryan — Evan rió cuando me escuchó.
— Eso es porque Theo muchas veces es un idiota — coincidí con él — pero espera a que la vea, se irá de culo cuando se vea en ella — afirmó pero eso no me daba tranquilidad, odiaba que para Theo haya sido tan fácil creer que Leanne era hija de Ryan, era cierto que yo me acosté con él, pero lo hice cuando ya no estábamos juntos y lo supo por mí, se lo dije en la cara y creo que eso debería demostrarle que no había jugado con él.
Mi enojo con Kelly pasó, luego de saber como se dieron las cosas, platiqué un rato más con ella y Evan y rato después, él se marchó. Le agradecí que mantuviera mi secreto y le prometí que podía ver a mi hija cuando quisiera.
____***____
Aun no podía creer lo que estaba a punto de hacer, estaba afuera del edificio de Be&Le, papá y Kelly me habían rogado — ella casi llorado — porque asistiera a la junta del mes, literalmente, yo seguía siendo la vicepresidenta y por eso me era permitido asistir. Obviamente me negué, pero papá hizo su discurso convencedor y terminé aceptando; era solo una junta y de ahí me desligaría de la empresa para siempre.
Vestía un vestido en color crema, liso, de cuello alto pero con un escote conservador, mi cabello estaba liso y acomodado hacia un lado, mi maquillaje era sencillo y mis tacos de punta del mismo color del vestido, resonaban con cada paso que daba, mi corazón iba al compás de mis pasos — y lo odiaba — y mis manos habían comenzado a sudar.
— ¡Oh por Dios! ¡Señorita Bennett! — chilló Leah al verme, yo también me alegré al verla — ¡Que alegría verla de nuevo! Es un milagro — dijo intentando tranquilizarse.
— También me alegro de verte Leah — respondí con sinceridad — luego podemos tomarnos un café en la oficina de mi hermana y charlar un rato — propuse y ella asintió.
— Viene a la junta — dedujo y asentí — entonces creo que solo la esperan a usted — anunció y llamó a alguien por el teléfono — sigame — pidió y aunque sabía el camino, hice lo que me dijo — café fuerte y una cucharadita de azúcar para después — asentí y me sonrió.
Los nervios afloraron cuando estuve frente a las puertas dobles de la sala de juntas, recordé la primera vez que estuve ahí y todo lo que eso trajo; la empresa se había convertido en mi todo y la sacamos adelante junto a Theo, era una lástima que después de tanto esfuerzo, volviese a venirse abajo. Puse mi mano en la manija para abrirla y justo en esos momentos mi padre la abrió por mí.
— Llegando tarde como en los viejos tiempos, cariño — susurró y me hizo sonreír.
— Agradece que vine — dije besando su mejilla.
— Lo hago — respondió y me hizo pasar.
— Buenos días — saludé y respondieron al unisono.
Ryan estaba sorprendido al verme, Kelly lucía feliz, Simon complacido y algunos otros miembros de la junta, como si estuvieran viendo a un fantasma — reí interiormente por eso — y luego estaba Theo, él era como un dios, tan bello e imponente pero, su mirada era fría y calculadora y no sabía lo que sentía al verme frente él.
Todo había cambiado desde que supo que tenía una hija.
Tomé asiento donde mi padre me indicó y escuché con atención cada palabra de lo que se decía, cada cierto tiempo mi mirada se encontraba con la de Theo pero rápidamente nos esquivabamos. El contador hizo saber cuanto comenzaba a perder la empresa y noté la angustia de mi padre y no me gustó, era preocupante a donde estaban llegando y no dejaba de sentirme un poco culpable por eso.
— ¿Cuando comenzó a suceder? — preguntó Simon.
— Poco menos de un año, señor Lee — respondió el contador.
— Richard, somos amigos más que socios — dijo de nuevo Simon a mi padre — y a ti, te aprecio mucho hija — se refirió a Kelly — pero todos sabemos que esto no es lo tuyo, te esfuerzas pero sin embargo, eso no basta — tenía razón pero no me agradaba que lo dijera abiertamente.
— Perdóname Simon, pero la responsabilidad no es solo de Kelly — me animé a interrumpir — tu hijo es el presidente y aun así no ha hecho nada para que esto no pase — señalé.
— Lo sé Bel — respondió — pero todo esto sucedió cuando tú te fuiste — me indigné cuando dijo aquello.
— ¿Es mi culpa? — cuestioné a todos y sobre todo a él.
— No lo es — habló Ryan — sin embargo tu ausencia ha afectado — lo miré con incredulidad, me sentí atacada y yo no había accedido a ir a la junta para eso — no lo tomes a mal cariño — dijo y juro que escuché crujir los dientes de Theo — sé porqué tuviste que irte.
— Bien, no nos salgamos de la tangente — dijo mi padre — el punto aquí es, que hay un nuevo proyecto con el que podemos sacar adelante a la empresa. Hemos obtenido los derechos de un nuevo libro, podemos sacarlo al mercado pero... Tenemos un problema.
— ¿Cuál? — habló por primera vez Theo.
— La persona indicada para eso, ha renunciado — informó — no tenemos a un editor y si no obtenemos avances dentro de un mes, perderemos esos derechos — terminó con tristeza, sabía que eso le dolería, papá amaba la empresa de su madre y le había echo una promesa.
— Yo tengo a la persona que podría ayudarnos en eso — anunció Theo y todos pusimos atención en él.
— ¿Quién? — pregunté y sus ojos se posaron en mi.
— Rebecca — respondió sosteniendo mi mirada y mi rostro creo se deformó.
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¡Feliz año nuevo a todos!
Los quiero mucho, ustedes son mi mayor apoyo.
Nos leemos hasta el otro año 😉
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