Una platica.

Seoyun

—Sexo.

—¡Jinri! —le dedique una mirada asesina.

—¿Qué? Es algo normal, algo normal que tú no tienes.

—Si, pero es un parque, y tú lo dices como si fuera una plática normal.

—Seo, estamos cuidando a nuestros hijos, la gente sabe que tenemos sexo.

—La gente no es tan abierta como tú —las gemelas y el pequeño de Jinri estaban en el arenero jugando tranquilamente —sin mencionar que nos van a mirar extraño y yo tendré que ser agresiva pasiva.

—Bueno seré más discreta — saca una botella de agua —pero en verdad Seo, ¿cómo es que aún no estás con Jungkook? Antes no se quitaban las manos de encima.

—No es lo mismo, han pasado muchas cosas, además que todos dormimos en la misma cama.

—Te mientes —abre la botella de agua y me la pasa — ustedes no necesitan una cama, te recuerdo que los llegué a encontrar en el estacionamiento de la empresa.

Mis mejillas se pusieron rojas, mejor bebí un poco de agua tratando de desviar el tema, pero Jinri no lo dejaría así.

—Ya es un mes, fue suficiente luto para lo de Yoongi, te dolió si, aún te duele también, pero no te tortures por ello.

—Hasta eso Jungkook está siendo muy paciente.

—Le admiro eso, de ser yo ya te hubiera arrancado la ropa a la menor oportunidad.

—La próxima vez hablaremos de eso en un lugar cerrado.

Nos despedimos después de un rato de estar en el parque, las niñas jugaron un rato con Lois así que vienen dormidas en sus sillitas, Jungkook me dijo que pasara por él al trabajo, me estacione para esperarlo, recliné el asiento para acostarme un rato mientras las niñas seguían dormidas, cerré mis ojos un momento, hasta que escuche que Lois empezó a ladrar.

Las niñas se despertaron algo asustadas, yo me levanté y miré a Jungkook saliendo de la oficina con la señora Han aún lado, en verdad esa mujer no se rinde.

Me daban ganas de abrir la puerta de Lois y fuera tras de ella, pero mejor me baje yo, en cuanto me vio salió a relucir su enorme sonrisa de conejo.

Baje a las niñas para que salieran corriendo por él, las cargo sin problemas, puede ser que sea una imagen muy paternal, pero tanto la señora Han como yo, estábamos concentradas en el botón de su camisa que luchaba por no salir volando, la fuerza que hizo para cargar a las niñas hizo que su camisa se estirará más contra su pecho.

—Me despido Jungkook-shi

¿Desde cuándo lo llama así?

—Tenga lindo día señora Han, digan adiós princesas.

—Adiós.

La mujer paso a mi lado, yo le hice una pequeña reverencia, llegando a Jungkook.

—No sabía que seguías trabajando con ella.

—Quiere hacer un contrato con nuestra empresa.

—Lógico, tienes una empresa en asenso y agrégale que el dueño es un modelo musculoso.

—Pero el modelo musculoso tiene dueña, así que no debes de sentirte celosa.

Caminamos a la camioneta, el metió a las niñas después le dio cariñitos a Lois.

—¿Me dejarías conducir? Les tengo una sorpresa.

Le di las llaves de la camioneta, emprendimos camino, el iba muy feliz, no podía adivinar a dónde.

—¿Me dirás?

—No, es algo que me tomo algo de tiempo, me emociona que no tengas una idea.

—Por favor, me mata la curiosidad.

—Eso es bueno.

Se negó a decirme algo, decidí esperar, después de todo el ya venía en una plática intensa con las niñas en la cual no era incluida, llegamos a una casa que yo no conocía.

—Llegamos.

—¿Kookie?

—Este será nuestro nuevo hogar.

Bajo abriéndome la puerta y después sacar a las niñas y a Lois, el cual corrió a oler el nuevo jardín, las niñas salieron tras de el, Sentí que Jungkook tomo mi mano entrelazando nuestros dedos.

—¿Te gusta?

—Es muy hermosa, me encanta, ¿Cuándo la compraste?

—Poco después de nuestro regreso, quería un lugar para las niñas y Lois, ven vamos adentro.

El primero entrar a la casa fue mi perro, un lugar nuevo sin olor aparente, era un paraíso para mi nene, las niñas lo siguieron corriendo con él por los pasillos.

—Ya están la mayoría de los muebles, la habitación de las niñas esta lista, un estudio para los dos en dado caso de traer trabajo a casa, que espero no sea muy seguido, faltaría la sala, algunas cosas de la cocina, pero tenemos lo básico para comenzar ya mañana aquí.

Las niñas corrieron con nosotros de nuevo.

—Mami, mami, ¿Dónde domira papi Kookie?

—Él dormirá conmigo.

Ambas se miraron y después fruncieron el ceño molestas cruzando los brazos.

—Papi min min, dueme con mami, papi Kookie domira con nosotas.

Esta es la conversación que temía, ellas ya tenían una rutina, la transición será muy diferente y confusa para ella, Jungkook vio la tristeza que me invadió al escucharlas, él se inclinó para estar a la altura de las niñas.

—Papi min min tiene que trabajar lejos de aquí, por eso ya no estará con mami y con ustedes, pero lo podemos ir a visitar cuando quieran.

Ambas se tomaron de la mano e hicieron un puchero, sus lágrimas comenzaron a salir, las dos agacharon la cabeza, llorando de manera intensa.

—Papi min min, ya no nos quiede.

—Oh dios no, no, no es eso mis niñas —me agache para abrazarlas —él las ama demasiado, jamás las dejaría de querer, son unas niñas maravillosas, él no las abandono, mañana temprano hablamos con él, ¿Les parece?

Asintieron, pero no dejaron de llorar, Jungkook se froto un poco el rostro, sé que no soporta verlas tristes, pero es algo que tendremos que afrontar los dos, y esperar que con el tiempo ellas también se adapten a todo esto. Regresamos al departamento de Jungkook dejamos a las niñas dormidas en la cama para poder alistar algunas maletas para llevarlas mañana a la nueva casa, aprovechando que ambos tendríamos el día libre. Él no había dicho nada estaba bastante tranquilo metiendo la ropa de las niñas de manera ordenada a las maletas.

—¿Te preocupa algo?

—Siento que fui demás de egoísta, ellas la pasaran un poco mal —deje la maleta para acercarme, levanto la mirada luciendo algo triste —no quiero a Min lejos de su vida, sé que fue un buen padre estos años, si el desea seguir viendo a las niñas no me opondré.

—Un padre egoísta no permitiría esto —lo abrace, el rodeo mi cintura con los brazos dejando su barbilla en mi hombro — les tomara un tiempo, pero se acostumbraran, solo debemos tener paciencia ambos.

Afianzo su agarre a mi cintura, se separó un poco para buscar mis labios y darme un beso que comenzó bastante tierno al principio pero fue tomando cada vez mas intensidad, podía sentir sus dedos metiéndose entre mi blusa, el tacto me quemaba más de lo normal, independiente de que tuviera tiempo sin tener contacto íntimo, el hecho de que Jungkook me tocara era peor, mi piel jamás olvido ni por un segundo cómo se siente ser acariciaba y besada por él.

—Espera, espera —en algún punto ya me tenía contra la pared de la sala —las niñas.

—Si algo —bajo besando mi cuello —que heredaron mis hijas —podía sentir su erección tocando mi abdomen —fue el sueño pesado —me levanto para que me enredara en su cadera—solo será un poco, pero no hagas mucho ruido por cualquier cosa.

Ambos necesitamos esto, volvió a besarme, movió el short de mi pijama junto con la ropa interior lo suficiente para tener acceso a mi entrada, libero también su miembro del jogger para poder introducirlo de manera lenta, no pude soltar un gemido, presiono sus labios contra mi garganta.

—Dijimos que sin sonidos —embistió de nuevo haciendo que me mordiera el labio —ya habrá tiempo para arrancarlos de tu garganta como se debe.

Esto es algo que si había tratado de olvidar, porque recordarlo siempre me ponía húmeda, la manera en que me dominaba, las palabras aparentemente duras conmigo, las cuales en realidad eran más sensuales de lo que deberían. Me aferre a su espalda, jalando la camisa, la fricción que hacia al mover su cadera, además de la tela de mi ropa interior frotando no estaba siendo de ayuda, sus jadeos y besos ayudaron a que llegara rápido al clímax, el sintió como lo aprisione en mi interior para moverse un poco más rápido terminando por llenarme por completo.

Empezó a dejar besos en mi rostro, para bajarme poco a poco.

—Imaginaba nuestra primera vez después de tanta un poco más intensa, pero me será suficiente para no explotar.

—Maldito conejo pervertido.

Me volvió a besar, pero se alejó rápidamente acomodándose la ropa.

—Mejor sigamos con la ropa que de lo contrario esto se ira a la ducha y ahí si te hare hacer ruido.

Terminamos con las maletas y lo de la ducha no fue tal cual lo que él deseaba, mi boca lo ayudo a correrse una segunda vez, sé que una vez activado el libido de Jungkook, terminare con la cadera molida muy pronto.

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