Esaka

Explosiones y esquirlas de hielo volaban en esa tipo de arena de Musutafu. Parecería una típica pelea callejera entre pandillas, pero este no es el caso.

La pelea era un auténtico battle Royale. Dos chicas y cuatro chicos eran los que luchaban violentamente en el campo de batalla que se veía presente.

Y, en el centro de la arena se mostraba la cereza del espectáculo: la batalla de dos jóvenes rivales. La atención era dirigida en su totalidad a ellos; parecía el absoluto evento principal.

Uno era un rubio lleno de ira que generaba explosiones consecutivas en sus manos de pianista rotas; mientras que el otro es un peliverde. Rayos eran emanados por este último, era una cantidad de rayos negros verdosos tan masiva que parecía un espectáculo de pirotecnia. Su mirada llena de determinación era lo que le mostraba al rubio.

En las alturas de las murallas que delimitaban la área de la lucha se encontraban los héroes profesionales. Observaban con atención la carnicería en qué estaban metidos ambos chicos. No tenían intención alguna de pararlos.

— Ese Chico... Su Quirk es bastante asombroso, ¿No lo crees, All Might?.-
Hizo notar un pequeño Oso-Perro. El era el director de la afamada academia U.A, Nezu.

Al lado de el se encontraba el mayor héroe del mundo, o al menos así lo consideraba todas las personas: All Might. El símbolo de la paz no se encontraba para nada en la forma imponentemente musculosa que acostumbraba. Había dado la explicación a sus superiores, ellos guardaron el secreto sin rechistar.

— Claro. Al parecer su Quirk es bastante llamativo.-
Contestó All Might. Éste intentaba evitar mostrar cualquier conexión con el chico.

— Su nombre era Izuku Midoriya, ¿No es así?.-
Preguntó el director. Éste tomaba algo de té mientras observaba

— Su Quirk es poderoso... Más sin embargo no parece controlarlo.-
Habló el Héroe que borra, Eraserhead. Éste estaba recargado en la pared de la habitación.

— Un Héroe que no controla su Quirk no es más que una bomba de relojería andante.
Agregó el azabache.

Los héroes observaban desde una pequeña habitación. La batalla se ponía cada vez más violenta.

— ¡Estúpido Deku! ¡¡Me la pagarás, Hijo de Puta!!.-
Gritaba con extremada violencia un rubio de nombre Katsuki Bakugo.

Las palabras del Rubio eran acompañadas por las más violentas muecas y gritos. Tenía su mano derecha rota, de algún ataque a quemarropa.

— ¡Kachan, Ya no te temeré ni un maldito segundo más!.-
Exclamó el peliverde con la misma energía. Su nombre era Izuku Midoriya.

La energía que emanaba el chico al parecer reaccionaba con sus emociones, se tornaron más violentos y erráticos. No tardaron en erizarse y hacerlo ver más grande-

— ¡¡MIDORIYA!!.-

— ¡¡Sr Midoriya para ti, Maldito Demente!!.-

— ¡¡MUERE!!.-
El Rubio dió su gritó de batalla antes de abalanzarse en contra del peliverde. Éste último hizo lo mismo.

Bakugo se impulsó en un abrir y cerrar de ojos con la fuerza masiva de sus explosiones. Estaba en un punto de adrenalina tal que ya no le importaba el dolor.

Izuku dió un inmenso salto corto, sus piernas recibían una gran carga por el poder que estaba liberando. Aunque, al igual que su rival, ya no le importaba.

Ambos jóvenes se vieron frente a frente, ambos preparando un golpe con sus brazos derechos. Al parecer iban a tirar a matar.

El joven Bakugo dió una explosión para impulsarse levemente hacía arriba, esto tomo por sorpresa a Izuku.

—»Siempre comienza con un derechazo«.-
Pensó ante el movimiento del Rubio. Esto no tenía que pasar.

Bakugo tomó la cabeza del peliverde con su mano izquierda, procediendo a estrellarlo violentamente contra el piso de la arena.

Puso sus manos en forma de tazón y comenzó a cargar una explosión. Quería freírlo completamente.
El polvo era lo único que evitaba que el rubio jalara el gatillo. Quería ver la cara de miedo de su rival.

— ¡¡MUERE!!.-
Rugió violentamente.

La niebla se disipó, dejando ver la escena que tanto esperaba el chico. Lamentablemente no había nada.

—»¿Dónde está?«

Y como si se tratara de una alucinación, Izuku se colocó detrás de Katsuki.

Dió una fulminante pero extremadamente rápida patada en forma de media luna, mandando a su contrincante a chocar contra el duro y humillante polvo.

Izuku tomó la pierna derecha de Bakugo en el aire y lo levantó completamente. Comenzó a girar tal tornado, para terminar su combo estrellando a su rival contra el piso una vez más.

—¡Ésto no tiene del por qué ser así, ya date por vencido!.-
Aulló Midoriya mientras se ponía de pie.

Bakugo estaba en un pésimo momento: sus costillas estaban a punto de reventar, la sangre se comenzaba a mezclar con su saliva y su cabeza dolia cómo mil demonios.

Aún con las dificultades, Bakugo se apoyaba en su antebrazo para intentar levantarse. Sus ojos emanaban la actitud testaruda que tanto recordaba la psique del peliverde. Izuku sabía que no importara el dolor, la ira, el miedo... Kachan siempre se pondría de pie.

— Pues que así sea.-
Dijo firmemente. Los rayos comenzaron a volverse cada vez más violentos.

Midoriya, entonces cerró su puño. Los rayos comenzaron a desviarse y acumularse en ese golpe. Hizo el brazo hacía atrás y miró con determinación a su "amigo" de la infancia. La duda lo carcomió por un instante, sin embargo, algo lo motivaba a hacerlo.

— Tenchi Ha'ouken.-
Susurró.

Midoriya liberó su único golpe hacía Katsuki, ni siquiera el estaba seguro de que tanto daño le haría. Una gran rafaga se levantó al instante de soltar el puñetazo, todo ante la crédula careta de Bakugo que se desvaneció en un instante.

Los vientos revolotean en la dirección del puñetazo, abriendo levemente los cielos. El polvo cubrió toda la arena, los demás participantes se vieron confusos y escépticos por lo qué el aspirante a héroe había hecho con su rival.

La batalla había acabado.

— Creo que tenemos un ganador.-
Dictó Nezu. El director giró su silla y señaló al cuerpo medico que se encontraba listo para entrar.

— Lleven de inmediato al servicio médico a recoger y atender al joven Katsuki.-
Agregó.

Los ojos de Midoriya no mostraban la satisfacción de haber podido vencer a su "Bully" tras tantos años de maltratos y discriminación. Quizás durante todo este tiempo, incluso después de tantos insultos, moretones y amenazas aún podía ver a aquél pequeño y risueño niño al cuál llamaba "amigo".

— Lo siento...-
Dijo de una forma muerta.

Los sentimientos que en su mente no significan nada ahora. Lo había logrado.

Pero...

En medio del caos, los vientos y el polvo una silueta de mostraba. Temblorosa y de postura instable era el como se veía representada en el absurdísimo de la escena.

— ¡Eh!.-
Comentaron todos los héroes sorprendidos.

Aún con heridas que tardarían meses en sanar, el joven Bakugo continuaba en la contienda.

Su abdomen estaba totalmente destrozado, sus brazos están en un punto sumamente crítico, y de sus órganos es mejor no hablar.

Esto tomo por sorpresa a los héroes, los cuáles no se quedarían de brazos cruzados.

— Bakugo, se le informa de que si continúa con la batalla en éste punto pararemos con el examen de admisión. Todo esto debido a la gravedad de sus heridas.

El joven parecía no escucharlos en lo absoluto. Estaba en un estado catatónico. Sorprendió a los presentes al dar unas pequeñas andadas. Torpes y erráticas, tanto que te causarían dolor de tan solo verlo.

— Katsuki...-
Dijo Izuku sorprendido, ¿Cómo era posible que siguiera de pie después de ese ataque?.

Éste tomo el brazo del sorprendido peliverde. Éste último no podía ver el rostro del ya moribundo Bakugo. Midoriya analizaba el cuerpo mallugado de su contrincante en profundidad, sorprendido y a la vez preocupado por lo que la había hecho.

— Deku...
Éste tomo con una fuerza incoherente a su estado actual.

— ¡VETE AL INFIERNO!.-
Aulló de forma lunática.

Antes de que Izuku pudiera reaccionar, Katsuki le dió un golpe fulminante en la cara, para continuar con una sería de rodillazos en el estómago de Midoriya.

Bakugo levanto al peliverde sobre el, y lo estrelló de forma violenta en contra del suelo nuevamente.

— ¡Agh!.
Gimió del dolor. Escupió saliva ante tal golpe indescriptible.

Bakugo levanto a Izuku del suelo con una patada en el costado. Katsuki prosiguió tomándolo de la mano en pleno aire, bajándolo de forma violenta nuevamente.

La confusión e aturdimiento choco en la cabeza del peliverde. El rubio comenzó a producir una cantidad inhumana de explosiones en ambas de sus palmas. Las cuales comenzó a estrellar en ráfaga al abdomen de Izuku.

— ¡ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA ORA!.-
Gritaba con locura mientras mutilaba a Izuku a base de golpes y explosiones. La barrera de rayos que producía el peliverde no era suficiente para bloquear la violenta arremetida del Rubio.

Y, para finalizar su sanguinario combo, Katsuki tomó por sorpresa a Izuku por el rostro y  estrelló su cabeza contra el suelo de nueva cuenta.

—¡MUERE!.-
Gritó antes de explotar la cabeza de Midoriya ante una de sus fulminantes explosiones.

Izuku voló por los aires ante ese asesino ataque. Midoriya cayo irremediablemente al lodoso piso de la arena. La expectación se volvió más intensa al presenciar tal remontada "imposible". Los médicos se vieron en un dilema: "¿Quién es el que necesita ayuda aquí?".

— ¡Levántate de una puta vez!.-
Exclamó Katsuki.

Y como si los milagros del día no hubieran sido suficientes: Izuku se levantó como pudo del suelo. El ataque realmente le había dolió.

— ¡Kachan!.-
Aulló de forma cansada. Los rayos comenzaron a brotar nuevamente de su cuerpo. El caos los comenzaba a revestir, impulsando la teoría que los héroes habían formulado.

— ¡11 años! ¡11 malditos y estúpidos años escondes tu puto Quirk! ¡¿Y te atreves a hacerme esto?!.-
Le recriminaba el Rubio al pelo verde. Las explosiones de sus manos se intensificaron al punto de alcanzar los 2 metros de altura.

— Que te puedo decir... Soy bastante tímido, jeje...-
El sarcasmo se podía ver.

— Parece que ambos vamos a matar, ¿No es así?.-
Agregó.

— Deku... ¿Siempre has sido así de molesto?.-

Izuku estaba igual de destrozado que Katsuki: sus órganos vitales están en un punto crítico, su fosa nasal está quemada y su piel está con quemaduras de tercer grado, y sus oídos están completamente aturdidos e ensordecidos.

Izuku se puso a la defensiva, Bakugo hacía lo propio. Ambos se veían fijamente, una extraña mezcla entre odio y respeto mutuo.

— Escuché qué, si seguimos a éste ritmo iban a interrumpir el examen.-

— ¡Qué mierda importa! Que se jodan.-

— Sin contenerse ¿Lo harías por mi, Kachan?.-

— Primera vez que dices algo Coherente... Estúpido Deku.

El choque de rivales que tenía a la U.A al filo del asiento estaba a punto de concluir.

Pero... ¿Cómo llegamos a todo esto?

Todo se remonta hace aproximadamente un año. En dónde la vida de un joven y débil Quirkless estaba a punto de dar un giro de 180°.

Está es la historia de Izuku Midoriya, y su... Orochinagi.

continuará en: KDD-0063

¡Y ahí está el "prólogo" de Dualidad.

¡Uff!, Si que inicié fuerte.

Se qué no es una cantidad gigante de palabras, pero la verdad me siento bastante cómodo con el como quedó éste capítulo.

Recuerden dejar su voto y comentar si se les antoja.

Dicho ésto....

¡Luixis23diez fuera!

Fecha de publicación original: 23/02/23.

Resubida (Rectificada): 11/09/24

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