VEINTIUNO. kidnapping
🌸 CAPITULO VEINTIUNO
kidnapping / secuestrada
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LAS CLASES HABÍAN CULMINADO Y Young Mi ya estaba abandonando la escuela en compañía de sus amigos dirigiéndose a la salida del edificio. Recibe una notificación en su teléfono que le hace sacar el móvil de su bolsillo para revisar el mensaje que le ha llegado.
HAN SEO JUN
Iré al hospital con mi mamá.
Le escribe de vuelta diciéndole que estaba bien y vuelve a guardar el teléfono en su bolsillo retomando su camino hacia la calle, donde Sung Hyun ya se encontraba estacionado esperando por las hermanas Eun. Sus amigos se despiden de ella mientras toman el camino contrario al de ella sin dejar de hablar sobre un tema del cuál Young Mi no estaba prestando demasiada atención de hace varios minutos atrás.
—Hola, Hyun -Saluda la pelinegra al ingresar al vehículo.
—Buenas tardes, señorita Young Mi.
—¿Y mi hermana?
—Tenemos que esperarla aún.
—Esa pequeña mocosa -Murmura–. ¿Mis padres están en casa?
—No -Sung Hyun desvía la mirada del espejo retrovisor con un ligero nerviosismo–. Están en una reunión importante con unos nuevos potenciales socios.
—¿Nuevos socios?
De solo pensar en tener nuevos socios en la empresa familiar, le traía muchos recuerdos de lo sucedido en Australia y todo lo sucedido porque su familia buscaba aliarse con la familia de Alex. Volviendo a pensar en eso y lo que el chico le dijo la última vez que se vieron, ¿sería verdad lo contado por él? De serlo así, realmente tendría problemas con su familia porque le mintieron descaradamente. Ella ya les había perdonado el haber pactado un intento de acercamiento entre los Eun y los Wong por medio de ella y Alex. El que le hayan hecho creer que la única persona en quién tenía un último punto de confianza luego de que todos la hayan abandonado, no estuvo cuando ella cayó en un profundo precipicio de oscuridad, eso jamás sería perdonado.
Young Mi no se consideraba una persona rencorosa, pero si le dolería demasiado saber que sus padres le hicieron saber que ellos eran las únicas personas que creían en su inocencia y todos los demás le dieron la espalda a ella. No sería capaz de perdonarlos tan fácil.
Pero, ¿por qué no les preguntaba a sus padres si realmente Alex estaba diciendo la verdad? ¿Por qué sentía que la respuesta sería la inocencia de Alex y que sus padres eran unos totales mentirosos? Temía que esa fuera la realidad y una vez más, su corazón sea roto pero por su propia familia.
—¿Puedo saber quienes son?
—Esa información es confidencial, solo lo saben sus padres y no me permiten hablar por esto.
Había algo raro, Young Mi lo podía sentir a la perfección. Algo estaba mal, algo se sentía raro en el ambiente y ella quería encontrar la razón pero no había nada que pudiera llevarla a la respuesta.
Unos segundos después aparece su hermana con una gran sonrisa y con el teléfono en la mano tecleando con rapidez.
—¿Por qué tan feliz? -Pregunta Young Mi mirando a su hermana menor en el momento exacto que el auto emprende camino por la calle.
—Nada, estaba riendo con mis amigas -Responde sin despegar su mirada del teléfono.
—¿Sabes algo de los nuevos socios de nuestros padres? -Susurra asegurándose que Sung Hyun no la haya escuchado.
Han Dam borra su sonrisa casi de inmediato desviando su atención del teléfono hacia su hermana al instante, fue una noticia que a chica no esperaba escuchar y se veía reflejado en la expresión de confusión en su rostro.
—No, ¿qué socios? -Deja su teléfono a un lado para mirar a su hermana mayor, quien le hace señas de que no era seguro hablar ahí por la presencia de Sung Hyun.
—Después -Han Dam asiente ante la señal pero queda un poco desconcertada.
El auto no demora mucho en recorrer las calles hasta la enorme casa Eun donde vivían desde hace poco más de un mes. Sung Hyun les dice que las dejará en el portón de la casa porque de ahí debía ir a la empresa porque requerían de su presencia inmediata en la reunión con los nuevos socios, las chicas no hacen más que asentir y bajan del auto cuando se detienen frente al portón negro. Se despiden de Sung Hyun como siempre y le agraden haberlas traído a casa.
—Ahora sí, cuéntame todo -Demanda Han Dam siguiendo a Young Mi, quien inserta la llave de la casa en la cerradura.
—No sé mucho. Le pregunté a Sung Hyun sobre donde estaban nuestros padres y dijeron que tenían una reunión con nuevos socios -Cuenta mientras ingresan a la propiedad y cierra la puerta del portón a sus espaldas–. ¿Crees que tenga algo que ver con Alex?
—No lo creo -Niega Han Dam caminando al lado de su hermana–. Según lo que me contaste, él rompió lazos con su familia desde la muerte de Louisa, ¿verdad?
—Algo así me dijo -Arrugó su nariz mientras intentaba hacer memoria sobre lo que Alex le dijo esa noche–. No fueron sus palabras específicas. Solo me dijo que se cansó de ser controlado por su familia y regresó a Australia semanas después de la muerte de Louisa, eso es todo. Aún cabe la posibilidad de que esté trabajando para su familia.
—Es una posibilidad bastante sólida -Ellas ingresan por completo a la casa, que estaba sucumbida en silencio absoluto.
—Sino, ¿de qué estaría viviendo ahora? La última vez que lo ví pude reconocer un par de prendas de marca de última estación.
—Tendremos que averiguarlo -Suben las escaleras hacia el segundo nivel de la casa donde se encontraban sus habitaciones.
—¿Y cómo podemos hacer eso? ¿Tiene redes sociales?
—No que yo sepa -Encoge sus hombros mientras saca su teléfono para teclear rápidamente–. No podemos dejar que la familia Wong vuelva a involucrarse en nuestros negocios. Esas persona solo buscan un contrato sólido que los liguen para siempre y no hay papel más fuerte que...
—Un compromiso matrimonial -Completa Young Mi y Han Dam la señala dándole la razón–. Hay que buscar ahora mismo. No quiero que la historia se vuelva a repetir.
Young Mi camina hacia su habitación siendos seguida por su hermana menor que seguía buscando información en su móvil. La pelinegra estaba ligeramente alterada por todos los patrones que se unían al pensar en nuevos socios de sus padres, los Wong eran poderosos en China y unirse con ellos era un paso importante para el negocio familiar, sabía que sus padres no se negarían a firmar cualquier contrato con ellos. Aunque ese contrato signifique intercambiar a su hija mayor por un ingreso de dinero fijo.
—No, Alex no tiene ninguna cuenta en redes sociales -Avisa Han Dam luego de hacer su rápida pero efectiva investigación–. La única fue en la que subió el vídeo divulgando tu inocencia en la página de la escuela, pero esa cuenta fue deshabilitada el mismo día. No hay nada después de eso.
—Maldición -Young Mi se sienta al borde de su cama con la mirada puesta en el suelo mientras su hermana arrastra la pequeña silla de su tocador blanco para sentarse frente a ella–. ¿Cómo podremos saber si son ellos? Preguntarle a nuestros padres no tendría caso, no nos lo dirán.
—Habla con Alex -La pelinegra levanta la cabeza ante la sugerencia de su hermana menor.
—Puede mentirme y negarlo todo.
—Está buscando tu perdón, no hundirse más. En este momento está vulnerable y será sincero con todo lo que le preguntes para así puedas aceptar sus disculpas.
—No lo sé, Han Dam.
Young Mi niega un poco dudosa por la efectividad de ese plan que su hermana le había propuesto y según veía, era la única que podría dar resultados y estaba al alcance de las dos.
—¿A qué le temes, Young Mi? Sabes que Alex no te hará nada, él es la última persona que te haría algo. Además, solo le preguntarás algo y luego te irás, es así de simple.
—Podrías hacerlo tú, entonces.
—Creo que mejor sí, veo que aún te aferras a tu resentimiento -Bufa la castaña mientras vuelve a sacar su móvil y teclea.
—No estoy resentida.
—Claro que sí lo estás, no quieres ni verlo como si se tratara del peor monstruo, Young Mi -Levanta la cabeza por unos segundos–. Quieres pasar la página a nuestra historia y seguir adelante pero sigues aferrándote al dolor. Tienes miedo de verlo y enfrentarte al pasado, ¿verdad? -El silencio de Young Mi fue demasiada respuesta para ella–. Haré esto una última vez, por nosotras.
Young Mi no era una persona rencorosa pero se aferraba al dolor que la ausencia de Alex le dejó en el momento que más lo necesitaba. No le importaba que por él Louisa se haya enojado con ella, Alex seguía siendo su amigo y probablemente el único que le quedaba, y estar sin su apoyo cuando todo el mundo la señalaba de ser una asesina, era lo que más quería pero él no estuvo ahí y eso le dejó un gran dolor que aún guardaba hasta el presente. Entonces, Young Mi si le guardaba rencor a Alex.
—Ya le escribí, solo queda esperar a que nos responda.
—Gracias -Murmura Young Mi.
—Debes de enfrentar todo esto de una vez, Young Mi. ¿Quieres ser feliz? Enfrenta a tu pasado y eso incluye poder ver a Alex sin sentir miedo de que te vuelva a lastimar de nuevo.
Han Dam tenía razón y todo lo que dijo era verdad, ese era el temor y razón por la cual no quería arreglar nada con Alex porque sentía miedo. Esa es la razón por la que no estaba dispuesta a sentir amor por nadie, no quería volver a enamorarse por ese momento ni en los siguientes años, por eso se negaba a aceptar las mariposas que sintió cuando estuvo tan cerca de Seo Jun ese día en su casa. Todo era por Alex y el dolor que le había dejado, enfrentarlo sería la solución a su miedo de poder querer a alguien de verdad.
—Respondió -Avisa luego de escuchar el pequeño tono de notificación–. Dice que solo hablará contigo -Suspira y le enseña la pantalla del móvil donde se muestra el mensaje de Alex–. ¿Lo harás?
¿Lo haría? Debía hacerlo si quería dar un paso para poder encontrar su felicidad por fin, esa era la solución a sus problemas emocionales.
—Bien, lo haré -Asiente decidida a ponerle fin a su desgracia.
Han Dam le avisa que pactará una hora con el chico para encontrarse en un lugar cómodo donde puedan hablar y Alex le dijo que se encontrarían en la cafetería donde hablaron la última vez. Young Mi accede a su petición mientras se mueve por su habitación buscando el conjunto de ropa que se pondría para el encuentro con él, iría lo más simple que pudiera porque no tenía razones para arreglarse demasiado.
Los minutos pasan con rapidez volviéndose horas que ya transcurrieron y no faltaba mucho para encontrarse con Alex, ya estaba preparada escuchando algunos de los consejos que su hermana menor le daba miedo para enfrentar su miedo y lo que no debía hacer cuando estuvieran frente a frente, como salir corriendo. La pelinegra ya estaba armada de valor, lista para poder preguntarle lo que corresponde y aclarar todo de una vez por todas. Cerraría la página de su terrible pasado ese día, nada más se iba a interponer en aceptar sus sentimientos por su mejor amigo porque estaba segura que eso sentía por él.
—¿Estarás bien? Ya me estoy arrepintiendo de dejarte ir sola -Comenta Han Dam algo preocupada por su hermana menor.
—Estaré bien -Responde un poco cansada de la misma pregunta–. Si necesito de tu ayuda te llamaré, lo prometo -Le sonríe de lado intentando tranquilizarla_. No te olvides pasarme su número para poder avisarle que llegué a la cafetería.
—Bien -Asiente y abraza a su hermana mayor–. Ten cuidado, ¿sí?
—Lo tendré, Han Dam -Ríe Young Mi alejando levemente a su hermana–. Me tengo que ir.
Young Mi sale de su casa con dirección a una de las calles principales donde pueda detener a un taxi que la lleve a la cafetería, esa donde se encontraba cerca del karaoke al que fue con Seo Jun y el chico salió huyendo en compañía de Ju Gyeong, situación que nunca pudo explicarse cómo ella llegó hasta ahí ese día. Detiene a un vehículo amarillo en el cuál se sube y le indica la dirección exacta de la cafetería que Alex le mandó a Han Dam hace minutos atrás y fue reenviada a Young Mi por su hermana menor, el conductor asiente tomando camino hacia esa parte de la ciudad.
Decir que estaba nerviosa era poco, volvía a repasar en su cabeza todas las palabras que le diría para ponerle fin a cualquier tipo de resentimiento que ella guardaba y pretendía soltar en ese encuentro que tendrían. ¿Terminarían bien? Haría lo necesario para que sea así, solo de esa manera se quedaría más tranquila con sus sentimientos y emociones del interior.
Quiso calmarse, así que saca su teléfono de su pequeño bolso azul para poder entretenerse un momento en el cual ingresa a la conversación que mantuvo con Seo Jun, viendo que el chico aún no había leído su último mensaje. Le vuelve a escribir preguntando si estaba todo en orden pero antes de poder enviarlo, el auto se detiene en su destino.
—Gracias -Young Mi le extiende el dinero que corresponde por el recorrido y baja del vehículo guardando el teléfono en el bolsillo de su chaqueta.
Mira el lugar dandose cuenta que no había rastro alguno de Alex cerca, así que el chico todavía llegado al punto de encuentro. Decide esperarlo unos cuantos minutos fuera de la cafetería viendo a unas cuantas personas que pasaban por ahí, camina de un lado a otro intentando no aburrirse mirando el reloj de su muñeca cada minuto que pasaba sin saber de Alex. Saca su teléfono del bolsillo dejando de lado el mensaje que le iba a enviar a Seo Jun para llamar al chico con el que se iba a encontrar.
Suena varias veces pero Alex no le responde y la envía al buzón de mensaje de voz, la chica se resigna esperando a que el chico pudiera llegar en cualquier momento. Crea un chat de conversación con Alex para poder escribirle, estaba concentrada en eso que no se dio cuenta al chocar con una persona.
—Lo siento -Levanta la cabeza encontrándose con dos personas que menos esperaba. Los vio un par de veces pero no fue necesario más ocasiones para identificarlos como los amigos de Sung Yong.
Ella retrocede cada paso que ellos dan hacia adelante, gira sobre su lugar y corre por la calle contraria intentando alejarse de los hombres que empezaban a rodearla. Corrieron también detrás de ella para alcanzarla, eran tres los que iban en su persecución y si Young Mi no corría lo necesario la atraparían en menos de un segundo, y así fue cuando la tomaron de la muñeca deteniendola.
—¿A dónde vas, linda?
—¿Nos tienes miedo?
—¿Qué quieren? -Pregunta la pelinegra intentando liberarse del agarre del desconocido–. No tengo nada que sea suyo.
—Nos serás útil.
—Mi amigo está en camino, llegará en cualquier momento y los matará.
—Entonces, es mejor que nos vayamos ahora.
La chica no tenía opción más que obedecer ante las amenazas de los tres hombres que la rodeaban y llevaban a un lugar desconocido, tenía miedo que algo malo pudiera pasarle. ¿Por qué la secuestraban? ¿Qué de bueno podría tener ella? ¿Pensaban extorsionar su familia para sacarles dinero? ¿Eso se trataba de Seo Jun? Las preguntas rondaban su cabeza abrumándola más y provocándole mareos.
La llevan hasta un karaoke que ella al menos no conocía, no podía pedirle ayuda a nadie porque no sabía cómo podrían reaccionar esos desconocidos. Solo callaba, obedecía y rogaba para que alguien pudiera salvarla pero nadie la conocía ahí, la única persona que podía darle su libertad de esos tres chicos era ella misma. Tenía que idear un plan para liberarse, nadie más lo haría.
Al ingresar en una de las habitaciones del karaoke, ahí se encontraba Ju Gyeong y ambas se miraron sorprendidas por la presencia de la otra. Los chicos la empujan levemente haciéndola ingresar por completo a la habitación, le indican que ocupe asiento en uno de los sofás y ella decide tomar cierta distancia de donde se encontraba su amiga sin quitarle la mirada de encima. ¿Qué hacía ella ahí?
—No puedo creer que Seo Jun tenga a dos chicas a su alrededor -Ríe Sung Yong mirando a las dos mencionadas–. ¿Debería quitarle una para que estemos a mano? Así como él me quitó mi dinero.
—Atrévete a poner un dedo encima nuestro y acabas con tu vida -Amenazó Young Mi causando risa entre los desconocidos.
—Ya veremos eso -Da pasos hacia Ju Gyeong–. Dame tu teléfono.
—Pero...
—¡Dámelo! -Exclama el chico haciendo saltar de miedo a la chica, quien con su mano temblorosa saca su teléfono y se lo extiende a Sung Yong. Él teclea algo y luego dirige su teléfono a la oreja ocupando asiento al lado de Ju Gyeong–. Debes haber respondido de inmediato porque es tu novia.
Young Mi siente molestia inmediata al escuchar la palabra con la cual hace referencia a Ju Gyeong, era como algo quemando en la boca de su estómago que dejó pasar girando la cabeza hacia a un lado pero sin dejar de escuchar lo que el chico hablaba con Seo Jun.
—Seo Jun, te estaré esperando, así que date prisa. Te extraño -Finge una voz burlona femenina en las últimas dos palabras antes de colgar.
Sung Yong estaba sentado en el borde de la mesa de centro frente a las chicas, vigilandolas mientras sus cómplices estaban cantando unos metros más adelante. El chico coloca un cigarro en su boca y juega con el encendedor antes de encenderlo.
—¿Qué quieres hacer hasta que llegue tu novio? -Le pregunta a Ju Gyeong.
—No es su novio -Dice Young Mi entre dientes.
—No tengo novio -Niega Ju Gyeong apoyando la afirmación de la pelinegra.
—Oh, ¿no? -Suelta una ligera risa antes de que su amigo lo llamara para que canten todos juntos.
—Ugh, que odioso -Se queja Young Mi y gira a ver a su amiga–. ¿Estás bien? ¿Te hicieron algo?
—No -Mueve su cabeza en negación–. ¿Cómo saldremos de aquí?
—Hay que encontrar la manera de huir antes que Seo Jun llegue -Responde a la pregunta–. Toma tu teléfono y busca a alguna persona que nos pueda ayudar -Le indica señalándole con su cabeza el móvil que estaba en la mesita de vidrio. Ju Gyeong se asegura que los chicos no la vieran y toma su teléfono.
Ju Gyeong obedece a su amiga y mira de reojo su teléfono mientras intenta desbloquearlo pero la mano le tiembla. Young Mi hace lo mismo con su móvil sacándolo de su bolsillo, va hacia el último contacto al que llamó para mandarle su ubicación exacta acompañado del mensaje "Ayudame".
Mientras tanto en una de las calles de la ciudad, Alex estaba manejando dirigiéndose hacia la cafetería donde había decidido encontrarse con Young Mi pero tuvo un contratiempo con su auto. Su teléfono estaba frente a él y le llegó una notificación de mensaje viniendo de un número desconocido, dirige su dedo hacia el mensaje abriendo el chat que llevaba la foto de perfil de Young Mi. Lee el mensaje donde la chica pedía ayuda y él acelera más el auto con dirección hacia el karaoke donde marcaba la ubicación de ella.
Sung Yong regresa hacia el sofá para sentarse al lado de Ju Gyeong y pasar su brazo por detrás de los hombros de ella mientras esperaban a que Seo Jun llegara para poder arreglar las cuentas que el chico Han tenía con el matón. Todo fue interrumpido cuando la puerta es abierta de un momento a otro, revelando que se trataba de Su Ho.
—¿Quién es este? No es el tipo al que llamé -Dice Sung Yong.
—Ju Gyeong -Menciona Su Ho mirándola.
—Su Ho
—Sí, sí somos nosotras -Interviene Young Mi intentando acelerar el proceso para su liberación.
—Oh espera -Sung Yong se levanta y camina hacia Su Ho–. Es el tipo que nos siguió la última vez.
Su Ho corre, salta sobre la mesa y finalmente toma impulso para tirarse sobre Sung Yong tomándolo de la camisa blanca aterrizando en el sofá, dejando a todos los presentes por el accionar del chico.
—¿Qué estás haciendo? -El matón pregunta desconcertado, recibiendo como respuesta un golpe en el rostro por parte de Su Ho.
Sigue dando golpes en el rostro del chico mientras los demás cómplices intentan detenerlo entre todos pero Su Ho logra liberarse de sus agarres con facilidad, las dos únicas chicas estaban a un lado mirando completamente sorprendidas por toda la escena que se formaba frente a ellas. Le sorprendió a Young Mi que Su Ho tuviera esa ligera de pelear, así como fuerza porque pudo soltarse de dos chicos y seguir golpeando a Sung Yong como si nada.
La puerta nuevamente es abierta de golpe mostrando a Seo Jun, quien mira de inmediato a su mejor amiga y ella pudo sentirse más tranquila de verlo, pensaba que no llegaría a tiempo.
—¡Es Seo Jun! -Dos de los chicos lo señalan y caminan hacia él. Seo Jun deja a un lado su bolso negro para poder esquivar y dar golpes hacia los matones que se acercaban a él.
—Quédate aquí -Le indica Young Mi a Ju Gyeong mientras le entrega su bolso azul para que lo sostuviera. Camina hacia uno de los chicos sonriendo de lado–. ¡Oye!
Llama a uno de ellos antes de golpearlo en el rostro iniciando así una pelea con él y en ese momento agradecía las pocas clases de jiu-jitsu que tuvo en Australia, pudo defenderse bien a pesar de que fue un deporte que realizó por un año antes que su madre lo definiera como "inapropiado" para una dama. Golpeó y esquivó los golpes como si practicara el deporte todos los días a pesar que hace tres años no lo hace.
El lugar era un completo desastre entre los vándalos contra Su Ho, Seo Jun y Young Mi mientras Ju Gyeong se mantenía a un lado observando todo con terror. Alguien tira de Young Mi permitiéndole perder el equilibrio y que uno de los golpes diera en su rostro aterrizando en el sofá, abre los ojos con lentitud viendo como Seo Jun la miró preocupado pero ella levanta su pulgar haciéndole saber que estaba bien. El pelinegro desvía su mirada detrás de ella hacia la persona que tiró de su mejor amiga, se abalanzó contra Sung Yong propinándole golpes completamente fuera de sí.
—Seo Jun -Young Mi toma el blazer de su amigo intentando detenerlo pero el chico seguía golpeando a Sung Yong–. ¡Seo Jun! ¡Fue suficiente! -Tiró de él con todas sus fuerzas logrando alejarlo del matón y mirándolo a los ojos–. Basta.
Se miraron por unos segundos en donde Seo Jun tenía su respiración agitada, el cabello desordenado y algunas pequeñas marcas en el rostro debido a la pelea. El chico levanta la mirada levemente mirando detrás de su amiga.
—Agáchate -Ordena el pelinegro y Young Mi obedece, Seo Jun lanza un golpe al chico que pretendía atacar por detrás a su mejor amiga. Toma de los hombros a Young Mi quedando frente a frente de nuevo–. Es mejor que te vayas.
—No, no me voy a ir.
Se aleja de su amigo para dar pasos hacia el chico que anteriormente Seo Jun lo había golpeado y ahora se estaba reincorporando, la chica golpea el rostro del matón con su rodilla enviándolo de nuevo al suelo. Gira hacia Seo Jun que miraba un poco sorprendido lo que su amiga hizo.
—Puedo defenderme sola.
De un momento a otro, los amigos de Ju Gyeong y Young Mi irrumpieron en la habitación captando la atención de todos. La pelinegra no entendía cómo sus amigos llegaron hasta ahí pero mientras más personas sean, terminarían más rápido con todos los matones.
—¿Estás bien? ¿Te lastimaste? -Su Ho le pregunta a Ju Gyeong bajo la atenta mirada de Seo Jun.
—No -Niega la chica.
Soo Jin es la primera en lanzar la primera patada en uno de los matones y les indica a sus otros dos amigos que debían enfrentar también a los que restaban a pesar de que ellos no sabían pelear como ella pero harían su mayor esfuerzo para poder derrotarlos a todos. Seo Jun regresó para golpear a Sung Yong mientras Young Mi ayudaba a sus amigos a terminar con los matones.
Hubo un momento donde Su Ho dejó de estar al lado de Ju Gyeong para golpear a uno de los malos, el cuál fue aprovechado por uno de los desconocidos para intentar agarrarla pero fue interrumpido por Seo Jun. Young Mi se dio cuenta de que uno de los chicos planeaba tirarle un vaso de vidrio por detrás a su mejor amigo, así que corre hacía él para evitar que le haga daño a Seo Jun y lo logra al patearlo en la espalda, cae en el sofá y rebota de este golpeándose contra la mesa terminando en el suelo.
Ju Gyeong mira como Su Ho tenía de la camisa al chico que intentó hacerle daño de no ser por Seo Jun, mientras el chico Han miraba la sorpresa de ella sin darse cuenta que Young Mi lo miraba a él. Era una cadena de miradas entre los cuatro pero había algo particular que sólo Young Mi y Seo Jun compartían.
Porque Seo Jun quería que Ju Gyeong lo mirara como ve a Su Ho. Y Young Mi quería que Seo Jun la mirara como ve a Ju Gyeong.
4322 palabras, dios santo.
nunca he escrito tanto.
ya no veo que comentan:(
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