VEINTIDOS. punishment
🌸 CAPITULO VEINTIDOS
punishment / castigo
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LA PRIMERA CLASE AÚN NO empezaba, lo que daba permiso a que los estudiantes de Saebom se desplazaran de un lugar a otro tanto en los pasillos como en el interior de las aulas de clase. El aula donde se encontraba la pelinegra heredera de la familia Eun estaba en desorden, especialmente porque hablaban al mismo tiempo entre ellos y alguno que otro había salido de la habitación pero entre todos, solo una persona estaba en su asiento con la mirada al frente en algún punto muerto del aire apenas parpadeando.
Young Mi estaba sumergida en sus más profundos pensamientos enfocándose en los acontecimientos de la noche anterior y todo lo ocurrido a partir de la pelea que se desencadenó en el karaoke. Fue interrumpida cuando sintió una presencia a su lado, gira la cabeza con lentitud encontrándose con una figura masculina y termina por levantar la mirada encontrándose con la mirada de alguien que no esperaba ni siquiera de casualidad.
—Seo Jun... -Murmura con sorpresa al ver a su mejor amigo aparecer de un momento a otro.
—¿Has visto a Cho Rong? -La interrumpe de inmediato con total frialdad que fue directo al corazón de Young Mi, como si se tratara de un cuchillo afilado. Le dolió pero no pudo demostrarlo con libertad, solo bajo la mirada un poco triste.
—No... -La respuesta fue suficiente para que el chico se diera la vuelta alejándose de ella pero Young Mi se levanta y toma la mano de Seo Jun deteniendolo en su caminar–. Espera -Le dice y él gira su cabeza hacia ella sin borrar su expresión neutra que llevaba desde que llegó a la escuela. Mira la delicada mano de Young Mi sosteniendo su muñeca pero no dice nada–. ¿A dónde vas?
—No es de tu incumbencia.
Seo Jun aleja su brazo sin nada de cuidado luego de responderle a Young Mi de la misma manera en la que se alejó de ella. El chico la mira por última vez antes de seguir con su camino dejando a Young Mi haciendo resonar la respuesta en su cabeza con dolor, algunos de sus compañeros que estaban cerca la miraban con curiosidad porque era evidente en su rostro que estaba triste luego del trato que el chico le dio con su respuesta agresiva.
La pelinegra mira como Seo Jun abandona el aula de clases y gira hacia la derecha perdiéndose en el pasillo, ella logra reaccionar unos segundos después de que se fuera y decide seguirlo para hablarle. Detestaba estar enojada con él y en pocos meses, estaba sucediendo con demasiada frecuencia que empezaba a molestarla.
Lo sigue hasta que el chico ingresa a la sala de profesores.
—¡Fui yo! -Es lo primero que dice Seo Jun al ingresar a la habitación. Young Mi apoya su espalda contra la pared y se asoma viendo que los amigos de Seo Jun se encontraban frente al subdirector en cuclillas como si se tratara de un castigo–. Yo fui quien participó en esa pelea.
—¿Seo Jun? -El profesor Han se levanta de su sitio mirando al chico con sorpresa.
—Estaba a punto de llamarte -Confiesa el subdirector con una pequeña sonrisa satisfecha. Disfrutaba de castigar a Seo Jun y verlo en problemas–. Párate junto a ellos -Indica con la regla de madera que tenía una mano–. Cuclillas -Ordena siguiendo con la mirada al chico Han que se detiene junto a sus amigos para obedecer con el castigo.
La chica que se encontraba fuera de la oficina mira todo a escondidas pero termina por alejarse de la pared para ingresar a la sala de maestros llamando la atención de todos los presentes, en especial de Seo Jun que cambia su semblante serio a uno ligero de sorpresa pero Young Mi no le dirige la mirada ningún segundo.
—Yo también estuve ahí -Habla la chica con completa seguridad sorprendiendo un poco más al subdirector y al profesor Han.
—Eun Young Mi, es la segunda vez que estás involucrada en una pelea junto a Seo Jun -Con la regla le indica a la chica que se acercara a los demás–. Deberías escoger mejor con quiénes te juntas. Cuclillas.
Ella obedece de inmediato mirando al frente, mientras que Seo Jun a su lado la miraba con insistencia esperando que girara a verlo pero eso no sucedería. Si él tenía la facilidad de ser cortante y aplicarle la ley del hielo, Young Mi era el triple de orgullosa que él y no le hacía competencia para nada.
—¡Nosotros también fuimos parte de la pelea! -Tae Hoon, Soo Ah y Ju Gyeong aparecieron levantando los brazos expresando que estaban dispuestos a aceptar el castigo.
—¿Qué? -El subdirector los mira con confusión–. Demasiado para lucir dulce e inocente. Pónganse en cuclillas junto a ellos -Señala con la regla al lado de Young Mi–. ¡Ahora mismo!
Los tres amigos de la pelinegra al lado de Seo Jun, ocuparon los sitios libres para empezar con el castigo bajo la mirada decepcionada del profesor Han.
—¿Qué será de todos ustedes? -Mira a todos los estudiantes frente a él, incluso a los amigos de Seo Jun que no estuvieron involucrados en la pelea.
—Estuve ahí también -Aparece Soo Jin provocando que los demás giraran sus cabezas hacia ella en simultáneo.
—Veo que fue un desastre colosal -Vuelve a repasar su mirada por los estudiantes que ya tenía castigados en frente y en ese segundo, aparece una segunda persona que sorprende ligeramente a todos los demás incluyendo a las autoridades.
—Yo soy quién inició esa pelea -Su Ho confiesa colocándose al lado de Soo Jin.
—Bien por usted -Asiente el subdirector y antes de que pudiera seguir hablando, el director aparece por la segunda puerta de la habitación.
—¡Dios mío! -Expresa con sorpresa y mira con molestia a los que estaban castigados–. Vándalos -Empuja a uno y los demás también se ven afectados casi como en domino, Seo Jun pasa su brazo por el cuerpo de Young Mi para que la chica no cayera. Ambos se miran luego de que logran estabilizarse pero ella se aleja con rapidez, estaba enojada por su comportamiento–. Dios mío -El director lloriquea mientras se acercaba hacia Su Ho, quién permanecía como un maniquí–. ¿Nuestro mejor alumno se lastimó por casualidad? -Le pregunta preocupado, causando que más de uno rodara los ojos–. ¿Qué diablos hicieron ustedes, tontos... -Reclama a los demás estudiantes alzando la voz–, ...para hacer que Su Ho se involucre en una pelea?
—¿Sr. Han Jun Woo? ¿Sr. Han Jun Woo? -La voz de alguien llamando al profesor Han fue el foco de atención.
—Sí, soy yo -Se señala el profesor Han.
—Excelente -Un repartidor ingresó por completo a la sala de profesores y se acercó a paso rápido hacia el profesor cargando una bolsa en sus manos–. Estas flores son para ti -Las coloca sobre su escritorio.
Algunos de los presentes en la sala expresaron con sorpresa de ver el detalle que le había llegado al profesor Han, incluso un par de los alumnos sonrieron y otros intentaron aguantar las risas por la situación incómoda. El profesor Jun Woo miraba a sus superiores con vergüenza esperando que eso no significara una llamada de atención, aunque muy a pesar de eso quería que la tierra se lo tragara.
—¿Flores? -Pregunta al repartidor sin comprenderlo.
—Sí -Asiente el hombre–. Oh, fue enviado por Lim Hee...
—¿Qué? -Exclama interrumpiendo al hombre y sobresaltando a los demás–. Lo siento -Dice de inmediato–. No es nada -Se dirige hacia el resto–. Sí, sé quién es. Creo que sé quién lo envió.
—Bueno -El repartidor estaba igual de confundido que el resto.
—Quiero que vayan a la oficina de consejería -El profesor Han les habla a los estudiantes con tranquilidad, a diferencia del subdirector y director que les llamó la atención–. ¡Usted! -Vuelve a levantar la voz señalando a Ju Gyeong y sorprendiéndola por su accionar.
—¿Sí? -Responde de inmediato.
—Ustedes -Señala a todos los estudiantes–. Vayan a la oficina de consejería.
El profesor Han abandona la sala de profesores luego de su última orden, los estudiantes e incluso los superiores se miraron sin entender el comportamiento del profesor pero no dijeron nada más. El subdirector fue el encargado de llevar a todos los estudiantes hacia la oficina de consejería justo como el profesor había ordenado antes de retirarse, así que no dijeron nada en contra y obedecieron asumiendo sus respectivas culpas por haber participado del desorden en el karaoke.
En la oficina de consejería, el encargado los hizo sentarse en una mesa y les entregó una hoja a cada uno esperando que pudieran escribir con sinceridad los cargos de culpa y pudieran expresar su arrepentimiento. Debido a que los amigos de Seo Jun no habían participado de la pelea, ellos no se encontraban presentes en la oficina de consejería, así que los únicos presentes en la mesa eran Su Ho, Soo Jin, Soo Ah, Tae Hoon, Ju Gyeong, Seo Jun y Young Mi respectivamente de izquierda a derecha.
No hacía falta detallar que Young Mi se sentía dolida, triste y enojada con Seo Jun por el trato que recibe injustamente por parte del chico desde la noche anterior, así que una vez más, ella no lo miró ni de reojo a pesar de que estuviera sentado a su derecha. El chico Han no podía enfocarse en nada más que tenerla a su lado, pensar en la noche anterior y en la forma en cómo le habló varios minutos antes cuando buscaba a Cho Rong. No era un secreto que él actuaba sin pensar en las consecuencias, una vez más, estaba lastimando a Young Mi con su comportamiento y cuando se daba cuenta de sus errores, era demasiado tarde porque ella ya estaba enojada, con justa razón.
La miraba de reojo, esperando que ella también girara a verlo pero eso estaba lejos de suceder porque no daría su orgullo a romper aunque pudiera sentir la pesada mirada de él.
Seo Jun no se rinde pero el hecho de mirarla no estaba funcionando, así que acerca su mano con lentitud hacia la de ella. Young Mi aleja su mano de inmediato cortando cualquier contacto físico entre ambos. Él suspira con frustración al ver que el enojo de ella iba enserio y que no podría hacer mucho estando frente a los demás, si quería arreglar las cosas, debía ser en privado si es que tenía suerte de ser escuchado.
Agarra el bolígrafo que le dieron y en la hoja blanca escribe "Lo siento" antes de juntar sus brazos y acomodar su cabeza entre ellos para dormir como siempre hacía, puesto que tampoco tenía mucho por hacer.
—Lo siento, chicos. Todo es mi culpa -Habla Ju Gyeong haciendo girar la cabeza de Young Mi por primera vez desde que llegaron.
—¿Por qué lo sientes? -Pregunta Soo Jin pero Ju Gyeong no responde–. Seo Jun -La chica llama al único que estaba durmiendo, él levanta la cabeza mirándola–. Deberías disculparte con Ju Gyeong -El chico se reincorpora siendo visto de reojo por su mejor amiga–. Esto sucedió porque pensaron que ella era tu novia.
—Bueno... Se ve bien -Habla el chico con desinterés–. No tienes piernas? ¿Por qué no te escapaste?
—¿No puedes hablar bien?
—Lo que sea -Mueve la mano restándole importancia–. No las volverán a molestar, así que no se preocupen -Gira la cabeza encontrándose con la mirada de Young Mi, quién rueda los ojos antes de mirar a cualquier otro lado menos a los ojos de él.
—Por casualidad, ¿peleaste con ellos de nuevo?
Young Mi baja la cabeza fingiendo estar escribiendo pero en realidad estaba escuchando todo tratando de evitar la mirada de Seo Jun, al escuchar el tono de preocupación en la pregunta de Ju Gyeong, su reflejo involuntario fue sostener el bolígrafo con fuerza y apretándolo contra la hoja. Por alguna razón, el coraje empezaba a arder en la boca de su estómago y sentía las ganas de golpear la mesa.
—¿Por qué pelearía? -El ego de Seo Jun subió como la espuma y eso hizo gruñir a la pelinegra en voz baja porque su mejor amigo se estaba prestando para seguirle la corriente a Ju Gyeong–. ¿Crees siquiera que son lo suficientemente buenos para pelear conmigo? Los hubiera matado a palos.
—¿A palos? -Soo Ah y Tae Hoon expresan con terror al mismo tiempo.
Seo Jun después de sus cinco minutos de fama, regresa a su posición anterior de acomodarse a seguir durmiendo con tranquilidad.
Cuando el tiempo que debían pasar en la oficina de consejería, los chicos se dirigieron de vuelta a su salón de clases debido a que el señor Han iba a empezar pronto con la clase del día. Salieron en grupo aunque Su Ho iba tomando la delantera dejando que el grupo de amigos fuera detrás de él, mientras que Seo Jun iba al final de todos viendo como su mejor amiga hablaba con Soo Ah, Tae Hoon y Ju Gyeong. Aunque de segundo en segundo alternaba su mirada entre Young Mi y la chica que desde hace poco no dejaba de pensar, Ju Gyeong.
Su Ho fue quien se detuvo en el baño de hombres y unos pocos segundos después, Seo Jun le siguió pero Young Mi trató de ignorar la posibilidad de que en el interior pudieran terminar matándose.
El grupo de amigos ingresan a su salón de clases haciendo girar las cabezas de los demás pero no hicieron nada más, aunque algunos sí se acercaron para preguntarles lo que había ocurrido y la razón por la cual habían terminado castigados. Young Mi logró librarse de sus compañeros chismosos y se escabulló hacia su asiento, en el cual termina por desplomarse soltando el aire que retenía en sus pulmones. El día aún no había llegado ni a la mitad y ya estaba siendo agotador.
Decide sacar sus libros para avanzar con la tarea mientras esperaba que la clase del profesor Han empezara pronto. Le faltaba terminar la tarea de Filosofía y debido a su mala suerte, no había traído el libro para completarlo. Mueve la cabeza viendo que Soo Ah se encontraba conversando con una chica que se sentaba delante de ella, se levanta de su asiento y camina hacia ella.
—Soo Ah -La llama y la pequeña nombrada levanta la cabeza–. ¿Tienes el libro de Filosofía? No lo traje y necesito terminar el ensayo para mañana.
—No, no lo traje -Niega la pelinegra–. ¿Ensayo?
—El profesor me dio un tema para hacer un ensayo y recuperar parte de la calificación por haber ingresado a mitad del año -Soo Ah asiente entendiendo la respuesta.
—Podrías preguntarle a Soo Jin, a ella nunca le falta nada.
—Gracias -Young Mi le sonríe a su amiga antes de acercarse a la otra pelinegra que estaba escribiendo en su cuaderno, parece que también estaba avanzando una tarea–. Soo Jin -La nombrada levanta su cabeza ante el llamado.
—¿Qué sucede, Young Mi? -Deja de escribir para centrarse en la chica Eun.
—¿Tienes el libro de Filosofía? No lo traje.
—No, no lo tengo. La clase es mañana, no hoy, ¿por qué?
—Tengo que terminar un ensayo que me dejó para recuperar la calificación faltante -Responde con rapidez–. ¿Sabes de alguien que lo puede tener?
—Hoy Ju Gyeong le entregó el libro de Filosofía a Su Ho, cómo la está ayudando a ponerse al corriente con las clases. Podrías preguntarle a él.
Young Mi gira su cabeza con lentitud a ver el lugar donde el pelinegro recién llegaba del baño, aquel que se sentaba detrás de ella y era casi igual a una escultura de piedra porque siempre iba con la misma expresión facial para todos lados e influenciaba miedo en todos los estudiantes. Aquel chico que tenía la reputación de posiblemente ser la persona más fría que exista en este planeta, ese es Lee Su Ho y Young Mi se veía en la necesidad de pedirle prestado el libro de Filosofía porque no quería ponerse al corriente de las clases anteriores a su llegada justo como lo estaba haciendo Ju Gyeong.
—¿No viste a nadie más con el libro de Filosofía? -Le pregunta con cierta delicadeza de no sonar temerosa.
—No, no lo he visto -Mueve la cabeza en negación.
—¿Podrías pedirle tú? -Fuerza su mejor sonrisa intentando convencerla y Soo Jin sonríe con gracia.
—¿Por qué? ¿Le tienes miedo a Su Ho? -Cruza sus brazos mirándola con curiosidad.
—¿Qué dices? Claro que no -Niega con total seguridad aunque en su interior reclamaba todo lo contrario–. Solo no quiero molestarlo.
"Podría intentar matarme si siquiera me acerco a respirar el mismo aire", piensa Young Mi.
—Házlo tú -Soo Jin toma el cuaderno en el que antes estaba escribiendo y se levanta de su asiento–. Tengo que ir a entregarle esto al profesor de Inglés. Lo siento.
—Soo Jin -Intenta detenerla pero la nombrada logra alejarse con una sonrisa burlona hasta salir por completo del aula de clases, dejando que Young Mi pudiera tener su incentivo de acercarse a Su Ho. Gira hacia el chico que tenía su mandíbula apoyada en la palma de su mano mirando al frente y tratando de no quedarse dormido–. Oh, maldición. Vamos Eun Young Mi, te enfrentaste a cosas peores.
La chica se alienta a sí misma tomando el coraje para que sus piernas se dirigieran por sí solas hacia donde el chico Lee se encontraba con total serenidad. Da su primer paso y sin pensarlo, ya se encontraba caminando hacia él a paso tembloroso pero tratando de no caerse en el transcurso. Su corazón golpeaba con violencia e incluso una ligera capa de sudor empezaba a hacerse presente que era limpiado con el dorso de la mano de ella.
—Vamos, vamos, tú puedes -Murmura antes de dar dos pasos hasta llegar al asiento de Su Ho, acerca su mano con lentitud hacia el hombro del chico y este gira su cabeza con lentitud hacia ella. Young Mi le intenta sonreír aunque sale completamente como una sonrisa nerviosa–. Hola, Su Ho. No sé si te acuerdas de mí pero mi asiento es delante del tuyo...
—¿Qué quieres? -La interrumpe con la pregunta de inmediato. Claro que la conocía pero no iba a decírselo.
—Tu libro de Filosofía, solo por dos minutos. Necesito completar algo y no lo traje hoy -Habla con rapidez pero cada palabra fue entendido por Su Ho, quién se mantuvo en todo momento como siempre: sin expresión alguna–. No tienes que darmelo, solo traeré mi cuaderno aquí para que no pierdas de vista tu libro y puedas ver que no lo dañaré o algo -Vuelve a sonreírle tratando de convencerlo–. Por favor.
Él la mira por unos cortos segundos que para ella pareció una completa eternidad, con esa intensa y seria mirada pareciera que estuviera mirando a través de ti, incluso que pudiera saber todos tus secretos y estuviera juzgándote por ellos. Era tan escalofriante.
—Bien -Accede y Young Mi no se arrodilla a agradecer al cielo por tal milagro solo porque no quería pasar vergüenza. Mientras Su Ho saca su libro de entre sus pertenencias, Young Mi agarra su cuaderno y le hace señas al chico que se sienta al lado de Su Ho para que le prestara su silla, la arrastra hasta sentarse al lado de Lee–. Tienes diez minutos.
—Sólo necesito cinco -Dijo la chica cuando se sentó al lado de él.
Coloca el libro y el cuaderno juntos para empezar a escribir lo más rápido que pudiera permitirle mientras sus sentidos vagaban, pudo reconocer el perfume masculino del chico a su lado y ella sabía reconocer cuando un perfume era costoso, justo como el que Su Ho llevaba impregnado en su ropa. Dejó de centrarse en eso y siguió con su propósito de terminar con el ensayo correspondiente.
Su Ho se encontraba observando como Young Mi escribía cuando en realidad estaba peleando para no quedarse dormido, su cabeza se balanceaba de un lado a otro y terminaba por reaccionar cuando estaba por poco de golpearse con la ventana a su izquierda o golpearse contra la mesa de al frente. Estaba muy cansado, lo único que necesitaba era irse a casa a dormir por doce horas como mínimo pero eso no sucedería tan pronto, por lo menos en unas horas más tenía que aguantar.
Young Mi aceleraba el movimiento de su mano escribiendo hasta que siente un peso en su hombro izquierdo haciendo que su cuerpo se inclinara para ese lado, ella gira para ver de qué se trataba y era la cabeza de Su Ho que reposaba sobre su hombro. Abre los parpados a más no poder de la sorpresa por su accionar e incluso abre la boca pero no logra decir nada, inclina su cabeza con cuidado intentando ver su rostro, dándose cuenta que el pelinegro estaba con los ojos cerrados. Se había quedado dormido en su hombro.
Mira a todos lados con pánico esperando que nadie los estuviera viendo porque los rumores corrían con rapidez en los pasillos de la escuela y por suerte, nadie los estaba mirando aunque no tardaría mucho antes que alguien lo hiciera.
—Su Ho -Le susurra intentando despertarlo sin ser brusca y continúa mirando a su alrededor–. Despierta, nos mirarán raro -El chico no responde, estaba profundamente dormido–. Vamos, eres realmente pesado.
—Sólo cinco minutos más -Murmura apenas e incluso se acomoda en el hombro de la pelinegra que aumentó su pánico.
Gira la cabeza por última vez para asegurarse que nadie viera la escena y es ahí donde se encuentra con un par de ojos negros que si se tratara de una caricatura, estuviera lanzando fuego por la boca. Hacen contacto visual por unos segundos en los que ella no pudo reaccionar pero fue suficiente para ver cómo el chico arrancó una hoja de su cuaderno y lo aplastó con tanta fuerza que sus nudillos podían ser vistos volverse blancos a la distancia.
No quería más problemas, suficientes tenía con lo de la noche anterior como para ahora ocasionar otra pelea entre Seo Jun y Su Ho.
—¡Ya! -Empuja la cabeza de Su Ho con un poco de cuidado logrando despertarlo de inmediato–. Ya terminé, gracias por prestarme el libro.
Young Mi cierra su cuaderno a la velocidad de un rayo y le devuelve la silla a su compañero, mira con nerviosismo a Seo Jun que seguía cada movimiento de ella con detenimiento bajo esa forma gatuna de sus ojos oscuros. Acelera sus pasos haciendo camino hacia la salida del salón de clases teniendo como propósito huir de la furiosa mirada de Seo Jun que le lanzó al ver como Su Ho se acomodaba en el hombro de su mejor amiga, eso liberó todo su enojo casi de inmediato justo como si lanzaras un fósforo a un contenedor de gasolina.
Él mira por última a vez a Su Ho, quién estaba guardando su libro con total tranquilidad e incluso un poco de pereza, el corto sueño estuvo bueno aunque pronto tendría tiempo para lamentarse por haberse apoyado en el hombro de una chica que no conocía de nada. Seo Jun aprieta sus manos con dureza y empuja su silla generando un estruendo haciendo que los demás se quedaran callados, aún peor cuando él también abandona el salón de clases dando sonoros pasos yendo por el mismo camino que Young Mi tomó.
La pelinegra estaba no tan lejos de llegar a la oficina de del profesor de Filosofía justo cuando la campana toca, avisando que la clase ya estaba por empezar. No se apresuró, podría excusarse con el profesor Han que fue a dejar una tarea y esa era la razón de su tardanza. El pasillo se encontraba completamente vacío, ella era la única caminando y sus pasos lo único que se escuchaba.
Cuando estaba por llegar a la puerta del profesor de Filosofía, alguien toma su antebrazo desde sus espaldas y la hace girar hasta que su espalda impacta contra la pared más cercana, todo fue demasiado rápido que no le dio tiempo de reaccionar cuando ya se encontraba entre la firme pared detrás de ella y el cuerpo imponente de una persona al frente. Alza la cabeza siendo testigo de la expresión dura de Seo Jun a una distancia no tan prudente entre ambos rostros pero eso no era de importancia en ese momento.
—Seo Jun... -Murmura la chica con sorpresa de verlo tan cercano y de que él la tuviera de esa manera. No esperaba que hiciera algo así, ni lo creía capaz.
—¿Acaso quieres que me vuelva loco? -Pregunta entre dientes empujando más el cuerpo de la chica contra la pared, ella abre sus párpados con sorpresa y la boca ligeramente abierta.
—¿D-De qué hablas? -Pregunta nerviosa.
—No vuelvas a dejar que Su Ho se te acerque así -Sonó como una orden que le provocó escalofríos en Young Mi, más cuando el chico se acerca hacia ella pegando sus cuerpos casi por completo–. Perderé la cabeza, Young Mi. No lo vuelvas a hacer.
Se mantuvieron en silencio aunque lo único que se escuchaban eran sus respiraciones agitadas al estar tan cerca, un leve movimiento y pronto terminarían por rozar sus labios en un acto que rompería la regla de amistad por completo. Fueron traicionados por sus reflejos cuando ambos miraron los labios del otro casi al mismo tiempo, en esa situación tan comprometedora volvía a nacer las intenciones de seguir sus instintos por segunda vez justo como sucedió en la habitación de él. Las ganas aumentaban con rapidez pero ninguno estaba preparado para dar acortar la distancia entre sus rostros.
Bueno, no hasta que alguno de ellos tuvo la valentía de seguir con lo que más quería.
Seo Jun se estaba acercando peligrosamente al rostro de su amiga acortando la distancia tortuosa en milímetros, Young Mi sabía lo que estaba por empezar y cierra sus ojos con fuerza sin tener la valentía de mirarlo cuando ocurriera. Ella también lo quería tanto como él pero sabía que estaba mal de cierta manera, su amistad se pondría en peligro.
Aunque no quisieran aceptar, estaban deseando que ese beso por fin sucediera.
oa, disculpen la ausencia.
dos meses sin escribir nada por aquí lmao.
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
PLUS
Seo Jun y Young Mi en todo el capítulo de hoy:
sin nada más que decir, cuídense y espero
que nos leamos pronto por aquí<3
—ASLAN
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