TREINTA Y CUATRO. treason

🌸 CAPITULO TREINTA Y CUATRO
treason /   traición
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YOUNG MI HABÍA DESCENDIDO DE LA AZOTEA con Seo Jun tomados de la mano sintiéndose más segura que nunca a pesar que solo tenía a una persona a su lado. Podrían venir todos los problemas de cien pero al lado de él sería capaz de vencerlos todos y cada uno de ellos sin dificultad alguna. Lo miraba de reojo y sonreía plenamente, tenerlo cerca siempre la ayudaría cuando se sentía mal y en momentos como ese estaba agradecida de que permanezca a su lado.

Ambos jóvenes llegan hacia las puertas principales del edificio de la escuela dónde se encontraban. Los padres de Young Mi y su hermana menor la vieron acercarse lentamente acompañada de su mejor amigo, sintiendo desaparecer un gran peso de sus hombros y el alivio abrazarlos con mucha fuerza.

—No te vayas y espera mi mensaje -Seo Jun le murmura antes de alejarse por el lado contrario.

—Hija -Llama Seung Dam antes de abrazar fuertemente a su hija y derramando algunas lágrimas sobre su hombro–. Mi niña.

—Lo siento mucho -Dice la pelinegra y su madre niega mientras acaricia con cariño su espalda.

—No tienes nada por lo cuál disculparte, cariño -Seung Dam se aleja de ella para verla a los ojos–. Nunca tuviste la culpa de algo.

—Cariño -Jung Kyung se acerca a su hija y la abraza. Estaba mucho mejor ahora que la tenía en sus brazos pero tenía un gran peso sobre sus hombros aún, no lograba perdonarse todo lo que hizo en Australia y cómo las decisiones que tomó seguían atormentando a Young Mi después de todo este tiempo–. Estás bien.

—Pensé que te había ocurrido algo, no te encontraba por ningún lado -Han Dam también apareció a su lado y Young Mi le sonrió.

—Supongo que ya me debías una.

Han Dam hace memoria sobre aquella noche en Itaewon cuando ella estaba con sus amigas y le escribió a su hermana mayor pidiéndola que la recogiera pero terminó yéndose por su cuenta. La señala y asiente dándole la razón, terminando la deuda que tenían de por medio.

—Deberíamos regresar a casa. No tienes nada más qué hacer aquí -Demanda Seung Dam colocando una mano en la espalda baja de su hija guiándola hacia el auto negro en el que habían llegado pero Young Mi pone resistencia.

—No -Seung Dam gira hacia su hija al escuchar su negación–. Seo Jun me dijo que espere un momento. Creo que es importante así que mejor regresaré con él a casa.

Seung Dam y Jung Kyung se miran no tan convencidos de lo que su hija les estaba proponiendo puesto que no querían volver a dejarla sola, al menos luego del reciente problema por el que acaba de pasar pero Young Mi les estaba casi rogando con la mirada.

—Young Mi...

—Está bien -Seung Dam interrumpe a su esposo–. Mandaré a que preparen tu comida favorita y te esperaremos para la cena, ¿te parece?

—Perfecto -Asiente Young Mi una sonrisa se dibuja en su rostro, por lo que Jung Kyung no tiene más opción que resoplar resignado.

—No llegues después de la cena -La señala cómo una advertencia y su hija mayor asiente estando de acuerdo.

Young Mi se mantiene de pie en las escaleras viendo cómo sus padres y hermana menor se subían al vehículo en el que habían llegado pero es Han Dam quién le da una última mirada y gesticula que debería contarle todo cuando llegue a casa. El auto negro se desplaza por el estacionamiento hacia las puerta principales de la escuela para salir hacia las calles hasta desaparecer por completo en las mismas.

Estaba por sentarse en las escaleras para esperar a Seo Jun pero su teléfono suena avisándole que le había llegado un mensaje.

SEO JUN

Espérame cerca del callejón dónde están los contenedores de basura.
Escóndete bien, no preguntes.

Aunque le parecía demasiado raro lo que su mejor amigo le estaba pidiendo, ella confiaba lo suficiente en él cómo para poder hacer con los ojos cerrado lo que sea. Camina hacia el lugar dónde le había indicado mientras sostenía su teléfono en una mano, esperaba llegar rápidamente antes que suena la campana avisando el cambio de curso porque no quería que alguien la viera y siguieran acosándola. Tenía la espalda apoyada en una de las paredes que giraban hacia el callejón y estaba esperando que apareciera Seo Jun.

Revisaba su teléfono a la espera que Seo Jun le enviara un nuevo mensaje pero pronto escuchó voces junto a pasos acercándose del otro lado por lo que se escondió justo cómo él le había pedido.

—Déjame -Escucha la voz de una chica. Inclina un poco su cabeza para ver llegar a Seo Jun arrastrando a Soo Jin del brazo hasta que ella se libera de un solo movimiento.

—¿Eres tan basura? -Seo Jun masculla entre dientes–. Elimina las fotos y el vídeo.

—No quiero

—¿No quieres? -Mete una mano en el bolsillo de su blazer oscuro y saca el teléfono de la chica pero esta le quita de vuelta.

—¿Por qué te importa?

—Porque te metiste con Young Mi -Responde de inmediato–. ¿Qué pensará Lee Su Ho de ti cuando se entere? ¡Bórralo antes de que le cuente todo!

—Dile, no tengo miedo.

—¿Qué?

—Y no puedo aunque quisiera -Sigue hablando–. ¿Cambiaría algo si lo borro? ¿Hay alguien que aún no lo haya visto?

—¿Por qué vas tan lejos? ¿Es por Lee Su Ho? -El silencio de Soo Jin fue suficiente para él–. Si se entera, ¿crees que incluso te considerará una amiga?

—¿Una amiga? No tengo intenciones de quedarme solo como amiga como una tonta y tener un amor unilateral con el corazón roto cómo tú.

—¿Crees que destruiste a Eun Young Mi y Lim Ju Gyeong? -Seo Jun da un paso hacia ella acortando la distancia para intimidarla–. Tú eres la que está rota -Sostuvieron contacto visual por unos segundos antes que el chico siguiera hablando–. Young Mi, ven.

La mencionada abandona su escondite lentamente siendo seguida por la mirada de la que se suponía, era una de sus mejores amigas. Young Mi no podía emitir palabra alguna y tenía los ojos vidriosos a punto de romperse en lágrimas pero sosteniéndole la mirada a Soo Jin en todo momento evitando tener su atención en otro lado. Soo Jin no esperaba que Young Mi se encontrara ahí y escuchara la conversación que mantuvo con Seo Jun dónde prácticamente aceptaba su responsabilidad por haber subido las fotos de Young Mi y el vídeo de Ju Gyeong, sus amigas.

Eun Young Mi se detiene frente a Soo Jin enfrentándola, ella estaba totalmente congelada en su lugar sin saber cómo reaccionar cuando todo lo que hizo fue ventilado hacia una de las víctimas y al verla a la cara entonces entendió que había cometido un gran error con la persona que le había ofrecido su amistad en todo momento cómo nadie más lo había hecho.

—¿Cómo pudiste? -Fue lo primero que sale de la voz temblorosa de Young Mi–. Todos los comentarios que recibí en ese anuncio no me dolieron tanto cómo esto, Soo Jin -Traga en seco tratando de mantenerse fuerte y no derrumbarse en ese momento–. No debería preguntarte por tus razones ni escucharte, ya entendí que nunca fui tu amiga -Soo Jin se mantenía neutra pero no estaba tan lejos de romperse por completo–. Vámonos, Seo Jun. No quiero estar aquí.

Young Mi es la primera en caminar para salir del callejón siendo seguida por su amigo. Entonces pudo liberar todas las lágrimas que mantuvo reteniendo en sus ojos, lloraba de forma desconsolada mientras pequeños recuerdos de su amistad con Soo Jin aparecían en su cabeza recordándole todo lo que pasaron juntas durante esos meses. ¿En algún momento habrá sido real su amistad? Este tipo de cosas no se le hacían a los amigos, así que Soo Jin no fue su amiga nunca y eso le dolía porque ella si la consideraba cómo una.

En Australia sufrió la traición de quienes consideraba sus amigos pero esto dolió mucho más que todo eso, se sentía cómo si le hubieran clavado millones de cuchillos en la espalda.

—Ven -Dijo Seo Jun atrayéndola a su cuerpo para abrazarla dejando que llore y sin importar que empapara de lágrimas su chaqueta–. No merece que le llores.

—Era mi amiga, Seo Jun -Logra escucharse entre su llanto y Seo Jun la separa de su cuerpo para poder ver cómo sus lágrimas corren nuevamente–. ¿Por qué hizo esto? ¿Acaso hice algo malo para merecerlo?

—No, no, claro que no -Niega repetidas veces intentando limpiar las lágrimas de la pelinegra–. Ella está demasiado consumida con su obsesión por Su Ho que no sería capaz de cualquier cosa.

—¿Por qué yo? No conozco a Su Ho completamente, ¿por qué me hizo esto? No lo entiendo.

Seo Jun volvió a abrazarla escuchándola llorar de nuevo.

—Olvídate de ella, Young Mi. No te merece en lo absoluto, ¿entiendes? -Acaricia su cabello con suavidad tratando de calmarla–. Es mejor que salga de tu vida ahora porque personas cómo ella solo te arrastrarían a cosas mucho peores que esto -Hace una pausa antes de seguir hablando–. Si trata a sus amigos de esa forma, se quedará sola para siempre.

Seo Jun tenía razón y Young Mi estuvo de acuerdo con él en lo que dijo. Tenía que tomarse su tiempo para llorar por lo que le hizo y tratar de eliminar todos los recuerdos con ella para sacarla completamente de su vida para siempre, no quería volver a tenerla cerca luego de hacerle un daño tan grande y sabiendo todo lo que podía causar. ¿Era por Su Ho? No tenía razones para hacerle eso teniendo en cuenta que ella se mantenía alejada de él, ni siquiera habían entablado una conversación dónde él pudiera decirle más de una oración.

Se dio cuenta que ella fue quién había tomado esa fotografía que fue publicada en el artículo del día dónde Su Ho se quedó dormido en el hombre de Young Mi, solo ella podría haber hecho eso y mantenerlo guardado por tanto tiempo. ¿Habría estado planeando todo esto desde entonces? Solo aumentaba la confirmación de su hipótesis que Soo Jin nunca fue su amiga y todo este tiempo estuvo fingiendo, cada sonrisa y comentario solo fue un show para mantener las cosas con normalidad antes de traicionarla de la peor manera reavivando las acusaciones por las cuales la señalaron en Australia.

Era increíble todo de lo que se estaba dando cuenta y más la lastimaba.

—Vamos, te llevaré de regreso a casa.

Los dos abandonaron la escuela y se subieron al primer taxi que Seo Jun detuvo en la calle, le dio la dirección de la residencia Eun dirigiéndose para allá. Young Mi sollozaba por lo bajo tratando de dejar de llorar con los minutos que pasaban y calmándose en el transcurso, no dejaba de darle vueltas al asunto tratando de pensar en todo el daño que Soo Jin le hizo. En algún punto del camino, la chica se quedó dormida en el hombro de su amigo y este solo colocó un brazo detrás de sus hombros acercándola al lado de su cuerpo mientras la miraba de reojo.

Las pocas veces que la había visto dormir le transmitía paz absoluta. Young Mi se sentía tranquila cuando tenía a Seo Jun cerca brindándole su apoyo. Y para Seo Jun el lugar de su paz era algo mucho más simple, solo necesitaba verla dormir para que la tranquilidad invadiera su cuerpo por completo.

Coloca un mechón de su cabello negro detrás de su oreja con cuidado de no despertarla y ella se removió un poco acercándose más a él.

Eran muchas las veces en las que la veía y se sentía sumamente afortunado de tenerla en su vida de nuevo, ¿qué habría sucedido si ella jamás hubiera querido regresar a Seúl? Su vida no habría mejorado a la gran cantidad de la que goza ahora y estaría atado a un amor no correspondido por parte de Ju Gyeong, quien era la chica nueva que también había llamado un poco su atención pero solo tenía ojos para Young Mi y desde que aceptó sus sentimientos no había sido capaz de mirar a otra chica más desde entonces. No se arrepentía de haber hecho todo lo que hizo esa noche en Itaewon, había conocido a su mejor amiga de pequeño y a la chica que le robaba el aliento en el presente.

Le dolía el corazón no poder decirle sus sentimientos, ¿cuándo podría ser sincero con ella sobre sus sentimientos?

Pensaba en todos los buenos hombres de los que puede estar rodeada y solo sigue ahogándose más en lo que realmente siente por ella y en el dolor que le generaba saber que él no podría ser el causante de su felicidad. ¿Realmente era lo correcto? ¿Debía ocultarle que estaba enamorado de ella para que pudiera encontrar un hombre mejor? No sabía si era la correcto pero tampoco sabía si estaba equivocado sobre eso, solo quería que ella fuera feliz porque se lo merecía.

El taxi se detiene frente a la casa de Young Mi y Seo Jun se ve en la obligación de despertar a su acompañante para bajar del vehículo amarillo. La pelinegra aún estaba somnolienta pero tuvo que bajarse del taxi en ese estado siendo ayudada por su amigo, el chico se acercó al lado del copiloto para pagarle al conductor y luego este se fue siguiendo su camino por la calle.

—¿Estarás bien? -Seo Jun le pregunta al detenerse frente a la puerta principal de la casa.

—Debo de estarlo. Si me deprimo por cada persona que me ha traicionado jamás sería capaz de salir de mi tristeza -Fuerza una sonrisa pero es notable que no demuestra felicidad–. Sólo dame tiempo y podré superarlo.

—Escríbeme un mensaje para lo que sea que necesites, no importa la hora -Young Mi asiente–. Tienes que prometérmelo.

—Te lo prometo, chico raro -Young Mi golpeó su hombro en una forma de juego–. Serás mi héroe, lo prometo.

—Nos vemos mañana, chica rara -Seo Jun la despeina y una sonrisa se extiende en su rostro–. Entra, no voy a moverme hasta que te vea dentro de tu casa.

—Que insoportable -La chica se queja y abre la puerta antes de desaparecer por la misma desapareciendo de la vista de su amigo.

Llega a casa siendo recibida por una gran cena con su platillo favorito, su familia no había mencionado el tema en ningún momento y aunque pensaban que eso le haría sentir mejor solo estaba empeorando la situación. Se deshizo del uniforme escolar y ya tenía puesto algo más cómodo para bajar a cenar viendo a sus padres y hermana menor sentados en sus respectivos lugares del comedor, ella camina hacia ellos ocupando su lugar de siempre mientras siente las miradas de todos encima.

Empiezan a comer y todo parecía ir normal cómo una noche cualquiera pero no era así, Young Mi fue atacada de nuevo por lo que había sucedido en Australia y alguien debía de hablar sobre eso.

—¿No dirán nada? -Young Mi interrumpe la conversación que sus padres mantenían con Han Dam y llama la atención de todos–. Ha vuelto a suceder lo que queríamos evitar.

—No creemos que sea bueno tocar el tema por tu propio bienestar.

—Hay que tratar de olvidarlo -Concuerda Jung Kyung.

—No, hay que hablarlo y ponerle una solución -Sentencia la joven tomando por sorpresa a todos en la mesa por su seguridad y determinación–. Así huyamos a Marte, nos damos cuenta que lo que me sucedió será mi sombra para siempre sin importar a dónde vaya, ¿no es correcto ponerle un punto final?

—Probamos en su momento que todo fue manipulado pero mira dónde estamos -Interviene Han Dam–. ¿Qué sugieres para acabar con todo?

—Dar la cara, enfrentarlo todo y mostrar las pruebas yo misma -Responde inmediatamente–. Las pruebas solo fueron difundidas por nuestro abogado, creo que es el momento de que yo me pueda defender sola -Mira los rostros desorientados de sus padres–. También lo incluye para el caso de Louisa, quiero dar mi versión de los hechos sin ocultar mi identidad.

—Sigues siendo menor de edad, Young Mi -Jung Kyung le recuerda a su hija–. Si lo que quieres es una vida normal, no podrás obtenerlo jamás si muestras tu rostro y revelas tu identidad.

—No quiero seguir escondiéndome. Estoy cansada de huir por algo que no hice...

—No dejaré que te expongas de esa manera -Su padre la interrumpe–. Nuestro abogado puede volver a lanzar las pruebas y difundirlas en internet pero solo será eso, sin revelar mucho más para dar por terminada la situación.

—Toda la escuela ya conoce lo que sucedió en Australia, papá -Han Dam vuelve a hablar–. Saben que ella estuvo con Louisa en el momento de su accidente y sobre los mensajes manipulados con Alex. No cambiaría nada si se oculta su identidad.

—Diremos que demandaremos a quién se atreva a acusar o difundir información porque se trata de una menor de edad -Han Dam resopla al escuchar la contradicción de su padre–. Hay formas de protegerla por su edad, y lo utilizaremos para que más personas no la señalen y esto se agrande.

—Hasta que tengamos que volver a mudarnos y deba seguir escapando -Young Mi se levanta de su asiento con notable molestia–. Sólo quiero ponerle un punto final a esto, no pido nada más.

—Hija -Seung Dam llama a Young Mi y ella gira a mirarla.

—Disfruten de su cena, me voy a mi habitación.

La pelinegra abandona el comedor dando pasos largos y rápidos con dirección hacia la escalera que la llevaba hacia el segundo nivel de su casa mientras se quejaba por lo bajo sobre su padre. Quería enfrentar la situación de una vez, hacer una declaración real y que se difunda a cada rincón del mundo para que dejen de desenterrar la noticia una y otra vez dónde la siguen dejando cómo la culpable de lo ocurrido cuando no fue así pero su padre no iba a permitir que hiciera eso por temor a que su hija salga más lastimada al ser expuesta de esta manera ante los ojos del mundo, ¿o porque no quería que su empresa sea manchada de esa manera?

Sung Kyung amaba a su familia pero Young Mi tenía razones para desconfiar cuando habían problemas que podrían perjudicar a su empresa de alguna manera. La había convencido de acercarse a Alex para una alianza entre las familias y el desenlace fue fatal, no le sorprendería saber que su padre quería evitar que el rostro de Young Mi sea revelado cómo la principal sospechosa de la muerte de Louisa y que esté involucrada de alguna manera en el caso.

Llega a su habitación luego de cerrar la puerta a sus espaldas, daba vueltas de un lado a otro pensando en la manera de solucionar lo que la seguía atormentando pero no encontraba una respuesta. Sólo estaba cansada de todo, quería tener un momento de paz y disfrutar de una verdadera vida joven.

Esa noche se quedó dormida junto a Simba sin que alguno de sus padres tocara la puerta esperando hablar con ella y estaba agradecida por ello, no quería ver a alguno o perdería los estribos. Han Dam estaba por tocar la puerta pero decidió alejarse, no quería aturdirla más y sabía que era mejor darle su espacio para que pueda tranquilizarse antes de hablar sobre lo ocurrido, así que solo retrocedió de vuelta a su habitación dejando que su hermana mayor descansara junto a su gato que esa noche decidió dormir con ella en la cama.

Era un nuevo día con la diferencia que Young Mi había decido no asistir a clases, debía esperar que la tormenta pase un poco y hacer que la presencia de Soo Jin no le afecte demasiado porque la hería de su traición aún permanecía fresca. Bajó al comedor encontrándose solamente con su madre en el comedor tomando una taza de café en una mano y con la otra movía su dedo de un lado a otro revisando su tableta de trabajo.

—Buenos días -Dice la pelinegra al llegar al comedor.

—Buenos días, cariño -Saluda Seung Dam con normalidad mientras ve a su hija sentarse en una de las tantas sillas vacías del comedor–. ¿Cómo dormiste?

—Bien, sorprendentemente -Suspira–. ¿Mi padre y Han Dam ya se fueron?

—Salieron hace unos minutos, yo solo quería quedarme un rato a esperar que despertaras.

—¿Por qué?

—Hay que hablar, ¿no te parece? Cómo salíamos hacerlo cada mañana -Young Mi baja la cabeza un poco apenada, había cortado cercanía con su madre y ahora se sentía un poco culpable por eso–. Deberías hacerle caso a tu padre.

—Él sólo quiere que la empresa no se involucre en esto...

—No, quiere lo mejor para ti -La interrumpe–. Igual que yo. Míralo de esta manera, si esto sucedió solo con el conocimiento de tus compañeros de escuela, ¿si quieres te imagina lo que sucederá cuando toda la ciudad se entere y se viralice en redes sociales? -Young Mi no responde pensando un poco en lo que su madre le estaba diciendo, podría tener razón–. Sí realmente quieres una vida normal, ahora no es el momento para revelarte así. Eres una menor de edad, podremos defenderte de alguna u otra manera de aquellos que quieren volver a traer el pasado.

—No quiero seguir huyendo.

—Entonces no lo hagas -Pausa–. Regresa a la escuela y enséñales que no eres todo lo que dijeron en esas conversaciones falsas. Muéstrales que eres tal y cuál te conocen, sé real con ellos cómo lo fuiste todo este tiempo y verán que estuvieron equivocados en señalarte -Seung Dam extiende sus manos para tomar las de su hija entre ellas–. No te estamos pidiendo que te escondas para siempre pero tampoco te expongas de esta manera, disfruta de tu juventud mientras puedas. Cuando tengas la edad suficiente y te conviertas en una mujer fuerte, podrás aclarar todo lo que tengas pendiente y afrontarlo a tu manera, y nos tendrás a tu lado para respaldarte en todo momento.

Young Mi mira a su madre y una lágrima rebelde se le escapa pero la limpia antes de asentir estando de acuerdo a lo que ella le dijo.

—Está bien -Termina cediendo a su consejo–. Mañana regresaré a la escuela.

—Eso es, cariño -Felicita Seung Dam con una gran sonrisa–. Ahora debes desayunar para que regreses con fuerza.

Seung Dam se queda esperando a que su hija desayune mientras tienen una conversación sobre lo ocurrido ayer y cómo Seo Jun había llegado para hablar con ella luego de haberse enterado de lo que rondaba en el foro de la escuela. No podía estar más feliz al escuchar que Seo Jun siempre estaba cerca cuando ella y Jung Kyung estaban lejos de Young Mi en ese momento, nada sería suficiente para agradecerle a Seo Jun todo lo que hace por Young Mi.

La matriarca se ve obligada de irse de la casa cuando el deber del trabajo la llama, dejando a su hija sola en casa y completamente aburrida porque no podía ni hablar con Seo Jun ya que el chico se encontraba en la escuela. Intentó llamar a Ju Gyeong el día anterior pero tampoco contestaba sus llamadas mientras que Soo Ah estaba demasiado enojada con ella cómo para si quiera responderle las llamadas, así que casi se había quedado sin amigos.

Estaba limpiando su habitación hasta que escuchó su teléfono sonando avisando que tenía una llamada entrante y el nombre de la persona menos esperada se iluminó en la pantalla.

—¿Hola? -Contesta dudosa.

—Hola, Nicole -Escucha su nombre del otro lado y supo que no se trataba de un error.

—¿Por qué me llamas?

—Me enteré sobre lo que pasó -Young Mi rueda los ojos con molestia al saber manera en cómo él supo sobre el anuncio y maldijo a su hermana menor en todos los idiomas que sabe–. Han Dam me llamó ayer para amenazarme de todas las maneras posibles y preguntarme si había sido yo el que publicó lo sucedido en Australia, no entendía nada y me explicó lo que sucedió. Sólo quería saber si estabas bien.

—Sí, estoy bien -Suspiró mientras ocupaba asiento en el borde de su cama–. Disculpa que Han Dam te haya molestado ayer, fue todo un malentendido.

—No es problema, entiendo las razones de ambas para poder desconfiar de mí -Una pequeña incomodidad se alojó en el pecho de Young Mi al escucharlo decir eso–. ¿Descubrieron quién fue?

—Sí -Las imágenes del rostro de Soo Jin la tarde que la confrontaron aparecieron en la cabeza de la pelinegra–. Fue alguien de la escuela. Quiso vengarse porque está obsesionada con un chico con el cuál mi amiga sale y me arrastró a ello también.

—Me parece una historia conocida.

—¿Tú crees? -Escuchó una leve risa del otro lado y ella sonrió levemente de lado al escucharlo–. Me persiguen este tipo de cosas, de repente podría mudarme a otra galaxia y tampoco me libraría.

—Cosas malas les suceden a las mejores personas pero eso las hacen fuertes, ¿sabes? -Young Mi no le respondió porque fue una pregunta retórica–. Y tú eres una de las personas más fuertes que conozco, Nicole.

—He querido darme por vencida muchas veces, créeme.

—Pero no lo hiciste -Comenta de inmediato–. Eso es lo que te hace más fuerte porque te enfrentaste a la declaración de rendición pero no lo hiciste, te mantuviste firme. Admito que lo admiro mucho, no cualquier persona puede permanecer de pie frente a estos problemas y sabes que yo soy un claro ejemplo de ello. Te abandoné cuando más me necesitabas...

—No fue tu culpa...

—Sí lo fue, Nicole -La interrumpe–. Y es algo de lo que jamás me voy a perdonar. Todo lo que recibiste por ser un cobarde que solo sigue lo que su padre le dice.

—Por obedecer a nuestros padres terminamos caminando a ciegas -Dice pensando en el hecho que su padre le dijo que se acercara a Alex para los negocios–. Y terminamos siendo los daños colaterales cuando las cosas no salen bien.

—Así que somos unas víctimas también, ¿eh? -Young Mi sonríe un poco y asiente aunque él no la haya podido ver.

—Eso creo.

—Tú eres la única víctima, Nicole. Todo lo que ocurrió recayó en tus hombros frente a la prensa y sigue aplastándote a pesar que abandonaste el país. No es justo para ti seguir cargando con esto sola.

—Tampoco es que puedas hacer mucho ahora -Pausa–. El caso fue cerrado y volver a sacar lo que quiero que sea enterrado, no creo que sea lo correcto ahora. Sólo debemos superar esto y vivir nuestras vidas.

—Regresaré a Seúl en unos días, ¿podríamos vernos para conversar?

Se detiene unos segundos a pensarlo. ¿Debería hacerlo? La última vez que estuvo en la ciudad generó un grave problema con Seo Jun que tardó un largo y tortuoso tiempo en arreglar, ¿podría verlo de nuevo sin que Seo Jun se entere y altere? Podría ser de esa manera sólo si habla con él antes de encontrarse con Alex para evitar más problemas entre ellos y que no se entere de otra manera que no sea por ella misma. Haría lo necesario para apaciguarlo y no intente discutir con ella por encontrarse con Alex.

No había concluido algunos temas, y quería sincerarse con él cómo una forma de cerrar sus conflictos del pasado.

—Está bien. Hay que vernos.

se viene el regreso de alex y también
posibles conflictos con seo jun porque
sabemos que tiene complejo de boxeador

se viene el segundo acto y el gran
final de esta fic, al fin luego de dos años :P

les quiero

ASLAN

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