SIETE. cream
🌸 CAPITULO SIETE
cream / crema
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LA SECUNDARIA SAEBOM TEMÍA DE la personalidad de Lee Su Ho. Un chico atractivo a pesar de mostrarse indiferente y sin expresión todo el tiempo, para todas las chicas era la personificación de un príncipe azul. Estaban detrás de él siguiendo cada paso que daba para aprovechar la más mínima oportunidad y dar su primera jugada: Acercarse a él. Se había vuelto imposible hablar con Su Ho fuera de lo necesario, es un chico distante y cortante en todas sus letras.
La única persona con la que mantenía una conversación de más de dos oraciones era Kang Soo Jin, por lo que muchas la envidiaban pero todo se justificaba en que ambos eran amigos de la infancia, fuera de eso él jamás le habría hablado. No se le ve con ninguna chica, eso es obvio pero la secundaria Saebom dió un completo giró cuando vieron al Dios Su Ho acompañando a la chica nueva Ju Gyeong que había sido víctima de un pésimo accidente que involucraba crema pastelera sobre su rostro.
Los presentes veían con sorpresa como Lee Su Ho cubría el rostro de Ju Gyeong con su blazer para que nadie vea lo que le había ocurrido. Young Mi también estaba sorprendida, no había llegado hace mucho pero ya tenía muy en claro sobre la reputación de Lee, y era algo de sorprenderse viéndolo actuar de esa manera con Ju Gyeong. Siguieron a la pareja por los pasillos pero Young Mi se detuvo al lado de Seo Jun, quién también veía como su ex mejor amigo estaba acompañado de la chica que le robó su casco.
Seo Jun miró a la chica interrogante pero ella solo encogió sus hombros dándole a entender que ella tampoco sabía lo que estaba ocurriendo.
—Ni siquiera pueden ayudar a su compañera de clase, pero se sientan y observan. ¡Vuelvan a clase!
Todo regresaron corriendo con temor, Young Mi miró a Seo Jun unos segundos antes de correr junto a los demás de vuelta a su aula de clases. Se vieron en la obligación de ordena todo ya que habían disperso las mesas y sillas para que Tae Hoon pueda hacer la sorpresa. Cuando ya estaba todo en orden, todos se sentaron a esperar a que llegara Ju Gyeong del baño.
Fue en cuestión de minutos que Ju Gyeong apareciera con un poco de temor en el aula de clases.
—¡Ju Gyeong! ¿Estás bien? -Soo Ah preguntó llamando la atención de los demás y se acercaron a la castaña.
—Lo-Lo siento -Hyeon Gyu tartamudeó nervioso dirigiendose a ella.
—No vuelvas a hacer eso nunca más -Amenazó Soo Jin. Hyeon Gyu miró a Young Mi que se encontraba a su lado y ella le hizo un movimiento como si estuviera cortando su garganta dando a entender que estaría muerto. El chico tragó en seco asustado y asintió repetidas veces.
—No, está bien -Ju Gyeong no le iba a tomar tanta importancia, fue un accidente.
—Su Ho nos sorprendió a todos. Nunca lo he visto ayudar a alguien más -Comentó Hee Eun. Todos asintieron dandole la razón y algunos murmuraron entre ellos.
—Probablemente fue porque venía el maestro -Soo Ah dió la contraria–. De todos modos, Ju Gyeong. Sigues siendo impresionante incluso después de tener pastel en la cara -La mencionada sonrió nerviosa y Soo Ah se acercó a ella enredando su brazo con el de ella–. ¿Estás bien? Fue molesto, ¿No?
—No la agobies de muchas preguntas, Soo Ah. Es obvio que está bien -Young Mi intervino y Ju Gyeong asintió dándole la razón a la pelinegra–. Tiene que estar bien por qué sino, Hyeon Gyu lo lamentará. ¿Verdad? -Miró al chico de lentes y él asintió asustado repetidas veces.
Regresaron a sus asientos cada uno dejando de lado lo que había pasado, casi olvidándolo de inmediato. Young Mi se sentó en su lugar delante de Su Ho, quién estaba escribiendo algo en su cuaderno muy concentrado. Lo miró de reojo durante unos segundos dejándose sumergirse en sus propios pensamientos. ¿Qué podría llevar a alguien como él a ser tan amable de repente? Es raro, aunque todo de él lo era. Su Ho sintió la mirada de la chica y alzó su cabeza mirándola manteniendo su expresión neutral como ya era costumbre.
—¿Se te perdió algo? -Preguntó siendo un poco grosero y Young Mi sonrió divertida.
—No -Sonrió de la manera más fingida que pudo y luego rodó los ojos frente a él.
La clase de inglés había llegado. Era obvio que Young Mi no iba a tener problemas con ese idiomas por vivir mucho tiempo en el extranjero, se había convertido en su segunda lengua hablante así que sería muy fácil, pero igual estaba tomando nota de todo lo que el profesor extranjero hablaba.
La química no es una materia que ella ame pero lograba aprobar con calificaciones un punto por sobre el promedio, así que no estaba tan mal después de todo. Intentaba concentrarse en hacer que el tubo de ensayo fuera calentado por la llama que desprendía el mechero. Discutía con su compañera de grupo por sobre cuánto tiempo debía mantenerlo ahí. Se generó una pequeña discusión entre veinte y treinta segundos.
Estaban entre clase esperando que el siguiente profesor llegara mientras que Young Mi estaba acompañada de Soo Jin pasando sus apuntes a sus cuadernos, hablaban sobre los colores de lápices labiales que más les favorecía a cada una. Cada uno estaba sumergido en su mundo hablando entre ellos hasta que Ju que entró a la habitación agitada y se apoyó contra una mesa.
—Ju Gyeong, ¿Qué pasa? -Preguntó Soo Ah y Young Mi dejó a un lado su cuaderno para ver a su amiga.
—Ju Gyeong -Su Ho apareció en el aula y la mencionada giró hacia el chico de inmediato. Él caminó hacia ella a paso lento pero firme, todo ocurría bajo la atenta mirada de sus otros compañeros–. Yo tomaré... -Su Ho no pudo terminar cuando Ju Gyeong se cayó al suelo sentada muy aterrada por algo.
—Ju Gyeong, ¿Qué te pasa? -Soo Ah se acercó hacia su amiga. Young Mi dejó sobre la mesa su cuaderno y se puso de pie dirigiendose hacia ella.
—¿Hiciste algo malo? ¿Por qué sigues huyendo?
—¿Qué? -Ju Gyeong preguntó confundida.
—El profesor de ciencias quiere que fotocopie el libro de texto por tí. Marqué todas que hemos aprendido antes de que llegaras. Entonces fotocopia las páginas marcadas y lo devuelves -Extendió el libro hacia ella. Young Mi vió que la chica no respondía ante eso, así que ella agarró el libro forzandole una sonrisa.
—Gracias, ella lo hará -Aseguró. Su Ho miró una última vez a Ju Gyeong antes de dirigirse hacia su asiento pasando por el lado de Young Mi–. ¿Estás bien? -Se agachó hasta la altura de Ju Gyeong.
Algo había pasado entre ambos y eso no cabía duda para Young Mi. Ju Gyeong parecía muy asustada de su presencia, por lo que sin duda él había hecho algo para que ella actuara de esa manera. Pero aún así no metería sus narices dónde no la llaman, estaba segura que Ju Gyeong podía solucionarlo sola y si estaba en problemas, tendría la suficiente confianza para contarle a ella y a las demás.
La campana sonaba avisando que ya era la hora de salida. Los estudiantes salían de la escuela Saebom con dirección a sus respectivas casas. Young Mi estaba acompañada de sus otras tres amigas como empezaba a ser común. Las tres siguieron su camino dejando a Young Mi a las afueras de la escuela, se despidieron de ella y caminaron hacia la estación de buses mientras Young Mi se dirigió hacia el auto negro donde probablemente se encuentre Han Dam dentro.
Young Mi entró al auto sentándose al lado de su hermana menor, quién parecía estar muy concentrada en su teléfono. Se inclinó hacia su hermana con la intención de ver lo que la tenía tan concentrada, solo pudo ver qué estaba en Newstagram ya que Han Dam escondió su teléfono de inmediato.
—¿Qué mirabas? -Young Mi le preguntó a su hermana menor.
—N-Nada -Notaba su nerviosismo en su voz. Mentía–. ¿Cómo te fue?
Han Dam nunca le preguntaba cómo le había ido en la escuela, así que ella estaba mintiendo pero Young Mi no iba a insistir, dejaría que su hermana se lo cuente cuando sea el momento adecuado para ella. Sonrió y le siguió la corriente el resto del camino hasta casa.
Las hermanas fueron las únicas cenando en el gran comedor. Sung Hyun se excusó en nombre de ellos diciendo que tenían una videollamada urgente en la oficina de su padre, así que se demorarían un poco mientras arreglan los negocios. Ellas no tenían problemas, la mayor parte del tiempo sus padres estaban ocupados al tener una empresa sobre sus hombros que se expandió a nivel internacional. Al menos su madre siempre se dió el tiempo de pasar con ellas, nunca dirán que Seung Dam estuvo ausente porque no fue así.
Seung Dam entró al comedor soltando un sonoro suspiro cansada y sentándose en su lugar de siempre.
—Las negociaciones me tiene loca -Les sonrió a sus hijas–. Tenemos que hablar sobre lo que quieres en un futuro, Young Mi. Eres la próxima a ser mayor de edad y tienes una empresa como herencia -Una de las empleadas entró a la habitación con una copa de alcohol en su mano y le entregó a Seung Dam–. Si quieres vivir tu vida ligada a una empresa sola, es mejor que te vayas preparando.
Young Mi no quería dedicarse a la empresa en lo absoluto, sentía que no era su pasión. No se imaginaba a ella sentada en una junta frente a otros ejecutivos y socios de la empresa hablando sobre las bajas y altas en los ingresos cada mes. No era lo que iba con ella, necesitaba emoción y eso no se lo iba a dar para nada. Debe pensar a lo que se quiere dedicar luego de graduarse, es importante para su padre el camino que quieren escoger sus hijas y estará de acuerdo mientras esa decisión sea de éxito.
Jung Kyung entró al comedor quitándose la corbata, parecía estar muy afligido por algo. Se sentó en su lugar de siempre bajo la atenta mirada de sus hijas hasta que el carraspeo de la matriarca interrumpió.
—Han Dam, ¿Aún no has hablado con Rose?
—No -Negó mirando a su plato con la intención de no mirar a su madre pero Seung Dam la conoce, sabe todo sobre su hija.
—¿Sucedió algo? ¿Se pelearon?
—No -Tragó en seco y alzó la cabeza enfrentando a su madre. No se iba a quedar callada–. No quiero tener nada que ver con esa familia.
—Pero Rose siempre ha sido tu amiga desde que iban al jardín de niños.
—Pues eso se terminó -Sentenció–. No quiero saber nada sobre ellos. Es una pena que ya no pueda seguir mi amistad con Rose pero es lo que he decidido.
—Sabes lo que eso significa para nosotros, ¿Verdad? -Jung Kyung interrumpió a su hija menor–. ¿Vas a anteponer tus resentimientos infantiles por sobre tu familia?
—¿A caso te estás escuchando, papá? -Han Dam dejó caer ruidosamente su tenedor contra el plato.
—Han Dam, no sigas -Young Mi le advirtió. No quería que su hermana peleara con sus padres, no quería que todo se vuelva a repetir.
—¿Vas a preferir tu fortuna por sobre tu hija? -Lo miró enojada–. ¿Quieres que te recuerde lo que le hicieron a Young Mi? ¿Eh? ¿A caso lo has olvidado? Porque yo no. Ellos la destruyeron -Golpeó la mesa con su puño haciendo sobresaltar a su madre–. Destruyeron nuestra familia. ¿No recuerdas cuánto tiempo Young Mi estuvo mal? Fueron seis meses. ¡Seis meses! Ella dejó de ser la misma desde el instante que ellos entraron a nuestra vida y no quisiste alejarlos después de eso. Aún sigues besandoles los pies como si fueran los únicos socios que podemos conseguir.
—¡Son los únicos que nos pueden mantener a flote! -Gritó poniéndose de pie–. La familia de Anne dejó de ser nuestros socios y eso lo tienen muy en claro. Es cierto, tuve que arrastrarme para que al menos ellos no se fueran pero sin sus aportes, estamos en la quiebra. ¿Eso es lo que quieres? ¿Ver a tu familia en la quiebra?
—Conmigo no funcionará. Capaz a Young Mi si lograste persuadirla pero las consecuencias fueron fatales. No quiero que la historia se repita. No me voy a vender.
Han Dam se puso de pie arrastrado la silla hacia atrás aventando la servilleta a un lado de su plato a medio terminar. La mesa se había quedado en silencio sepulcral, el ambiente era pesado y cada frase soltada en la discusión quedó en un mal sabor para todos. Jung Kyung estaba estresado y frustrado buscando la manera de mejorar las cosas. Seung Dam estaba triste porque no soportaba ser testigo de peleas tan fuertes en casa, sobre todo porque ella no debió tocar ese tema y fue su inocente error. Young Mi se sentía culpable, todo inició a partir de ella de alguna manera y el pasado no le permitía olvidar, la seguía persiguiendo.
Young Mi se puso de pie abandonando la mesa al mismo tiempo que su padre, él se dirigía a su despacho mientras que ella subía a ver a su hermana menor. La puerta de su habitación estaba cerrada pero no perdía nada tocando un par de veces, nunca la dejaba sola cuando perdía el control generando una discusión con alguno de sus padres.
—Han Dam -La llamó y tocó dos veces la puerta.
Del otro lado no se escuchó nada por varios segundos hasta que la puerta se abrió dejando verla. Se veía afligida casi como su padre y Young Mi la entendía, a ella tampoco le gustaba pelear y había prometido cambiar esa personalidad tan impulsiva como parte del gran cambio que toda la familia quería dar, pero nunca iban a cambiar porque el pasado los seguía persiguiendo para volverlos a destrozar como ese momento. Tan solo la mención del pasado los hizo discutir.
Ambas se sentaron al borde de la cama mirando al suelo sin decir nada, Young Mi abrazó a su hermana pasando su brazo por su espalda acercándola a su cuerpo y dejando que Han Dam pudiera desahogarse por completo, sollozando y soltando lágrimas de arrepentimiento.
—Lo siento, Young Mi. No debí de expresarme así de tí -Sollozó–. No creo que te hayas vendido.
—No, está bien -Suspiró pasando su mano por el cabello de Han Dam–. Eso ocurrió y fue mi error, no debería afectarte.
—Me afecta porque yo estuve presente en las consecuencias. Yo estuve contigo cada noche cuando llorabas y estuve contigo cuando... Ocurrió el accidente -Tragó en seco al mencionar eso. Ese día aventó la estabilidad emocional de Young Mi por la borda–. Solo olvídalo, Young Mi -Han Dam se separó de su hermana y la miró, sostuvo sus manos entre las suyas–. Superaremos esto juntas como siempre lo hemos hecho. ¿Está bien? No estaremos solas.
—Está bien -Una lágrima rebelde se escapó de Young Mi rodando por su mejilla.
Ambas juntaron sus frentes cerrando los ojos expresando la tristeza que sentían en ese momento pero a la vez juraron que ese sería el último día que vuelvan a derramar una sola lágrima por el pasado. A partir de ese instante solamente le sonreirán al futuro.
un poco para que sepan sobre lo que pasa
en la familia Eun y su pasado.
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